Me tocó dar la palabra en representación de todos los "nuevos abogados".
Ese día, en que llegaba al púlpito del Magno Salón del Colegio de Abogados de Santa Cruz y bueno, esto es cuanto nos toco decir... LUCHEMOS POR LA JUSTICIA!!!
texto argumentativo, ejemplos y ejercicios prácticos
JURAMOS SER ABOGADOS
1. Señor Presidente del Ilustre Colegio de Abogados de Santa Cruz Dr. Fernando
Cuellar, Señores miembros que nos honran con su presencia en la testera,
flamantes damas y caballeros abogados, invitadas e invitados, señores
concurrentes:
Nunca imaginé ser parte de un acto tan emocionante y tan solemne, como el
que hoy acontece en este Ilustre Colegio de Abogados que a partir de hoy nos
acoge.
Quiero comunicarles, que a esta misma hora: casi nueve millones de
bolivianos y porque no el mundo entero, están pendientes de lo que pueda ser
el futuro de Bolivia en los siguientes días por la situación que para nadie es
desconocida. En nombre propio y de este grupo de juramentados, agradezco
infinitamente al Colegio de Abogados de Santa Cruz, por entregarnos el
instrumento que nos habilita a defender la verdad, el derecho y la razón de los
ciudadanos; dentro de la cual y como justa causa se encuentra la legítima
demanda del Derecho a la Autonomía y elección de Autoridades
Departamentales, anhelo de la totalidad de habitantes y estantes de este
pueblo, pues el mundo gira y esta en constante mutación y nosotros no
podemos quedarnos en el andén, viendo pasar el tren de la oportunidad a una
mejor situación de vida para nuestras familias y las futuras generaciones.
Es pues el abogado, el llamado para asesorar en los asuntos judiciales y actuar
en ellos, ya que abogar equivale a defender, entender, asesorar, ya sea de
palabra o en juicio a una persona.
El Derecho no es solamente lo que dicen los libros. Los libros, pueden
exponer tal o cual teoría, por ahí muy bonita o atractiva. Tampoco los juicios
se ganan sólo con buenos discursos jurídicos. En los expedientes judiciales
existen cuestiones de hecho y prueba. Los hechos, hay que articularlos y
probarlos, en caso contrario es muy probable que los juicios se pierdan.
Es cierto que la sustancia que define a la Justicia está por encima de las
formas y ritualismos procesales, pero también es cierto que existen plazos y
términos perentorios, caducidades y otras exigencias rituales que si no son
cumplidas pueden derivar en la pérdida del juicio e incluso responsabilidades
por mala praxis.
2. Por ello, para anotar plazos y audiencias sería conveniente que algún familiar
cercano de los nuevos abogados le regale a su hijo o hija, a la novia o a la
pareja, al esposo que hoy se habilita, una buena agenda para anotar y recordar
dichos aspectos.
También debemos asumir que la Constitución no está ni debería estar de
adorno sino para ser cumplida y que muchos de los problemas jurídicos
concretos del País se resolverían desde la perspectiva constitucional, es decir,
desde los principios y las garantías establecidos en la Constitución,
actualmente enriquecidos por los pactos internacionales en materia de
derechos humanos.
En definitiva, los nuevos colegas que hoy ejercerán la profesión de abogado,
la actividad política, la magistratura judicial o tal vez adoptarán la carrera
judicial, deben asumir que no ejercerán un oficio sino un servicio, y que
deberán ejercerlo de manera activista y militante, no sólo como forma de
realización personal en lo laboral, sino también como una misión
comprometida con la realización de los derechos de base constitucional de
todos los ciudadanos sin exclusiones y el tránsito progresivo del Estado
Ausente de autoridad de hoy, hacia un Estado democrático de derecho con
seguridad jurídica, o lo que es igual, a un Estado activista, en el que se realice
en serio el derecho y la Justicia, entendida ésta, como decía Arturo Sampay,
como el logro de que todos y cada uno de los miembros de la comunidad,
participen de los bienes materiales y espirituales de la civilización, esto es;
de las condiciones de vida mediante las cuales le es posible a la persona,
desarrollarse con trabajo y dignidad.
Para concluir, recordar a los nuevos colegas, que el crédito de un abogado no
viene de los pleitos que gana, sino de los que evita, porque la abogacía
moderna, al igual que la medicina, se va haciendo cada día mas preventiva
que curativa y con frecuencia se oye decir: “mas vale un mal arreglo que un
buen juicio”.
Los exhorto a la serenidad y la prudencia, que es atributo de los seres
superiores, fortaleza y paciencia para soportar al contrario y sobre todo
NUNCA prometer el triunfo a su cliente, ni fingir una convicción que no
tiene, ya que el resultado de un pleito, depende de diversas circunstancias y
3. factores que no es posible prever, cuando mas le anunciará: que
“probablemente podrá contarse con la victoria”
Recordemos siempre que: “la abogacía es una profesión viril que pone a
prueba la entereza y valor civil del que la ejerce y cuya característica; es el
espíritu de combate para hacer prevalecer la fuerza del derecho, sobre el
derecho de la fuerza”.
Y en estos términos hago mías las palabras del gran tratadista Eduardo
Couture, cuando nos dice: “Lucha por el Derecho, pero si en el camino
encontraras contradicción entre el Derecho y la Justicia, lucha por la Justicia”.
Muchas Felicidades, que Dios los bendiga y les deseo suerte a todos,
gracias!!!
Fernando Barrientos Sotomayor