Arte mexicano siglo xx

ARTE MEXICANO
DEL SIGLO XX
ARTE MEXICANO
DEL SIGLO XX

CONTEXTO SIGLO XX
El arte mexicano del siglo XX se enmarca en un contexto de
cambios estéticos que se reflejan en nuevas formas expresivas;
surgen artistas con propuestas de gran impacto en el país y con
reconocimiento por parte de la crítica especializada en el
extranjero.
Durante el siglo XX, la ciencia y la tecnología tuvieron un desarrollo significativo en el
país, específicamente en los campos de medios de comunicación y sistemas de
transporte.
Algunos artistas mexicanos retoman expresiones del arte prehispánico, mismas que
llevan al arte de su tiempo; esto para reiterar la cultura visual de México desde su pasado,
presente y futuro.
M. Maaurice,
V. José (1897)

Es en este siglo cuando surgen nuevas formas estéticas
como consecuencia de la innovación en las técnicas y los
materiales empleados. Por ejemplo, en el caso de la
arquitectura, se recurre al cristal, el acero y el concreto, lo
que impactará en la urbe del México del siglo XX;
asimismo, los pintores y escultores proponen una estética
peculiar que genera una nueva era en el arte mexicano.
Por otra parte, los medios masivos generan una sociedad de consumo, lo que lleva a un
cambio en la cultura del país.
En cuanto a la política, durante la dictadura de Porfirio Díaz, llamada Porfiriato, la
cultura en México tuvo una gran influencia francesa, lo que favoreció la inversión
extranjera y el crecimiento del país.
Teatros de México: Palacio de
Bellas Artes, Boari (1904-1934)

Porfirio Díaz se apoyó en la visión de José Limantour para la
planeación del desarrollo económico. La mayor parte del capital
invertido en México era extranjero, principalmente francés, aunque
también algunos otros países, como Inglaterra, Alemania, España y,
por supuesto, Estados Unidos tenían inversiones en la minería, las
comunicaciones ferroviarias, la industria textil y los ingenios
azucareros, dominando así toda la industria.
Se vislumbraba un aparente progreso y crecimiento económico, aunque mientras los
inversionistas extranjeros se enriquecen, la mayoría de la población mexicana se
encontraba en la pobreza extrema.
En 1910, México celebra elecciones presidenciales, en las que resulta electo Porfirio Díaz,
Francisco I. Madero desconoce ese triunfo y, como consecuencia de ello, inicia la
Revolución mexicana.
Porfirio Díaz

La lucha armada iniciada en 1910 en México pone al país en una crisis económica,
política e ideológica. Algunos artistas participaron activamente junto a los movimientos
de grupos rebeldes, tal fue el caso de Francisco Goitia y David Alfaro Siqueiros, que
hacen trabajo ilustrativo en medios impresos, como periódicos o gacetillas, impregnando
tintes revolucionarios en su obra; esto da pie al inicio de la nueva conciencia social y
artística del México de ese entonces.
Un claro ejemplo de esa nueva conciencia en la
plástica fue el pintor Saturnino Herrán, que sentó las
bases de lo que posteriormente sería el movimiento
pictórico más importante del país, el muralismo. Pulsa
en las flechas para avanzar y retroceder por la
información. La Cosecha, Saturnino Herrán (1909)

La expectativa y curiosidad por las obras de la exposición tiene que ver con las temáticas
propias de una cultura mestiza, tanto por sus tradiciones y costumbres, como por el uso
de una paleta de color policromática, adecuada para un país polifacético, con un pasado
prehispánico, colonial, de mestizaje y revolucionario, que los artistas aprovecharon para
plasmar una reinterpretación a través de nuevos significados y el uso de símbolos
renovados en un México cambiante.
Lo que marcó el contexto artístico, entre 1920 y 1950, como
una propuesta propia del arte mexicano de ese siglo, fue el
muralismo. Algunos autores que pasaron al salón de la fama de
las artes a nivel mundial son los mexicanos Diego Rivera, José
Clemente Orozco y David Alfaro Siqueiros.
Retrato de Diego Rivera,
Van Vechten, C (1932)

Les siguieron años después otros artistas de renombre con una propuesta estética
también propia del México moderno: Rufino Tamayo, José Luis Cuevas, Jorge
González Camarena, Juan Soriano y Mardonio Magaña, sin olvidar a Frida Kahlo.
Frida Kahlo (1932)
Rufino Tamayo José Luis Cuevas

Pintura Siglo XX
El arte mexicano del siglo XX se enmarca en un contexto de
cambios estéticos que se reflejan en nuevas formas expresivas;
surgen artistas con propuestas de gran impacto en el país y con
reconocimiento por parte de la crítica especializada en el
extranjero.
Alrededor del año 1911, Gerardo Murillo, mejor conocido como Dr. Atl, encabezó,
junto con estudiantes, la famosa huelga en la Academia de San Carlos en la Ciudad de
México, un paro de labores que duró alrededor de dos años; mediante esta huelga, los
estudiantes pedían cambios en la enseñanza.
Gerardo Murillo “Dr. Atl”

Después de concluida la huelga, Alfredo Ramos
tomó las riendas de la escuela para dar inicio en el
año de 1913 a la famosa Escuela de pintura al
aire libre, que buscaba renovar la enseñanza en
las aulas al permitir a los estudiantes tomar clases
al aire libre. Surgen así las escuelas en los barrios
de Xochimilco, Coyoacán, Churubusco y
Tlalpan.
Con esta reforma se apoyó a los estudiantes para que su formación fuera activa y, a la
vez, se les proporcionó espacios para exponer su obra, como la exposición de 1926,
llevada a Berlín, Alemania, recorriendo, además, Francia y España.
Barbizon o Santa Anita. La primera
Escuela de Pintura al Aire Libre, (1913)

-Uso de una paleta de color poli cromática, adecuada para un país polifacético, con un
pasado prehispánico, colonial, de mestizaje y revolucionario, que los artistas
aprovecharon para plasmar una reinterpretación a través de nuevos significados y el
uso de símbolos renovados en un México cambiante.
Esta exposición, las obras y temáticas de todos los estudiantes
fueron recibidas con gran interés por la crítica especializada,
así como también por el público en general.
La expectativa y curiosidad por las obras de la exposición tiene
que ver con:
-Temáticas propias de una cultura mestiza, tanto por sus
tradiciones como por sus costumbres.
La primera Escuela de
Pintura al Aire Libre, (1913)

Muralismo
El segundo grupo son obras, algunas de las cuales fueron encargadas por Vasconcelos y
realizadas durante su gestión, con un marco estilístico y temas que se apartan de esa
visión y se aproximan a un arte político, didáctico y populista, con el que se suele
asociar al movimiento muralista mexicano.
Durante la década de 1920, los murales
pintados por Rivera, Orozco y Siqueiros se
dividen en dos grupos: el primero lo
constituye las obras ordenadas por
Vasconcelos y terminadas antes de
finalizar su gestión en la Secretaría de Educación Pública, en 1924, y que reflejan su
propio marco ideológico y estético.
Hombre, controlador del universo, Diego Rivera (1934)

El muralismo marcó el contexto artístico, entre 1920 y 1950, como una propuesta
propia del arte mexicano; Con:
-Jorge González Camarena
- Juan Soriano
-Mardonio Magaña
-Frida Kahlo
-Diego Rivera
-José Clemente Orozco
-David Alfaro Siqueiros
- Seguidos por:
-Rufino Tamayo
-José Luis Cuevas México de hoy y de mañana,
Diego Rivera .(1934-1935)

Características particulares
-Libertad del trazo.
-Uso de herramientas y materiales propios para el muro.
-Ideas libres de complejidades narrativas.
-El artista encuentra su propia expresión en la obra
misma.
En su inicio, la Escuela Mexicana de Pintura concibe dentro de sus aulas el
movimiento de pintura mural, llamado también muralismo mexicano, basado en los
valores patrios, la problemática de los indígenas y la creación de conciencia entre la
sociedad mexicana con respecto a sus raíces autóctonas.
La Patria, Jorge González Camarena

Los artistas de este movimiento deseaban acercar el arte al pueblo en general y a la masa
popular en particular. Con la adición de formas indígenas prehispánicas y mestizas,
hacían a un lado la academia europea que por muchos años prevaleció en el arte
mexicano. Todo lo anterior permitió que en el año de 1922 surgiera el sindicato que
agremiaba tanto a pintores y escultores como a artesanos especializados.
Algo que ayudó a este movimiento y su consolidación fue el
hecho de que José Vasconcelos, en ese entonces Secretario de
Instrucción Pública, permitiera el uso de espacios públicos para
que los artistas Diego Rivera, José Clemente Orozco y David
Alfaro Siqueiros realizarán murales que pudieran ser apreciados
por personas de todas las clases sociales, sobre todo aquéllas que
no tenían acceso a museos o a exposiciones en galerías.Entrada a la mina, Diego
Rivera en la SEP

Los primeros edificios que fueron intervenidos por los muralistas fueron los de la
Secretaría de Educación y la Escuela Nacional Preparatoria.
El uso de muros como soporte, sobre todo por sus
dimensiones monumentales, permitió que este
movimiento, a través de la expresión estética-
pictórica con temáticas ideológicas de tipo
revolucionario, impactará significativamente entre la
sociedad mexicana, que veía la problemática del país
reflejada en los edificios públicos, como la falta de
solución a los problemas de grupos indígenas,
obreros y proletarios, y el escaso crecimiento
económico social.
Escalera principal con murales,
José Clemente Orozco en San
Ildefonso

Aportación significativa: perfeccionamiento de la intervención del muro, originada en el
Renacimiento, y a la que los pintores mexicanos contribuyeron con la propuesta de
materiales y técnicas para que los factores climáticos no afectaran la intervención del
muro.
Artistas:
Los tres grandes
-David Alfaro Siqueiros
Arte prehispánico
Uno de los artistas más contestatarios del siglo XX y
representante del muralismo en México. La tradición del
mural trató de desligarse de las corrientes artísticas europeas de
aquel tiempo, teniendo algunas de estas producciones a gran
escala un tanto didáctica para la lectura del México
postrevolucionario. Su obra más representativa:

Autorretrato, “El coronelazo” (1945)
Su título viene del sobrenombre que adoptó durante la
guerra civil española. En el autorretrato, podemos
observar el puño cerrado de la mano derecha
direccionada a lo alto del cuadro, generando un punto
de fuga desde el rostro.
Retrato de la Burguesía, sede del Sindicato
Mexicano de Electricistas (1940)
La paradoja de Alfaro Siqueiros consiste en
querer devolverle a la pintura y la escultura los
elementos que la caracterizaron tradicionalmente
en el pasado burgués, alejándose así de lo que
proponían las vanguardias.

Y también, en la forma en que caracteriza al futurismo, que solo podrá servir de ejemplo
cuando aporta nuevas fuerzas emotivas.
Por una seguridad
completa y para todos
los mexicanos, (1951-
1954)
Rechaza la postura individualista y autorreferencial de las primeras vanguardias en pos
de un arte de contenido humanista vinculado a su praxis política.

-Diego Rivera
Para él, el referente último es el
cubismo, que le confirió el
sentido de equilibrio, orden,
armonía, y construcción.
Encargado por Vasconcelos para el anfiteatro de la
Escuela Nacional Preparatoria, aplica la simetría y
el planismo que observó en los mosaicos
bizantinos, cuyo interés provenía del cubismo
sintético que practicó entre 1913 y 1917.
Mural La creación (1922)Historia de México: de la Conquista a 1930 (1929-1931)

-José Clemente Orozco
Del expresionismo, si bien es un movimiento que influencia a los tres muralistas, Orozco
es su referente último. José Clemente Orozco empezó como caricaturista y es el más
cercano a la obra de Guadalupe Posada.
Los primeros murales de Orozco, en la Escuela Nacional
Preparatoria, de 1923 reflejan las mismas contradicciones
que sus colegas: en medio de un clima de fervor
nacionalista que legitima el uso del medio y de la técnica
como el que empleaban los antiguos mexicas, las imágenes
producidas se alejan del indigenismo cultural.
Maternidad, José Clemente
Orozco (1923)

Encontramos imágenes de tal complejidad que, para ser
descifradas, requieren del conocimiento del iniciado. Es así
porque son imágenes organizadas en alegorías simbólicas
que remiten a un código.
Catarsis, José Clemente Orozco(1882-1949)
Fue el primero de los muralistas en hacer
alusión directa a la etapa del
colonialismo español.
Hombre en llamas,
José Clemente Orozco

Fiesta de la Santa Cruz,
Roberto Montenegro
Pero el arte muralista no se encasilla sólo en temas políticos,
revolucionarios, posrevolucionarios o de la historia de México;
además, hubo muralismo religioso realizado por alumnos de
Siqueiros y Orozco. Tal es el caso de Roberto Montenegro quien
pintó un mural en la ex iglesia de San Pedro y San Pablo en México.
Representación de la matanza de los aztecas en el Templo
Mayor revela su interés por el mundo prehispánico,
derivado de su formación europea y del acercamiento a las
culturas primitivas como fuentes en París.
-Jean Charlot fue el primero en
mostrar la cultura indígena en
términos de igualdad con la de los
españoles.
La conquista de Tenochtitlán,
Jean Charlot

-Doctor Atl, nombre real: Gerardo Murillo Cornado. Frecuentemente se identifica a
Murillo como uno de los impulsores de la renovación artística y como promotor inicial
de la pintura mural postrevolucionaria en México. Nunca se adhirió al movimiento
muralista. Su participación se limita a una inicial aprehensión de los espacios plásticos
antes del estallido de la Revolución
- Carlos Mérida formó parte del muralismo
mexicano, pero desde una perspectiva abstracta
y geométrica, a diferencia del estilo narrativo y
figurativo de los grandes maestros de dicha
corriente.
Mural de mosaico veneciano, Carlos Mérida.
en el vestíbulo de un edificio en la colonia
Juárez, Ciudad de México

Pintura de caballete
La pintura se vio permeada por los cambios artísticos del siglo xx,
como el cubismo, expresionismo y surrealismo como oposición al
academicismo y, en México, se denominaron artistas de la
contracorriente a los que pertenecieron a este periodo desde los años
veinte a los años cincuenta y se opusieron a los artistas muralistas.
Apolo con peces,
Juan Soriano
-Agustín Lazo es considerado el pionero del surrealismo
en el arte mexicano por varios historiadores
especializados.
-Julio Castellanos practicó con original estilo la pintura
mural y el cuadro de caballete. Fue un hábil dibujante e
hizo litografías.
El Bohío Maya, Julio Castellanos

-Rufino Tamayo se caracterizó por mezclar en sus obras la herencia precolombina, la
experimentación y las innovadoras tendencias que sucedían en Europa, además de
que se ha hecho popular por ser un excelente artista y tener un loable uso del color.
Tamayo se inclinó por las formas novedosas europeas de finales
del siglo XIX y principios del XX, como el impresionismo,
cubismo, futurismo y fauvismo, a las que mezcló con las
prehispánicas mexicanas.
El trovador (1945)
Sandías (1980)

-Frida Kahlo, esta pintura se encuentra ubicada en el
Museo de Arte Moderno de México. se caracteriza
por la síntesis de elementos expresionistas (porque
pretende expresar su interioridad) y también es
considerada surrealista aunque la misma autora
asegura: Creían que yo era surrealista, pero no lo era.
“Nunca pinté mis sueños. Pinté mi propia realidad”.
Su temática principal a través de todas sus obras es la
autobiografía.
Las dos Fridas (1939)

-María Izquierdo
La obra de Izquierdo se caracteriza por reflejar
nacionalismo, pinta un México lleno de color,
retoma las costumbres y tradiciones. También hace
referencia a la mujer, la maternidad y la feminidad. Y
muestra un lado pueril, que plasma sobre todo en su
trabajo acerca del circo. Todo con algunos
principios de surrealismo, debido a su amistad con el
poeta Antonin Artaud.
Escena de circo (1940)
-Alfonso Michael, su obra se ubica tanto dentro de la corriente expresionista como de
la neo-barroca pues en su cuadros no hay espacios libres y si una gran cantidad y
algarabía de elementos.

-Remedios Varo, la Psicología y
Literatura son algunas aristas que
nutren los paisajes oníricos de la artista
española quien desarrolló gran parte de
su carrera en México.
-Leonora Carrington, Llegó a México en
la primera parte del siglo XX con un
cúmulo de experiencias y vivencias, tanto
de vida como de los sucesos por los cuales
transitaba el mundo.
La Huida, Remedios
Varo (1961)
Autorretrato en el Albergue
del Caballo de Alba, Leonora
Carrington (1937)

La gruta roja, Martha Chapa
Manzana y gato, Martha Chapa
-Martha Chapa, en su imaginación y fina sensibilidad abarca
diversos temas, texturas y materiales, apareciendo como icono
central de sus pinturas la legendaria manzana. Por lo tanto,
Chapa pinta en óleo e incursiona en el dibujo gráfico. Pintando
en láminas viejas, oxidadas y carcomidas que las rescata ya en su
etapa final, para infundirles nueva vida y belleza.
Alumbramiento, Martha Chapa

El Grabado
Taller de Gráfica Popular (TGP)
Durante la época de la Revolución Mexicana, se formó un grupo de intelectuales y
artistas en apoyo de la causa revolucionaria, denominado Liga de Escritores y Artistas
Revolucionarios.
Culminado el movimiento armado, esta asociación
derivó en la fundación del Taller Editorial de Gráfica
Popular, que retomaba la tradición del grabado
mexicano. Más tarde, cambió de nombre al de Taller
de Gráfica Popular (TGP).
Las antorchas, Leopoldo Méndez (1917)

El Taller de Gráfica Popular fue fundado por Leopoldo Méndez, Luis Arenal y Pablo
O'Higgins para la utilización social del arte y proveer a cada hogar obrero de éste como
un medio de divulgación de los hechos revolucionarios y vehículo de denuncia. El
nombre del grupo alude a la forma colectiva y manual del trabajo que se desempeña en
un taller.
Este movimiento tuvo su fuente de inspiración en la
técnica y consumo popular de José Guadalupe Posada y
del sarcasmo de Orozco.
Los propósitos del TGP eran que la clase trabajadora no
viera al arte como algo lejano, de las élites, sino que
Dos gallegos Leopoldo Méndez (1940)

algunos artistas luchan fielmente a su lado tratando de poner su capacidad creativa al
servicio del pueblo como asociación política, donde la mayoría de sus integrantes
militaban dentro del Partido Comunista Mexicano.
pueblo, donde la finalidad social es inseparable de su
buena calidad artística y ceder 20% de la venta de sus
trabajos en beneficio del taller.
Con estas condiciones, se unió: Ignacio Aguirre. Raúl
Anguiano, Ángel Bracho, Jesús Escobedo, Everardo
Ramírez, Antonio Pujol, Alfredo Zalce y José Chávez
Morado.
Tengo sed, Leopoldo
Méndez (1948)
La Declaración de Principios de los miembros del TGP se orientaba al trabajo
colectivo, que su producción beneficiara los intereses progresistas y democráticos del

Sus temas de orden político, social o de denuncia eran
seriamente investigados y puestos a la crítica en común para ser
expuestos en volantes, carteles de denuncia, revistas, hojas de
apoyo a sindicatos, corridos, telones de mítines, libros de texto y
trabajos de investigación antropológica y costumbristas.
Si bien incursionó en diferentes materiales, el taller se
especializó en grabados en linóleo y madera. Entre los trabajos
producidos figuraban banderas, carteles, posters, volantes y en
El criminal Victoriano Huerta
se adueña del poder, Alfredo
Zalce (1913)
apoyo a causas políticas y sociales como el antimilitarismo,
las congregaciones de trabajadores y el antifascismo.

Empleaban la técnica de la litografía para carteles, la
cincografía o madera en los volantes y el linóleo Como
era dirigido al pueblo, se rigió por el estilo realista.
A pesar de ello, el movimiento se debilitó con el clima
anticomunista de Estados Unidos, que era uno de los
principales consumidores de la producción del TGP.
Díaz de León
Francisco Luna
Paisaje
La dictadura porfiriana exalta demagógicamente
al indígena, Alfredo Zalce (1910)
El TGP trascendió de la capital mexicana en Uruapan y Pátzcuaro y a escala
internacional en Nueva York, San Francisco, Brasil e Italia.

Estridentismo
Fue una de las vanguardias artísticas que emergieron para
diferenciarse y de cierta manera para desligarse de la Escuela
Mexicana de Pintura. El Estridentismo retoma influencias de
las vanguardias europeas como el cubismo, el dadaísmo y el
futurismo, pero con su origen en México representando
sucesos de la cultura popular y de la vida cotidiana
cosmopolita de los años 20.
Algunos abanderados del Estridentismo aparecen en esta obra referencial que representa
un café en la calle de Álvaro Obregón, colonia Roma, lugar donde se reunían todos
estos personajes convirtiendo al “Café de Nadie” en sede simbólica del movimiento.
El café de nadie, Ramón
Alba de la Canal (1930)

En los primeros años del siglo XX, la escultura se manifiesta como una continuación de
las corrientes europeas del siglo XIX, por lo que también prevalecieron el academicismo
y el afrancesamiento, cuyas muestras más representativas son:la serie de monumentos en
la Avenida Juárez y en el Paseo de la Reforma en la Ciudad de México: el "Hemiciclo a
Benito Juárez", proyectado por Guillermo Heredia.
Escultura Siglo XX
Hemiciclo a Benito Juárez, Guillermo Heredia
El escultor Jesús Contreras fue el primero en
abandonar la tradición académica y el
afrancesamiento de la época pues en sus obras a
parece un cierto expresionismo con un sentido
revolucionario, el cual refleja el estado de ánimo
de la sociedad mexicana.

Entre sus obras destacan los monumentos a "Ignacio
Zaragoza" y a "Nicolás Bravo" en la ciudad de Puebla.
A partir de la Revolución mexicana, con el triunfo de sus
postulados y la reorientación política y social consecuente,
todas las manifestaciones artísticas evolucionaron, se
modernizaron, se mexicanizaron y rechazaron las normas
del estilo del siglo XIX.
Las manifestaciones escultóricas de la época se
mantuvieron en discreto equilibrio respecto a la tradición
naturalista, pero con un refinamiento de moderado
abstraccionismo y un nuevo concepto del diseño
naturalista.
Ignacio Zaragoza, Jesús Contreras
Nicolás Bravo, Jesús Contreras

La escultura de retrato fue más próspera que la monumental o decorativa; entre las más
notables están el "Retrato de Silvestre Revueltas" realizada por Carlos Bracho; los
“Retratos de Goitia" y "Jules Romain" de Ignacio Asúnsolo.
Primera exposición
individual de Carlos Bracho
Ignacio Asúnsolo es considerado como
uno de los precursores del impulso de
renovación en los monumentos, entre
los que destacan: el "Monumento a la
Madre", en Monterrey; el
"Monumento a la Patria" y los grupos
para el monumento general Álvaro
Obregón, realizadas por el arquitecto
Enrique Aragón Echegaray en la
Ciudad de México.
Monumento Alvaro Obregon,
Ciudad de México

Cabe destacar que la escultura conmemorativa respondió a los intereses
propagandísticos de las instituciones y obras públicas que llevaron a cabo la llamada
"generación intermedia" bajo la Sociedad de Escultores de México que se fundó en
1940 y la Escuela de Talla Directa bajo el Ímpetu del muralismo dirigida por José de
Creeft, quien demuestra un estudio de la escultura precolombina y popular en trabajos
para obras, edificios y plazas públicas.
Esta rama careció de un movimiento precursor, firme y
consecuente con el programa ideológico positivista, pero,
a pesar de esto, Manuel Centurión. Ignacio Asúnsolo y
Guillermo Ruiz trabajaron sobre el arte monumental
público, cívico y nacionalista. Fidias Elizondo realizó
tallas en madera con influencia del art nouveau.
Monumento a la Madre, Ignacio
Asúnsolo

Este periodo, se caracteriza por la temática constante de la figura femenina y la
identificación corporal indígena con una tendencia realista y nacionalista ejemplificada
con Ernesto Tamariz, Juan Cruz, Fidencio Castillo y Rodrigo Arenas Betancourt.
Diferenciadas por sus objetivos y por el énfasis de su
temática, surgieron tres corrientes: una indigenista,
arcaizante y folclórica; otra, neoclásica, cívica e histórica; y
una tercera socialista, de propaganda ideológica.
Durante el siglo XX, grandes exponentes de la escultura
mexicana son Rómulo Rozo, Federico Cantú, Enrique
Gottdiener, Juan Soriano, José Luis Cuevas, Enrique
Carbajal Sebastián y Werner Matthias Goeritz Brunner.Escultura de la Giganta,
José Luis Cuevas

Juan Olaguíbel realizó monumentos como el "Pípila" en Guanajuato, el "Morelos" en
Cuernavaca, la "Flechadora" en la Ciudad de México y el conjunto escultórico de la
"Fuente de Petróleos" en el Paseo de la Reforma en México.
También es digno de mención el grupo
alegórico de los "Niños Héroes", mármol del
escultor Ernesto Tamariz.
Monumento del Pípila,
Juan Olaguíbel
Flechadora, Juan Olaguíbel
Niños héroes, Ernesto Tamariz

Uno de los monumentos más importantes de México es el
dedicado a la bandera, en la ciudad de Mérida, realizado
por Rómulo Rozo, escultor colombiano radicado en
México. Otro gran escultor fue el mexicano Federico
Canessi, autor de la estatua en honor a "Mahatma
Gandhi", localizada en un parque frente a la residencia
Los Pinos.
Fuente de Petróleos, Vicente
Mendiola y Juan Olaguíbel
Monumento a la Patria,
Rómulo rozo
Mahatma Gandhi,
Federico Canessi

Arquitectura en el siglo xx
A finales del siglo XIX México enfrenta una nueva
visión de la tradición constructiva. En esos años la
imagen de la ciudades mexicanas va a ser radicalmente
transformada y se presentaron manifestaciones
urbanísticas de importancia, las transformaciones del
nuevo siglo se ejecutaron casi siempre sobre el tejido
anterior.
Nuestro país tuvo un problemático siglo XIX, por lo
que su gran arquitectura “decimonónica” solo pudo
aparecer en los inicios del siglo XX.
El Museo de Diego
Rivera por Diego Rivera con
Juan O 'Gorman y Ruth Rivera
1945

todo el siglo XX se define, en la arquitectura mexicana, como un abanico cuyos
extremos pueden incluir tanto el cosmopolitismo más común (los edificios de cristal que
se levantan a diario) como el nacionalismo más estrecho (las construcciones
neocoloniales que todavía se hacen hoy).
Nonoalco-Tlatelolco. Ciudad de México, 1964. Mario
Pani y Luis Ramos Cunningham
Conjunto Habitacional Belén
de las Flores. Ciudad de
México, 1954.

Características
La arquitectura mexicana contemporánea se
caracteriza por un conjunto de factores
modernistas como lo es la plástica lineal de los
volúmenes, los grandes ventanales
longitudinales o el funcionalismo extremado
también estructuras de acero y concreto como
modernas instalaciones hidráulicas y eléctricas,
ascensores o teléfonos consideradas algo
moderno y no anticuado
Biblioteca Central de Ciudad Universitaria,
Ciudad de México, 1952

Arquitectos Mexicanos del siglo XX
Entre los más destacados egresados de la
oficina de Obregón Santacilia están José
Villagrán quien fue maestro de la enseñanza
de la arquitectura en las décadas cruciales de
México, Juan O’Gorman Un gran
diseñador y creador entre las que se
destacan las casas de Diego Rivera y Frida
Kahlo de 1931
Estacionamiento gante 1947
Casa Diego Rivera y Frida Kahlo (1931-1932)

Enrique del Moral autor de casas de las décadas
de 1930 y 1940 creado con un estilo del
neoplasticismo holandés y la arquitectura
popular mexicana, Luis Barragán construyó una
de las obras más famosas de la arquitectura
mexicana, su propia casa construida en 1947
La Casa Luis Barragán,
construida en 1948
1952, Aeropuerto de Acapulco, Gro.
Obra de Enrique del Moral.

Entre otros arquitectos de suma importancia se encuentran Augusto H. Álvarez, Mario
Pani Darqui, Pedro Ramírez Vázquez, Teodoro González de León, Francisco Serrano
Cacho, Mauricio Rocha Iturbide, Augusto José Quijano Axle, Enrique Norten, Ricardo
Legorreta Vilchis, así como arquitectos extranjeros, Antoni Gaudí, Félix Candela, Max
Ludwig Cetto Day.
Torre Insignia
Rascacielos en Ciudad de México,
Arquitecto: Mario Pani Darqui
Basílica de Guadalupe,
Arquitectos: Pedro Ramírez
Vázquez, Francisco Antonio de Guerrero
y Torres

BIBLIOGRAFÍA
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NOTIMEX. (2015). Rufino Tamayo, innovador de la pintura mexicana del siglo XX. NTR Periódico
Crítico, Periódico online accesible en: http://ntrzacatecas.com/2015/08/23/rufino-tamayo-innovador-de-
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Salvador Varela A. N., Álvarez Chavero E., & Torres Prieto I. G. (2016-2017). Unidad de Apoyo para el
Aprendizaje Arte Mexicano del Siglo XX. 27 de mayo de 2020, de Universidad Abierta y Educación a
Distancia-UNAM Sitio web:
https://programas.cuaed.unam.mx/repositorio/moodle/pluginfile.php/164/mod_resource/content/1/arte-
mexicano-s-xx/index.html

INTEGRANTES
Beristain Gomez Miriam Estefanni
Cetzal Noh Andrea Joselyn
Chi Tamay María José
Escamilla Sánchez Wendy Cristel
Ruiz García Alai
6 “L”
INTEGRANTES
6 “L”

Arte mexicano siglo xx

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