Este documento describe el proceso de realizar una anamnesis neurológica completa de un paciente, incluyendo datos demográficos, antecedentes médicos, síntomas, exploración física y examen neurológico. La anamnesis considera factores como edad, sexo, raza, residencia, ocupación y antecedentes familiares para ayudar a diagnosticar posibles trastornos neurológicos. Luego, la exploración física involucra evaluar el estado mental, lenguaje, memoria y otros signos neu
Histologia del sistema respiratorio y sus funciones
Abordaje del paciente con enfermedad neurológica
1. Abordaje del paciente con enfermedad neurológica
Anamnesis Neurológica
Los síntomas que describe y presenta el paciente, son corroborados por la familia y
personas que cuiden del mismo, lo que permite localizar e identificar la causa probable
de las molestias, incluso antes de realizar el examen neurológico. Datos de la anamnesis:
1. Datos personales
EDAD
Existen determinados grupos etarios en donde las enfermedades neurológicas son
características, como se hablará a continuación:
Epilepsia: en niños de 6 a 12 años, las crisis de ausencia son característicos en estos
niños. La epilepsia benigna del adolescente con puntas rolándicas es prevalente,
durante la adolescencia y desaparece en la juventud. Las crisis tónico-clónicas
generalizadas del gran mal se inician en la infancia o en la adolescencia y, en
ocasiones, se acompaña de alteraciones de la esfera cognitiva, como dificultades de
aprendizaje. Las convulsiones febriles son comunes desde los 5 meses y hasta los 5
años, tienen prevalencia familiar y si persiste en la adultez como epilepsia del lóbulo
temporal.
Cefalea: las principales como migraña o jaqueca, presentes en la adultez, el
comienzo suele producirse en la adolescencia o la niñez. La neuralgia del trigémino
es frecuente y casi exclusiva de pacientes añosos, excepto en una esclerosis múltiple,
que prevalece en edades de la adultez temprana.
Enfermedades cerebrovasculares: características en la adultez, las de origen
familiar se manifiestan en edades juveniles.
Neuropatías periféricas: con mayor frecuencia la diabética y la alcohólica,
prevalentes en edad adulta. Las neuropatías hereditarias se ven en edades
infantojuveniles, cuando el paciente nota cambios en la estructura de los pies,
trastorno para caminar y correr, con atrofia muscular de las piernas.
Demencia: la enfermedad de Alzheimer aparece a edad avanzada, senil, pero hay
casos familiares en que se inicia más tempranamente, entre los 45 y 50 años.
Miastenia: trastorno con fatiga anormal del musculo, su prevalencia es en mujeres
jóvenes o adolescentes, o bien adultos varones mayores.
SEXO
Se tiene en cuenta para realizar el diagnostico de determinadas patologías.
2. RAZA Y ORIGEN FAMILIAR
El ser de raza negra es un factor de riesgo para algunas patologías como una
enfermedad cerebrovascular y las hemorragias subaracnoideas. Los trastornos del
metabolismo hereditarios en los pacientes con ancestros de raza judío-asquenazí.
RESIDENCIA Y LUGAR DE ORIGEN
Pacientes que habitan en regiones frías del hemisferio norte, tienen mayor
prevalencia de esclerosis múltiple. En cuanto a las neuropatías, como el Parkinson y
esclerosis lateral amiotrófica su prevalencia se da en un medio rural o en uno urbano.
PROFESIÓN Y OCUPACIÓN HABITUAL
Permite adquirir relevancia diagnostica, sobre todo en individuos que trabajan en el
sector industrial, la intoxicación por plomo (neuropatía periférica, esclerosis lateral
amiotrófica). Son frecuentes cuadros parkinsonianos por exposición al manganeso,
como el de trabajadores de rodocrosita o por polución de CO2.
2. Evolución cronológica de la enfermedad.
Es importante determinar la fecha de inicio de los síntomas y lo rápido de su
progresión. Si la manifestación comienza en segundos o minutos, indicará a menudo
trastorno vascular, crisis epiléptica o una migraña. La presencia de síntomas menos
localizados de inicio súbito o gradual, orientan hacia la posibilidad de una isquemia
cerebral transitoria (TIA). El inicio larvado en donde los síntomas aparecen, se
estabilizan y evolucionan en horas o días también sugieren enfermedad vascular
cerebral; el antecedente de remisión o regresión transitoria denota que la alteración
se deba a isquemia y no a hemorragia. La evolución gradual de los síntomas en el
curso de horas o días sugiere un trastorno toxico, metabólico, infeccioso o
inflamatorio. Los síntomas progresivos que se acompañan de manifestaciones
sistémicas como fiebre, rigidez del cuello y alteración del nivel de conciencia orientan
hacia la posibilidad de un proceso infeccioso. Presencia de síntomas sensitivos
positivos (disestesia) o movimiento involuntario se piensan en un episodio convulsivo;
a diferencia de ello, la perdida transitoria de la función se supone que se trata de TIA.
3. Descripción de los síntomas por el paciente.
Los síntomas que describe el paciente se complican, ya que, al existir diferentes
lenguas y culturas, el significado de las palabras para ciertos síntomas, tendría otro
origen, por ejemplo. El termino mareo significa tanto sincope eminente, como
sensación de desequilibrio o vértigo verdadero. La visión borrosa, termino empleado
para describir la perdida de la visión de un ojo, como sería la ceguera monocular
transitoria o la diplopía.
4. Corroboración de los datos por parte de terceros.
Es necesario obtener información de la familia, amigos u observadores, para
corroborar o ampliar la descripción hecha por el paciente. Debemos tener en cuenta
que síntomas como la amnesia, la afasia, la perdida de la introspección, reducen la
capacidad del sujeto para comunicarse con normalidad con el explorador.
3. 5. Antecedentes familiares.
La presencia de algún trastorno de tipo mendeliano como la enfermedad de
Huntington o la neuropatía de Charcot-Marie-Tooth es evidente al disponer de datos
familiares. Importante obtener los antecedentes familiares de todas las
enfermedades, como de los trastornos neurológicos y psiquiátricos; de ser necesario
emplear preguntas más minuciosas sobre los antecedentes familiares con el objetivo
de detectar trastorno poligénicos como la MS, la migraña y varios tipos de epilepsia.
6. Antecedentes personales (enfermedades clínicas).
Tener conocimiento acerca de las patologías como diabetes mellitus, la hipertensión
y la alteración de los lípidos sanguíneos que predisponen a enfermedad vascular
cerebral. Por otro lado, una tumoración en el encéfalo pudiera ser un absceso en un
individuo con valvulopatía cardiaca, una hemorragia primaria en un sujeto con
coagulopatía, un linfoma o toxoplasmosis en paciente con sida. El síndrome de
Marfan y las enfermedades de la colágena y hemorragia subaracnoidea
aneurismática. También, es importante averiguar la presencia de enfermedades
sistémicas en persona con neuropatía periférica.
7. Uso y abuso de fármacos y drogas y exposición a toxinas.
Interrogar los antecedentes farmacológicos, uso y abuso de fármacos y drogas ilícitos
y prescritos por un médico, como uso de sedantes, antidepresivos y otros
psicoactivos que causan confusión aguda en ancianos. Igual, conocer el antecedente
de exposición ambiental o laboral a neurotoxinas. El consumo de vincristina y otros
antineoplásicos originan en ocasiones neuropatía periférica e inmunosupresores
como la ciclosporina origina encefalopatía.
8. Elaboración de una impresión del enfermo.
La impresión del paciente inicia cuando llega a la consulta y se hace la presentación
inicial, evaluando la condición neurológica, al plantearnos varias interrogantes, ¿los
datos que aportan son directos o lo hace de manera sinuosa? ¿muestra signos de
ansiedad, depresión o hipocondriasis? ¿hay alguna clave que oriente hacia defectos
del lenguaje, la memoria, introspección o comportamiento?
Exploración Neurológica
La existencia de una sola secuencia para realizar la exploración, no existe de manera
unánime, pero mucho empiezan con una valoración del estado psíquico, a la que le sigue
la revisión de pares craneales, aparato motor, y sensitivo, coordinación y marcha. El
examen inicial de cribado que se realiza a continuación, concluye en 3 a 5 minutos.
Exploración del estado psíquico.
Inicia cuando el medico ve y habla con el paciente e intenta detectar problemas de la
comunicación y valorar si el paciente tiene memoria e introspección de hechos
pasados y recientes.
4. El emplear el miniexamen de Folstein de las funciones cognitivas, permite hacer un
screening de la función cognitiva, permitiendo establecer el diagnostico de demencia
moderada o extensa, su especificidad varía entre un 85% y su sensibilidad es de casi
85%, es bastante practico y dentro de la consulta tomaría un tiempo de 10min en
realizarlo.
Los elementos de la exploración de las funciones cognitivas se subdividen en:
1. Nivel de conciencia: el grado de percepción que la persona tiene de sí misma y
del entorno y varía desde la conciencia plena hasta el coma. Si el paciente no está
del todo consiente, el explorador describe las respuestas con el estímulo mínimo
necesario para desencadenar una reacción que va desde ordenes verbales hasta
un estímulo breve y doloroso como la presión del musculo trapecio.
2. Orientación: se valora al solicitar al paciente que diga su nombre, lugar donde se
encuentra, día de la semana y fecha.
3. Habla: se valora al observar la articulación, la rapidez, el ritmo y la prosodia.
4. Lenguaje: se valora al observar el contenido de la expresión verbal y escrita, la
reacción a órdenes verbales y la capacidad de leer. Para ello, se solicita al
paciente que diga los componentes de su atuendo, que siga una orden verbal de
tres pasos; que escriba una oración y lea y responda a una orden escrita.
5. Memoria: se analiza en base a tres escalas de tiempo: 1) la memoria inmediata
se evalúa mediante una lista de tres ítems y pedir al paciente que repita de
inmediato; 2) la memoria a corto plazo se valora al pedir a la persona que recuerde
5 y 15 min más tarde, los mismos tres ítems, y 3) memoria a largo plazo se estudia
a valorar la capacidad del paciente para relatar una historia cronológica coherente
de su enfermedad o situaciones personales.
6. fondo común de información: se valora al plantear preguntas de hechos
históricos, actuales e importantes con atención al nivel académico y experiencias
vitales.
7. Introspección y el juicio: evaluar el criterio personal, se puede detectar durante
la entreviste y se puede profundizar si se pide al paciente que describa la forma
como reaccionaria a situaciones diversas.
8. Pensamiento abstracto: se valora solicitando a la persona que describa
semejanzas entre diversos objetos o conceptos o que menciones objetos que
poseen los mismos atributos.
9. Capacidad de cálculo: la valoramos al pedir al paciente que realice una
operación aritmética adecuada para su edad y nivel de enseñanza.
Exploración de pares craneales.
Se los estudia por orden numérico, excepto al agrupar tercero, cuarto y
sexto por tener función similar.
I PAR (olfatorio): al sospechar de alguna enfermedad de la porción inferior
del lóbulo frontal, como un meningioma. Se pide al paciente que con los
ojos cerrados huela alguna sustancia moderadamente olorosa como un
dentífrico o café y que la identifique.
5. II PAR (óptico): se valora la agudeza visual y para ello se utiliza una tabla de Snellen.
Se estudia los campos visuales por confrontación, se compara los del paciente con
los del explorador. Una prueba de detección es necesario el examen de los campos
visuales, el explorador se coloca frente al paciente (0,6-1,0 m) de distancia y pone
sus manos en la periferia de los campos visuales, un plano equidistante entre él y el
paciente; se pide al paciente que mire directamente el centro de la cara del explorador
y que indique el momento y el sitio en que detecta el movimiento de alguno de los
dedos. Dicha maniobra inicia en los cuadrantes inferiores y después con los
superiores, un movimiento de poca amplitud del dedo basta para obtener una
respuesta normal. Igual, es necesario explorar el fondo de ambos ojos, observar el
color, el tamaño y el grado de turgencia o elevación del disco óptico, así como el color
y la textura de la retina. Se revisa calibre, regularidad, muescas arteriovenosas en los
puntos de cruce, hemorragias, exudados y otras anomalías de los vasos retinianos.
III, IV Y VI PARES (motor ocular común, troclear y motor ocular externo):
Importante describir el diámetro y forma de las pupilas, su reacción a la luz y a la
acomodación. Al valorar los movimientos extraoculares se pide al paciente que
conserve fija la cabeza mientras sigue el movimiento del dedo del explorador; el
objetivo se desplazará con lentitud en los planos horizontal y vertical y se buscara
alguna paresia, nistagmo o alteraciones den los movimientos de persecución. Evaluar
si el paciente describe diplopía en cualquier dirección de la mirada, misma que se
resuelve cuando el paciente cierra un ojo. El nistagmo horizontal se evalúa a 45º y no
en el extremo lateral de los campos visuales, el dedo debe sostenerse en la posición
lateral unos segundos para detectar alguna anomalía.
6. V PAR (trigémino): explorar la función sensitiva en los tres territorios de las ramas
del nervio (oftálmico, maxila superior y mandibular) y en cada lado de la cara. Para el
estudio basta la valoración de dos modalidades sensitivas derivadas de vías
anatómicas diferentes (como el tacto fino y la temperatura). Al ser necesario, es
conveniente valorar el reflejo corneal y el componente motor del trigémino (acción del
musculo masetero al cerrar la boca con fuerza).
VII PAR (facial): se busca asimetría de la cara en el reposo y con movimientos
espontáneos; también se evalúa la elevación de las cejas, la aparición de arrugas en
la frente, el cierre de parpados, la sonrisa y el inflar los cachetes. Se busca en
particular la debilidad de los dos tercios inferiores de la cara con conservación del
tercio superior que permite suponer que se trata de una lesión de neurona motora
superior, en tanto que la debilidad de toda una hemicara sugiere una lesión de
neurona motora inferior.
VIII PAR (vestibulococlear): valoramos la capacidad del sujeto para escuchar el
frote de un dedo o la voz susurrada en cada oído. Además, se pueden realizar
pruebas más específicas de conducción aérea y ósea en mastoides (Rinne) y de
lateralización, colocando un diapasón que suene a 512 Hz en el centro de la frente.
7. IX Y X PARES (glosofaríngeo y vago): observaremos la posición y la simetría del
paladar blando y la úvula en el reposo y con la fonación (“aah”). También valorar el
reflejo nauseoso o faríngeo al estimular la pared retrofaríngea en cada lado con un
objeto estéril y romo, reflejo no detectable en personas normales.
XI PAR (espinal accesorio): se valora el musculo trapecio por medio de la
contracción de los hombros (encoger hombres) y por la rotación de la cabeza hacia
cada lado (esternocleidomastoideo) contra resistencia.
XII PAR (hipogloso): inspeccionar la lengua en busca de atrofia o fasciculaciones,
posición con protrusión y fuerza cuando se dirige contra la superficie interna de las
mejillas.
Exploración Motora
Se busca atrofia muscular y valorar el tono de las extremidades, para ello se observa
el aspecto, el tono y la fuerza de los músculos.
Aspecto: importante inspeccionar y palpar los grupos musculares, con el paciente en
una posición cómoda y simétrica; en busca de fasciculaciones, dolor al palpar y atrofia
o hipertrofia de músculos. Alguno individuos exhiben movimientos involuntarios
durante el reposo (mioclono, coreoatetosis); con la postura sostenida (temblor de
“contar monedas” propia de Parkinson) o con movimientos voluntarios (temblor de
intención de la enfermedad del cerebelo).
8. Tono: se evalúa al medir la resistencia contra el movimiento pasivo de una
extremidad relajada. En la extremidad superior el tono se evalúa por la pronación y
supinación rápidas del antebrazo y flexión y extensión en la muñeca. En la extremidad
inferior, con el individuo en decúbito dorsal, el explorador coloca sus manos detrás
de las rodillas y hará un movimiento de elevación rápida; con el tono normal de los
tobillos se arrastrarán siguiendo la superficie de la mesa, un tramo variable, antes de
elevarse, en tanto que, en situaciones de hipertonía, el talón mostrara un movimiento
inmediato de elevación de la superficie.
La hipotonía frecuente en trastornos de la neurona motora inferior o de nervios
periféricos; la hipertonía se manifiesta en forma de espasticidad, rigidez o paratonía.
Fuerza: empleo de la maniobra de Barré como método para la búsqueda de la
debilidad de la extremidad superior; pidiéndole al paciente que sostenga ambos
brazos en extensión completa y en sentido paralelo al suelo con los ojos cerrados. La
posición debe conservarse por 10s; signos de debilidad son cualquier flexión del codo
o de los dedos de la mano o pronación del antebrazo, en particular si es asimétrica.
La fuerza muscular se clasifica de acuerdo con la siguiente escala:
Sin embargo, en muchos casos es practico utilizar los términos siguientes:
Parálisis = ausencia de movimiento
Debilidad intensa = movimiento después de eliminar la fuerza de gravedad
Debilidad moderada = movimiento contra la gravedad, pero no contra resistencia leve
Debilidad leve = movimiento contra resistencia moderada, potencia completa
Exploración de los reflejos
Reflejos de estiramiento muscular (miotáticos)
Se suelen valorar los reflejos del bíceps, braquiorradial, tríceps y a veces el flexor de
los dedos en las extremidades superiores, y el rotuliano o del cuádriceps y de Aquiles
en las extremidades inferiores. Los reflejos aumentan si se solicita a la persona que
9. contraiga de manera voluntaria otros grupos musculares distantes (maniobra de
Jendrassik). Para cada reflejo estudiado ambos lados deben comprobarse
secuencialmente y es importante valorar el estímulo mino indispensable para
desencadenar un reflejo y no la respuesta máxima; existe una clasificación y la escala
es la siguiente:
0 = ausente
1 = presente, pero disminuido
2 = normal
3 = aumentado
4 = donus
Reflejos cutáneos
El reflejo plantar es desencadenado al estimular la zona lateral de la planta del pie
con un estímulo molesto, el reflejo normal comprende la flexión plantar de los dedos
del pie, al existir una lesión de motoneurona superior por encima del nivel S1 de la
médula espinal, se advierte una extensión paradójica del primer dedo, se acompaña
de extensión lateral y superior de los demás dedos (signo de Babinski). Los reflejos
abdominales superficiales se desencadenan al estimular con suavidad la superficie
del abdomen cerca del ombligo en sentido diagonal con un objeto puntiagudo y
observado el movimiento del ombligo, normalmente el ombligo se desplazará hacia
el cuadrante estimulado, pero al existir lesión en la motoneurona superior los reflejos
no se producirán. Otros reflejos cutáneos útiles son el cremastérico (elevación
ipsolateral de un testículo después de estimular la cara interna del muslo) y el anal
(contracción del esfínter anal cuando se frota la piel perianal); importante contar con
estos reflejos, en pacientes en que se sospeche daño de la médula espinal o de las
raíces lumbosacras.
Reflejos primitivos
Aparecen al existir lesión de las vías del lóbulo frontal; la respuesta de succión
aparece al tocar levemente con un depresor el centro de los labios, y el reflejo de
búsqueda (hociqueo) al estimular el ángulo de la comisura de la boca. El reflejo de
presión se obtiene al tocar la palma de la mano entre el pulgar y el índice con los
dedos del explorador, la respuesta positiva es que el paciente agarra con fuerza la
mano del explorador.
Exploración de la función sensitiva
Esta valoración es la parte menos fiable de la exploración, porque las reacciones son
subjetivas y difíciles de cuantificar, pero la exploración precisa de la sensibilidad
permite la localización precisa de una lesión. Su estudio va dirigido, por ejemplo, en
anomalías de la medula espinal, raíces raquídeas o nervios periféricos hay que
valorar todas las modalidades sensitivas mientras se investiga un perfil compatible
con el nivel medular y distribución por dermatomas o nervios. En cada extremidad se
estudian las cinco modalidades sensitivas primarias que son tacto fino, dolor,
temperatura, vibración y posición de articulaciones. El primero se valora con solo
tocar la piel de manera suave mediante un dedo o un filamento de algodón. El dolor
10. BIBLIOGRAFIA:
Harrison. and Jameson, L., 2018. Harrison Principios de medicina interna. México D.F.: McGraw-Hill.
Argente, A., & Alvarez, M. (2013). Semiología Médica. Buenos Aires, Argentina: Editorial
Panamericana.13era Edición
se explora utilizando un alfiler nuevo y la temperatura se valora con un objeto metálico
que haya estado en agua tibia o fría. La vibración se estudia con el diapasón que
suena a 128 Hz y se aplica en la falange distal del primer dedo del pie o el índice,
exactamente por debajo del lecho ungueal. Para valorar sensibilidad posicional, el
explorador sostiene y moviliza un dedo de la mano o la extremidad del paciente en
sentido lateral y en sentido distal a la articulación que estudia, por lo general se captan
desplazamientos pequeños de 1 a 2 mm. La maniobra de Romberg es sobre todo un
estudio de la propiocepción; se solicita al paciente que se ponga de pie con ambos
pies muy cercanos, con los ojos abiertos, y luego se le pide que los cierre; la perdida
de equilibrio al cerrar los ojos es una respuesta anormal.
Exploración de la coordinación
La coordinación del paciente señala la organización y fluidez de los movimientos. Los
actos sencillos obligan a la colaboración de músculos agonistas y antagonistas, la
conservación de la postura y la actuación de servomecanismos complejos para
controlar la rapidez y amplitud de un movimiento.
Los movimientos alternantes rápidos de extremidades superiores se estudian por
separado en cada lado al pedir al paciente que contraiga el puño, extienda en forma
parcial el dedo índice y después con dicho dedo percuta la porción distal del pulgar
con la mayor rapidez posible. El estudio de la función Cerebelosa, con la prueba de
llevar el dedo a la punta de la nariz, el paciente debe tocar con su dedo índice
repetidas veces la punta de la nariz y después el dedo extendido del explorador que
se mueve con cada repetición.
Movimientos que permiten valorar exactitud, velocidad y ritmo, se basa en las
extremidades inferiores y es la maniobra de tobillo-rodilla-borde tibial; en decúbito
dorsal la persona desliza el talón de cada pie desde la rodilla pasando por el borde
tibial de la otra pierna.
Exploración de la marcha
Es una parte vital de la exploración neurológica, se observa a la persona durante la
marcha (camina) de forma normal en la que participan varios sistemas como la fuerza,
sensibilidad y coordinación; las anomalías son fáciles de identificar y los ejercicios
para explorar al paciente, son durante la marcha, giros normales, cuando camina
sobre los talones y sobre la punta de los dedos y cuando sigue una línea recta
alternando el talón de un pie con los dedos del otro.
Se puede observar disminución de la oscilación del brazo en un lado (lesión de vías
corticoespinales), una postura encorvada y una marcha de pasos cortos
(parkinsonismo), una marcha inestable de base amplia (ataxia), marcha en tijeras
(espasticidad) u otra marcha con golpeteo de los pies y elevación exagerada de la
pierna (enfermedad de columna posterior o nervios periféricos) o la persona parece
estar anclada al suelo (apraxia con enfermedad de lóbulo frontal).