1. Esquizofrenia
La esquizofrenia (del griego clásicoσχίζεινschizein ‘dividir, escindir,
hendir, romper’ y φρήνphrēn, ‘entendimiento, razón, mente’) es un
diagnóstico psiquiátrico en personas con un grupo de trastornos
mentalescrónicos y graves, caracterizados por alteraciones en la
percepción o la expresión de la realidad.1
La esquizofrenia causa
además una mutación sostenida de varios aspectos del
funcionamiento psíquico del individuo, principalmente de la conciencia
de realidad, y una desorganización neuropsicológica más o menos
compleja, en especial de las funciones ejecutivas, que lleva a una
dificultad para mantener conductas motivadas y dirigidas a metas, y
una significativa disfunción social.
El concepto de esquizofrenia comenzó históricamente con el término
«demencia precoz» de Bénédict Morel a mediados del siglo XIX. En
1898Emil Kraepelin delimitó dentro de la demencia precoz varios
trastornos como la hebefrenia y la catatonia. Precisamente, debido a
las múltiples combinaciones sintomáticas posibles, se ha sugerido que
la esquizofrenia se trataría de varios trastornos y no de uno solo. Por
esta razón, EugenBleuler prefirió utilizar el plural schizophrenias para
referirse a esta patología cuando acuñó el nombre en 1908. A pesar
de su etimología, la esquizofrenia no es lo mismo que el trastorno de
identidad disociativo (o «trastorno de personalidad múltiple», o de
«doble personalidad»), con el que ha sido frecuentemente
confundida.2
Actualmente, el manual diagnóstico y estadístico de los
trastornos mentales distingue cinco variables o subtipos dentro de la
esquizofrenia, mientras que la Organización Mundial de la Salud
distingue siete subtipos. Por otro lado, existe una amplia variedad de
modelos categoriales y dimensionales que tratan de abordar y explorar
los síntomas de la esquizofrenia y su diagnóstico.34
Los síntomas de la esquizofrenia suelen comenzar en adultos jóvenes
y aproximadamente 0,4-0,6% de la población se ve afectada.56
Una
persona con esquizofrenia, por lo general, muestra un lenguaje y
pensamientos desorganizados, delirios, alucinaciones, trastornos
afectivos y conducta inapropiada.7
El diagnóstico se basa en las
experiencias reportadas por el mismo paciente y el comportamiento
observado por el examinador. No existen actualmente pruebas de
laboratorio para el diagnóstico de la esquizofrenia y ninguno de los
2. síntomas es patognomónico de esta condición, lo que dificulta el
diagnóstico.
Algunos estudios sugieren que la genética, defectos durante el
neurodesarrollo, el entorno durante la infancia o procesos psicológicos
y sociales son factores importantes que pudiesen contribuir a la
aparición de la esquizofrenia. Ciertos medicamentos y el uso
recreativo de drogas parecen causar o empeorar los síntomas. La
investigación psiquiátrica actual se centra en el papel de la
neurobiología, pero no se ha encontrado ninguna causa orgánica.8
Se
ha notado un consistente aumento en la actividad de la dopamina en
la vía mesolímbica del cerebro en las personas esquizofrénicas. Sin
embargo, la dirección de la causalidad biológica continúa siendo una
incógnita.
El tratamiento farmacológico de primera línea son los
medicamentosantipsicóticos, que fundamentalmente actúan
suprimiendo la actividad de la dopamina. Las dosis de los
antipsicóticos empleados son generalmente más bajas que en las
primeras décadas de su uso. La psicoterapia y la rehabilitación
profesional y social también son importantes. En casos más graves,
donde hay riesgo para el mismo paciente y para otros a su alrededor,
puede ser indicada la hospitalización involuntaria, aunque la estadía
hospitalaria es menos frecuente y por períodos más cortos que en
tiempos pasados.9
Por lo general, los trastornos de la cognición
contribuyen a problemas persistentes de la conducta. Los pacientes
esquizofrénicos suelen tener otros problemas de salud, incluyendo
drogodependencia, depresión y trastorno de ansiedad,10
así como
problemas sociales como desempleo, pobreza y baja calidad de vida.
La esperanza de vida de los pacientes con esquizofrenia es de 10 a 12
años menor que los individuos sin la enfermedad, por razón de los
problemas de salud y una mayor frecuencia de suicidio.1112
DEFINICIÓN: Se denomina esquizofrenia a una enfermedad o, más
probablemente a un conjunto de enfermedades, que generalmente se
presenta en personas jóvenes y tiene un curso deteriorante. Los
síntomas pueden ser muy variados y ninguno es patognomónico.
3. Actualmente se tiende a agrupar los síntomas de la esquizofrenia en
cuatro grandes grupos: síntomas positivos, negativos, afectivos y
cognoscitivos, aunque no abarcan la totalidad de la sintomatología.
Los síntomas positivos incluyen alucinaciones, generalmente
auditivas, ideas delirantes frecuentemente auto referentes y síntomas
catatónicos como estereotipias, agitación o estupor. Los síntomas
negativos incluyen la escasa expresividad emocional y gestual, la
pobreza del habla y del contenido del discurso, la apatía y la escasa
sociabilidad. Los síntomas afectivos más comunes son los depresivos
y el suicidio es frecuente. Los trastornos cognoscitivos son variados y
son la principal causa del deficiente funcionamiento social y laboral.
EPIDEMIOLOGÍA: Se estima la prevalencia de la esquizofrenia en 0,5
a 1,5% de la población general. Los estudios epidemiológicos
nacionales concuerdan con esas cifras. Afecta a hombres y a mujeres
en la misma proporción, pero suele ser más grave y de comienzo más
precoz en los hombres. Se desconoce la razón de esta diferencia por
género.
DIAGNÓSTICO: De acuerdo al Manual Diagnóstico y Estadístico de
los Trastornos Mentales, 4ª Edición (DSM-IV) de la American
PsychiatricAssociation (APA), se puede hacer el diagnóstico de
Trastorno Esquizofrénico si se cumplen las siguientes condiciones:
presencia, durante un mes o más, de dos de los siguientes síntomas
característicos: ideas delirantes, alucinaciones, lenguaje
desorganizado, comportamiento catatónico o gravemente
desorganizado, síntomas negativos como aplanamiento afectivo,
alogia o abulia. Se puede hacer el diagnóstico con la presencia de un
solo síntoma si las ideas delirantes son extrañas o si las alucinaciones
consisten en una voz que comenta continuamente los pensamientos o
el comportamiento del sujeto, o si dos o más voces comentan entre
ellas. Además de estos síntomas, el DSM-IV exige la presencia de
disfunción social o laboral, la exclusión de los trastornos del estado de
ánimo y esquizoafectivos, del consumo de sustancias y de
enfermedad médica.
Los criterios diagnósticos para Esquizofrenia de la Clasificación
Internacional de Enfermedades de la Organización Mundial de la
Salud (OMS), en su décima edición (CIE-10), son similares.
4. TRATAMIENTO: Debe ser iniciado precozmente, ya que de este
modo se puede prevenir parcialmente el curso deteriorante. Deben
emplearse antipsicóticos y el tratamiento debe ser prolongado,
generalmente por tiempo indefinido, ya que los estudios de
seguimiento revelan altas tasas de recaídas al suspender el
tratamiento. Idealmente se deben emplear antipsicóticos de nueva
generación, los que han demostrado ser eficaces para tratar los
diversos síntomas de la enfermedad, tienen menos efectos colaterales
que los neurolépticos tradicionales y favorecen la adherencia al
tratamiento. Las dosis a emplear varían según la respuesta clínica. Por
ejemplo: olanzapina entre 5 y 20 mg/día, risperidona entre 1 y 6
mg/día, quetiapina entre 100 y 800 mg/día, ziprasidona entre 40 y 160
mg/día, amisulpride entre 100 y 300 mg/día. Con frecuencia es
necesario asociar ansiolíticos, hipnóticos, antidepresivos o
estabilizadores del ánimo como tratamientos complementarios.
El tratamiento debe ser ambulatorio, a menos que la gravedad del
cuadro o el riesgo para el paciente o su entorno, hagan necesaria la
hospitalización. Los casos resistentes al tratamiento, definidos como
no respondedores a dos o tres tratamientos con antipsicóticos
diferentes, en dosis suficientes y por tiempo suficiente, pueden ser
tratados con clozapina, fármaco potente pero con importante riesgo de
hematotoxicidad, lo que obliga a controles hematológicos frecuentes.
Los casos crónicos deben ser incorporados a programas de
rehabilitación.
OTROS: Los estudios genéticos indican que en la esquizofrenia existe
una predisposición hereditaria, pero que se trata de un modo de
herencia complejo. La enfermedad parece comenzar en la infancia,
con alteraciones leves y poco específicas. En la pubertad aparecen
síntomas prodrómicos más característicos, los que anteceden al
cuadro clínico manifiesto. Actualmente se considera que la
enfermedad se debe a una alteración del neurodesarrollo. Este
trastorno y sus complicaciones son de diagnóstico y tratamiento
complejo y deben ser evaluados por médicos especializados en
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PAUTAS DIAGNOSTICO - TERAPEUTICAS PARA LA PRACTICA
CLINICA
5. Etiología de la esquizofrenia
Las causas de la esquizofrenia han sido objeto de mucho debate,
con diversos factores propuestos, resultando algunos favorables y
otros modificados o descartados a través de los años. La investigación
científica sugiere que la genética, el desarrollo prenatal, el medio
ambiente en la vida temprana del individuo, la neurobiología y teorías
psicológicas y los procesos sociales, son algunos de los factores más
importantes. La investigación actual psiquiátrica en el desarrollo de
este trastorno a menudo se basa en un modelo centrado en el
desarrollo neurológico.
Aunque no se ha identificado una causa común de la esquizofrenia
para todas las personas diagnosticadas con la enfermedad,
actualmente la mayoría de los investigadores y los clínicos sugieren
que los resultados favorecen una combinación de ambas
vulnerabilidades cerebrales (ya sea congénita o adquirida) junto con
acontecimientos vitales de la persona después de nacer. Está
ampliamente adoptado el método que se conoce como modelo de
"vulnerabilidad al estrés",1
y el debate científico se centra ahora en
gran parte sobre la contribución real de cada uno de estos factores al
desarrollo y mantenimiento de la esquizofrenia. La esquizofrenia es
más comúnmente diagnosticada por primera vez durante la
adolescencia tardía o adultez temprana, lo que sugiere a menudo que
es el proceso final de la niñez y la adolescencia. Hay en promedio un
inicio un poco antes para los hombres que para mujeres, con la
posible influencia de la hormona femenina estrógeno encabezando las
hipótesis de la causa de la diferencia de aparición en los dos sexos, y
la influencia sociocultural también jugando un papel que aún no se
precisa del todo.