· IgG: Inmunoglobulina predominante en suero, en el espacio extravascular, en las secreciones internas y en la fase secundaria de la respuesta inmunitaria.
1. Universidad Técnica de Manabí
Nombre: Jorge Guillén
Docente: Dr. Jorge Cañarte
Cuarto nivel de medicina
Inmunoglobulina G
Introducción:
El sistema inmune cuenta con dos tipos de inmunidad, cada una con características
diferentes, pero que al mismo tiempo se complementan para defender a nuestro organismo
frente agentes extraños o microbianos. Encontramos aquella inmunidad que es adquirida de
manera natural, es decir después de la concepción, que constituye la primera barrera contra
antígenos que quieren penetrar y diseminarse en nuestro cuerpo y donde se producen las
primeras reacciones inmunitarias. Esta es la inmunidad innata.
La inmunidad adaptativa o específica difiere de la innata. Las células fagocíticas que
conforman esta última, poseen ciertas restricciones en su especificidad, por el número
limitado de receptores que tienen para el reconocimiento de diferentes microorganismos, a
diferencia de la adaptativa que es más especializada, ya que cuenta con linfocitos B y T que
producen millones de anticuerpos o inmunoglobulinas o diversos receptores celulares, que
tienen la capacidad de reconocer de manera específica un patógeno, además de las
estructuras que lo conforman.
Existen diferentes clases de inmunoglobulinas. Tenemos aquellas que tienen respuestas
primarias, es decir durante el primer contacto del linfocito con un agente desconocido,
como es el caso de la IgM, que va en aumento lentamente pero que disminuye
progresivamente, por lo que su cantidad es moderada en la circulación, y están aquellas que
tienen respuestas secundarias, que se inducen en presencia recurrente del mismo antígeno,
como es en el caso de la IgG de la cual se detallará en el siguiente apartado.
2. Desarrollo:
La IgG es una inmunoglobulina secretada por los linfocitos B, de mayor predominancia
en la sangre, en el espacio extravascular y en las secreciones internas y es la que más se
acrecienta ante una respuesta inmune secundaria.
La respuesta secundaria es aquella que se suscita luego de la respuesta primaria, donde
se reconoce por primera vez al antígeno. Una vez que es reconocido el antígeno por los
linfocitos, estos atacarán de manera más potente ante una reinfección por el mismo
antígeno, secretando una mayor cantidad de anticuerpos, que tendrán efectos más rápidos y
certeros.
Esta inmunoglobulina cumple diversas funciones, como la protección del neonato
durante el nacimiento y los primeros meses de vida mediante el paso de la IgG a la placenta
por medio del receptor FcRn que “es expresado por células de linajes epiteliales,
endoteliales y mieloides y desempeña múltiples funciones en la inmunidad adaptativa”(1).
Durante la vida intrauterina el feto se encuentra resguardado de las agresiones del medio
externo, pero una vez se da la concepción el recién nacido es susceptible a una gran
cantidad de elementos extraños, por lo que necesita disponer de protección y de preparación
inmunológica contra estos patógenos. Esta protección es proporcionada por el paso de la
IgG materna a la placenta.
En la inmunidad humoral hay abundantes linfocitos B en órganos como el bazo, en la
sangre y la médula ósea, que durante la semana 20 y 30 de gestación secretan anticuerpos.
En este mismo período en la inmunidad celular hay presencia de linfocitos T en la sangre y
tejido linfático, los cuales secretan citoquinas, que elevan de manera gradual el transporte
de IgG a la placenta cuya función consiste en proporcionar defensa al huésped mediante la
opsonización de bacterias piógenas y la neutralización de virus.La IgG también interviene
en la activación del complemento, en la vía clásica, mediante la unión de la proteína C1 a la
porción Fc del anticuerpo IgG que provoca cambios conformacionales en este fragmento,
produciendo respuestas inmunitarias al unirse a un antígeno.
3. Además la IgG induce el proceso de fagocitosis, aniquila con gran efectividad
numerosos microorganismos y se une con otras células como los mastocitos, macrófagos,
plaquetas, entre otras, que al expresar receptores a la IgG permiten la activación de estás.
La inmunoglobulina G se encuentra compuesta por 4 subtipos de moléculas diferentes
de IgG que son la IgG1, IgG2, IgG3 e IgG4 y cada subclase desempeña funciones distintas
para la protección contra las infecciones en nuestro organismo.
Las subclases IgG1 e IgG3 contienen anticuerpos contra ciertas proteínas, como toxinas
que son características de las bacterias de la difteria y tétanos y también contra proteínas
víricas y la subclase IgG2 expresa anticuerpos contra el recubrimiento o cápsula de
polisacáridos de algunas bacterias como el Streptococcus pneumoniae y Haemophilus
influenzae. Por tanto, dada la importancia que tienen cada una de estas subclases, si se
presentan niveles bajos de inmunoglobulinas IgG en nuestro organismo, este va a ser
víctima de infecciones recurrentes.
A esto se lo denomina como deficiencia selectiva de IgG la cual es una
inmunodeficiencia humoral. “Las inmunodeficiencias humorales (IDH) comprenden a un
grupo de enfermedades caracterizadas por la imposibilidad de desarrollar una respuesta
inmune efectiva mediada por anticuerpos”(2).
“Los síndromes de inmunodeficiencia humoral primaria (IDHP) son un grupo de
enfermedades congénitas o adquiridas en que las infecciones de repetición por bacterias
encapsuladas son el dato más característico”(3)
Pueden producirse por defectos intrínsecos del sistema inmune o secundarios a causa de
otra enfermedad, por el uso de fármacos inmunosupresores o anticonvulsivantes o algunas
pueden surgir por defectos genéticos o por causas idiopáticas.
“Dado que la disminución de la IgG es la causa principal de las manifestaciones de la
enfermedad, su reposición disminuye significativamente el número de infecciones graves
con la consecuente reducción de la morbilidad y la mortalidad” (4). Para un diagnóstico
4. temprano se debe evaluar a los pacientes en busca de síntomas o alteraciones que generen
deficiencias de anticuerpos.
Se puede tratar estas afecciones por medio de gammaglobulina intravenosa (GGIV) que
consiste en proveer a los pacientes que tienen déficit de inmunoglobulinas, de una cantidad
suficiente de anticuerpos específicos con el fin, de reducir la frecuencia y acritud de las
infecciones en el individuo.
“Estudios han concluido que los pacientes tratados con GGIV tienen menos infecciones
recurrentes, menos secuelas, menos hospitalizaciones y mejoran su sobrevida” (3)
Conclusión:
La inmunoglobulina G es un anticuerpo imprescindible, sobre todo en la vida
intrauterina, siendo el primer anticuerpo que adquirimos de la madre, a través del paso de la
IgG materna a la placenta, donde se nos confiere la capacidad de defensa contra
determinados agentes extraños, ya que induce los procesos de fagocitosis y neutralización
de los microorganismos por parte de las células fagocíticas. Además es un importante factor
en la respuesta secundaria de anticuerpos, proporcionando a nuestro organismo
especificidad frente a una gran variedad de agentes patógenos.
5. Fuentes bibliográficas:
1. Abdiche YN, Yeung YA, Chaparro-Riggers J, Barman I, Strop P, Chin SM, et al. The
neonatal Fc receptor (FcRn) binds independently to both sites of the IgG homodimer with
identical affinity. MAbs. 2015;7(2):331-43.
2. Romero DSF, Juri MC, Paolini MV, Malbran A. ARTICULO ORIGINAL
INMUNODEFICIENCIAS HUMORALES Materiales y métodos Resultados Se evaluaron
128 pacientes que consultaron por infec -. Med (B Aires). 2011;350-6.
3. Espinosa-rosales F, Hern V, Almendarez-flores DC. Gammaglobulina en el
tratamiento de inmunodeficiencias humorales. 2000;9:50-6.
4. Liu Z, Albon E, Hyde C. The effectivenenss and cost effectiveness of
immunoglobulin replacement therapy for primary immunodeficiency and chronic
lymphocytic leukaemia: a systematic review and economic evaluation. 2006;54:1-155.
Disponible en: file://o/Referenzmanager/Immunglobulin.PDFs/Liu
2006.pdf%5Cnhttp://www.rep.bham.ac.uk/2005/IgRT.pdf