2. Dentro de este concepto fundamental, la educación debe reinterpretar los
valores occidentales a la luz de los conocimientos que nos ofrece la ciencia
actual. Se busca una sociedad más equitativa y un nuevo orden social.
Entonces, se habla de una educación que ha de preocuparse por su responsabilidad
social y por lograr fines sociales específicos. Según Brameld, uno de sus
representantes más notables, el reconstruccionismo tiene seis principios básicos:
fomentar un programa de reforma social, trabajar sin demora, buscar una sociedad
democrática, educar democráticamente, reconstruir los fines de la educación de
acuerdo con los adelantos científicos relacionados con el comportamiento, y
reconocer que todo lo que pasa en educación está conformado por las fuerzas
sociales y culturales.
3.
4.
5. Dentro de un contexto social más amplio, poniendo de relieve las necesidades
sociales por sobre las necesidades individuales. Concibe las metas globales de la
educación en términos de una experiencia total de las nuevas generaciones y de las
adultas en la comunidad general (enfoque macro sistémico), en lugar de insistir en
los procesos directos y próximos que ellos Implican en los sujetos. De esta manera,
se ubican en un primer plano tanto la reforma social en aplicación como la
responsabilidad por el futuro de la sociedad misma en desarrollo.
El reconstruccionismo social presenta un enfoque social de la instrucción, en el
cual la educación y el currículum se consideran en términos de su relación con las
<metas sociales> y del desarrollo actual (no estables), en donde los valores sociales
así como las posiciones políticas se dan como <categorías conocidas: por
consiguiente, se requiere a la escuela que asuma el rol de ser «puente» entre «lo
que es» (= «lo real») y «lo que debería ser» (=<lo ideal>). De esta manera, ella se
constituye, como centro instruccional, en la «llave maestra» de la formación
humana por intermedio de la cual la sociedad puede cambiarse a sí misma y
proyectarse dinámicamente.
6. Dentro de este planteamiento general, pueden observarse dos
expresiones bien definidas: a) una, centrada en el presente y, en
consecuencia, adaptativa,- b) la otra; centrada en el futuro y, por
consiguiente reformista. Ambos lineamientos utilizan, como supuesto, un
modelo psicológico-lógico, de corte «psicosocial», que concibe, como
interrelacionador, el desarrollo individual y las características del entorno
social, estableciéndose entre ambos un estrecho nexo individuo-sociedad
(ajuste adecuado):
La primera corriente, interpreta las metas sociales del cambio como una
coyuntiva histórico actual para el desarrollo personal: visualiza los grandes
cambios ocurrentes en la sociedad y postula que el curriculum procure los
mecanismos y recursos fundamentales, para que el sujeto se acondicione al
mundo cambiante y perdure en él; afianza lo individual y propicia un
curriculum operante y efectivo para que aquél logre adecuarse y funcionar
en forma satisfactoria en tal dinámica social existente (Restauración
Social).
7. La segunda corriente, más avanzada, es fundamentalmente perentoria en
relación con la escuela: exige de manera imperativa que los individuos
sean mejor capacitados para encarar los cambios, a la vez que establece
que deben ser educados para intervenir activamente en orientar el cambio,
en promoverlo constructivamente: unos son más agresivos, apremiantes e
idealistas en sus posiciones; otros más progresivos y pragmáticos y
mediatistas (Reconstruccionismo Social).
El vértice común entre estas corrientes internas es, sin lugar a dudas, la
consideración del currículum como el medio a través del cual los
estudiantes aprenden a vincularse con las metas sociales de su comunidad,
para emprender su consecución efectiva en el tiempo.
El Curriculum, en general, se concibe como el medio, a través del cual los
estudiantes aprenden a enfrentar los asuntos y metas sociales: busca
capacitar al hombre para mantenerse y funcionar con eficiencia en un
mundo de rápido cambio.