1. REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA
UNIVERSIDAD BICENTENARIA DE ARAGUA
VICERRECTORADO ACADÉMICO
FACULTAD DE CIENCIAS ADMINISTRATIVAS Y SOCIALES
ESCUELA DE PSICOLOGÍA
VALLE DE LA PASCUA, ESTADO GUÁRICO.
INTEGRANTE:
JUSBETZY CARRILLO
Noviembre 2019
TRASTORNO EMOCIONAL EN
LA INFANCIA
2. En la última década, se ha observado en consulta el aumento de la
frecuencia de algunos cuadros clínicos correspondientes al grupo de
los trastornos de las emociones y habilidades sociales en la infancia e
igualmente presente en la adolescencia. La duplicación de los
problemas relacionados con la adaptación escolar, resulta llamativa la
estructuración de algunos cuadros clínicos en los cuales la
sintomatología emocional emerge como trastorno primario de causas
múltiples, como secundario a otros trastornos, o enmascarado en
expresiones conductuales y distorsionando, la verdadera cara del
problema. En donde además, se ve perturbado la interacción social
del infante, ostentando así, el aislamiento, las conductas agresivas, de
desobediencia, violación de normas, conductas ansiosas, fobias,
temores, depresiones.
INTRODUCCIÓN
3. La estructura familiar: aumentan las separaciones, los divorcios, familias
reconstituidas, más variedades y tipologías de familias.
Las normas, los códigos de conducta y las costumbres sociales: la
influencia mediática, y la dificultad de las familias en el establecimiento de
límites que los reafirmen como figuras de autoridad y los validen para
propiciar y aplicar una disciplina adecuada.
La tendencia a subestimar el valor del esfuerzo: del tiempo de
adaptación necesario para manejar y superar los conflictos y la poca
tolerancia a la frustración y el cultivar el esfuerzo personal y colectivo.
El culto al cuerpo: y a los modelos femeninos de mujer delgada y esbelta
aumentan las patologías por desagrado externo, como la anorexia mental y
la bulimia, y la contrapartida masculina de fuerza física y violencia.
Dificultad para pensar de manera: autónoma, simbolizar y liberar la
tensión interna en forma de emociones y sentimientos y su posible relación
con la mayor incidencia de patología psicosomática, como vía preferente
de expresión de los conflictos.
4. Los patrones rígidos, inflexibles, incapaces de adaptarse a los cambios
y condiciones de la familia moderna.
Familias que niegan y evitan sistemáticamente el conflicto (siempre todo va bien).
Relaciones familiares muy invasivas. No hay límites claros entre sus miembros, no
queda espacio para la intimidad y la individualización de cada uno.
Relaciones sobreprotectoras: los padres no se adaptan a los progresos del desarrollo
de sus hijos, ni a las demandas de independencia. Se les priva de comportamientos
autónomos y se les mantiene infantilizados. Los padres que, debido a sus compromisos
personales o profesionales, no se organizan para dedicar un tiempo mínimo a sus hijos.
Relaciones frías, con ausencia de expresiones de cariño de los padres, sin interés por
los avances del niño. Los padres no estimulan sus avances, ni se interesan por sus
estudios, o por sus amigos y compañeros con los que emplean el tiempo libre.
PRINCIPALES RELACIONES
FAMILIARES DIFUNCIONALES
5. Es una emoción que surge cuando la persona se siente en peligro, sea real
o no la amenaza. Es una respuesta normal y adaptativa ante amenazas
reales o imaginarias más o menos difusas que prepara al organismo para
reaccionar ante una situación de peligro. Los temores se convierten en la
niñera del crío cuando éste comienza a alejarse de la madre y empieza a
explorar el mundo por sí solo.
Los tres tipos de temores más firmemente establecidos en la especie
humana son:
El miedo a los
animales,
reminiscencia
del temor
evolutivo a los
depredadores.
El miedo a la separación,
que actúa en consonancia
con los anteriores y que
permite retener a los niños
pequeños cerca de sus
madres protegiéndolos del
entorno peligroso.
El miedo a los daños
físicos, vestigio atávico del
temor a los peligros que se
pueden encontrar en la
naturaleza.
LA ANSIEDAD
6. Hay ocasiones en que las respuestas de ansiedad no desempeñan
una función adaptativa, se disparan de forma totalmente incontrolada
y son causa de sufrimiento para los niños que las experimentan.
Surgen, en estas circunstancias, como un “miedo sin saber de qué”.
En el caso de los trastornos de ansiedad, las respuestas de temor
funcionan como un “dispositivo antirrobo defectuoso”, que se activa y
previene de un peligro inexistente.
7. Cuando la ansiedad remite a estímulos específicos, se habla propiamente de
miedo. La mayoría de los niños experimentan muchos temores leves,
transitorios y asociados a una determinada edad que se superan
espontáneamente en el curso del desarrollo. El miedo constituye un primitivo
sistema de alarma que ayuda al niño a evitar situaciones potencialmente
peligrosas. El miedo a la separación es la primera línea de defensa; si se
rompe ésta, entonces entran en acción los miedos a los animales y a los daños
físicos. Desde esta perspectiva, los miedos son respuestas instintivas y
universales, sin aprendizaje previo, que tienen por objetivo proteger a los niños
de diferentes peligros.
Los miedos innatos se pueden agrupar en cinco categorías generales:
1. Miedo a los estímulos intensos
2. Miedo a los estímulos desconocidos, como por ejemplo, el temor a los
extraños.
3. Miedo a la ausencia de estímulos, como por ejemplo, la oscuridad
TEMORES
8. 4. Miedo a estímulos que han sido potencialmente peligrosos para la especie
humana en el transcurso del tiempo, como la separación, las alturas, las
serpientes u otros animales salvajes.
5. Miedo a las interacciones sociales con desconocidos
Miedos evolutivos normales y frecuentes en las fases del desarrollo
infantil
• El niño de 0 a 1 año suele responder con llanto a los estímulos intensos
y desconocidos, así como cuando cree encontrarse desamparado.
• En los niños de 2 a 4 años aparece el temor a los animales.
• En los niños de 4 a 6 años surge el temor a la oscuridad, a las
catástrofes y a los seres imaginarios (como brujas y fantasmas) así como
el contagio emocional del miedo experimentado por otras personas y la
preocupación por la desaprobación social.
• Entre los 6 y los 9 años pueden aparecer temores al daño físico o al
ridículo por la ausencia de habilidades escolares y deportivas.
9. • Los niños de 9 a 12 años pueden experimentar miedo a la posibilidad de
catástrofes, incendios, accidentes; temor a contraer enfermedades graves;
y miedos más significativos emocionalmente, como el temor a conflictos
graves entre los padres, al mal rendimiento escolar, o, en ambientes de
violencia familiar, el miedo a palizas o broncas.
• Entre los adolescentes de 12 a 18 años tienden a surgir temores más
relacionados con la autoestima personal (capacidad intelectual, aspecto
físico, temor al fracaso, etc.) y con las relaciones interpersonales.
10. Cuando los miedos infantiles dejan de ser transitorios hablamos de
fobias. Las fobias son una forma especial de miedo que responde a las
siguientes características:
• Ser desproporcionadas a la situación que desencadena la respuesta de
miedo y/o estar relacionadas con estímulos que no son objetivamente
peligrosos.
• No poder ser eliminadas racionalmente.
• Estar más allá del control voluntario.
• No ser específicas de una edad determinada.
• Ser de larga duración.
• Interferir considerablemente en la vida cotidiana del niño en función de
las respuestas de evitación.
Las fobias infantiles suelen aparecer con más frecuencia entre los 4 y 8
años.
LAS FOBIAS
11. Clasificación de los trastornos de ansiedad en la infancia
Los trastornos de ansiedad en la infancia pueden clasificarse en tres
grandes apartados dentro de los cuales aparecen otros tal como podemos
ver en la siguiente lista:
• Trastornos fóbicos: Fobias específicas, Fobia escolar y Trastornos de
evitación.
• Trastornos de ansiedad sin evitación fóbica: Ansiedad de separación
y ansiedad excesiva.
• Otros trastornos de ansiedad: Trastorno obsesivo-compulsivo y
trastorno mixto de ansiedad y depresión.
12. • Trastorno de Ansiedad por Separación: este trastorno se caracteriza
por ansiedad excesiva e inapropiada para el nivel de desarrollo del niño,
concerniente a su separación respecto del hogar o de las personas con
quienes está vinculado. Sintomatología:
– Preocupación excesiva y manifiesta en relación a la salud o seguridad
de sus padres.
– Miedo que algo terrible lo separe de las figuras significativas. – Miedo a
estar solo.
– Negativa a ir a la escuela.
– Quejas somáticas cuando se anticipa la separación.
– Crisis de angustia frente a la separación. – Insistencia en dormir con los
padres
13. • Trastorno de Pánico: los síntomas físicos y cognitivos son similares a los
que ocurren en el adulto Puede presentarse en forma inesperada y
espontánea, pero en general aparece asociado a otros diagnósticos,
especialmente a los de Ansiedad por Separación, Fobia Escolar y
Agorafobia.
• Trastorno De Ansiedad Generalizada: en contraste con las fobias
especificas, en este trastorno encontramos una excesiva preocupación y
temor a diversas situaciones de la vida cotidiana. Es decir, que no está
enfocado en una situación u objeto determinado. Los niños con este
trastorno van cambiando, con el correr de las semanas, los focos de
preocupación.
Sintomatología:
– Preocupación crónica y excesiva, difícil de controlar.
– Fatiga fácil.
– Quejas somáticas frecuentes.
– Mal humor.
– Berrinches frecuentes ante situaciones de cambio o que el niño pueda
evaluar como peligrosas o insegura.
14. • Fobia Social: los criterios para diagnosticar este trastorno son:
– Marcado y persistente temor sobre uno o más aspectos del rendimiento
social.
– Temor intenso a la critica y humillación en público.
– Miedo a estar con personas diferentes a los amigos o familiares.
– La exposición a situaciones sociales casi siempre provoca ansiedad,
predisponiendo, en algunos casos, a un ataque de pánico.
•Fobia Especifica: es el temor exagerado e irracional a un objeto o situación
determinada (volar, contacto con animales, a las alturas, a los espacios
cerrados, a la oscuridad, a los insectos, etc.) Constituye el trastorno fóbico
más frecuente. En los niños, las Fobias Específicas más frecuentes son: ¡
– A los animales.
– A irse a dormir.
– Fobia escolar.
– A la oscuridad.
15. • Trastorno Obsesivo Compulsivo: las obsesiones son ideas intrusivas,
que irrumpen y asedian a quien las padece. Son difíciles de controlar y se
acompañan de una sensación de malestar y ansiedad de la que el niño no
puede desprenderse. Llamamos compulsión a la necesidad de ejecutar una
acción o tener un pensamiento con el objeto de aliviar la ansiedad o impedir
que algo malo suceda (pensamiento mágico). Las obsesiones y
compulsiones deterioran la vida social y escolar. Las compulsiones más
frecuentes en los niños son:
– Lavado ritualizado de manos.
– Necesidad de repetir, chequear y contar.
– Rituales a la hora de dormir.
La edad de comienzo se sitúa alrededor de los 8 años. La mayoría de lo
adultos con este trastorno refiere haberlo sufrido desde su infancia, sin que
nadie notara que estaban sufriendo síntomas constitutivos de una patología.
16. En general, durante la infancia predominan las reacciones psico-fisiológicas y
motoras como irritabilidad, rabietas, llanto o problemas de control de esfínteres,
mientras que en la adolescencia adquieren relevancia respuestas cognitivas
como el desagrado por la propia imagen corporal, ideas catastrofistas o visión
pesimista del futuro. Es decir, en las edades tempranas los niños muestran más
síntomas de carácter exteriorizado (weiss, 1992) mientras que en la
adolescencia los síntomas tanto cognitivos como afectivos son interiorizados y
se presentan con mayor intensidad.(Del barrio, 1997, servera, 2002).
DEPRESIÓN ENTRE LOS 3 Y SEIS AÑOS: DEPRESIÓN AFECTIVA
DEPRESIÓN ENTRE LOS 7 Y 12 AÑOS: AUTOESTIMA NEGATIVA Y
DEPRESIÓN DE CULPA
•Autoestima disminuida.
•Baja valoración de uno mismo.
• Ideas equivocadas.
•Importancia y necesidad de ser valorado, admitido.
•Miedo a ser explotado, rechazado.
•Ideas anticipadas de fracaso y desgracia.
•Depresión de culpa.
LA DEPRESIÓN INFANTIL
17. DEPRESIÓN ENTRE LOS 7 Y 12 AÑOS: AUTOESTIMA NEGATIVA Y DEPRESIÓN DE
CULPA
•Autoestima disminuida.
•Baja valoración de uno mismo.
•Ideas equivocadas
•Importancia y necesidad de ser valorado, admitido.
•Miedo a ser explotado, rechazado.
•Ideas anticipadas de fracaso y desgracia.
•Depresión de culpa.
Las técnicas terapéuticas más utilizadas son las mismas que las que se usan en
el tratamiento de los adultos. Más que en aspectos conceptuales, las diferencias
radican en la adaptación del procedimiento a la edad y a las características del
niño. Las técnicas más frecuentes son las siguientes:
• Técnicas de exposición.
• Relajación.
• Técnicas de modelado.
• Práctica reforzada.
• Escenificaciones emotivas.
• Técnicas cognitivas como la Terapia Racional Emotiva.
• Tratamientos psicofarmacológicos.
ESTRATEGIAS DE INTERVENCION
18. Los niños pueden presentar conductas molestas y disruptivas, sin que afecten
de forma grave a sus vidas. Sin embargo, cuando un niño manifiesta este
comportamiento de forma frecuente y persistente, sí puede suponer para el
niño problemas y dificultades en su adaptación en el medio escolar, familiar y
social, pudiendo afectar a su desarrollo psicológico.
Se entiende por desobediencia las acciones que incumplen normas y órdenes
de los adultos. Según Forehand y McMahon hace referencia “a la negativa a
iniciar o completar una orden realizada por otra persona en un plazo
determinado de tiempo de 5 a 20 segundos), Sin embargo, esta definición no
comprende otras situaciones que son también consideradas como
desobedientes, como el incumplimiento de una norma ya establecida.
AGRESIVIDAD, VIOLACION DE NORMAS,
CONDUCTAS DE DESOBEDIENCIA
19. • La desobediencia y la agresividad son conductas que surgen en la
interacción entre el niño y las figuras de autoridad (hipótesis de la coerción),
de modo que para trabajar sobre ella es necesario evaluar e intervenir en la
conducta de los padres y educadores. Por ello el tratamiento se realiza
paralelamente con el niño y con los padres o responsables del niño.
• Lo primero que tenemos que hacer es describir la conducta con claridad y
exactitud, concretando exactamente lo que pasó. No hablamos del niño
“agresivo e inmaduro” sino de que es un niño que empuja y tira a su hermano
cada vez que éste le quita la pelota.
• No debemos caer en apreciaciones generales como la mencionada, u otras
comunes como es un niño “malo”, “egoísta” etc. Son apreciaciones injustas e
inexactas y por supuesto muy poco eficaces para cambiar la conducta. Por
ello, antes de actuar es fundamental OBSERVAR LAS CONDUCTAS del niño
y registrar su frecuencia, intensidad y duración. Esto significa que tenemos
que anotar cuántas veces, cuánto tiempo, dónde ocurre, cuándo ocurre y qué
ocurre después.
ESTRATEGIAS DE INTERVENCION
20. Para evaluar los problemas de conducta se utilizan las siguientes técnicas:
• Entrevista clínica
• Registros
• Observación directa de las situaciones conflictivas
• Cuestionarios y escalas:
Escala de Apreciación de conductas en niños. Formulario para el profesor de
Achenban y edelbrock (1981)
Inventario de Eyberg de conducta en niños para padres (Eyberg y Ross 1981)
Batería de Socialización (Silva y Martorll, 1983)
Sistema de Evaluación de la Conducta de Niños y Adolescentes de Reynolds y
R. Kamphaus
• Entre las más eficaces está aprender a saber dar atención positiva al niño. Es
decir, deben saber reforzar las conductas adecuadas sin añadir reproches o
comentarios sobre la conducta inadecuada.
• Tienen que aprender a ignorar las conductas inadecuadas y reforzar la
conducta contrarias a estas.
• Son muy prácticos el programa de economía de fichas o los contratos
conductuales.
21. Son las siglas de trastorno por déficit de atención e hiperactividad. Se trata de un
trastorno de carácter neurobiológico originado en la infancia que implica un patrón de
déficit de atención, hiperactividad y/o impulsividad, y que en muchas ocasiones está
asociado con otros trastornos comórbidos. Es fundamental para el diagnóstico de TDAH
evaluar que estos síntomas nucleares que hemos comentado (déficit de atención,
hiperactividad e impulsividad) se presenten:
1. Desde una edad temprana: antes de los 12 años
2. Con una intensidad y frecuencia superior a la normal para la edad y la etapa de
desarrollo del niño.
3. Que deterioren o interfieran de forma significativa en el rendimiento del niño en dos
o más de los ámbitos de su vida: escolar o laboral, familiar y social.
4. No ser causados por otro problema médico, un tóxico, una droga u otro problema
psiquiátrico.
Pese a que pueda existir sospecha clínica en niños de menos de 6 años el diagnóstico
de tdah requiere haber superado esta edad. Además, es frecuente que el TDAH se
reconozca en los niños cuando comienza la educación primaria, coincidiendo con
dificultades en el rendimiento escolar y la presentación de disfunciones sociales
TDAH
22. • Cambiar los precedentes y las consecuencias de los comportamientos
inapropiados para modificar éstos.
• Establecer reglas claras y consistentes, lo que brinda la oportunidad de
predicción de consecuentes, dando lugar a la corrección oportuna.
• Incrementar las oportunidades de éxito en sus actividades y disminuir las
situaciones de fracaso.
• Darle valor y utilidad a las recompensas extrínsecas e intrínsecas.
• Desarrollar el autoconocimiento: Conocer más sobre el propio desarrollo y los
aspectos de la persona.
• Abordar los aspectos problemáticos y que generan malestar en la persona.
• Descubrir las potencialidades y posibilidades de la persona.
• Desarrollar competencias a través de métodos de entrenamiento.
• Identificar aquellos factores (internos y externos) que me generan malestar y
aprender a evitarlos y/o afrontarlos.
FOCOS DE INTERVENCION
23. La intervención psicológica en los niños y adolescentes TDAH debe incluir
dominios en los que el afectado manifiesta algún problema como cognitivo,
emocional, comportamental:
ABORDAJE PSICOEDUCACIONAL:
• Explicación del TDAH al afectado
• Posibles problemas o riesgos asociados al trastorno
• Las diferentes vías de intervención y tratamiento que existen
• Aceptación activa del diagnóstico por parte del afectado
• Acuerdos de compromiso y cumplimiento terapéutico
TERAPIA COGNITIVO-CONDUCTUAL:
• Desarrollo y orientación personal
¡• Resolución de conflictos
• Entrenamiento en auto-instrucciones
• Organización y planificación de la conducta en función de objetivos y metas.
• Autorregulación emocional
• Entrenamiento en habilidades y estrategias internas
ESTRATEGIAS DE INTERVENCION
24. TERAPIA DE MODIFICACIÓN DE CONDUCTA:
• Normas y limites
• Entrenamientos en hábitos positivos
• Modificación de conductas disruptivas y problemas de conducta
• Entrenamiento en conductas positivas
ENTRENAMIENTO EN HABILIDADES SOCIALES:
• Autoestima, comunicación emocional
• Entrenamiento asertivo
• Reglas de sociabilización
• Entrenamiento en conductas prosociales
• Habilidades de competencia social
TÉCNICAS DE RELAJACIÓN Y CONTROL DEL ESTRÉS Y LA ANSIEDAD: ¡
• Relajación y respiración
• Expresión corporal
• Realización de actividades externas como actividades deportivas, hobbies,
actividades socioculturales
• Psicomotricidad
• El lenguaje interno o las autoinstrucciones son las que facilitan esta
interiorización de las reglas e instrucciones, ya que fomentan el pensamiento
organizado y reflexivo.
25. El Trastorno Autista, también es conocido como autismo infantil, o autismo
infantil precoz. Tiene una frecuencia cuatro veces mayor en los niños que
en la niñas. Este trastorno conlleva problemas de comunicación,
socialización y comportamiento, que pueden variar de grado moderado a
severo dependiendo de cada caso. Un alto porcentaje de niños con
autismo tienen discapacidad intelectual.
TRASTORNO AUTISTA
26. No denota una enfermedad simple o entidad con una simple causa, mecanismo,
curso natural o pronóstico. Se trata de un síndrome de comportamiento
heterogéneo, caracterizado por un deterioro en el nivel intelectual y de
adaptación de una persona. Está caracterizado por dos aspectos básicos:
• Capacidad intelectual bastante por debajo de la media. La medida del nivel
global de inteligencia se expresa a través del rendimiento esperado para una
edad concreta en un test estandarizado, como las Escalas de Inteligencia de
Wechsler o el Stanford-Binet. Los test de inteligencia son administrados de
manera individual. La puntuación CI es un compuesto de subpuntuaciones.
• Limitaciones en 2 o más de las siguientes áreas adaptativas aplicables:
comunicación, cuidado personal, vida doméstica, habilidades sociales, uso de
recursos comunitarios, autocontrol, salud y seguridad, habilidades académicas
funcionales, ocio y trabajo.
EL RETRASO MENTAL
27. • Pueden beneficiarse de una psicoterapia individual, familiar y de grupo:
modificación de conducta. Estas técnicas, si se aplican adecuadamente,
proporcionan un cuadro consistente y estructurado para mostrar modelos de
comportamiento apropiados así como factores varios de adaptación a la vida.
Para ser efectivo, un programa de modificación de conducta debe ser
generalizado y consistente en todos los emplazamientos, como la escuela y el
hogar. Debe enfocar, en primer lugar, los factores y comportamientos
apropiados de enseñanza para reemplazar los comportamientos mal
adaptados más que simplemente suprimirlos.
• Terapia de grupo. Además de las terapias individuales, la terapia de grupo es
muy útil con adolescentes y adultos jóvenes que tienen un nivel de
comunicación relativamente bueno. El entrenamiento de las habilidades
sociales es también útil en este contexto. La terapia de grupo familiar
proporciona a la familia y al niño un microsoma de apoyo de la sociedad como
un conjunto, representada por otras familias en el grupo.
INTERVENCION
28. Podemos definir como psicóticos a aquellos niños que no distinguen entre su
realidad interna (fantasías y fantasmas) y el mundo externo. Estos niños tienen
una percepción de la realidad alterada. De forma que viven sus miedos como
algo real. Este trastorno afecta al desarrollo, conducta y personalidad del niño.
Síntomas positivos en psicosis de inicio precoz
• Alucinaciones: Las alucinaciones son percepciones sensoriales en
ausencia de un estímulo externo. Es decir, ver, oír, sentir, oler cosas que no
están presentes. Una persona que está sufriendo una alucinación puede
ver cosas que no existen o escuchar a personas hablar cuando están
solos.
• Delirios: Son creencias falsas que no se basan en hechos de realidad.
Por ejemplo piensas que vas a ser dañado o herido; que ciertos
comentarios o gestos se dirigen a ti; que tienes una habilidad excepcional o
fama; otra persona está enamorada de ti; o que una gran catástrofe va a
suceder. Los delirios ocurren en la mayoría de personas con esquizofrenia.
PSICOSIS EN NIÑOS
29. • Alteraciones en el lenguaje y pensamiento, esto interfiere en la
comunicación y en la comprensión de la realidad. Se vuelven
desorganizados e incoherentes.
• Suspicacia o desconfianza hacia los demás. Comparados con los
adultos, los jóvenes y adolescentes tienden a tener más alucinaciones
pero menos delirios.
Síntomas negativos en psicosis infantil
• Dificultades para relacionarse con los demás
• Dificultades para entender y expresar las emociones
• Ausencia de espontaneidad
• Problemas para entender las bromas, lenguaje muy literal
Ciertos síntomas psicóticos alteran el desarrollo psicosocial,
cognitivo y desempeño en la vida cotidiana y pueden ser
frecuentes en la infancia y la adolescencia. Incluso son comunes
en niños que han sufrido algún tipo de trauma (abuso físico,
emocional y/o sexual). En la gravedad de la psicosis intervienen
factores ambientales como las drogas o el estrés.
30. • Un diagnóstico y tratamiento temprano de la psicosis infantil es
esencial. Si no se trata a tiempo, hay mayor riesgo de que aparezcan
más episodios psicóticos, poniendo en riesgo su salud. Además, se ha
visto que la aparición de episodios reiterados daña el cerebro, dando
lugar a un progresivo deterioro cognitivo.
• Si la crisis es muy grave y pone en peligro su vida o la de los demás
es necesario un ingreso hospitalario para estabilizarle y garantizar su
seguridad.
• La terapia familiar es muy importante. El niño se recuperará mejor y
habrá menos recaídas si el clima familiar es positivo. En las terapias
familiares se les ayudará a resolver conflictos, a mejorar la
comunicación y manejar el estrés relacionado con el trastorno de quien
lo sufre.
ESTRATEGIAS DE INTERVENCION
31. Los problemas emocionales y de conducta en la infancia suponen una
preocupación y un reto para padres, educadores y profesionales de la
salud, ocupando un lugar destacado en las investigaciones sobre
trastornos psicopatológicos en niños. Generalmente, los padres y
profesores son las personas que tienen mayor contacto con los infantes y
los que detectan que algo no funciona adecuadamente, siendo habitual
que sean ellos los que solicitan una evaluación emocional y conductual.
Los motivos de consulta más frecuentes de los profesores se relacionan
con problemas de conducta y de rendimiento escolar, mientras que los
padres consultan por problemas entre los hermanos, de conducta, y
temores diversos. Por tanto, la evaluación tiene como finalidad conocer y
comprender las conductas y síntomas que aparecen, para valorar si éstos,
son parte normal del desarrollo o constituyen un patrón patológico.
CONCLUSION
32. • American Psychiatric Association (APA), (1994). Diagnostic and
Statistical Manual of Mental Desorders (4 th ed). Washington.
• Del Barrio, M. V. (1997). Depresión Infantil. Barcelona, Ariel.
• Echeburua, E. y Corral, P. (2008). Trastornos de Ansiedad en la Infancia.
Madrid, Pirámide.
• Ezpeleta, L. (2005). Factores de riesgo en psicopatología del desarrollo.
Barcelona. Masson. 5
• Fiedberg, R.D. y McClure J.M. ( 2005). Práctica clínica de terapia
cognitiva con niños y adolescentes. Paidós.
• Ibarrola, B. (2006). Cuentos para educar. Madrid. Editorial SM.
• Jiménez M. (Coor.) (1997). Psicopatología Infantil. Málaga, Aljibe.
• Kazdin A. y Buela G. (1997). Conducta Antisocial en la Infancia. Ojos
Solares, Pirámide.
• Kemmler, R. 2000). Relajación para niños y adolescentes ( El
Entrenamiento Autógeno).Madrid, TEA.
• López J.R. y López-Soler (2008). Conducta antisocial y delictiva en
adolescentes. Edit.um.
REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS