2. El enfoque normativo desde el punto de vista filosófico
busca, o crea, preceptos morales orientativos, en su
aplicación más concreta la teoría política investiga las
repercusiones que tienen los preceptos morales en la
práctica política.
3. Los seguidores de esta teoría utilizan varios métodos, de los
cuales tres son los más habituales.
En primer lugar, a los teóricos normativos lo que les importa por
encima de todo es la coherencia interna de los argumentos
morales y para sopesarla se sirven, entre otras fuentes, de la
lógica formal y de la filosofía analítica.
En segundo lugar, utilizan disciplinas de las ciencias sociales
como la antropología social y la historia para comprobar si son
correctas las premisas empíricas de los argumentos o descubrir
los problemas de los argumentos morales que el razonamiento
abstracto no revela de forma inmediata.
Finalmente, los teóricos normativos contrastan las conclusiones
de sus argumentos con sus propias intuiciones morales.
4. Principales corrientes de la teoría política normativa
Utilitarismo
El utilitarismo es una filosofía moral y política vinculada,
como es sabido, a Jeremy Bentham, reformador social
radical del siglo XIX. Creía que las decisiones políticas
moralmente correctas eran aquellas que buscaban más
felicidad para un mayor número de personas en la
sociedad. Esta felicidad podía medirse como una utilidad
y el objetivo de aquellos que diseñan las políticas debía
ser maximizar la utilidad social agregada.
5. El liberalismo deontológico
Deontología (ética de los derechos y las obligaciones).
Immanuel Kant fue el principal punto de referencia de la
ética deontológica. Kant era contrario a toda concepción
de la política que sacrificara a los individuos a un
propósito superior. Para él los individuos no eran medios
sino fines y, por tanto, inviolables. Los liberales kantianos
creen que los individuos deben ser libres para decidir y
perseguir sus propios fines, sin que se les impongan los
de otros.
6. Comunitarismo
Prefieren hablar de un yo «situado» que se encuentra
enraizado en una comunidad y se define en
función de dos factores que la configuran: los propios
vínculos y la interpretación compartida que se tiene de
uno mismo. Los derechos y deberes específicos que
conforman nuestra «particularidad moral» provienen de
nuestra comunidad, ya sea ésta un pueblo, una
subcultura, un movimiento o un grupo étnico. Al mismo
tiempo nos encontramos necesariamente «implicados
en los propósitos y fines» de nuestra comunidad.
7. Principales objeciones a la teoría normativa
● Determinismo: Algunos consideran que el individuo agente está
condicionado o, al menos, muy constreñido y presionado por
fuerzas externas que no puede controlar. Hay un segundo tipo
de determinismo que sostiene que estamos condicionados por
fuerzas que están dentro de nosotros y que escapan a nuestro
control, como el subconsciente o la herencia genética.
● El relativismo: para los relativistas morales los principios
morales, si no pueden derivarse de los hechos, son, en última
instancia, completamente relativos. Y si es así, si ningún punto
de vista respecto a los valores puede considerarse mejor que
otro, la teoría normativa, como tal, no tiene sentido.
● El positivismo lógico: es una escuela de la filosofía analítica que
en parte se inspira en los primeros escritos de Wittgenstein,
quien creía que las proposiciones de la ética, la estética, la
religión y la metafísica eran «disparates» y sostenía que la
filosofía debía limitarse al lenguaje factual y descriptivo de las
ciencias naturales.
8. Conclusion
La teoría normativa surge directamente de la filosofía y
utiliza preceptos morales, éticos y filosóficos para
establecer el deber ser, por ejemplo: de los Estados, los
gobiernos, las instituciones, las relaciones de los
individuos dentro de las instituciones, entre otros.