Vamos a intentar hacer un pequeño ejercicio de Axiología, para lo cual necesitaremos echar mano de un poco de Deontología, cuyo objeto de estudio son los fundamentos del deber y las normas morales que tienen los profesionales de una determinada materia. 3 Febrero 2014 Noticias Gipuzkoa
1. Noticias de Gipuzkoa Domingo, 2 de febrero de 2014 OPINIÓN 7
nada de lo antedicho puede entenderse como
excusa para aminorar los derechos de todas
las víctimas de la violencia de motivación
política: el reconocimiento del daño causado,
el derecho a recibir disculpas públicas por
parte de los perpetradores, el esclarecimien-
to de las conculcaciones de derechos huma-
nos a las que fueron sometidas; la reparación
moral y material por el daño causado… Y,
cuestión clave, el derecho a la garantía de no
Q
UEREMOS proponer estas refle-
xiones porque determinados
medios de comunicación, ciertos
políticos, y bastantes tertulianos,
al referirse a las personas excarceladas tras
la derogación de la doctrina Parot, parecen
haber carecido de la más mínima Deontolo-
gía, despreciando –en muchos casos inten-
cionadamente– los principios básicos del
Derecho.
En un país medianamente civilizado, cuan-
do una persona condenada a una determina-
da pena ha cumplido la misma, y por tanto
ha saldado su deuda con la sociedad, esa per-
sona recobra la libertad con todos sus dere-
chos íntegros. Esto implica, claro está, que
vuelven a ser iguales de facto ante la ley, como
el resto de la ciudadanía. Eso implica, asi-
mismo, que las tentaciones de discriminar-
los, impidiendo que puedan ser candidatos
en elecciones o privándoles de subsidios para
los que cumplan todas las condiciones reque-
ridas, podría llevarnos, en último término, a
otra sentencia del TEDH, reprochando
retroactividad prohibida, igual de impecable
e indiscutible desde un punto de vista jurí-
dico que la anterior.
Sin embargo, determinados “opinadores”,
faltos de mejor argumento, han recurrido al
uso de afirmaciones despectivas con la moti-
vación de ofender. Pero la cosa no queda ahí.
Determinadas corrientes de opinión, con sus
comentarios, procuran extender una sensa-
ción de miedo, la mayoría de las veces sin nin-
gún fundamento real. En ocasiones, se per-
miten incluso hacer insinuaciones –a veces
nada sutiles– que llaman, o cuando menos
justifican, la venganza, o sugieren que las víc-
timas podrían tomarse la justicia por su
mano. Tales comentarios incumplen tanto el
abecé de la ética como la elemental pruden-
cia, que debería guiar la conducta de perso-
nas que ejercen como altavoces sociales o
políticos. Igualmente, se han intentado cri-
minalizar unos llamados “recibimientos”,
que no han pasado de ser situaciones perfec-
tamente normales entre familiares y allega-
dos de quienes vuelven a sus casas tras lar-
gos periodos en prisión. En cualquier caso,
repetición del daño. La garantía de no repe-
tición se va afortunadamente consolidando
para las víctimas de la violencia política por
parte de ETA. El último comunicado del
EPPK y el acto en Durango van en esa direc-
ción, al explicitar su renuncia a utilizar méto-
dos violentos para conseguir sus objetivos.
Sin embargo, esto no se da con los excarcela-
dos tras haber cumplido sus condenas por
haber sido violadores en serie... Y ello ha
generado un tratamiento informativo del
todo sensacionalista, que mete en el mismo
saco problemáticas bien distintas, lo que no
beneficia la resolución del problema de la difí-
cil conciliación de dos derechos fundamen-
tales en juego: la libertad de los penados que
han cumplido su condena y la de las víctimas
que temen la repetición de las violaciones.
Creemos que el problema que subyace bajo
esta situación es complejo, y su análisis invi-
ta a abrir el foco e iluminar a todas las ins-
tancias responsables. Ese ejercicio señala a
un Estado que sigue sin cumplir sus obliga-
ciones internacionales para prevenir, prote-
ger y sancionar la violencia de género, ni ofre-
ce reparación adecuada a las sobrevivientes,
incluyendo la garantía de no repetición de los
abusos.
Sin embargo, en vez de provocar un debate
riguroso y positivo, la derogación de la lla-
mada doctrina Parot por el Tribunal de
Estrasburgo ha dado lugar –en algunos
casos– a una escandalera mediática vergon-
zosa, alejada de los criterios éticos y profe-
sionales de un periodismo serio y respetable.
Se espera más de los creadores de opinión.
Se espera que se sumen al proceso de paz, que
lo empujen y lo alienten, más aún en momen-
tos de impasse y de difícil resolución. Dicho
de otra manera, se espera que actúen en posi-
tivo.
Ser meros cizañeros, creerse exentos de res-
ponsabilidad en el devenir social y político es
actuar en negativo. No nos lo merecemos. Y
porque no nos lo merecemos, lo que procede
ahora es actuar con discreción y recto juicio,
o sea con sindéresis.
*Asociación Pro Derechos Humanos Argituz
Tribuna Abierta
P O R J U A N I B A R R O N D O, A N D R É S K R A K E N B E R G E R Y B E R T H A G A Z T E L U M E N D I ( * )
Necesitamos sindéresis
Colaboración
P O R A L B E R T O AT X O T E G I
Camino de Damasco
A
FALTA de pastor y perro propio o
de que las habituales voces y silbi-
dos no les resulten familiares, los
rebaños acaban desperdigados y
transitan fraccionados sin ton ni son. Esta
apreciación puede resultar igualmente váli-
da para las comunidades hexagonales cuyos
miembros se comunican entre sí en una len-
gua diferente a la de sus pastores electos. Sus
consignas resultan discordantes y de estri-
billo reiterativo, por lo que en dichos rebaños
prevalecen la desconfianza o el carácter dís-
colo y comienzan o comenzamos a pastar en
otros prados para manifestar nuestras dis-
conformidades. Se trata de un mero proble-
ma de comunicación o de frontera lingüísti-
ca que convierte nuestros arres en sos y vice-
versa. El supuesto propietario de las mana-
das trata de encarrilar los rebaños hacia su
centralidad parisina, mientras muchas de sus
unidades convergen a Larrun o Sokorri. Es
el eterno debate entre la lengua obligatoria y
la autóctona de los moradores de un territo-
rio que habla, canta, versifica y hasta baila
en un idioma distinto al de la República ofi-
cial y constitucional.
Efectivamente, se trata de la misma que aca-
ba de refrendar el euroacuerdo sobre el uso
y desarrollo de las lenguas minorizadas en
cada uno de los Estados de la Unión Europea.
A pesar de los pesares y de esta nueva canti-
nela comunitaria, nuestro particular cami-
no de Damasco de ovejas descarriadas en bus-
ca de la fe en lo hexagonal puede resultar
especialmente cansino y enrevesado por
cuanto los obstáculos a superar son múltiples
e intrincados. El proyecto de ley viajará aho-
ra hacia el Senado, para posteriormente
retornar a la Asamblea Nacional y, si el Tri-
bunal Constitucional no le da ningún vara-
palo, convertirse en Ley a secas. Puede supo-
ner una ventana de esperanza para el euske-
ra, aunque ya vamos detectando algún que
otro barrote en la misma. El primero, con-
cerniente a la posibilidad de cooficialidad, se
borra de un plumazo del mapa, arguyendo
que constitucionalmente la única lengua ofi-
cial de la República es el francés. El segundo,
pegadito al primero y muy consecutivo él,
implica que la prioridad del francés en la
enseñanza, la Administración y los tribuna-
les de justicia seguirá siendo de obligado
cumplimiento. Cierto que hay un tercero,
algo más maleable para dulcificar el amar-
gor de los dos anteriores y autoriza e incluso
apoya la presencia del euskera tanto en los
anteriormente citados capítulos, como en
actividades culturales, económicas o medios
de comunicación.
En suma, que el centralismo oficial reinante
se ha percatado de la presencia de algunas
arrugas en su ombligo y que adopta todo tipo
de precauciones para evitar infecciones per-
niciosas que dañen el equilibrio global de su
organismo estatal. En una palabra, que nues-
tras repetidas manifestaciones y protestas
han conseguido irritar en alguna medida su
epidermis republicana, pero que disponen de
suficientes pomadas hidratantes para devol-
verle su tersura. Las mismas que está apli-
cando su antena administrativa local contra
las ikastolas de Hendaia antes y de Beskoi-
tze ahora, esgrimiendo su decimonónica ley
Falloux como prescripción facultativa. Mien-
tras Seaska permanece a la espera de la cir-
cular del prefecto Durand, como tratamien-
to para sus heridas, los euskaltzales de Ipa-
rralde continúan movilizados.
Antes, Hollande acudía a sus citas galantes
motorizado y con casco para tratar de evitar
miradas indiscretas. Es de suponer que aho-
ra, tras haber repudiado al más puro estilo
napoleónico a su concubina Trierweiler, aca-
bará por despejar un poco su testa coronada
para empezar a ocuparse de sus múltiples
promesas electorales incumplidas. Y entre
todas ellas la correspondiente a la dignidad
de nuestro euskera que sus predecesores
Mitterrand, Chirac y Sarkozy sumieron en el
olvido o condenaron a la guillotina. Si los
impuestos de los euskaltzales de Iparralde
tienen consistencia y carácter republicano,
del mismo modo su lengua debe ser acreedo-
ra de todos los derechos ciudadanos. Mien-
tras los millonarios evasores fiscales france-
ses campan a sus anchas en Suiza, Seaska se
les sigue atragantando en el gaznate a todos
los inquilinos del Eliseo.
Y pensar que la Confederación Helvética tie-
ne cuatro lenguas oficiales...
LaAxiologíaeslaramadelaFilosofíaqueestudialanaturaleza
delosvaloresyjuiciosvalorativos.Vamosaintentarhacerunpequeño
ejerciciodeAxiología,paralocualnecesitaremosecharmano
deunpocodeDeontología,cuyoobjetodeestudiosonlos
fundamentosdeldeberylasnormasmoralesque
tienenlosprofesionalesdeunadeterminadamateria.
Afaltadepastoryperropropioodequelashabituales
vocesysilbidosnolesresultenfamiliares,losrebañosacaban
desperdigadosytransitanfraccionadossintonnison.