1. Una cotejación histórica
Uno como que se encuentra, a veces, en la necesidad de las cotejaciones históricas. Por
ejemplo, en el remedo de gobierno de Belisario Betancur Cuartas. Pasó lo de la toma y retoma
del Palacio de Justicia. Con todo lo que, éste último supuso el profundo agobio de una dictadura
militar transitoria. Crímenes de lesa humanidad; comparables con lo sucedido en los campos de
exterminio propios y ajenos. En una idolatría perversa de lo que dieron en llamar “Lucha frontal
contra quienes pretendían desestabilizar la patria”. Y, el señor presidente de marras, en puro
ejercicio de bochornoso apego a las decisiones de los chafarotes, asesinos inveterados.
Haciendo honor a la didáctica magistral, en cuanto que, en nuestro país, ha sido constante el
guerrerismo ponzoñoso a cargo de la vanguardia militarista enquistada en el Estado. Tiempos
aquellos del estado de sitio permanente. De la represión a sangre y fuego de las luchas
campesinas y de las luchas de los obreros y obreras en las ciudades.
Una semana después se produjo una de las mayores catástrofes de la historia nacional e
internacional. De nada valieron las alertas tempranas que informaban del lento, pero constante
deshielo en el Nevado del Tolima. Con origen en el desprendimientos de un casquete del
nevado, producto de la erupción del Cráter Arenas. Del represamiento del río azufrado y
Lagunilla y, posteriormente el represamiento de los ríos Guali y Chinchiná y, posteriormente de
la quebrada Lérida. Luego la avalancha que arrasaría con el municipio de Armero (13 de
noviembre de 1985).
Y, dijera uno, qué coincidencia malvada. Pero, al mismo tiempo, dijera ¿por qué se hizo caso
omiso de esas alertas tempranas?. Lo cierto es que, pasaría a segundo plano lo de la retoma.
Pasaría a segundo plano las acciones de la infame caterva armada de militares aupados por el
señor presidente de la república. El otro caso es que éste, Belisario Betancur Cuartas; habría
orquestado una de la màs vergonzosa rutina relacionada con “la búsqueda de la paz para
Colombia”. Y que, derivara en otra matanza general y selectiva de los integrantes de sectores
políticos, denominados revolucionarios. Lo que venìa pasando, siguiera pasando.
Organizaciones como la Unión Patriótica y algunos sectores del E.P.L.; traducido en el
movimiento “Esperanza, Paz y Libertad.
Pero continuo con mi hilo conductor. Decía que, uno como que se encuentra en la necesidad de
las cotejaciones históricas. Hoy vivimos otra tragedia. Ya no solo local. La amplitud del espectro
es universal. Una tragedia, en pasado cercano, insospechada. Tanto la Organización
Panamericana de Salud (OPS); como también la Organización Mundial de Salud (OMS); en
seguimiento secuencial darían cuenta de la propagación del COVID-19. Inicialmente epidemia
con origen en la ciudad de Wuhan, China. Posteriormente declarada pandemia, en aplicación de
protocolos universales válidos.
Todos los continentes (Tal vez, con excepción de Oceanía y África) han sufrido, de una u otra
manera. Con mayor o menor grado relativo, la expansión del virus. Con las secuelas asociadas
a sus características. Ha implicado sucesión de hechos económicos y políticos superlativos. En lo
que ésta aseveración tiene de crisis relevante. La economía global ha sido golpeada de tal
manera que apunta a una recesión parecida, aunque con soportes diferentes, a la de 1930 y
2008. Podría decirse que la economía mundial ha sido sacudida, y lo siguiera siendo, en tiempo
no preciso. Las actividades culturales, deportivas, religiosas…se han visto impactadas como
nunca antes. Tal vez, solo comparable a la impactaciòn de las dos guerras mundiales. Dijera,
yo, “…todos los sectores sociales, económicos y políticos han sido trascendidos por la crisis
derivada de la expansión del COVID-19.
No traigo, en este escrito de manera central, la puja constante y creciente, a cargo de las
multinacionales productoras de medicamentos. De paso, solo señalo el ofrecimiento del
mezquino Donald Trump, a un laboratorio privado alemán de US100000 millones, por la
exclusividad para utilizar los avances realizados en términos de una vacuna contra el COVID-19.
2. Porque, lo que me interesa hacer relevante es lo de la cotejación histórica para el caso de
nuestro país. Queda claro que, tal vez, algunas de las medidas tomadas por el gobierno central
y los gobiernos regionales (subrayando el caso del gobierno de la alcaldesa Claudia Nayibe
López Hernández, sobre todo en cuestionamiento de OPAIN) . Lo que pasa es que, algunas de
ellas tienen un deje de impronta mediática. Llamo la atención, a manera de ejemplo, la clausura
temporal de las sesiones del Congreso de la República; así como también decisiones
incoherentes y aisladas en torno a la aplicación relativa de conmoción interior. Por ejemplo:
implantación del toque de queda para algunas ciudades principales y departamentos. La
decisión del gobierno central, a través del Ministerio de Educación Nacional y del Instituto
Colombiano de Bienestar Familiar; en el sentido de suspender las actividades académicas en
colegios y universidades; tanto públicas como privadas. La decisión de desatender, en lo
pertinente, la población de niños y niñas en los hogares infantiles. Constituye, en mi opinión,
una demostración de absoluta ignorancia respecto a variables necesarias para que el impacto
no sea calamitoso. Inclusive, en una incoherencia magnificada, se traza la directriz confusa de
alternar suspensión de clases y adelantamiento de las vacaciones escolares. Cuando el gobierno
central tipifica como “una medida ajustada al protocolo internacional para detener o minimizar
el impacto de la pandemia en el caso de Colombia. Y cuando asevera que “…los y las
estudiantes de preescolar, básica primaria, básica secundaria y media; recibirán sus clases de
manera virtual. En un país que presenta una tasa de desarrollo y cobertura de las llamadas Tics
baja. Significando esto que un inmenso número de familias no tienen acceso a internet, ni a la
telefonía celular. Hablar de la generalización de la educación virtual; no es otra cosa que una
pálida muestra de coherencia y pertinencia. Inclusive, hoy por hoy, desde algunos sectores
gubernamentales cercanos al Ministerio de Educación Nacional, vienen hablando de realizar una
campaña de donación de computadores para hacer frente a la crisis relacionada con la
suspensión de clases en escuelas y colegios.
Desde el punto de vista económico; aspectos como la profunda caída de los precios del
petróleo; la caída de las actividades de la bolsa de valores; aunada la crecimiento del precio del
dólar; el manejo de la intervención del Banco de la República, tanto para frenar las
transacciones especulativas; como también para tratar de minimizar el impacto negativo en las
importaciones; el manejo flexible de las tasas de interés de créditos internos, como correlato de
la inminente crisis tendencial de las actividades de producción del sector real. Dijera, entonces,
que estos hechos en materia económica del decrecimiento en la producción; han sido
manejados de manera absolutamente inapropiada por parte del gobierno central y de la Junta
Directiva del Banco de la República. De paso, además, anoto lo sucedido con el mercado
financiero especulativo. El día 16 de marzo de 2020 el presidente de Asofondos, ante la
pregunta del impacto en el mercado financiero (particularmente en los Fondos de Pensiones y
Cesantías). Particularmente de pérdidas en la especulación inversionistas.”…es verdad que
hemos perdido. También es verdad que esa pérdida golpea los ahorros pensionales de las
personas afiliadas a los fondos privados. La perspectiva, pues, será una recesión generalizada
en la actividad económica del país.
Durante estos primeros meses de 2020 ha habido diferentes situaciones relacionadas con el
señor presidente de la república y su partido Centro Democrático. Como el caso de la presunta
compra de votos por la gerencia de la campaña a la presidencia en 2018. Durante el tiempo
transcurrido del mandato del señor presidente de la república se ha incrementado la violencia
política. El número de asesinatos de líderes y lideresas sociales. Amenazas crecientes en contra
de maestros y maestras. La vergonzosa represión sutil y directa del movimiento indígena
liderado por el CRIC. El manejo dado a las peticiones de diversos sectores sindicales, de
estudiantes universitarios, de indígenas y otros sectores populares; a través de sucesivas
movilizaciones urbanas. Es clara muestra del perfil de derecha. Por algo fuera respaldo por
Centro Democrático y algunos sectores retardatarios. Aquellos y aquellas que, aplauden cada
paso antidemocrático dado por Álvaro Uribe Vélez y su partido Centro Democrático.
Obviamente, también por el señor presidente Iván Duque Márquez.
Y, precisamente todo esto ha pasado a segundo plano; habida cuenta de la situación
relacionada con el COVID-19. Cómo son las cosas cuando son de la artera política económica y
social de este gobierno central. Vuelve y juega, en aproximación, a lo sucedido en 1985.