Este documento describe las proteínas de fase aguda, las cuales incrementan su concentración durante procesos inflamatorios o infecciones. Se clasifican en proteínas de fase aguda positivas, cuyos niveles aumentan, y negativas, cuyos niveles disminuyen. Algunas proteínas de fase aguda importantes son la haptoglobina, proteína C reactiva, amiloide A sérico y ceruloplasmina. El análisis de estas proteínas puede ser útil para el diagnóstico y pronóst
Hobson, John A. - Estudio del imperialismo [ocr] [1902] [1981].pdf
Proteínas de fase aguda
1. Proteínas de fase aguda: proteínas que
incrementan de forma importante su
concentracion durante una infeccion o
proceso inflamatorio
Autor
Zambrano Macias, Marco Antonio.
Estudiante de 4to nivel (paralelo “C”) de la cátedra de Inmunología de la escuela de
Medicina de la Universidad técnica de Manabí
Tutor
Dr. Cañarte, J.
Catedrático de Inmunología de la escuela de Medicina de la Universidad técnica de Manabí
Introducción
En principio, este conjunto
macromolecular que se conceptualizan
como proteínas de fase aguda, se
encuentran englobadas en lo que se
denomina respuesta de fase aguda o
reacción de fase aguda; que en términos
simples, no es más que un grupo de
mecanismos fisiológicos sistémicos que se
producen en respuesta al daño tisular y a
procesos inflamatorios. Entre este grupo de
mecanismos fisiológicos se producen
alteraciones en el equilibrio
hidroelectrolítico, en el metabolismo del
nitrógeno, glucosa y lípidos; en la síntesis
de hormonas, en la temperatura corporal y
la producción de células sanguíneas. En
conjunto este mecanismo fisiológico
produce cambios metabólicos,
endocrinológicos, neurológicos,
inmunológicos y nutricionales. Muchos de
estos cambios son observados en períodos
de horas o días y son iniciados por la
producción y liberación de citoquinas
como el factor de necrosis tumoral-alfa
(TNFa), la interleucina-1 (IL-1), la
interleucina-6 (IL-6) y la interleucina-8
(IL-8) en respuesta al estímulo nocivo1.
La respuesta de fase aguda incluye fiebre,
modificación importante en la síntesis
hepática de proteínas de fase aguda,
aumento de neutrófilos inmaduros
circulantes, disminución de
concentraciones séricas de hierro y zinc,
cambios en el metabolismo de los
macronutrientes, disminución en la
concentración de albúmina, prealbúmina y
transferrina y aumento en la concentración
de cortisol.
Por lo tanto, las proteínas de fase aguda
son un grupo de proteínas plasmáticas,
estructural y funcionalmente heterogéneas;
que se van a sintetizar principalmente a
nivel del parénquima hepático; y que
tienen como principal característica en
común que estas varían su concentración
en el plasma sanguìneo al menos un 25%
2. en respuesta a la estímulaciòn de ciertas
citoquinas que son producidas durante y
después de diferentes tipos de procesos
inflamatorios en los cuales hay implicado
algún grado de daño tisular. Entre estos
procesos se pueden contar, por ejemplo,
infecciones, traumatismos, neoplasias,
cirugías o infartos2.
Entre las principales proteínas de fase
aguda que se encuentran a nivel plasmàico
tenemos la haptoglobina, proteína C
reactiva, amiloide A sérico,
ceruloplasmina, alfa1-glicoproteína ácida y
el fibrinógeno3. Investigaciones realizadas
durante los últimos años muestran que la
cuantificación de la concentración sérica o
plasmática de estas proteínas puede
proporcionar una valiosa información
clínica en el diagnóstico, la monitorización
y el pronóstico de diversas enfermedades4.
PROTEÌNAS DE FASE AGUDA
Clasificación
Las proteínas de fase aguda se pueden
clasificar según dos criterios: el tipo de
respuesta cuantitativa ante un estímulo y la
función biológica que desempeñan5.
A. En base al tipo de variación de sus
niveles ante un estímulo se diferencian:
1- Proteínas de fase aguda negativas
Son aquellas cuyos niveles se ven
disminuidos cuando se produce la
respuesta de fase aguda. Dentro de este
grupo se encuentran proteínas como la
albúmina, la prealbúmina y la
transferrina6.
2- Proteínas de fase aguda positivas
Son aquellas cuyos niveles se ven
aumentados cuando se produce la
respuesta de fase aguda7. Aunque existen
diferencias entre especies las proteínas de
fase aguda positivas se suelen dividir en
tres grupos:
*Aquellas cuyos niveles se ven
aumentados en un 50%.
*Aquellas que presentan aumentos de 2 o
3 veces su concentración normal.
*Aquellas que presentan aumentos
rápidos de hasta 1000 veces su
concentración normal.
B. Según su función biológica se
diferencian:
1-Proteínas de Fase aguda que
intervienen en la defensa del
hospedador
En este grupo se encuadran aquellas
proteínas que intervienen en la adaptación
o defensa del organismo hospedador frente
al patógeno. Dentro se encuentran:
*Proteína C reactiva (CRP)
*Amiloide A sérico
*Componentes del Complemento
*Fibrinógeno
2- Proteínas inhibidoras de las
serinproteasas
Estas proteínas juegan un papel muy
importante, limitando la actividad de las
enzimas liberadas por las células
fagocíticas protegiendo así la integridad de
3. los tejidos del hospedador8. Dentro de este
grupo se engloban:
*a1-antitripsina
*a1-antiquimotripsina
3- Proteínas transportadoras con
actividad antioxidante
Este grupo de proteínas tiene una
importante función protegiendo los tejidos
del hospedador de los metabolitos del
oxígeno que son liberados por parte de las
células fagocíticos durante la inflamación9.
En este grupo se encuadran:
*Ceruloplasmina
*Haptoglobina
*Hemopexina
HAPTOGLOBINA
Es una glicoproteína plasmática que
presenta una estructura tetramérica
formada por 2 subunidades α combinadas
con 2 subunidades β. Forma un complejo
estable al unirse específicamente a la
hemoglobina. Este complejo es eliminado
rápidamente de la circulación por el
sistema retículo endotelial. Sus
concentraciones plasmáticas se ven
incrementadas en condiciones
inflamatorias o infecciosas,
considerándose como una de las
principales proteínas de fase aguda en casi
todas las especies pero especialmente en
vacuno; ya que en condiciones
fisiológicas, los niveles de haptoglobina en
esta especie no son detectables, viéndose
incrementandos de forma considerable en
presencia de un proceso inflamatorio. Así
se han observado aumentos de esta
proteína en bóvidos que presentaban
síndrome del hígado graso, diversos
desordenes abdominales tratados
quirúrgicamente tales como
reticuloperitonitis traumática,
desplazamiento del abomaso o distocias,
tras infección experimental con el virus
respiratorio sincitial bovino y en procesos
de mastitis, viendose en este caso
incrementada tanto en suero como en
leche. En cerdos se ha demostrado que la
medición de las concentraciones de
haptoglobina ayuda a monitorizar el estado
sanitario y el nivel productivo de las
explotaciones porcinas6. Se han observado
incrementos de haptoglobina en esta
especie en infecciones con Actinobacillus
pleuropneumoniae, Bordetella
bronchiseptica, Pasteurella multocida tipo
D y Streptococcus suis. Así mismo sus
niveles se encuentran correlacionados con
rinitis atrófica o neumonía enzoótica10.
También en los últimos años se han
relacionado sus aumentos con situaciones
de estrés como las que se producen en el
transporte o el sacrificio de los animales.
En perros los niveles de haptoglobina
muestran una correlación lineal positiva y
un incremento en condiciones
inflamatorias y tras la aplicación de
corticoterapia. Su concentración se ve
también incrementada en caballos con
abscesos de localización profunda, en
infecciones bacterianas o víricas y durante
la fase migratoria de la infestación con
Strongylus vulgaris. Por otra parte, el
análisis de haptoglobina puede ser útil y
debe considerarse cuando existen
sospechas de la presencia de una anemia
hemolítica, ya sea infecciosa, autoinmune
o tóxica11. Ya que la presencia de un bajo
nivel de haptoglobina es, frecuentemente,
indicativo de hemólisis intravascular
4. reciente, aunque la ausencia total de
haptoglobina puede estar asociada con una
lesión hepática grave. Así, por ejemplo, se
ha puesto de manifiesto la relación
existente entre la hemólisis intravascular
inducida por el ejercicio y el descenso en
los niveles de haptoglobina en el plasma.
AMILOIDE A SÉRICO
Es una apolipoproteína que se asocia con
las lipoproteínas de alta densidad durante
la respuesta de fase aguda. Esta proteína
presenta en bóvidos una gran sensibilidad
frente a los cambios inflamatorios3. Así
aparece incrementada en diversos procesos
como la inoculación con Pasteurella
haemolytica, tras infección experimental
con el virus respiratorio sincitial bovino,
tras estrés físico y después de la
realización de procedimientos
quirúrgicos12.
También se han encontrado niveles
elevados de esta proteína en leche de
animales con mamitis permitiendo
determinar la gravedad de la misma y
llegando a valores de especificidad de un
100% al igual que la haptoglobina. Se han
puesto de manifiesto incrementos de esta
proteína en cerdos tras inoculación con
Actinobacillus Pleuropneumoniae siendo
esta respuesta más rápida que la observada
en el caso de la haptoglobina o el pig-
MAP. En la especie canina ha sido
considerado como un biomarcador de
infección durante la respuesta a la
infección experimental con parvovirus
canino. En équidos se considera la proteína
de fase aguda de elección, observándose
aumentos en casos de infecciones,
bacterianas o víricas ya sean
experimentales o naturales, en adultos y
neonatos13.
PROTEÍNA C REACTIVA
Es una proteína perteneciente a la familia
de las pentraxinas y está formada por cinco
subunidades idénticas unidas por enlaces
no covalentes. Se denomina proteína C
reactiva porque fue descubierta en el
plasmade pacientes que padecían
pneumonía pneumocócica y reaccionaba
con el polisacárido C del pneumococo.
Dicha proteína ha sido aislada y
caracterizada a partir de suero bovino, pero
no responde marcadamente durante la
respuesta de fase aguda en esta especie14.
Sin embargo, su concentración se ve
incrementada en leche en animales con
mastitis y ha sido introducida como un
marcador inflamatorio para controlar el
estado de las ubres14. En cerdos y perros se
considera como una de las principales
proteínas de fase aguda. En el perro se
producen de forma rápida aumentos muy
evidentes de proteína C reactiva en
respuesta a estímulos como cirugía,
inyección de agentes inertes (caseína,
turpentina) o infecciones bacterianas
(leptospirosis), pudiendo ser esta respuesta
incluso más rápida que en humanos.
También se han observado aumentos de
esta proteína en erhlichiosis, enteritis
bacteriana y hemorrágica, tumores,
parvovirosis y en infecciones
experimentales con Bordetella
bronchiseptica. Por último se han puesto
de manifiesto elevaciones de sus niveles en
équidos que padecían artritis y pneumonía,
y tras la inyección intramuscular de
turpentina o después de una castración.
CERULOPLASMINA
5. Es una glicoproteína que transporta la
mayor parte del cobre sérico. Cada
molécula transporta de 6 a 8 átomos de
cobre según la especie animal que se
considere. Se trata de una proteína de fase
aguda cuyos aumentos a nivel plasmático
cuando hay un proceso inflamatorio son
leves en rumiantes, cerdos y équidos15.
Así, su concentración se ve incrementada
en terneros tras la administración de
endotoxinas pero no en animales
infectados con Pasteurella haemolytica.
Normalmente circula en plasma niveles
uniformes, pero durante la fase aguda de
una inflamación es liberado en mayor
cantidad por los hepatocitos de manera que
sus niveles se ven considerablemente
aumentados. Este hecho se ha puesto de
manifiesto en bovino, observándose el
incremento en los valores en diversas
condiciones inflamatorias como la
peritonitis, endocarditis, pericarditis,
neumonía y nefritis. Sin embargo la
concentración plasmática de fibrinógeno
puede permanecer invariable o descender
en esta especie en enfermedades
inflamatorias, debido a que su consumo
puede exceder a la producción. También se
observa un incremento de esta proteína en
caballos con procesos inflamatorios.
CONCLUSIONES
La respuesta de fase aguda es un
fenómeno de importancia
patofisiológica debido a que está
encaminado a reemplazar la
homeostasis del animal y provoca
una serie de cambios en el
organismo entre los que se
encuentra la variación de las
concentraciones de las proteínas de
fase aguda.
El patrón de producción y
liberación de estas proteínas es
diferente en las distintas especies
animales y en los distintos procesos
patológicos que estas pueden
padecer, pudiendo incrementar sus
niveles hasta 1000 veces durante
una infección.
La función de las proteínas o
reactantes de fase aguda es amplia,
puede activar el complemento,
inhibir el efecto de algunas
proteasas, mediar la respuesta
inmune mediante receptores de
patrones humorales, poseer
actividad antioxidante, favorecer a
la eliminación de restos celulares o
moleculares del foco infeccioso,
entre otros.
La proteína más estudiada de todas
es la Proteína reactiva C que es
muy útil para evaluar la evolución
de un paciente infectado ante el
tratamiento antibiótico, también
sirve como indicador precoz de
infección, entre otros.
Las proteínas de fase aguda pueden
ser utilizadas como predictoras de
falla hepática luego de cirugías de
hígado, se ha encontrado que
valores disminuidos de proteínas
de fase aguda positivas luego de la
cirugía, o niveles aumentados de
proteínas de fase aguda negativas;
guardan una buena correlación con
la posibilidad de falla hepática
luego de la cirugía.
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