Los pares craneales son un conjunto de 12 nervios que salen del encéfalo y transmiten información sensorial y motora entre el cerebro y diferentes partes del cuerpo. Cada par craneal tiene funciones específicas relacionadas con el sentido del olfato, la vista, el movimiento de los ojos, la audición, el equilibrio, la deglución y la expresión facial. Los trastornos de los pares craneales pueden afectar diferentes funciones como el olfato, la vista y la audición, y su evaluación incluye exámenes de los
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Pares craneales
1. PARES CRANEALES
BAQUERO RAMOS MARLY DAYANA
FLOREZ LAZARO YEINER JOSE
NUÑEZ VACA LIDIA SIORANA
PALENCIAS RAMOS DIANA CAROLINA
TUTOR NICOLAS GUEVARA
MORFOFISIOLOGÍA DEL SNC
CORPORACION UNIVERSITARIA IBEROAMERICANA
OCTUBRE 2020
2. ¿Qué son los pares craneales?
Los pares craneales son un conjunto de nervios que salen
directamente del encéfalo y llaman así porque se cuentan a
pares, al existir uno tanto en el lado derecho como en el
izquierdo del cerebro.
A diferencia del resto de nervios del sistema nervioso, surgen
de la parte inferior del encéfalo y llegan a sus zonas de
destino atravesando unos pequeños agujeros repartidos por
la base del cráneo. Desde estos orificios, los pares craneales
se comunican con áreas periféricas.
Además, aunque pueda parecer extraño, no todos estos
nervios craneales tienen la función de alcanzar áreas y
órganos que se encuentran en la cabeza. Algunos se
extienden hacia el cuello e incluso la zona del abdomen.
3. Los pares de nervios craneales se designan mediante nombres y números, según su localización, desde la zona frontal del
encéfalo hacia la parte posterior del mismo. Así, el nervio olfatorio es el primer nervio craneal, y el hipogloso es el nervio
craneal número 12.
4. • 1. Nervio olfatorio (Par 1)
El olfatorio es un nervio aferente, lo que significa que
transmite impulsos nerviosos desde algún órgano
sensorial hacia el sistema nervioso central. En este
caso, como su propio nombre indica, el nervio
olfatorio recoge los impulsos eléctricos generados en
la cavidad nasal (sentido del olfato) y los hace llegar
directamente al cerebro, el cual procesará la
información para conseguir la verdadera
experimentación del olfato.
• 2. Nervio óptico (Par 2)
El óptico es otro nervio aferente, es decir, sirve
para “entrar” información al cerebro, no para que
esta “salga” de él. En este caso, el nervio óptico
recoge los impulsos eléctricos generados por
parte de las neuronas fotorreceptoras de la retina
del ojo y transmite estas señales nerviosas hasta el
cerebro. Una vez ahí, el cerebro convierte esta
información eléctrica en la proyección de
imágenes, momento en el cual vemos de verdad.
5. • 3. Nervio motor ocular común (par 3)
También conocido como nervio oculomotor,
este nervio craneal manda órdenes a la
mayoría de músculos que intervienen en el
movimiento de los ojos, y hace que la pupila
se dilate o se contraiga.
• 4. Nervio troclear o patético (par 4)
El troclear sigue siendo un nervio eferente, lo
que significa que sirve para transmitir
información generada en el cerebro hacia otra
región periférica. En este caso, el nervio
troclear se complementa con el oculomotor
para permitir el movimiento de los ojos hacia
abajo pero también hacia adentro.
6. • 5. Nervio trigémino (Par 5)
El nervio trigémino está involucrado en la masticación
(acción eferente) y en la sensibilidad facial (acción aferente).
Este nervio transmite órdenes generadas en el cerebro hacia
los músculos de la mandíbula, permitiendo así que esta se
mueva y haga fuerza para masticar.
De igual modo, es el nervio que permite la sensibilidad facial,
es decir, transmite la información del sentido del tacto desde
la piel hasta el cerebro. Cuando hay problemas con este
nervio, hay una pérdida de sensibilidad en la cara.
• 6. Nervio abductor (Par 6)
El nervio abductor es otro nervio eferente que se
complementa con el oculomotor y el troclear para
permitir unos buenos movimientos oculares. En este
caso, el nervio abductor es el encargado de transmitir
los impulsos eléctricos para permitir el movimiento de
los ojos hacia fuera.
7. • 7. Nervio facial (par craneal 7)
Es uno de los pares craneales mixtos. Se
encarga tanto de mandar órdenes a
músculos de la cara dedicados a crear
expresiones faciales (permitiendo así
socializar y comunicar correctamente)
como a las glándulas lagrimales y salivales.
También recoge datos gustativos de la
lengua.
• 8. Nervio vestibulococlear o
estatoacústico (par craneal 8)
Es uno de los pares craneales sensoriales,
y recoge información de la zona auditiva. En
concreto, recibe datos relativos a lo que se oye
y a la posición en la que nos encontramos
respecto al centro de gravedad, lo que permite
mantener el equilibrio.
8. • 9. Nervio glosofaríngeo (Par 9)
El nervio glosofaríngeo tiene un papel muy importante en la acción de
tragar y hablar y en el reflejo del vómito. Este nervio regula el movimiento
de la lengua, incrementa la producción de saliva cuando se está comiendo,
manda órdenes a la musculatura del cuello para tragar y transmite
información al cerebro cuando, por distintas causas, habría que expulsar el
contenido del estómago, es decir, vomitar. En este sentido, el nervio
glosofaríngeo llega a controlar los movimientos del abdomen, pues las
contracciones de esta zona al vomitar son posibles gracias a él.
• 10. Nervio vago (Par 10)
El nervio vago complementa la acción del glosofaríngeo, por
lo que suelen estudiarse de forma conjunta. Y es que este
nervio también está involucrado en la deglución, el habla y el
reflejo del vómito.
9. • 11. Nervio espinal (par craneal 11)
A este par craneal también se lo conoce como nervio
accesorio.
Se trata de uno de los pares craneales puros que activa los
músculos trapecio y esternocleidomastoideo, que
intervienen en el movimiento de la cabeza y los hombros,
de modo que sus señales se hacen notar en parte de la
zona superior del tórax. En concreto, permite que la
cabeza quede decantada hacia un lado y que pueda
inclinarse hacia atrás.
• 12. Nervio hipogloso (par craneal 12)
Al igual que el nervio vago y el glosofaríngeo, activa
músculos de la lengua y participa en la acción de
tragar. Así pues, trabaja junto a los pares craneales IX
y X para permitir que la deglución sea realizada
correctamente, algo fundamental para el buen estado
del organismo.
10. • Los trastornos de los nervios craneales pueden afectar el
olfato, el gusto, la vista, la sensibilidad facial, la expresión
facial, la audición, el equilibrio, el habla, la deglución y los
músculos del cuello.
• Cuando los médicos consideran la posibilidad de que la
persona esté afectada por un trastorno de un par craneal,
le hacen preguntas detalladas sobre los síntomas. También
evalúan la funcionalidad e los pares craneales, pidiéndole
a la persona afectada que efectúe tareas sencillas como,
por ejemplo, seguir el desplazamiento de un objeto en
movimiento con los ojos. Suele ser necesario obtener
imágenes del cerebro mediante resonancia magnética
nuclear (RMN)
11. REFERENCIAS
• Pinel J. (2007).Biopsicología. 6ta Edición. Pearson.
• Calle Escobar, M.L., Casado Naranjo, I. (2011) “Exploración de los pares
craneales”. Recordatorio de Semiología.
• Snell, R.S. (2003). Neuroanatomía clínica. México D.F.: Panamericana