La ley 115 de 1994 establece 13 fines de la educación en Colombia, entre los que se incluyen el libre desarrollo de la personalidad, la formación en principios democráticos, la participación ciudadana, el respeto a la autoridad y la cultura nacional. Sin embargo, el documento argumenta que en la realidad poco se ha cumplido con estos fines debido a la baja calidad de la educación colombiana y la falta de interés del Estado por fortalecerla.
2. Los fines de la educación en
Colombia están definidos por la ley
115 de 1994, la cual, define la
educación como “un proceso de
formación permanente, cultural,
personal y social que se fundamenta
en una concepción integral de la
persona humana, de su dignidad, de
sus derechos y de sus deberes”.
3. 1. Libre desarrollo de la
personalidad
• Sus limitaciones serían las de los derechos
de los demás y la del orden jurídico.
2. Formación en el respeto a los
principios constitucionales
• Respeto a la vida, los derechos humanos, la
paz, los principios democráticos, de
convivencia, pluralismo, justicia, solidaridad
y equidad; al igual que en la práctica de la
tolerancia y la libertad.
4. 3. Participación activa en las
decisiones que afectan que afectan
el país
• Es decir, la vida económica, política,
administrativa y cultural.
4. Respeto a la autoridad legítima y
a la ley
• Además, respeto por nuestra cultura,
nuestra historia y nuestros símbolos patrios.
5. 5. Continua actualización y desarrollo
en los conocimientos
• Es decir, los conocimientos científicos y
técnicos acordes con el desarrollo del saber,
a través de hábitos intelectuales que
permitan dicho avance.
6. Postura crítica frente a la cultural
nacional
• Entendiendo que existe una diversidad étnica
y cultural, fomentar sus estudio y compresión,
como base de la identidad y unidad nacional.
6. 7. Acceso a los bienes culturales
• Dentro de estos se encuentran, el
conocimiento, el fomento a la investigación y
la creación de expresiones artísticas.
8. Creación y fomento de la
conciencia por la soberanía nacional
• Esto, además de la solidaridad dentro del
territorio, busca la integración con el mundo,
especialmente con América Latina y el
Caribe.
7. 9. Desarrollo de la capacidad crítica,
reflexiva y analítica
• Esto busca fortalecer el progreso científico,
tecnológico, económico y social del país, en aras
de la solución de los problemas y el
mejoramiento de la calidad de vida de sus
habitantes
10. Adquisición de una conciencia
amiga del medio ambiente
• Entender que el uso adecuado de los recursos
naturales y de tener una cultura ecológica,
previene desastres naturales y ayuda a
conservar el patrimonio.
8. 11. La práctica del trabajo
• A través de la adquisición de conocimientos y
habilidades se logra el desarrollo individual y social.
12. Promoción y preservación de la salud y la
higiene
• Fomentar estilos de vida saludables a través del deporte
y una buena utilización del tiempo libre.
13. Adquisición de conocimientos que permita
crear, investigar y adoptar la tecnología
• Fomentar la adquisición y desarrollo de conocimiento
para ingresar al sector productivo en los procesos de
desarrollo del país.
9. Al leer los fines de la educación en Colombia que
plantea la ley 115 de 1994, la conclusión a la que se
llega es que poco o nada de estos se han cumplido y
muestra de ello es la baja calidad de la educación
colombiano y los puestos en que aparece ubicada
según estándares internacionales.
Ahora bien, al analizar las posibilidades que se tienen
para que dichos fines lleguen a realizarse, en el
escenario actual, son más las limitaciones que se
observan.
Los fines de la educación en Colombia son el deber
ser de la educación, son el derrotero a seguir por las
instituciones encargadas del tema.
Nadie discutiría que la educación en Colombia debe
ser integral y contribuir al desarrollo personal, familiar,
social, económico, cultural, tecnológico y científico del
país. Pero nada más alejado de la realidad.
10. El Estado poco interés muestra por el fortalecimiento de la
educación y muestra de ello es que no es un tema central en
las propuestas de quienes dirigen el país (en todos los
niveles), salvo contadas excepciones. Obviamente, todos
hablan de educación, pero esto se convierte más en un
“formalismo”, ya que la educación sigue –en términos
generales- igual o peor. La preocupación fundamental es la
mayor cobertura e inclusión, pues no es un secreto que
muchas zonas del país no tiene las menor presencia estatal,
pero esto no debe ir en detrimento de la calidad de la misma;
ambas (cobertura y calidad) deben estar íntimamente ligadas.
Pero la realidad es, que a mayor cobertura –que es la
exigencia del gobierno central- se tiene una disminución de la
calidad, debido a que tales exigencias deben cumplirse con los
mismos presupuestos. El resultado de ello, salones al tope,
capacidad del docente desbordada para atender la cantidad
de estudiantes, instalaciones físicas insuficientes. A lo que se
suma los bajos salarios de los docentes, lo que también
produce desmotivación en ellos; y donde obtienen buenos
salarios (educación privada) se suman las altas cargas de
trabajo para compensar a estos.
11. Otro punto, es que la educación en Colombia más
que un servicio público y un derecho constitucional,
se convirtió en una mercancía. No importa lo que se
enseñe, pues también se confundió la libertad de
cátedra, con tal de se produzcan ganancias. Aquí la
relación es la de cualquier mercado empresa-cliente,
en donde la primera son las instituciones educativas y
los segundos los estudiantes. Y cabe anotar al
diferencia que se presenta entre la educación pública
y la privada, pues mientras la primera debe hacer
“magia” con lo que se destina del presupuesto
nacional para cumplir con las demandas del gobierno
y de la misma sociedad (sin contar con los dineros
públicos que se malversan), la segunda puede
mostrar mayores resultados debido a las altas
matrículas que cobran y las bajas medidas de control
que se les aplica.
12. En conclusión, lejos estamos de lograr los
fines de la educación, pues para ver sólo
unos ejemplos, la tolerancia y el respeto a la
diversidad no se ven reflejados en la
realidad, al igual que el respeto por la
historia y cultura nacional (se mira más
hacia el exterior y la historia nacional es
poco conocida o se nos olvida), y ni hablar
del respeto por los símbolos patrios, los
cuales parecen significar poco (se hacen
distintas versiones del himno nacional,
pocos se ponen de pie al escucharlo, se
respeta más la bandera de un equipo de
fútbol).
13. No hay una conciencia de soberanía nacional,
pero que se podría pedir si los mismos
gobiernos nacionales no la defienden al permitir
la injerencia extranjera en detrimento de la
soberanía y el territorio jamás se ha defendido
en la historia colombiana (véase nada más el
territorio que desde la independencia se ha
cedido sin la mayor respuesta por parte de los
diferentes gobiernos). Y ni hablar del progreso
científico y tecnológico, ya que, sin una buena
calidad y un apoyo decisivo hacia al tema
educativo, esto es imposible de realizar.