Hay una diferencia muy grande entre la humildad, una persona que confía en si misma pero no se regocija de sus logros o capacidades, y la baja autoestima. Perteneciente a personas que no creen que tengan esos logros o capacidades.
La Magia de Pensar en Grande -- David J_ Schwartz.pdf
Humildad no significa baja autoestima
1. Comprender la diferencia entre la
humildad y la baja autoestima
La humildad ha sido considerada un rasgo de
personalidad deseable. Aceptamos el elogio de
que la humildad precede a la grandeza; en
ausencia de uno, el otro no puede sobrevivir. La
modestia es un rasgo identificador de la
humildad, pero muchas veces una autoestima
verdaderamente baja se confunde con la
modestia. Ellos existen en extremos opuestos
del espectro.
2. La humildad es una conciencia de los defectos de uno y
frecuentemente aparece sin pretensiones; el de ser
sincero y natural. La persona humilde todavía tiene en
alta estima, pero no tiene necesidad de adoptar una
postura de autoimportancia. Mientras que en una baja
autoestima se encuentra la inseguridad, la duda, la
incertidumbre y la falta de autovaloración. Hacer
comentarios despectivos sobre ti revela una baja opinión
de tu valía, y no humildad.
3. La importancia de la diferencia
•
Reconocer la diferencia entre
estos dos rasgos es
esencial. Define quién es
usted y factores, amigos,
momentos circulan alrededor
suya. Tratar de ser humilde
indica que, si bien te valoras
a ti mismo y a tus propias
ideas y creencias, también
reconoces que tienes
espacio para crecer. Te
sientes bien con tu propia
piel, incluso si hay un
crecimiento personal que
esperas lograr.
La baja autoestima es un
trastorno nacido de una
creencia imperfecta en el
valor personal. Las causas
de esto son muchas; los
resultados son
devastadores. Cuando
aceptamos la creencia de
que nuestro valor personal
es menor que el de los
demás, imaginamos que
todo lo que nos rodea es
igualmente defectuoso y
sin valor...
4. Nos volvemos
intimidadores para
nosotros mismos,
siempre tomando el
camino bajo en lugar de
alto cuando vemos el
mundo que nos rodea.
Nos sentimos incómodos
con los demás y no
bienvenidos en la
mayoría de los entornos.
Cuanto más abrazamos
estas ideas
distorsionadas, más nos
hundimos en la
autodesprecio. Nos
creemos imperfectos,
que no merecemos existir
5. Al borde de estas creencias inaceptables, comenzamos a
expresar nuestros defectos imaginarios a cualquiera que
esté dispuesto a escuchar. Incluso expresamos los
eventos negativos que anticipamos en nuestro futuro. Por
eso es necesario la búsqueda de un terapeuta.
Necesitamos terapia que nos saque del pozo.
6. Al borde de estas creencias inaceptables, comenzamos a
expresar nuestros defectos imaginarios a cualquiera que
esté dispuesto a escuchar. Incluso expresamos los
eventos negativos que anticipamos en nuestro futuro. Por
eso es necesario la búsqueda de un terapeuta.
Necesitamos terapia que nos saque del pozo.