La Dama Tapada era un ser misterioso que se aparecía a hombres borrachos en callejones por la noche. Usaba un vestido elegante y un velo que cubría su rostro. Atraía a las víctimas con una fragancia agradable y las llevaba a lugares remotos, donde revelaba un rostro en descomposición que mataba de terror o hedor a la mayoría. Algunos sobrevivientes afirmaban que todavía rondaba callejones en Guayaquil de noche.