1. RECURSO ANTE
EL SUPREMOCASO PABLO IBAR
Tras denegar el juez la
posibilidad de que tenga
un nuevo juicio, pedirán
la revisión del caso
al Supremo de Florida
:: JAVIER PEÑALBA
Benjamin Waxman, abogado de Pa-
blo Ibar, no tiene tiempo para la-
mentaciones. La decepción que le
supusoqueeljuezJeffreyR.Leven-
son desestimase el recurso y que
con esta decisión denegase a Pablo
laposibilidaddeserjuzgadodenue-
vo, es ya historia. El letrado acaba
de anunciar de manera oficial el re-
curso ante el Tribunal Supremo de
Florida. Lo hizo hace poco más de
una semana. Waxmanestá conven-
cido de que antes o después, la ver-
daddelcasoreluciráyquePabloserá
absuelto. Las pruebas están de su
lado.Nohayunasolaevidenciabio-
lógica –ni huellas ni ADN– que si-
tué a Pablo en el escenario donde
fueron asesinados Casimir Su-
charski, dueño de un popular local
de alterne de Miami, y dos mode-
los. Ibar fue juzgado junto a un pre-
sunto cómplice, Seth Penalver, a
quien un tribunal anuló en 2006 la
condena y ahora está pendiente de
un nuevo juicio.
–¿Quésensacióntuvoalsaberque
el juez había rechazo el recurso?
– Me decepcionó mucho. Llevába-
mos cinco años trabajando muy
duro, preparando la moción y tam-
bién los fundamentos en los que
sustentábamos nuestra tesis. Ha-
bíamos presentado diversas prue-
bas y además entiendo que las ha-
bíamosargumentadodemanerasó-
lida ante el tribunal. Por ello, cuan-
do nos comunicaron el fallo, nos
produjo una profunda decepción.
Personalmente, creo que el juez no
tiene razón.
El abogado
norteamericano
Benjamin Waxman.
«Pablo estaba
preparado para
lopeor, pero
estamos ya
con el recurso»
BenjaminWaxman
AbogadodePabloIbar
Domingo 18.03.12
EL DIARIO VASCO8 AL DÍA
2. CASO PABLO IBAR
– ¿Esperaba este pronunciamien-
to?
– Por lo general, sacar adelante un
recurso de reparación postconde-
natoria en casos de pena de muerte
es harto complejo. ¿Por qué? Pues
porque los delitos que llevan apare-
jada la pena capital están entre los
más viles y reprobables. Y, además,
hay que tener en cuenta que desde
la perspectiva de los miembros de
un tribunal que revisa esta clase de
recursos, ellos tienen presente que
seenfrentanauncasoenelque,pri-
mero, un jurado justo ha hallado ya
culpablealacusado,másalládetoda
duda razonable. Y, en segundo lu-
gar, saben que otro órgano judicial
de apelación ha dado su aprobación
al juicio en el que se dictó un fallo
condenatorio.A pesar de todo ello,
creo que el proceso en el que Pablo
Ibar fue sentenciado a muerte fue
injusto porque el abogado que en-
toncesledefendiónopresentóprue-
bas exculpatorias cruciales ni tam-
poco argumentos importantes. Y
tenemos pruebas de todo ello.
– El juez afirmó que el perito que
depuso sobre las imágenes del ví-
deoqueincriminanaPablonoestá
colegiado en los EE UU y que por
ello su peritaje no tiene validez.
¿Qué le parece?
–Incuestionablemente,nuestroex-
perto, Raymond Evans, es un hom-
bre de gran reputación procedente
del Reino Unido. No es un perito
‘colegiado’ en los Estados Unidos,
esoescierto.Sinembargo,otrostes-
tigos similares ya han prestado tes-
timonio en los tribunales de los Es-
tados Unidos con anterioridad. De
hecho, se prestó un testimonio pa-
recidoquefueaceptado,inclusopor
la acusación, en el primer juicio a
Pablo,que,comosabenustedes,fue
juzgado junto a Seth Penalver. En
aquel proceso, los miembros del ju-
rado no llegaron a un veredicto de
culpabilidad, pero tampoco de ino-
cencia y hubo que repetir el juicio.
Fue en este segundo proceso, cuan-
do, con una defensa ineficaz, con-
denaron a Pablo y también a Steh.
Por todo ello, creo que con la deci-
sión del mes pasado, el juez Jeffrey
R. Levenson se equivocó porque
este tipo de pruebas sí que han sido
esgrimidas y fueron admitidas en
elmomentodeljuiciodePablo,pero
tambiénconanterioridadalmismo.
– El propio abogado que defendió
a Pablo en el proceso que termi-
nó condenado reconoció que no
lo había hecho nada bien.
–Una‘defensaletradaeficaz’esalgo
que se determina de forma objeti-
va, y no por la opinión de alguien.
ElabogadodePabloadmitióquefue
‘ineficaz’ en varios aspectos. Expli-
có los motivos de sus despistes: una
enfermedad grave y una fuerte de-
bilidad física y emocional. Si bien
su opinión sólo constituye «parte»
de las pruebas al respecto, creo que
fue muy persuasivo. Por ello, resul-
ta sorprendente que el juez Jeffrey
R. Levenson no estuviera de acuer-
do con la propia opinión del letra-
do defensor respecto a que no hizo
todoloqueunadefensaletradacom-
petente hubiera realizado bajo las
mismas circunstancias.
– ¿Hay algún otro aspecto en la re-
solución que le sorprendiera?
– Confiaba en que el juez termina-
ra por aceptar algunos elementos
de la ciencia de comparación de
imágenes faciales obtenidas del ví-
deo que se grabó en la vivienda en
la que se perpetraron los crímenes
y que nosotros mantenemos que
se deberían haber utilizado en la
defensa de Pablo. Me sorprendió
asimismo que el juez ni anunciara
ni explicara oralmente en forma al-
guna su fallo. Se limitó a entregar-
nos su decisión de cincuenta pági-
nas y nos agradeció nuestra presen-
cia, algo que, por otro lado, siem-
pre se hace.
– ¿Cómo recibió Pablo la noticia
de la desestimación del recurso?
– Hablé con él el día en que el juez
nos entregó su decisión. Y si bien
Pablo albergaba la esperanza de que
pudiera darse un fallo favorable,
también he de decir que estaba pre-
parado para lo peor. En parte, la re-
solución significó un alivio para él
porque, por lo menos, hay ya una
decisión. E inmediatamente empe-
zamos a hablar de nuestros planes
futuros, de presentar una apelación
ante elTribunal Supremo de Flori-
da.
–¿Y cómo se encuentra el resto de
la familia?
– La esposa de Pablo, Tanya, lloró
cuando salimos de la sala de audien-
cias. A toda la familia le decepcio-
nó mucho. No obstante, todos si-
guen fuertes en su apoyo de Pablo.
– Y ahora, procesalmente, ¿cuál
es el siguiente paso?
– El jueves pasado presenté el escri-
to en el que anunciábamos que va-
mos a apelar ante elTribunal Supre-
mo de Florida.
–¿Cuánto tiempo puede transcu-
rrir antes de que este órgano tome
una decisión?
– Se trata de un caso muy extenso,
con un sumario de más de 12.000
páginas. El secretario judicial tie-
ne que organizar la documentación
y en cuanto lo haga, presentare-
mos un recurso con una breve ex-
plicación de nuestros argumentos,
lo que probablemente ocupará cer-
ca de cien folios. Posteriormente,
la Fiscalía de Florida se pronuncia-
rá sobre nuestra propuesta, a la que
nosotros también contestaremos.
Sólo entonces, el tribunal fijará fe-
cha para una audiencia. Cuando
llegue ese momento, los siete ma-
gistrados estarán perfectamente
documentados sobre el contenido
del sumario y conocerán los argu-
mentos de una y otra parte. Y a par-
tir de ese momento, ya sólo les que-
dará pronunciarse. Calculo que pa-
sarán como dos años, puede que
más, antes de que obtengamos una
decisión.
–¿Los argumentos en los que fun-
damenta este nuevo recurso son
los mismos?
– Sí, por supuesto. Lo que contem-
plamos, como mínimo, es que se
corrija el error que se llevó a cabo
en elTribunal de Broward County,
donde Pablo fue condenado debi-
do a la ineficaz defensa que tuvo.
Y es evidente que fue así, ya que,
primero, su abogado no ofreció,
presentó ni consultó a un experto
para que estableciera que era im-
posible identificar a Ibar en el ví-
deo y en las fotos obtenidas de la
grabación de la cámara de seguri-
dad que había en la casa de las víc-
timas. Además, tampoco aportó
pruebas exculpatorias que diferen-
ciaran la estatura de Ibar con la del
perpetrador de los delitos y no in-
vestigó eficazmente ni preparó a
los testigos para que declarasen so-
bre la coartada de Pablo. Por últi-
mo, no interpuso las objeciones
adecuadas a las pruebas presenta-
das por el Estado.
– Si se estimase este nuevo recur-
so, ¿qué sucedería?
– En el supuesto de que los jueces
se pronunciaran a nuestro favor, la
Fiscalía de Florida recurrirá ente el
Tribunal Supremo de este mismo
estado y pedirá que reconsideren
su decisión y la revoquen. Si por
segunda vez ganásemos, el minis-
terio público buscará una nueva re-
visión esta vez ante elTribunal Su-
premo de los Estados Unidos. Y si
estos esfuerzos de la acusación no
obtienen fruto, entonces sí, Pablo
tendría derecho a un juicio nuevo
con un abogado que obtendría e in-
troduciría las pruebas favorables
que hemos sacado a relucir.
–¿Y si no sale así?
– Si el Tribunal Supremo de Flori-
da confirma la condena del tribu-
nal de Broward County, entonces
yo solicitaría su reconsideración y
posteriormente, si procede, la re-
visión ante el Tribunal Supremo
de los Estados Unidos.
–¿A qué otras instancias judicia-
les se puede apelar?
– Si el Supremo de Florida confir-
mase la condena del Tribunal de
Broward County, y el Tribunal Su-
premo deniega la revisión de esa
decisión, entonces presentaríamos
un recurso de ‘habeas corpus’ ante
un tribunal federal. Apelaríamos a
los derechos constitucionales de
Pablo. Esta petición principalmen-
te planteará cuestiones que ya fue-
ron objeto de litigio en los tribu-
nales de Florida pero nuestros ar-
gumentos se basarían en violacio-
nes de leyes federales y de la Cons-
titución de los Estados Unidos.
– ¿Cuánto tiempo puede trans-
currir hasta que se llegue a esa úl-
tima instancia?
– Yo haría una predicción de otros
dos a tres años.
– ¿Tiene confianza en que en al-
gún momento del proceso relu-
cirá la verdad y Pablo será absuel-
to?
– No tengo la menor duda al res-
pecto. Estoy convencido de ello.
«Creo que el
proceso en el que
condenaron a Pablo
a muerte fue injusto»
«Habíamos preparado
pruebas y las habíamos
argumentado de
manera sólida»
«Calculo que pasarán
unos dos años, puede
que más, antes de
obtener una decisión»
«La familia está
decepcionada, pero
todos siguen fuertes
en su apoyo a Pablo»
«Si el Supremo de
Florida deniega la
revisión, iremos a
un tribunal federal»
Domingo 18.03.12
EL DIARIO VASCO AL DÍA 9