2. Toda organización está obligada a realizar un plan
estratégico. Sin importar qué tipo de empresa es, todas
deben planificar su funcionamiento y sus estrategias y
en eso consiste un plan de negocios.
• Comúnmente, se piensa que realizar un plan de negocios
es solo para proyectos nuevos. Si bien esto es cierto,
resulta erróneo sostener que sólo sirven para ello. La
realidad es que toda empresa debe realizar un plan de
negocios de su organización, al menos, una vez al año.
¿Por qué? Básicamente porque es una buena forma de
analizar a la empresa desde todas las perspectivas de un
negocio (mercado, estrategia, marketing, recursos
humanos, finanzas, etc.). Y porque implica, también, una
forma de hacernos preguntas y de poner a prueba las
hipótesis que sostienen al negocio, sin olvidar
preguntarse la vigencia del modelo de negocios, que no
es más que indagar las siguientes consignas: ¿qué hago?
¿Para quién o a quiénes? ¿Cómo lo voy a hacer?
3. Existen, además, algunas situaciones
puntuales para que una pyme encare un
plan de negocios:
• Evaluar un nuevo negocio o proyecto distinto al que
realiza la organización.
• Analizar la viabilidad de una inversión que impacta
sobre su actividad.
• Realizar un mapa estratégico de la empresa (saber dónde
está parada la empresa).
• Desarrollar de una nueva unidad de negocios.
• Analizar el impacto de una posible crisis, ya sea a favor o
en contra.
• Buscar financiamiento o socios.
• Abrir una cuenta con un posible cliente, muy común en
grandes empresas.
• Como carta de presentación en nuevos mercados.
4. Ahora bien, ¿por dónde empezar a hacer un
plan de negocios?
• El momento de las ideas es
el primer estadio y es donde
analizamos todas las ideas o
problemáticas por las que esté
pasando la empresa. Aquí lo
más importante es marcar
claramente el porqué de la idea
y la explicación de cuál es la
necesidad a la que apunta
satisfacer el proyecto. Si bien es
una etapa fundamental, es muy
importante superarla
rápidamente para dar paso al
análisis del "cómo" hacer para
llevarlas adelante.
• El cómo es, sin duda, la
instancia más importante y es
donde debemos desarrollar la
mayor parte del plan de
negocios. Aquí los puntos más
relevantes para analizar son: la
definición de objetivos; el
análisis del entorno, compuesto
por las variables no controlables
pero que podrían afectar al
proyecto si variaran (inflación,
tipo de cambio, apertura
económica, etc.); el análisis del
mercado de la empresa
(competencia, proveedores,
clientes); el análisis de la
estructura ideal para llevar
adelante el proyecto.
5. Si no se logra implementar lo anterior, el trabajo no sirvió
para nada. Por eso, la importancia de separar
la implementación como un momento de especial
atención. En este punto, hay que definir claramente todos
los detalles necesarios para concretar el proyecto:
• Época del año para los negocios que sufren
estacionalidad.
• Plan de comunicación y promoción para concentrar la
atención en el lanzamiento.
• Localización para los casos donde esta variable pueda ser
determinante.
• Análisis de variables "macro" que determinen el mejor
momento para el lanzamiento e implementación.
• Análisis de las variables del micro-entorno
(competidores, clientes, proveedores) que pueden ser
determinantes para la implementación.
6. Por último, el momento de las operaciones y
control tiene que ver con planificar claramente todo lo
referido a garantizar las operaciones y los mecanismos de
control y medición de resultados. Esta etapa es
fundamental porque no sirve de nada hacer todo bien lo
anterior sino podemos garantizar su continuidad y
corrección de desvíos.
Se trata de un proceso continuo que debe ser dinámico y
revisado periódicamente ya que en el momento de
operaciones y control es donde surgen problemas y las
necesidades de corrección que vuelven a obligarnos a
generar ideas para resolverlo y luego analizar cómo hacerlo.
7. Un plan de negocios
tiene que ver con una
forma de pensar a las
empresas y de contar
con una herramienta
metodológica para
analizar el negocio. Sin
duda, las empresas que
puedan utilizarlo
tendrán un diferencial
en el mercado
aprovechando más
oportunidades y
corriendo menos
riesgos.