Nicolás Masllorens es un dibujante argentino que viaja por Latinoamérica retratando lugares, personas y situaciones en su cuaderno. Dejó su carrera de economía para dedicarse a sus dibujos, los cuales publica en libros que vende personalmente. Sus dibujos surgen de breves bocetos de 5 a 10 segundos basados en su memoria de personas y escenas, y usa diferentes materiales dependiendo de lo que tenga disponible. Actualmente vive en Córdoba con su familia y se sustenta a través de

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ENTREVISTA!
EL
DIBIAJANTE

2. . 25andarobrasocial
Suele salir a todos lados con su cua-
derno de tapa dura por si le toca traba-
jar de parado sin un lugar donde poder
apoyar. Pero muchas veces no lo tiene
encima y termina haciendo su dibujo
detrás de un folleto, una servilleta o un
panfleto que le den en la calle.
Se arregla “con lo que hay”. Por eso su
estilo junta distintos tipos de trasos y
materiales. En cuanto ve un personaje
o una situación que tiene ganas de di-
bujar, no hay tiempo que perder. Esos
cinco o diez segundos quedarán en la
memoria de Nicolás y el dibujo será la
fiel representación de su recuerdo.
a!-¿Cómo empezaste?
NM-Estaba estudiando economía y tra-
bajaba en una empresa. Hacía también
algunos laburos para publicidad de
ilustración. Pero la verdad es que tenía
muchas ganas de hacer un viaje largo.
Entonces postergué la universidad y re-
nuncié a mi trabajo con la idea de irme
unos meses y no tener que responderle
a nadie por un tiempo. Me fui y volví dos
años después.
-¿Cuándo decidiste publicar los dibu-
jos?
-Al principio dibujaba por hobby. Cuan-
do estaba en hostels o lugares comunes
la gente se detenía a ver lo que hacía y
reconocían los lugares y personajes que
yo hacía. Me di cuenta que se compartía
mucho a través del dibujo,
Algunos de los destinos por donde
estuvo El Dibiajante fueron Tafí,
Cafayate, Cachi, Chicoana, Huma-
huaca, La Paz, Cusco, Panamá, Costa
Rica, Nicaragua, El Salvador, Guate-
mala, México DF y Chiapas
Nicolás Masllorens lleva recorridas más de
20 ciudades de Latinoamérica retratando en
su cuaderno lugares, personajes y situaciones
que le llaman la atención. Lejos de la carrera
de economía que hizo durante cinco años en la
UBA, hoy siente que puede hacer más feliz a la
gente compartiendo sus dibujos que haciendo
cálculos o sacando tasas de interés.

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y empecé a pensar que tenía que hacer
algo con eso. Primero armé un blog y un
día unos argentinos conocidos que ven-
dían sus poesías me dijeron que si quería
me editaban los dibujos y ellos también
los vendían. Hicimos el libro y después
de un tiempo los empecé a vender yo
mismo. Hoy tengo una colección de 25
libros distintos que vendo en restauran-
tes, bares, ferias. Vivo de eso. De vender
libros con los dibujos que hago en los
viajes.
-¿Cómo nacen tus dibujos?
-Si veo una persona en una situación
que me interesa dibujar trato de armar
un boceto y resolver el dibujo en 5 o 10
segundos. No es lo más fácil. A veces te
tenés que imaginar un poco la situa-
ción y reproducirla con la memoria. Es
un recuerdo que me quedó. Funciona
mucho. Lo que importa siempre es el
recuerdo que tenemos de las cosas, no
la precisión de la imagen. Es como que
te muestren un dibujo de la Catedral
de Buenos Aires y vos digas “bueno,
es la catedral”. Pero no es exacta. Es
el recuerdo que vos tenés de eso. Y eso
coincide. Esa es un poco la magia del
dibujo de los viajes.
-¿Hablás con las personas que dibu-
jás?
-Casi nunca. Si vos hacés contacto con
la persona que estás dibujando se es-
tropea directamente la energía del
momento. Si le avisás o se da cuenta
que la estás dibujando empieza a reac-
cionar distinto. Se da vuelta, camina,
se mueve.
-¿Nunca se dan cuenta?
-Hay veces que es inevitable porque vos
estás sentado mirando y la persona vie-
ne y se acerca a ver qué estás haciendo.
En el 99% de los casos cuando se dan
cuenta que los estás dibujando reaccio-
nan super bien, se ponen contentos. La
vanidad no falla. Se sienten homenajea-
dos. Estás dibujando su lugar, su espa-
cio. Es distinto de la foto. La foto es como
más invasiva. Solo una vez me pasó que
alguien se enojó. Pero era más por un
prejuicio. Y en Guatemala, una vez, me
pidieron plata.
-¿Necesitás llevar algo en particular
para dibujar?
-Tengo mis cuadernos de tapa dura, que
es fundamental para cuando me pongo
a dibujar parado. Ahora me compré un
pincel de tinta china que no hay que mo-
jarlo en el tarrito sino que ya viene con
una carga de tinta y ando con eso todo el
día. El otro día me di cuenta que por pri-
mera vez encontré algo que es impres-
cindible. Como que sentía que cada vez
que salía de casa además de las llaves
tenía que agarrar mi pincel. No me gustó
la dependencia que sentí.
ENTREVISTA!
EL PRÓXIMO DESTINO
"Trato de sumar experiencias
para enriquecer el proyecto.
Pero no es que puedo tomar
una decisión de decir “Voy a ir
a Salvador de Bahía a Brasil a
dibujar”, porque tampoco tengo
las posibilidades económicas ni
el tiempo de hacer todo lo que
quiero. Ojalá tuviese una banca
para decir voy a cualquier lado
a dibujar lo que quiero. A veces
dibujo lo que me toca. Voy acep-
tando mi destino sin forzarlo.
No necesito ir al carnaval de Ve-
necia para inspirarme."

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-Los dibujos parecen ser distintos en-
tre sí. No usas lo mismos materiales
-Lo mío es más de “es lo que hay”. Viajo
con distintos materiales y se nota. Mu-
cha gente me dice “acá estás con un tra-
so más grueso, acá tenés un traso más
chico, esto lo hiciste antes, esto lo hicis-
te después”. Es muy irregular mi dibujo.
A veces salgo con una birome. Dibujo
mucho con microfibra. Y después uso
mucho cuaderno. Pero soy como un gran
motivador a otra gente para que use lo
que tenga. Cualquier material es bueno.
Puede ser una servilleta en un bar, folle-
tos que te dan en la calle. A veces pido
una hoja. Con que tenga una faz blanca
soy feliz.
LA VENTA
“Dejo los libros para vender en algu-
nas librerías. Hay una Salta, otra en
Jujuy, otra por ejemplo en San Telmo.
Pero son pocos lugares. Los dejo por-
que tengo buena onda. Pero es un li-
bro que en las librerías no rinde, tiene
muy poco margen. Prefiero venderlos
yo personalmente. Voy a los restau-
rantes, los dejo en la mesa, y me pon-
go a charlar. “Ah estos los hacés vos?
Viajás vos?” Si me quieren preguntar,
me preguntan o me lo compran direc-
to. El trato personal es un plus super
importante."
FICHA TÉCNICA
Nicolás Masllorens nació en la Ciudad de Buenos Aires hace 36 años. Además
de dibujante es músico. Toca la guitarra, el piano y hace también percusión.
Su pareja es de Almagro, pero la conoció en Isla Margarita. Juntos tuvieron
una hija y viven actualmente en el Valle de Calamuchita, Córdoba, donde es-
tán construyendo una casa de barro.
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