La sinergia comúnmente refleja un fenómeno por el cual actúan en conjunto, varios factores, o varias influencias, observándose así un efecto además del que hubiera podido esperarse operando independientemente, dado por la concausalidad1 a los efectos en cada uno. En estas situaciones, se crea un efecto extra debido a la acción conjunta o solapada, que ninguno de los sistemas hubiera podido generar en caso de accionar aisladamente. En el lenguaje corriente, el término tiene una connotación positiva, y es utilizado para señalar un resultado más favorable cuando varios (léase muchos) elementos de un sistema o de una organización actúan concertadamente. Más prosaicamente, se entiende que hay sinergia positiva cuando el resultado es superior a la suma de los resultados de cada elemento o de cada parte actuando aisladamente. Esto es resumido muy simplemente con el aforismo uno y uno hacen tres. En regla general, las consecuencias positivas de una sinergia se refieren a un determinado observador y a su particular punto de vista, sin que este último sea bien precisado. Desde un punto de vista opuesto, las consecuencias de esa sinergia podrían considerarse como negativas. Por ejemplo, un entendimiento cartelario produce generalmente consecuencias favorables a las empresas que forman parte del cartel, lo que suele ser desfavorable para sus clientes.