España tiene una alta dependencia energética del 78%, principalmente del gas natural cuyas importaciones han aumentado desde el 2.3% en 1980 al 23.8% en 2009. Esto ha contribuido al déficit comercial a pesar de la reducción del 28.3% entre enero y octubre de 2012. Aunque las exportaciones han crecido en otros sectores, el déficit de la factura energética ha aumentado un 14.8% anualmente. Dada esta alta dependencia energética y sus consecuencias económicas, el congreso concluye que impedir estudios
Fiteqa ccoo gas natural no convencional, dependencia energética y desarrollo sostenible
1. RESOLUCIÓN 5º CONGRESO DE FITEQA-CCOO
GAS NATURAL NO CONVENCIONAL, DEPENDENCIA
ENERGÉTICA Y DESARROLLO SOSTENIBLE
España atraviesa una crisis económica de una dimensión y
profundidad no conocida en los últimos cincuenta años. Se trata de una
crisis multifactorial y sistémica, a la que no resulta ajena la crisis
energética mundial y en la que, en ese contexto, España muestra un
elevado grado de dependencia energética (relación existente entre las
necesidades de consumo y lo que se importa del exterior) que ha
permanecido estable durante las tres últimas décadas (en el entorno
del 78,1%, según los datos del Ministerio de Industria, elaborados con
criterios metodológicos de la Agencia Internacional de la Energía).No
obstante, es preciso reseñar que el factor que más ha contribuido al
mantenimiento de la dependencia energética de España ha sido el
fuerte incremento de las compras al exterior de gas natural, que en
1980 suponía un escaso 2,3% del consumo total y en 2009 se situaba
en el 23.8 %.
España sale malparada si se comparan sus elevadas compras
energéticas con la media de la UE (52,68), lo que supone 24 puntos
más que la media europea. Por encima de ese nivel tan solo figuran
Malta, Chipre, Lituania, Luxemburgo, Portugal, Italia o Irlanda
Por otra parte, el déficit comercial de España se ha reducido, entre
enero y octubre de 2012, en un 28,3 %, como efecto directo de las
políticas de ajuste. Dichas políticas, junto a numerosos efectos
adversos (incremento brutal del desempleo, contracción del consumo
interno, reducción del gasto público, etc.) ha actuado mejorando la
competitividad exterior, vía degradación salarial, y aumentando la
actividad exportadora.
2. La disminución de las compras en el exterior es general en todos los
sectores menos en uno: el energético.
Las exportaciones crecen en los sectores de bienes de equipo,
alimentación, química, automoción, etc. a la vez que aumenta el déficit
exterior de la factura energética, hasta un 14,8 % interanual. ¿Cómo
explicar este dato en un contexto de caída del consumo interno por
efecto directo de la recesión? La explicación solo es una: la elevada
dependencia energética de España..
La factura por las compras al exterior de productos energéticos
(principalmente petróleo y gas) ha seguido creciendo azuzada, además,
por el alza de los precios del crudo. Pero es evidente que España no
puede reducir la factura que suponen sus costes energéticos, salvo que
cuente con opciones de suministro propias, sin dañar aún más la
actividad de sus sectores productivos.
Por otra parte, la factura energética en la estructura de gastos de los
sectores industriales (refino, química, cerámica, o vidrio) que
sindicalmente gestiona FITEQA, puede alcanzar el 30% de la misma, lo
que incide condiciona y resiente su competitividad.
Por todo ello, ante el debate suscitado en la opinión pública, respecto al
gas natural no convencional, FITEQA- CC.OO a cuerda fijar su posición
congresual en base a los siguientes criterios:
1- Que dada la altísima dependencia energética de España y las
consecuencias económicas que ello suponen, más aún en un contexto
de grave crisis, como la que atravesamos, dificultar o impedir estudios
exploratorios que pudieran aportar datos concretos sobre los recursos
y capacidades energéticas nacionales resultaría un despropósito y una
irresponsabilidad. Más aún, dado que dichos estudios no prejuzgan
decisiones políticas de futuro respecto a la orientación final del mix
energético nacional.
3. 2-Que las practicas exploratorias que pudieran efectuarse deberán
enmarcarse, de forma estricta, en el máximo nivel de compromiso
medioambiental. Siempre desde el cumplimiento más estricto de los
marcos normativos y, en su defecto, de los referentes más exigentes,
como generalmente es el caso de los países nórdicos.
Madrid, 1 de Febrero de 2013