2. Migración y
salud mental A diario escuchamos notas sobre inmigrantes que
afrontan infinidad de obstáculos a kilómetros de su
hogar buscando mejor vida.
Sin embargo, pocas veces nos damos cuenta de que las
dificultades que experimentan, más allá de lo material,
los hacen vulnerables a la enfermedad mental, sobre
todo si no consiguen las metas que tanto habían
soñado.
3. Duelo
migratorio
Pero, ¿qué es el síndrome del migrante? Esta condición,
también llamada síndrome de Ulises (por el héroe griego
que padeció innumerables adversidades y peligros lejos
de sus seres queridos), se presenta en personas que
sufren sensación de aislamiento y estrés crónico,
entre otros signos, debido a la necesidad de rehacer
su vida en otro país.
Según especialistas, cualquier inmigrante, en situación
ilegal o no, vive una serie de pérdidas que le producen
múltiples duelos, de ahí que generalmente consideren al
duelo migratorio como uno de los signos más frecuentes
de esta afección.
4. Síntomas
del síndrome
deUlises
La sensación de fracaso ante
el proceso migratorio, la
lucha por la supervivencia y el
miedo ante peligros físicos o
a la detención y deportación
del lugar al que llegó, dañan
al individuo a tal grado que pueden originar síntomas
del síndrome de Ulises como:
• Sensación de aislamiento: la separación de los seres
queridos puede provocar soledad en los momentos más
difíciles, es decir, la sensación de no encontrar un lugar
adecuado o personas cercanas, por lo que el vacío
afectivo parece difícil de soportar.
Tristeza: la nostalgia suele ser uno de los sentimientos
más frecuentes en estas circunstancias, que junto a
miedos y preocupaciones, provocan ideas de
incapacidad y de falta de valor (baja autoestima).
5. Otros signos…
Culpabilidad: el migrante se
siente culpable por "hacer mal
las cosas", por “abandonar” a
seres queridos o por creerse
la causa de su propio fracaso.
Desengaño: el individuo suele ver que ha llegado a un
lugar muy diferente al que esperaba y puede sentir
cierto resentimiento por su nuevo “hogar”.
Signos físicos: los síntomas psicológicos suelen ir de la
mano de insomnio, migrañas, dolores de cabeza y de
estómago, nerviosismo, falta de apetito o exceso en la
ingestión, falta de concentración o fatiga crónica.
Estos malestares se acentúan durante las festividades
decembrinas, época que más fibras emocionales mueve
en la mayoría de las personas.
6. Tratamiento
para el
síndrome
del inmigrante
No existe un tratamiento
concreto para los síntomas
de la enfermedad del
migrante, como también se le llama.Algunas personas
superan poco a poco el miedo ante los grandes cambios,
el cual es normal, hasta que consiguen adaptarse a su
nueva vida de forma satisfactoria.
Sin embargo, cuando las cosas no caminan como se
había soñado o el individuo no es tan fuerte como para
saber afrontar las adversidades, la posibilidad de que su
salud mental se vea afectada es alta.
En este caso, la persona necesita que alguien le anime y
le haga ver las cosas buenas y divertidas que hay en su
vida, distrayéndole de sus problemas.
7. ¿Cómo ayudo
a quien sufre
síndrome
deUlises?
¿Cómo tratar el síndrome de Ulises?
Aquí, algunos consejos:
Consulta al médico. Un profesional
de la salud debe examinar al afectado
para verificar tanto su salud física como
sus emociones y el probable vínculo
de éstas con sus malestares.
Atención psicológica. Conviene que el migrante reciba
terapia para procesar y elaborar los duelos y el
sentimiento de pertenencia afectado en estos casos.
¡Adiós al encierro! Lo peor que puede hacer quien
experimenta los síntomas del síndrome de Ulises es
aislarse y esconder sus emociones; por el contrario,
hablar con amigos o seres queridos le ayuda a superar la
sensación de aislamiento que lo lastima.
8. Más ejercicio,
menos estrés
Menos estrés. A medida
que se trata la enfermedad
del migrante, el estrés
crónico disminuye, sin
embargo, también
conviene practicar técnicas
de relajación y respiración.
Si se realizan a diario, ¡mucho mejor!
Ejercicio físico. La actividad física es magnífico medio
para liberar tensión física y mental.
Alimentación equilibrada. Además de las tres comidas
habituales, especialistas sugieren a quien atraviesa una
crisis de nostalgia, angustia y estrés crónico comer
algo ligero (por ejemplo, fruta o una barra de cereal)
cada 2 ó 3 horas. La problemática que enfrenta el
inmigrante implica un gasto de energía muy grande y
debe recuperarla para salir adelante.
9. Apoyo para
salir adelante,
clave Emigrar puede ser una experiencia enriquecedora, pero
también un momento de crisis que expone aspectos que
el individuo no había vivido hasta esta situación.
Saber enfrontar la soledad, el estrés, la fatiga crónica
y, en general, todo este reto puede fortalecer a la
persona y hacerla crecer si cuenta con gente que la
apoye y ayude a salir adelante, especialmente en épocas
tan emotivas como las fiestas decembrinas.
10. SyM – Andrea de María
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