El documento describe los nuevos paradigmas del envejecimiento activo, incluyendo la promoción de estilos de vida saludables, la participación social y la independencia entre las personas mayores. La OMS define el envejecimiento activo como un proceso para mejorar la calidad de vida de las personas a medida que envejecen mediante la optimización de la salud, participación y seguridad. Los gerontólogos deben enfocarse en aumentar factores como una dieta saludable y actividad física, y promover el funcionamiento cognitivo y psicosocial de
1. EL ENVEJECIMIENTO ACTIVO
Mgsc. Richard rodríguez
NUEVOS PARADIGMAS DEL ENVEJECIMIENO Y LA SALUD.
En la sociedad moderna la población de personas de mayor edad está
aumentando aceleradamente. Las tendencias demográficas están generando un
encanecimiento biopsicosocial de la población de personas de mayor edad. Se
trata de un fenómeno global y universal. Entre los éxitos más resonantes del siglo
XXI se encuentran: el aumento de la longevidad, disminución de la fecundidad y el
mejoramiento de la salud.
Las nuevas tendencias en las sociedades envejecidas, las propias personas
de edad, con fuerza dinamizante del aumento de su número, están obligando a la
colectividad a adoptar un concepto de la vejez positiva, activo y orientado hacia el
desarrollo humano, con plena y decidida integración social de las personas de
mayor edad.
Entre los principios de las Naciones Unidas (ONU) a favor de las personas
de edad se encuentran la independencia, la participación, la autorrealización y la
dignidad: avancemos con estos principios con las propias familias y comunidades
hacia el reto de un “envejecimiento sano y libre de discapacidad”.
El marco conceptual de la gerontología moderna y los nuevos paradigmas
sobre el envejecimiento se basan en la premisa de que el envejecimiento
saludable depende en gran medida de la promoción de la salud, mantenimiento de
la actividad física y de funciones cognoscitivas, participación ininterrumpida de
actividades sociales y productivas. Con base en las experiencias aprendidas en
las comunidades las nuevas direcciones en la atención gerontológica de
organismos tanto públicos como privados deben mayormente enfocarse en el
bienestar de las personas de edad.
Los gerontólogos y gerontólogas han venido estableciendo una meta:
promover el buen envejecimiento. Esto mediante la elaboración y fortalecimiento
de programas de intervención gerontológica pretendiendo promover la salud y el
bienestar de las personas de 60 años y más, asignando funciones creativas para
estas personas en la sociedad, crear entornos propicios en la familia y
comunidad: inventemos la idea de crear abuelos saludables, familias saludables,
comunidades saludables, pero con el compromiso de integración de todos,
incluyendo a los adultos y adultas mayores, sin distingo de edad. La perspectiva
de los planes de acción gerontológicos está centrado en las personas de edad
como agentes de cambio y desarrollo, “bancos de talento” generadores de
ingresos.
Igualmente no podemos implementar servicios de atención gerontológica
sin previamente investigar las necesidades de las personas mayores. Las
2. estrategias de atención gerontológica deben estar seguidas de investigaciones
realizadas en el mismo lugar donde habitan y trabajan las personas de mayor
edad, sobre situaciones de salud y estilos de vida saludables, así como de sus
ambientes adecuados para todos, logrando identificar: ¿cuán sano es el grupo de
60 años o más?, ¿cuáles factores determinan el buen envejecimiento?, mejores
prácticas para promover la actividad física, evaluación nutricional, integración
social de las personas de edad con plena participación. Debemos promover una
sociedad integrada e integradora que contribuya al mejoramiento del bienestar y
calidad de vida de todos. Si las investigaciones en el campo de la gerontología nos
afirman que podemos llegar a una máxima longevidad de 125 años, vamos
entonces a ocuparnos a educar a nuestros niños desde pequeños y a nosotros
como adultos y como personas de mayor edad a programarnos con estilos de vida
saludables a alcanzar esa máxima longevidad.
El deseo de vivir muchos años pertenece a la esencia del ser humano. Los
nuevos paradigmas del envejecimiento y la salud, nos pueden ayudar a conocer y
a conducir, como nos dice Deepak Chopra a “adoptar un estilo de vida sano, que
pueden retrasar los síntomas del envejecimiento hasta en treinta años”, y
contribuir a poder vivir una adecuada y provechosa longevidad.
ENVEJECIMIENTO ACTIVO: nuevo paradigma en un servicio gerontológico
municipalizado.
Es el comportamiento en los estilos de vida sanos y activos para envejecer
positivamente, con la participación de las personas mayores en la comunidad y el
desarrollo. El envejecimiento positivo no significa sólo vivir mucho tiempo
(longevidad y supervivencia) sino vivir “bien” (con salud, activa, productiva y
satisfactoriamente). El envejecimiento activo se refiere a la capacidad de funcionar
en múltiples campos, incluyendo el cognitivo, el social y el emocional. La salud es
la condición principal para envejecer activamente (promoción de disciplina de
comportamientos saludables.
POLÍTICAS SOBRE “ENVEJECIMIENTO ACTIVO”
La OMS, en la II Asamblea Mundial sobre el Envejecimiento del 2.002
plantea el concepto de envejecimiento activo bajo la siguiente definición:
“Proceso de optimización de las oportunidades de
salud, participación y seguridad con el fin de mejorar la
calidad de vida a medida que las personas envejecen”
Tales políticas bajo la óptica de la gerontología buscan establecer
estrategias municipalizadas y de orden comunitario que promuevan:
Personas mayores integradas en su comunidad.
Independencia y autonomía.
Participación individual y colectiva.
3. Mientras que la prevención es una disciplina relacionada con factores de
riesgos y vulnerabilidades de la salud, la promoción del envejecimiento activo hace
referencia al concepto positivo de salud y del envejecimiento positivo y no negativo
de enfermedad o de la vejez como se ha querido suponer.
Los profesionales de la gerontología deben tomar en cuenta en los planes,
programas y proyectos los determinantes del envejecimiento activo y que se
encaminan bajo los siguientes factores:
Figura 1. Determinantes del envejecimiento activo
La vejez activa no pregona el parecer “más joven”, supone la del
funcionamiento del individuo en su totalidad (la salud, el funcionamiento cognitivo,
emocional y social) a lo largo de la vida y la capacidad de transformación y
adaptación. De acuerdo a la II Asamblea Mundial sobre el Envejecimiento, la OMS
insta a ocuparnos de políticas de promoción del envejecimiento activo, para ello
los gerontólogos y gerontólogas deben enfocar su atención en:
1. Aumentar factores que favorecen las conductas de salud y la buena
forma física:
Alimentación adecuada.
Actividad física continuada.
2. Promover los factores protectores del funcionamiento cognitivo.
Alfabetización y formación continua lo largo de toda la vida.
Prácticas de actividades cognitivas en la vejez.
4. Tareas cognitivamente exigentes: creatividad.
Ejercicios de habilidades verbales y de comunicación.
3. Promover el afecto positivo, el control y las habilidades de
acontecimientos vitales positivos.
Promover acontecimientos y emociones agradables y positivas.
Promover afrontamiento activo y adecuado de dificultades,
ansiedades y conflictos.
Promover la confianza en la propia capacidad.
Promover el pensamiento positivo y el optimismo.
4. Promover el funcionamiento psicosocial y la participación.
Fomentar en los mayores la autonomía y la participación en la toma
de decisiones.
Combatir las imágenes negativas sobre la vejez y el envejecimiento.
Promover el envejecimiento en positivo.
Promover la confianza en las capacidades individuales y colectivas.
Promover comportamientos pro-comunitarios en mayores.
Promover la participación comunitaria.
Es necesaria la promoción del envejecimiento activo. Tras cincuenta años
pensando en cómo afrontar el envejecimiento social, por fin disponemos de
certezas y de un marco teórico que nos permite una visión más positiva del
envejecimiento y de la gerontología. El envejecimiento es un reto colectivo y los
avances de la gerontología, como no podía ser de otro, debe destacar en la
educación para promover estos nuevos conceptos.
Hay que combatir el edaismo como un concepto negativo que crea
estereotipos en la vejez. Fernández Ballesteros en su libro sobre envejecimiento
activo 2.009, refiere que “el edaismo es una especie de estereotipo que provoca
discriminación en función de la edad. Uno debe ser consciente de eso”. La misma
autora recomienda que debemos crear un órgano que denuncie la discriminación
en función de la edad y realizar una concepción positiva sobre el envejecimiento
Debemos valorar no solo la vida saludable sino el envejecimiento activo y que
cada vez más personas envejecen activamente
Naciones Unidas orienta nuestra praxis profesional de la gerontología a
entender que la salud, la participación de las personas mayores y su seguridad
son tres elementos claves del envejecimiento activo. Es muy importante, no solo
que los profesionales entiendan esto, sino también la persona corriente, el
colectivo tome conciencia de lo responsable que es su manera de envejecer.
Estamos envejeciendo activamente, somos seres activos. No se nos puede olvidar
que la actividad es absolutamente esencial.
Quienes trabajamos en el campo de la gerontología y directamente con
personas mayores debemos saber que es absolutamente imprescindible
profundizar y concretar el significado del término “activo”, así como valorar las
5. implicaciones que en la práctica ello conlleva. A este respecto Castañeda, 2.009
apunta algunos términos que lleva la palabra “activo”:
Continua participación de las personas en asuntos sociales, económicas,
culturales, espirituales y cívicas.
Las personas han de tener oportunidad de envejecer, siendo protagonistas
de su vida en un quehacer proactivo, y no como meras receptoras de
productos, servicios, asistencia o cuidados.
Implica un enfoque comunitario.
Requiere que la sociedad garantice que los ciudadanos mayores puedan
continuar informados y reconocidos sus derechos.
Asume un enfoque intergeneracional.
Promueve el desarrollo de la persona hasta el final de sus días.
Requiere un enfoque holístico de la gerontología, pues ofrece una visión
más completa y global de las personas y de su proceso de envejecimiento.
La sensibilización y la capacitación para que los más mayores puedan ejercer
ese derecho y ese valor activo es uno de los campos de actuación de los
profesionales gerontólogos y gerontólogas egresados de la UNEFM y donde la
educación (dentro de su perfil) ha de plantearse abordar sin demora.
Sin duda alguna la atención de los servicios gerontológicos constituye la
piedra angular de la atención comunitaria para la promoción del envejecimiento
activo. Pero la cuestión, sin embargo, debe alcanzar una cobertura suficiente.
De acuerdo al nuevo paradigma de envejecimiento activo, los servicios
gerontológicos deben priorizar y colocar a los adultos y adultas mayores en una
posición de valimiento por sí mismo: una forma de acción social encaminada a
poner a hombres y mujeres mayores en una situación personal y social nueva y
más elevada en relación con su situación pasada y a partir de una actualización de
las potencialidades de cada individuo, de manera personal y de cada grupo que
integra la comunidad. El servicio en gerontología debe ir encaminado a mantener
a las personas de mayor edad activa, viviendo en su medio social, en la promoción
de su desarrollo integral y sociocultural.
La República Bolivariana de Venezuela, en su política social actual, vive
momentos de profundas transformaciones, orientadas a la consolidación de una
sociedad humanista, democrática, protagónica, participativa, multiétnica,
pluricultural, e intercultural; en un Estado democrático de derecho y de justicia
cuyos principios están definidos en la Constitución de la República Bolivariana de
Venezuela (CRBV) de 1.999. Estos principios constitucionales humanistas van a la
par con el nuevo paradigma de envejecimiento activo.
En efecto, la CRBV orienta el proceso de refundación de la República como
fin supremo del Estado y plantea la formación de un ciudadano y ciudadana con
6. principios, virtudes y valores de libertad, cooperación, solidaridad, convivencia,
unidad e integración, que garanticen la dignidad y el bienestar individual y
colectivo.
A este respecto el Estado ha venido promoviendo y encaminando a
impulsar la construcción de saberes, con la participación permanente de los
actores sociales comprometidos con el desarrollo de la comunidad y el proceso
educativo, para establecer una fuente principal de aprendizaje que ayude a
reconocer los problemas y necesidades, superar las dificultades, asumir
responsabilidades, confrontar el cambio y valorar las diferencias; planteamiento
que se corresponde con los aportes teóricos referidos al aprendizaje que garantiza
en el individuo la apropiación activa y creadora de la cultura, propiciando el
desarrollo de su auto-perfeccionamiento constante, de su autonomía y
autodeterminación, en intima conexión con los necesarios procesos de
socialización, compromiso y responsabilidad social.
La política gerontológica y social venezolana actual, entre otros, debe
promover con énfasis darle el poder al pueblo, en las cuales los adultos y adultas
mayores deben para asumir su poder. Así mismo, se debe enfatizar, apoyar y
fortalecer los programas gerontológicos municipalizados con la participación activa
de las personas mayores.
La gerontología moderna debe ir a la par de los nuevos escenarios y
políticas que van emergiendo en la realidad social venezolana. La gerontología
venezolana, debe actualizarse hacia un contexto social municipalizado, buscando
la atención en las personas mayores a descubrir su propio potencial.
Llevar en concreto la municipalización de la gerontología de envejecer
activamente en nuestro país, es conocer nuestro propio envejecimiento local y
particular, estando inmerso en el macrocosmo del universo y para cuyo logro,
cada gerontólogo y gerontóloga, así como los adultos mayores, la comunidad y
los políticos deben estar comprometidos con la transformación social del
envejecimiento poblacional y sus implicaciones biopsicosociales. El desarrollo de
un envejecimiento activo, sano depende de la localidad, sus habitantes, las
personas envejecientes y en particular de los adultos y adultas mayores.
En suma, el enfoque del los nuevos paradigmas sobre el envejecimiento
debe partir del enfoque planificado de un modelo de salud que rescate con mayor
fuerza el viejo esquema del nivel primario de atención de la salud, sobre la
promoción de la salud (Envejecimiento activo, saludable, etc.) y el de prevención
de riesgos y vulnerabilidades que pudieran suceder en las personas mayores
sanas, la familia y la comunidad. De esto nos ocuparemos en el próximo capítulo
sobre el modelo de salud de Leavell y Clark aplicado en la atención gerontológica.