El documento describe varias nuevas técnicas e investigaciones en medicina. Se ha desarrollado una enzima llamada prolina deshidrogenasa que puede ayudar a prevenir el cáncer. También se ha creado una sangre artificial similar a la hemoglobina que podría usarse como sustituto de la sangre. Además, se ha inventado una tirita digital pequeña que puede medir signos vitales como la frecuencia cardíaca y enviar los datos a un ordenador para monitorear pacientes de forma remota.
Nuevas técnicas de investigación en medicina: prolina deshidrogenasa, sangre artificial, tirita digital y fábrica de ADN
1. NUEVAS TECNICAS DE INVESTIGACION y avances
EN LA MEDICINA
POR ANDRÉS GÓMEZ GONZÁLEZ
2. UNA ENCIMA CONTRA EL CANCER
• Prolina deshidrogenasa.
Puesto que no es fácil trabajar con la forma humana de esta enzima, el equipo estudió la
prolina deshidrogenasa de la bacteria Thermus thermophilus. Utilizaron estudios bioquímicos
y bio-informáticos, para demostrar que esta enzima es funcionalmente similar a la humana y,
por tanto, los resultados obtenidos se podrían generalizar para ambas versiones de la
enzima.
Por medio de análisis bioquímicos y de cristalografía de rayos X, el equipo creo un modelo de
prolina deshidrogenasa capaz de proporcionar a los científicos más información acerca de la
estructura de la molécula y sus funciones.
Esta proteína es importante para la prevención del cáncer porque permite la creación de
superóxido, una especie que interviene en la muerte celular, el proceso en el que se suelen
destruir las células dañadas o enfermas.
3. SANGRE ARTIFICIAL
• Es posible el desarrollo de una nueva sangre artificial que sería totalmente estéril e incluso
se podría fabricar en forma deshidratada. Esto facilitaría su transporte y permitiría
almacenarla de cara al futuro, bastando con añadir agua posteriormente para obtener sangre
del grupo 0 negativo (el donante universal). Tras cinco años de desarrollo, combinando la
porfirina con monómeros que se autoensamblan en estructura de árbol, se ha logrado una
molécula extremadamente similar a la hemoglobina en forma y tamaño y que, además,
ofrece el entorno adecuado alrededor del núcleo de la porfirina para que se enlace el hierro
y libere el oxígeno. El aspecto de esta sangre artificial es el de una pasta de color rojo oscuro,
con la consistencia de la miel y soluble en agua.
El hecho de poner sangre plástica en el cuerpo, aunque sea para salvar una vida, suena
arriesgado, pero las porfirinas son naturales .El componente polimérico sería ignorado por
sistema inmunológico del cuerpo humano y existen usos médicos en la actualidad que
reafirman su postura; sin embargo, de momento, el experimento se limita a tubo de ensayo.
4. LA TIRITA DIGITAL
Una empresa spin-off de Londres ha desarrollado un nuevo sistema de
sensor para vigilar el estado de salud de las personas y enviar diagnósticas a
un ordenador. Según sus creadores, esta tirita digital que lleva un aparato
electrónico diminuto podría resultar especialmente útil para controlar la
salud de personas mayores que viven solos.
Esta tirita digital mide tan solo tres milímetros por cinco y tiene un chip
de silicio que lleva sensores capaces de detectar diversos síntomas. Uno
puede detectar la actividad cardiaca, otro la temperatura corporal y otro
niveles de azúcar en la sangre. Toda la información recopilada es
procesada por el chip de silicio Sensium cuya fuente de energía es una
pequeña pila, parecida a las que llevan los relojes digitales.
5. LA FÁBRICA DE ADN
• Una empresa de biotecnología de Cambridge, Massachussets, pretende mejorar la eficiencia de
la ingeniería genética. Para ello, fabrica hebras de ADN a medida, evitando a los científicos el
trabajo de tener que unir complicadas piezas de ADN a la antigua.
A medida que es más y más barato crear trozos grandes de material genético desde el principio,
los científicos podrán obtener creaciones biológicas cada vez más complejas.
La capacidad para fabricar construcciones genéticas complejas es algo fundamental en este
campo, al permitir a los científicos utilizar los trozos de ADN para diseñar nuevas partes
biológicas que se pueden insertar posteriormente en bacterias u otras células.