ACERTIJO DE LA BANDERA OLÍMPICA CON ECUACIONES DE LA CIRCUNFERENCIA. Por JAVI...
Planificación recursos video
1. Alumna: Vanesa Benitez
Escuela: Tomás Ferrari
Área: Lengua
Grado: 4 °
Contenido: Adjetivos
Objetivo: Reconocer adjetivos para comprender que son palabras que nos permiten
enunciar cualidades.
Desarrollo de la clase:
Al comenzar la clase se les comentará a los alumnos que seguiremos trabajando con la
leyenda “un indiecito travieso” vista la clase anterior, pero en esta instancia mediante la
proyección de un video, para ello se les pedirá que presten mucha atención.
Luego de la proyección del video se hará una puesta en común y se les realizarán las
siguientes preguntas:
¿Cómo era Huampi?
¿Cómo quedaron los ñandús?
¿Cómo era la abuelita?
¿Cómo era el viento?
De esta manera se analizarán las cualidades de los personajes que aparecen en la leyenda
como (travieso, descuidado, etc.). A continuación realizará otra pregunta: si dijéramos:
Huampi era un indiecito pequeño obediente y cuidadoso que caminaba por los valles
calchaquíes preocupándose por los animalitos y árboles que allí vivían… ¿Estaríamos
hablando del mismo Huampi de la leyenda? ¿Por qué?
De esta forma se podrá ver que éstas son palabras que dan sentido a un texto, que al
modificarlas cambia el sentido del mismo.
A continuación se les pedirá a los alumnos que realicen las siguientes actividades:
1) – Elijo a mi compañero/a preferido/a y escribo cómo es.
2) – Invento una leyenda similar a la de Huampi en la que el protagonista sea mi
compañero/a preferido/a.
2. Como cierre de la clase se realizará una puesta en común sobre el trabajo realizado
por los alumnos.
Guión audiovisual
Video Audio
Plano general de paisaje de montañas.
Plano general de paisaje de montañas y río.
Plano general de la imagen de Huampi.
Plano general de la imagen del agua.
Plano general de la imagen de animales en
el agua.
Plano general de Huampi arrojando piedras
a las vizcachas y quirquinchos.
Plano general de imagen de ñandú.
Plano general de imagen de viñedos.
Huampi era un indiecito que vivía en la
provincia de San Juan. Era un pequeño
travieso y descuidado, que corría por los
valles calchaquíes, sin importarle de los
animalitos y árboles que allí vivían.
Le gustaba arrojar piedritas al agua y como
lo hacía en forma violenta, muchas veces
golpeaba a los animales que por allí
pasaban.
Sonido de piedras que caen al agua.
Sonido de animales.
- ¡Alguien tiene que detener a este niño! –
decían las vizcachas y quirquinchos,
sacudiéndose las piedritas que quedaban en
sus lomos.
- ¡Dímelo a mí! Ya casi no tengo plumas.
Me da cada susto que casi estoy calvo –
agregó un ñandú.
- Y a nosotros, casi no nos quedan uvitas –
3. Plano medio de la imagen de los padres de
Huampi.
Plano general de la imagen del cacique de la
tribu.
Plan general de la imagen de la
Pachamama.
lamentaban los viñedos.
Los padres de Huampi se esforzaban para
que su hijito aprendiese a cuidar todo lo que
lo rodeaba, pero el pequeño era muy
desobediente y no modificaba su
comportamiento.
Cansado que el indiecito destruyera la
naturaleza a cada paso que daba, el cacique
de la tribu decidió hablar con la india más
anciana y sabia de la región.
Pachamama, así se llamaba la abuelita, era
tan viejita que parecía que siempre había
habitado el suelo sanjuanino.
La ancianita respetaba y amaba mucho a la
naturaleza y en cierto modo, representaba
para todos los indios a la tierra misma: era
generosa, simple y buena.
- Ya le daremos una lección a ese pequeño.
Aprenderá a respetar a la tierra y a todas las
criaturas que en ella viven –dijo la
Pachamama.
4. Plano general de la imagen de Pachamama.
Plano general de imagen del viento.
Plano general de la imagen Huampi
arrojando piedras.
Plano general de la imagen del viento.
Un viento cálido sopló entonces y despeinó
su blanca cabellera, lo que le dio a la
abuelita una gran idea.
Sonido del viento.
- Necesito ayuda –dijo la Pachamama al
viento Zonda que había escuchado las
palabras de la anciana -¿puedes colaborar
conmigo para que este indiecito travieso
deje de dañar a la naturaleza y molestar a la
gente?
Se escuchó un silbido que la ancianita
entendió como un “por supuesto”, “cuenta
conmigo”.
La tarde siguiente, el viento bajó de la
montaña y al ver a Huampi tomar una
piedrita para arrojarla, sopló con toda su
fuerza, desviando así su recorrido El niño
volvió a intentarlo y el picarón zonda una y
otra vez, desvió cada piedrita.
Dándose cuenta que no tenía suerte,
5. Plano general de la imagen de las uvas de la
vid.
Plano general de la imagen del viento.
Primerísimo primer plano de la imagen de
Huampi.
Plano general de la imagen del viento.
Primerísimo primer plano de la imagen de
Huampi.
Plano general de imagen de paisaje con
aves.
Plano general de paisaje de río.
Huampi decidió intentar con las uvas de la
vid, pero cada vez que trataba de tomar una,
el viento soplaba tan fuerte que hacía que
las ramas escaparan de sus manitos.
El pequeño se dio cuenta que algo estaba
ocurriendo. Cada vez que intentaba hacer
algo que no era correcto, el cálido viento
rozaba su carita y se escuchaba un silbido
que parecía decir “pórtate bien indiecito
travieso”. Así el indiecito nunca más pudo
golpear y molestar a las criaturas que allí
vivían.
Música guaraní.
6. Plano general de la imagen de las uvas de la
vid.
Plano general de la imagen del viento.
Primerísimo primer plano de la imagen de
Huampi.
Plano general de la imagen del viento.
Primerísimo primer plano de la imagen de
Huampi.
Plano general de imagen de paisaje con
aves.
Plano general de paisaje de río.
Huampi decidió intentar con las uvas de la
vid, pero cada vez que trataba de tomar una,
el viento soplaba tan fuerte que hacía que
las ramas escaparan de sus manitos.
El pequeño se dio cuenta que algo estaba
ocurriendo. Cada vez que intentaba hacer
algo que no era correcto, el cálido viento
rozaba su carita y se escuchaba un silbido
que parecía decir “pórtate bien indiecito
travieso”. Así el indiecito nunca más pudo
golpear y molestar a las criaturas que allí
vivían.
Música guaraní.