Este documento discute la semejanza y diferencia entre las personas. Explica que aunque somos semejantes debido a que todos somos seres humanos, también somos diferentes con características únicas. Reconocer tanto la semejanza como la diferencia es importante para comprender al otro y establecer relaciones significativas. Sin embargo, muchas sociedades valoran la homogeneidad e ignoran o discriminan la diversidad. El documento concluye que debemos aceptar y celebrar nuestras diferencias individuales en lugar de tratar de ocultarlas o j
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Diferencia y semejanza en la alteridad
1. Universidad Distrital Francisco José de Caldas
Facultad de ciencias y educación
Licenciatura en pedagogía infantil
Necesidades educativas especiales (NEES)
Ingrid Xiomary Rojas Castañeda cód. 20161187043
LA SEMEJANZA Y LA DIFERENCIA
¿Cómo entender que somos semejantes y a la vez diferentes?
Es importante que reconozcamos que somos semejantes, pero hay que dejar de entender por
semejanza que somos iguales, a lo que se refiere esta valiosa palabra es a que nos permitamos vivir
y sentir como el otro, entender que somos seres humanos y que al igual que yo siento,percibo, vivo y
pienso, el otro también lo hace. Cuando logramos comprender esto somos capaces de acceder al yo
del otro y de igual forma permitimos que el otro acceso a nuestro yo. Aquípodríamos hablar entonces
de la alteridad, ya que esta se refiere a la condición de ser otro, nos permite descubrir la concepción
del mundo y de los intereses del otro.
De acuerdo aeso la alteridad nos permite ponernos enellugardelotro,alterando la perspectivapropia
con la ajena. Así la semejanza nos permite hacer una analogía entre mi yo y el yo del otro, esto es
importante porque solo si soy capaz de reconocerme en el otro, puedo ser capaz de acceder a su
subjetividad y permitirque elotro entre en la mía, y de esta forma surge la identificación.Es importante
aclarar que la alteridad y la semejanza no hacen referencia al cuerpo orgánico del otro, aunque este
tiene un importante papel ya que si yo y el otro no contáramos con un cuerpo orgánico que contuviera
nuestra subjetividad sería imposible pensar siquiera en establecer relaciones.
Teniendo esto claro, podemos empezar a decir que lo que constituye al otro como ser humano no se
ve, ya que cuando el otro se expresa podemos concluir que en ese cuerpo hay un ser pensante como
yo y así el otro queda reducido a otro yo. De esta manera se hacen analogías desde el yo para
comprender al otro, a pesar que lo único que se percibe son palabras y movimientos. Por lo tanto el
otro aparece como una modificación de mi yo, porque todo lo que yo percibo del otro parte de mi yo.
Para entender un poco como se constituye el otro yo sujeto es necesario tener en cuenta una serie de
procesos que parten de mí; primero, hay que entender que nuestro cuerpo es nuestro, pero no es
nuestro yo, es solo algo físico, orgánico como lo había mencionado anteriormente. Así que lo que
vemos delotro no es suyo,lo que vemos es elmedio porelcualpodemosaccederaese yo.Segundo,
cuando percibimos un cuerpo semejante al nuestro se produce una asociación análoga, en la cual
proyectamos nuestra condición orgánica en el otro y asíel otro también es percibido como orgánico.
Y tercero, ese acceso del yo al otro después de verlo como algo orgánico con subjetividad, es el que
permite que se produzca una intimidad en la cual entregamos nuestro yo y recibimos el yo del otro.
Por último, vale la pena aclarar que el simple hecho de que conozcamos o distingamos al otro
superficial mente no nos va a permitir una conexión verdadera, ya que no se dará identificación, ni
tampoco se permitirá el acceso mutuo entre subjetividades,debido a esto es claro que se necesita
cambiar muchas concepciones que como sociedad hemos creado acerca de permitirnos entrar en
2. verdadero contacto con el otro,es decir necesitamos ser abiertos a la idea de que solo si nos dejamos
concebir en todas nuestras dimensiones podremos concebir de igual forma a los demás.
Ahora bien, hemos hablado de la alteridad como la que nos permite ser conscientes de la existencia
del otro y de que al igual que yo ese otro necesita ser reconocido. Pero,¿qué pasa cuando esto no es
así? Estaríamos en este caso hablando de una alteridad deficiente, lo cual quiere decir que no es
posible encontrar semejanza en el otro, si, sabemos que ese otro es un ser humano pero como no
tiene las características que pensamos son necesarias para la semejanza, simplemente lo vemos
como diferente en relación a mí, y es allíen donde el otro deja de existir para nosotros y de igual forma
nosotros para ese diferente, por lo cual no podremos acceder a ese yo del otro y nos vamos a cerrar
la posibilidad de comprender el mundo de una manera diferente. Pero el principal problema de esta
cuestión no es ese. El verdadero problema radica en que no comprendemos que nosotros mismos
también somos diferentes.
En una sociedad como la que hemos construido es mal vista la diferencia, porque no se comprende
que la esencia del ser humano es la diversidad, es decir no comprendemos que todos, absolutamente
todos tenemos particularidades que nos hacen diferentes y únicos. No se ven estas diferencias como
algo positivo que puedepermitirconcebirelmundo de miles de maneras,sino que creemos que todos
debemos ser iguales, por lo tanto los que tienen particularidades más notorias deben ser segregados,
apartados y tratados de otra manera. Por otro lado los que no tenemos estas particularidades tan
evidentes hacemos lo posible para que no se den a conocer, esto simplemente por temor al rechazo
o por querer encajar en una sociedad en donde exigimos la homogeneidad.
Teniendo en cuenta que los seres humanos somos producto de los contextos sociales en los que
vivimos, se puede hacer mención ahora de la mismidad. Este término me hizo reflexionar respecto a
cómo nos vemos los unos a los otros, ya que todos tenemos formas diferentes de instalarnos en el
mundo, y eso está perfecto, lo malo es cuando pretendemos que los demás lo hagan igual que yo y
ellos pretendan que yo lo haga como ellos. Es decir, tenemos la creencia de que como yo (cada uno)
percibo el mundo es la manera correcta y la única. Evidentemente esta es una concepción errada,
pero como lo que buscamos es la aceptación, entonces es mejor callar y ocultar todo aquello que nos
haga ver como diferentes.
Para no caer en el error de no aceptarnos y darnos a conocer tal y como somos es necesario que
comprendamos que está bien ser diferente y que además es necesario,de lo contrario viviríamos en
un mundo monótono, en donde no sería necesario conocernos entre nosotros mismos porque que
importaría relacionarme con el otro si es igual a mí, no tendría relevancia. Reconocernos como
diferentes nosotros mismos nos brinda la oportunidad de comprender el mundo de una manera
diferente, nos permite ver que cada persona es un mundo y que hay mucho que aportarnos los unos
a los otros. Pero también nos da la oportunidad de podernos reconocer en todas las personas sin
hacer ningún tipo de discriminación,y asípodemos very comprenderelmundo de maneras que nunca
nos hubiéramos imaginado,esto porejemplo paradosdesdelaperspectivade las personas que tienen
unas particularidades que por más que quieran no pueden ocultar, una persona ciega ve el mundo de
una manera diferente, ve por medio de otras partes de su cuerpo, lo cual es totalmente valido, ¿quién
dice que no?, nadie tiene la autoridad para decirnos que no podemos ser diferentes, es más nadie lo
puede decir porque hasta la persona que se atreva a decirlo es diferente.
3. De acuerdo al ejemplo que mencione anteriormente tengo que aclarar que hay personas con
particularidades como las que mencione que son muy evidentes, pero que no desean ocultarlas, y
permiten comprender que viven en el mundo de una forma particular y que no lo podrían hacer así si
no contaran con dichas particularidades. De acuerdo a esto cabe mencionar que muchas veces
cuando hablamos de particularidades pensamos inmediatamente en discapacidades,y no pensamos
que las personas con algún tipo de dicacidad son personas tan capaces como las que no las tienen y
es así en donde la sociedad se encarga de limitar y poner obstáculos a estas personas, pensamos
que podemos hacer grupos y que todas las personas que están dentro se deben comportar de una
manera determinada, y una vez más nos equivocamos al pensar esto, ya que cada persona por mas
etiquetada que la tengamos tiene su propia subjetividad y va hacer, decir, pensar, y actuar de una
manera no predecible.
Así que para concluir es importante decir que debemos romper con los estereotipos que nosotros
mismos como sociedad hemos impuesto, hay que dejar que cada persona sea como es y respetar
eso, además porque cuando decimos hablar de nuestras particularidades nos damos cuenta de que
no somos los únicos que las tenemos y nos sentimos identificados con nuestras diferencias. También
tenemos que dejar de hablar y de actuar desde la ignorancia ya que lamentablemente es lo que más
prevalece al momento de referirnos a los otros, hay que conocer, entender, ponernos en los zapatos
de los otros y preguntarnos que necesitan y cómo podríamos ayudar. Por ultimo comprender que
vivimos en un mundo en donde la diferencia predomina, por lo tanto se vale ser diferente pero sin
desconocer al otro como semejante.
REFERENCIA BIBLIOGRÁFICA
Skliar, C. (2002). capítulo I acerca de la temporalidad del otro y de la mismidad. Notas para
un tiempo (excesivamente) presente. ¿y si el otro no estuviera ahí? (pp.31-51). Buenos Aires,
Argentina: Miño y Davila.
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enjuiciamiento (voraz) a la normalidad. ¿y si el otro no estuviera ahí? (pp.31-51). Buenos
Aires, Argentina: Miño y Davila.
Sacks, O. (2012). Alucinaciones. Anagrama
Sacks, O. (1995). Un antropólogo en Marte. Anagrama