El documento analiza la apropiación del concepto de "normal" y el rechazo de la diferencia. Argumenta que se ha enfatizado en vernos a nosotros mismos como normales y al otro como diferente, llevando esta perspectiva a diversos espacios como la escuela. Cita a autores como Skliar y Sacks para mostrar cómo la diferencia no es sinónimo de carencia, y cómo a través de la comprensión mutua podemos ver al otro no como un monstruo sino como parte de un todo mayor.
1. Universidad Distrital Francisco José de Caldas
Facultad de Ciencias y Educación.
Licenciatura en Pedagogía Infantil.
Asignatura: NEES.
Docente: Isabel Torres.
Estudiante: Laura Cristina Valderrama Guatibonza. Código 20121160096
¿Por qué nos hemos apropiado de la perspectiva del “yo como normal” y hemos
rechazado el “yo y el otro como diferente”, a tal punto de llevarlo a cada espacio
de nuestros diario vivir?
Mi pregunta problema se genera a partir del constante énfasis que hemos tenido durante
la clase y que me ha hecho fijarme que esta todo el tiempo en mi vida, y es el concepto
de “normal”, el cual es complejo y al cual quisiera cuestionar a partir de las lectura y
películas vistas es clase, y construir una nueva visión que me permita a partir de mi
postura y la de los autores interiorizar y sensibilizarme frente aquella apropiación y
rechazo que he tenido frente la percepción compleja de la diferencia.
Diariamente utilizamos el concepto de normal, pero muy pocas veces nos preguntamos
a qué nos referimos cuando utilizamos este concepto, ya sea para referirnos a nosotros
mismos o para referirnos al otro, o como respuesta a una pregunta, etc. quizás
simplemente lo decimos por costumbre, pero muchas veces hacemos referencia a ese
normal comoaquello correcto e indicado, es decir cuando nos referimos a yo soy normal,
queremos decir que soy como los demás, y que no me salgo de lo determinado, ¿pero
realmente podremos hablar de que somos normales y de que todos somos iguales?.
Para poder darle respuesta a mí pregunta problema y aquellas que vayan surgiendo
durante el texto tomare a Carlos Skliar partiendo de uno de sus planteamientos
“Un otro como cuerpo, mente, comportamiento aprendizaje, atención, movilidad,
sensación, percepción, sexualidad, pensamiento, oídos, memoria, ojos, piernas,
sueños, moral, etc. Parecen encarnar sobre todo y ante todo nuestro absoluto temor a
la incompletud, a la incongruencia, a la ambivalencia, al desorden, a la imperfección, a
lo innombrable, a lo dantesco” (Carlos Skliar. 2002. P. 116).
Quise iniciar con esta cita teniendo en cuenta que siempre queremos estar dentro de
ese concepto de “normal”, que sean los otros quienes no lo sean, es por ello que parto
del otro, porque nos parece mucho más fácil hablar del otro, el otro que le falta algo, el
otro comoalguien que yo no soy y que no quiero ser, muchas veces el otro siempreesta
incompleto y carece de algo, nos hemos acostumbrado a ver al otro como un monstruo,
pues hemos crecido creyendo que por el hecho de que una persona sea ciega, sorda,
muda, que use muletas, que le falte alguna de sus extremidades, etc. Ya es alguien del
quien no se debe hablar, ni mirar, alguien ajeno.
Mi pregunta está basada en esa apropiación de lo normal y es con relación al hecho de
que nos cuesta comprender e interiorizar que todos somos diferentes y que todos
2. carecemos de algo. Esa concepción de normal que nos la muestra Carlos Skliar desde
la misma concepción de norma
“Hay una concepción liberal que nos obliga a mirar la norma como algo que ha estado
desde siempre. Siempre, en el sentido que la mismidad pareciera ser dueña un deseo
tan natural como milenario de compararse, cotejarse, medirse, estudiarse. Siempre,
porque la mismidad no desea otros espejos que los propios. Siempre, porque la
mismidad quiebra los espejos que no le son propios” (Carlos Skliar. 2002. P. 128).
Siempre vemos al otro como anormal, porque no es igual a nosotros, porque siempre
vemos al otro con los ojos de la mismidad, de lo propio, de aquello que es el otro y que
yo no necesito, desde los ojos de lo homogéneo y desde el orden.
Ahora bien cuando en mi pregunta me refiero a eso que hemos ido llevando a muchos
de los espacios de nuestra cotidianidad con referencia tanto a la apropiación del “yo
normal” y el rechazo del “yo y el otro como diferentes” hago referencia como primer
espacio a la escuela, pues muchas de las concepciones que tenemos del otro nacieron
allí, siempre el otro como referente de lo bueno que debía ser, o como lo malo en lo que
no debía convertirme, siempre pretendiendo moldear a partir de esos referentes,
buscando que todos supiéramos lo mismo y lo aprendiéramos de la misma manera.
Para aclarar un poco de lo que quiero hablar frente a la escuela, tomare como referente
la película “frente a la clase” de Peter Werner.
Desde mi posición de docente en formación considero que muchas veces buscamos
que todos los estudiantes hagan lo mismo y siempre estén en orden, pero ¿qué sucede
cuando en el aula hay un estudiante con alguna necesidad especial, como es el caso
del síndrome de tourette? Muchas veces simplemente hacemos de cuenta que no se
encuentra en el salón o buscamos algo con que distraerlo para que no interrumpa la
clase, esta película es un claro ejemplo de lo que muchas veces como docente hemos
hecho, el profesor Brad quien es el protagonista, nos muestra que el síndrome no lo
hace menos y sin ninguna capacidad, pero si nos muestra lo mal que estamos como
sociedad, pues no son ellos lo que no tengan la capacidad de desarrollar cualquier
actividad, sino nosotros que les quitamos la oportunidad por pensar que su diferencia lo
hace menos capaz, nuestros ojos permeados por esa mismidad, por ese “normal”. Brad
nos muestra que somos los adultos a los que cuesta ver al otro como ese alguien que
yo he necesitado para ser yo, pero también nos deja ver que somos los adultos los que
nos quedamos con la idea de que los niños y niñas no son capaces de entender al otro
como un yo, y no como un ajeno.
Nosotros como sociedad siempre hemos buscado categorizar al otro, búscale un
espacio diferente, en algunos casos nos sentimos más tranquilos cuando se tiene un
diagnóstico. Es importante tener en cuenta que la diferencia no se trata de factores
físicos solamente, sino pensar diferente, ver diferente, aprender diferente, conocer
diferente, hacer cada una de las cosas que hacemos a diario de una manera diferente,
la diferencia no es sinónimo de carencia, ni de ausencia, sino es aquello que nos hace
en muchos casos únicos, con muchas capacidades, es quizás aquello que por más que
intentemos no se va poder minimizar, es algo que esta y que debemos aceptar como
parte de nosotros, no como una enfermedad. Pues bien de acuerdo con esto tomare
como referente a Oliver Sacks en su libro “Un antropólogo en marte” más
3. específicamente el capítulo de “la vida de un cirujano” el cual está relacionado con la
vida de un cirujano quien tiene el síndrome de tourette, quien considera lo siguiente
“el síndrome de tourette y yo se conforman el uno al otro, complementándose
mutuamente cada vez más, hasta que finalmente, como una pareja que lleva mucho
tiempo casada, se convierten en un solo ser compuesto. Esta relación es a menudo
destructiva, pero también puede ser constructiva, puede añadir rapidez y
espontaneidad, y una capacidad para actuar de manera inusual y a veces
sorprendente” (Oliver Sacks. 1995. P. 110)
La vida de este cirujano nos muestraun poco sobre esto que muy pocas veces creemos
que pueda suceder o que quizás consideramos que no se pueda ser capaz y es el ser
cirujano con este síndrome, un doctor que vive diariamente con este síndrome y que ya
hace parte de él, fue un proceso en el cual muchas veces por factores sociales se veía
quizás derrotado, pero que con el tiempo se demuestra a él mismo que es más fuerte
que el síndrome. Con esta referencia quiero mostrar un poco de mi pregunta con
relación al yo y el otro como diferentes, pues considerar al otro no como monstruo sino
como aquel que ha hecho parte de mi configuración como ser humano, del cual puedo
aprender y de eseyo que no es “normal” sino del cual el otro también puede comprender.
Muchas veces por temor hacer señalados, dejamos de ser quienes realmente somos,
nos vestimos como los demás quieren, actuamos de una manera determinada, para ser
parte de ese algo que solo ve desde una mirada única y definida y no por una mirada
de diversidad, en al cual hay mayor interacción y comprensión con el otro y del otro. No
somos iguales y eso no está mal, considero que está mal dejar de serquienes queremos
ser, por ser algo con lo que muchas veces no nos sentimos bien. No se trata de buscar
aquellas diferencias en los demás, sino mejor muchas de las semejanzas que podemos
encontrar en el otro, el otro debe dejar de ser diferente desde la visión de la carencia y
el monstruo para convertirse en parte de un todo que somos cada uno de nosotros, una
sociedad a la cual pertenecemos todos y en la cual todos tenemos responsabilidad,
pues aquellas acciones que como docentes, amigos, familiares tenemos con el otro,
quizás sea lo que se pueda reproducir, no desde la exclusión, sino desde del otro como
parte del yo y el yo como el parte del otro, pues algo de mi hay en el otro, pero algo del
otro siempre hay en mí.
Referencias Bibliográficas
Skliar, C. (2002). Acerca de la anormalidad y de lo normal. Notas para un
enjuiciamiento (voraz) a la normalidad. (Ed.), ¿y si el otro no estuviera ahí? (pp.
115-144). Buenos Aires, Argentina: Miño y Dávila srl.
Sacks, O. (1995). La vida de un cirujano. (Ed.), Un antropólogo en Marte. Siente
relatos paradójicos. (pp. 109-143). Nueva York. Editorial ANAGRAMA, S.A.
Johann, C. (Productor) y Werner, P. (Director). (2008). Frente a la clase. [cinta
cinematográfica]. Estados Unidos.