LABERINTOS DE DISCIPLINAS DEL PENTATLÓN OLÍMPICO MODERNO. Por JAVIER SOLIS NO...
Matias y la_maquina_del_tiempo [modo de compatibilidad]
1.
2. Cuenta la leyenda que existía una máquina del tiempo
que pertenecía a un niño muy inteligente, llamado
Matías. Esta máquina del tiempo, aún no había sido
probada, pero Matías presentía que su sueño de
viajar a la Edad Media se cumpliría, porque a Matías
le encantaban las historias de caballeros, dragones y
torneos medievales.
Nadie conocía los experimentos que el ingenioso
Matías había hecho con esta máquina, pero él
aseguraba que era capaz de viajar en el tiempo, con
tan sólo meterse dentro de la máquina y teclear la
época a la que quería viajar.
3. La gente del pueblo donde vivía, pensaban que el
joven Matías se había vuelto loco y que estaba
perdiendo la cabeza, de hecho alguno decía: “Viajar
al pasado, no sabe lo que está diciendo“.
Matías, no hacía caso a esos rumores, y mientras
ellos se preguntaban si se había vuelto loco, él seguía
trabajando en los últimos detalles de la máquina del
tiempo.
Desde hacía unos meses, el joven estudiante, había
dedicado todo su tiempo a inventar y experimentar
aparatos que pudieran hacer realidad su sueño, viajar
al pasado.
4. Un día, Matías, que se encontraba soñando con su
máquina del tiempo, como todos los días, tuvo una
idea brillante, “ahora sí, la máquina tendrá que
funcionar, estoy seguro“, dijo Matías con gran
emoción.
Después de revolver entre los cajones de la cocina,
encontró lo que buscaba, era un embudo de color
verde que utilizaría de casco… Tras dos horas metido
dentro de la máquina, gritó:
“¡¡¡Terminado!!!, ha llegado el momento de probar la
máquina del tiempo“.
5. Matías cogió su máquina del tiempo, y la colocó en
un carro del súper para llevarla a la plaza del
pueblo, dónde había reunido a todos sus amigos.
Una vez que estaba todo preparado, dijo:
“Queridos amigos, os he reunido aquí, para que
asistáis todos a la primera prueba de la máquina
del tiempo que he construido. Es mi sueño, pero si
sale mal no perderé la esperanza y seguiré
investigando en ella. Gracias a todos por venir“.
6. Matías se metió dentro de la máquina, se puso el
casco embudo de color verde que le había quitado a
su abuela, y tecleó la época en la que quería viajar,
la época Medieval. De repente, la máquina empezó a
balancearse de un lado para otro, haciendo extraños
sonidos, como si fueran chispas, y en cuestión de
segundos, la máquina del tiempo, desprendió una luz
cegadora en toda la plaza.
“Siiiiiiiiii lo he conseguido, he viajado en el tiempo“,
gritaba eufórico Matías muy emocianado.
7. Matías miró a su alrededor un poco confuso pues ya
no reconocía la plaza del pueblo de Morella, se
encontraba en mitad del campo entre los romeros y
tomillos, a lo lejos lo único que divisó fue el castillo
de Morella. Pensó en dirigirse hacia el castillo pero
algo le distrajo.
8. ¡Eyyyy tú! que me espantas la caza gritó un niño de
rostro moreno a Matías, aún un poco aturdido.
El chico llevaba un azor en el
brazo y tenía los ojos clavados
en una distraída liebre que
correteaba a unos metros de
Matías, pero huyó rápidamente
a su madriguera.
¡¡Serás Baladrón!!! la liebre se escapó por tu culpa.
Le dijo el niño moreno a Matías.
9. -Lo siento mucho es que acabo
de aterrizar, me llamo Matías,
¿y tu?
-¿De dónde vienes?
-Vengo de otra época, del siglo XXI.
-Pero.. ¿Pero cómo vas vestido? ¡Que raros tus
calzones!
-Voy vestido con tejanos, sudadera y deportivas.
-¿Entonces no vas disfrazado?
-No, no voy disfrazado, esta es mi ropa habitual.
Ya te he dicho que acabo de viajar en el tiempo.
10. Pelayo y Matías se hicieron amigos. Como Matías
tenía hambre, Pelayo le acompañó al mercado. En
el momento de pagar para comprar un trozo de
pan, Matías se sacó un euro y el tendero le miró
extrañado diciendo que con eso no le podía pagar.
Pelayo le deja una moneda de la época, llamada
“Maravedí”.
11. Mientras Matías se come el trozo de pan, Pelayo
propone ir a su casa a jugar al “juego de la chita”.
Pero a la hora de ponerse a jugar, Matías no
conoce el juego y Pelayo se lo explica: consiste en
un juego de puntería para dos o más personas que
intenta derribar una pieza de madera cilíndrica,
llamada «tanga». Contra ella se lanza, desde una
cierta distancia, varios discos que se conocen como
«chapas». Gana quien derriba la «tanga».
A Matías le parece
un juego muy
divertido y están
un buen rato
entretenidos.
Juego de la Chita.
12. Empieza anochecer, es día de luna llena y Matías
no quiere perderse ver el cielo estrellado desde lo
más alto de Morella.
13. - ¿Por qué no vamos a la Plaza de las Armas?
Seguro que desde allí se ve estupendamente. Dice
Matías.
Pelayo se echa las manos a la cabeza y exclama
diciendo:
- ¡En el Castillo del Rey Alfonso el Benigno no
podemos entrar! ¡Está custodiado por la guardia real!
- ¡Claro! ¡Estamos en otra época, se me había
olvidado!
14. A continuación Matías le pregunta a Pelayo desde
qué otro lugar pueden ir para ver el cielo.
Se dirigen al “collet del bessó”, un punto alto desde
donde poder observar las estrellas, rodearon la
muralla, de manera que Matías reconoció el Portal
de Sant Miquel.
15. Se apresuran para que no les anochezca y puedan
ver todo el paisaje de Morella desde las alturas.
Una vez han llegado al punto más alto, el paisaje,
en el cual se divisan las montañas gigantes,
abiertas, de Herbesset, Ortells y su vegetación
junto al cauce del río Bergantes.
Montañas de Herbesset y
Ortells.
Rio Bergantes.
Matías después de tan largo día y satisfecho de
haber encontrado un nuevo amigo se relajó
maravillado por ese cielo tan bonito sin
contaminación lumínica. No tardó en quedarse
dormido complacido por la experiencia vivida.
16. De repente Matías despierta y se da cuenta que
estaba SOÑANDO, se había desmayado por la
descarga eléctrica de la máquina.¡Todo había sido un
sueño! El mismo día en el colegio Matías descubre en
la clase de ciencias sociales que si existe una buena
manera de viajar al pasado, puede viajar y descubrir
el pasado leyendo libros de historia.
Colegio de Morella
LOS LIBROS DE HISTORIA SON UNA
VERDADERA MÁQUINA DEL TIEMPO !!!
17. Y así terminó esta historia, sin duda, con un final
feliz para nuestro científico, pues había logrado
cumplir uno de sus sueños.
F I N