En el Informe Delphi, resultado del consenso alcanzado por un
panel de expertos, se presenta una definición precisa del pensamiento crítico, se establecen los atributos de un pensador crítico ideal, y se enumeran las habilidades cognitivas que caracterizan al pensamiento crítico.
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El Desarrollo del Pensamiento Crítico en las Universidades
1. EL DESARROLLO DEL PENSAMIENTO CRÍTICO EN LAS UNIVERSIDADES
Fuentes:
El Informe Delphi (1990). Pensamiento crítico: una declaración de consenso de expertos
con fines de evaluación e instrucción educativa. Millbrae: The California Academia Press.
Facione, P.; Facione, N. C. & Giancarlo, C. A. (2000). The disposition toward critical
thinking: Its character, measurement, and relationship to critical thinking skill. Informal
Logic, Vol. 20 Nº 1, pp. 61-84.
Marshall, R. & Tucker, M. (1992): Thinking for a Living. Education and the Wealth of
Nations. New York: Basic Books,
Desarrollo:
“El futuro pertenece a las sociedades que se organizan para aprender…las naciones que
deseen crecer deben desarrollar políticas que enfaticen la adquisición de conocimientos y
habilidades cognitivas por parte de todos ….” . Marshall & Tucker (1992)
La crisis actual del sistema educativo argentino se evidencia, entre otras cosas, en que no
garantiza el desarrollo efectivo de competencias cognitivas, procedimentales y actitudinales
de los estudiantes para, posteriormente, poder desempeñarse adecuadamente en un puesto de
trabajo y, fundamentalmente, para llegar a ser ciudadanos que contribuyan al desarrollo de la
sociedad. Al respecto, se considera que uno de los errores de la educación tradicional es que
no promueve el desarrollo del pensamiento crítico de los estudiantes. En el ámbito
universitario, los profesores coinciden en este diagnóstico pero no hay un acuerdo definitivo
en que consiste y, por lo tanto, en cómo enseñarlo. Al respecto, un antecedente de la
búsqueda de un consenso fue la convocatoria que reunió a un panel de cuarenta y seis
expertos estadounidenses y canadienses, provenientes de diversas disciplinas académicas,
que debatieron con el objeto de definir qué es el pensamiento crítico. Este panel de expertos
utilizó una modalidad de interacción conocida como Método Delphi. El mismo fue
desarrollado para permitir que los integrantes de paneles, separados por grandes distancias,
pensaran de manera efectiva a lo largo de un período prolongado de tiempo para alcanzar un
consenso en determinado tema. Este procedimiento pretende maximizar las ventajas que
presentan los métodos basados en un grupo de expertos. Un investigador central recibe todas
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2. las respuestas, hace un resumen y las retransmite a todos los panelistas con el objeto de
llegar a un acuerdo y escribir un informe final. Los resultados alcanzados se publicaron bajo
el título de “Pensamiento Crítico: Una declaración de consenso de expertos con fines de
evaluación e instrucción educativa”, también conocida como El Informe Delphi (1990). En
ese informe se definió el pensamiento crítico como “el juicio auto regulado y con propósito
que da como resultado interpretación, análisis, evaluación e inferencia; como también la
explicación de las consideraciones de evidencia, conceptuales, metodológicas, criteriológicas
o contextuales en las cuales se basa ese juicio. El pensamiento crítico es fundamental como
instrumento de investigación y, como tal, constituye una fuerza liberadora en la educación y
un recurso poderoso en la vida personal y cívica de cada uno. Si bien no es sinónimo de buen
pensamiento, el pensamiento crítico es un fenómeno humano penetrante, que permite auto
rectificar”.
En el Informe Delphi también se define al pensador crítico ideal. Al mismo, se lo caracteriza
como una persona que posee los siguientes atributos:
En el Informe Delphi también se define al pensador crítico ideal. Al mismo, se lo caracteriza
como una persona que posee los siguientes atributos: habitualmente inquisitiva; bien
informada, que confía en la razón; de mente abierta; flexible; justa cuando se trata de
evaluar; honesta cuando confronta sus sesgos personales; prudente al emitir juicios;
dispuesta a reconsiderar y si es necesario a retractarse; clara respecto a los problemas o las
situaciones que requieren la emisión de un juicio; ordenada cuando se enfrenta a situaciones
complejas; diligente en la búsqueda de información relevante; razonable en la selección de
criterios; enfocada en preguntar, indagar, investigar; persistente en la búsqueda de resultados
tan precisos como las circunstancias y el problema o la situación lo permitan”. Entonces,
educar a los estudiantes universitarios como buenos pensadores críticos significa un trabajo
hacia este ideal. Es una combinación entre desarrollar las habilidades cognitivas del
pensamiento crítico y perfeccionar las disposiciones afectivas que permiten realizar
introspecciones eficaces (Facione, P. et al., 2000).
El panel de expertos del Proyecto Delphi entiende que el pensamiento crítico es importante
en la educación, por ejemplo, como instrumento de investigación académica y, también,
como un recurso para el desempeño de las personas en un plano individual y social; es decir,
va más allá del aula. Entonces, el pensamiento crítico se refiere a la forma como una persona
enfoca los problemas, las preguntas, las situaciones y vive la vida en sociedad. Cabe señalar
que ciertas experiencias áulicas son, en realidad, nocivas para el fomento y desarrollo del
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3. pensamiento crítico. Esto es así porque, entre otras cosas, no permiten desarrollar en los
estudiantes un “espíritu crítico”. Esto no significa que sea una persona negativa ni
excesivamente crítica, sino que tenga curiosidad para explorar, agudeza mental, dedicación
apasionada a la razón y deseos de obtener una información confiable.
Por otra parte, el panel de expertos del Proyecto Delphi identificó seis habilidades cognitivas
referidas al pensamiento crítico. Si bien fueron definidas considerando a los estudiantes de
nivel universitario, todas ellas pueden desarrollarse desde la educación básica y media: Estas
habilidades cognitivas son las siguientes:
1. Interpretación: Consiste en comprender y expresar el significado o la relevancia de una
amplia variedad de experiencias, situaciones, datos, eventos, juicios, convenciones,
creencias, reglas, procedimientos o criterios. Se incluyen las subhabilidades:
categorización, decodificación del significado, y aclaración del sentido.
2. Análisis: Se refiere a la identificación de las relaciones de inferencia reales y supuestas
entre enunciados, preguntas, conceptos, descripciones u otras formas de representación
que tienen el propósito de expresar creencias, juicios, experiencias, razones,
información u opiniones. Se incluyen las subhabilidades: examinar las ideas, detectar y
analizar argumentos.
3. Evaluación: Expresa la valoración de la credibilidad de los enunciados o de otras
representaciones que describen la percepción, la experiencia, la situación, el juicio, la
creencia o la opinión de una persona. También, la valoración de la fortaleza lógica de las
relaciones de inferencia, reales o supuestas, entre enunciados, descripciones, preguntas
u otras formas de representación.
4. Inferencia: Significa identificar y asegurar los elementos necesarios para sacar
conclusiones razonables; formular conjeturas e hipótesis; considerar la información
pertinente y sacar las consecuencias que se desprendan de los datos, enunciados,
principios, evidencia, juicios, creencias, opiniones, conceptos, descripciones, preguntas
u otras formas de representación. Incluye la subhabilidades: cuestionar la evidencia,
proponer alternativas y sacar conclusiones.
5. Explicación: Representa la capacidad de exponer los resultados del razonamiento propio
de manera reflexiva y coherente. Esto significa poder presentar a alguien una visión del
panorama completo, tanto para enunciar y justificar ese razonamiento en términos de las
consideraciones de evidencia, conceptuales, metodológicas, de criterio y contextuales en
las que se basaron los resultados obtenidos como para presentar el razonamiento en
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4. forma de argumentos muy sólidos. Incluye las subhabilidades: describir métodos y
resultados, justificar procedimientos, proponer y defender, con buenas razones, las
explicaciones propias causales y conceptuales de eventos o puntos de vista y presentar
argumentos completos y bien razonados en el contexto de buscar la mayor comprensión
posible.
6. Autorregulación: Describe el monitoreo autoconsciente de las actividades cognitivas
propias, de los elementos utilizados en esas actividades y de los resultados obtenidos,
aplicando particularmente habilidades de análisis y de evaluación a los juicios
inferenciales propios, con la idea de cuestionar, confirmar, validar, o corregir el
razonamiento o los resultados propios. Incluye las subhabilidades: autoexamen y la
autocorrección.
El desarrollo de las habilidades cognitivas del pensamiento crítico y las disposiciones
afectivas que permiten su aplicación efectiva, no solamente permiten mejorar el desempeño
académico de los estudiantes, sino también son la base de su futuro desempeño profesional y,
fundamentalmente, de la construcción de una sociedad más ecuánime y democrática.
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