La adolescencia no comienza a una edad determinada como la pubertad, sino que su inicio y duración varían entre individuos debido a factores psicosociales más amplios relacionados principalmente con la maduración de la psiquis y el entorno familiar. Durante la adolescencia, las personas experimentan cambios físicos como el crecimiento, aparición de vello y cambios en los órganos sexuales, así como cambios emocionales que incluyen una mayor independencia de los padres y atracción por el sexo opuesto.