Para que exista un contrato de trabajo válido se requieren tres elementos: 1) una actividad personal del trabajador, 2) subordinación continua del trabajador al empleador, y 3) un salario. Aunque la inducción es importante para integrar a los empleados, no todas las organizaciones le dan suficiente importancia. La evaluación de desempeño es una herramienta de gestión clave que permite a las organizaciones monitorear el cumplimiento de sus objetivos estratégicos.