1. LA HOMOSEXUALIDAD
Una realidad también humana
Tratado: su verdad, su realidad; situación en el pasado
y presente; sus expectativas.
2. Desde el rigorismo sociológico:
• Se tiene que: Cualquier actitud que se tome – a favor o en
contra, de mayor tolerancia o de condena – tiene el peligro
de una interpretación exagerada desde el ángulo opuesto:
excesiva benevolencia frente a una manifestación
inaceptable, o incomprensión absoluta frente a una
realidad humana.
• El clima sociológico es y ha sido hostil (concreción final).
3. Razones psicológicas del rechazo:
Uno de los temores inconscientes más profundos del hombre es
el miedo a la impotencia, así como a la homosexualidad.
La misma psicología nos enseña que incluso en la persona
heterosexual existe siempre una dimensión homófila y viceversa.
Cuanto más acusado sea el fanatismo y la repugnancia a la
homosexualidad, probablemente sea porque existe una necesidad
mayor de ocultar su existencia, o una absoluta negativa a
reconciliarse con la propia verdad.
La sociedad siente una fobia tan marcada hacia comportamientos
no aceptados por ella que reprime de inmediato cualquier
sentimiento o deseo no heterosexual.
4. Estos planteamientos provocan algunos
interrogantes:
La homosexualidad, ¿es una conducta plenamente
natural y aceptable, o hay que seguir condenándola?
¿Ella supone un camino verdadero para la realización
humana y sexual, o constituye más bien un obstáculo
para ese progreso?
¿Se trata de un comportamiento ético o sigue siendo
un acto condenable?
5. NATURALEZA DE LA INCLINACION HOMOSEXUAL:
No basta con que un sujeto haya tenido alguna o varias experiencias
sexuales con personas del mismo sexo para catalogarlo como
homosexual.
Hay que diferenciar con exactitud la condición homosexual, que
radica en la orientación psicológica, del comportamiento que se
manifiesta en los actos homosexuales.
Como la libido poseé entre sus componentes el sexo (lo genital), el
eros y el amor, debería también distinguir entre la homosexualidad
en sentido estricto, el homoerotismo y la homofilia. Es una atracción
psico-erótica-sexual en la que puede primar alguno de estos
elementos sobre los demás.
6. La homosexualidad no se perfila por su
inclinación, sino fundamentalmente por el
rechazo y repugnancia hacia el sexo opuesto.
Sólo cuando estas características se dan en
proporciones superiores a las contrarias habría
que hablar de una homosexualidad autentica.
7. OTROS FACTORES PERSONALES:
Habría que decir que no existe la homosexualidad, sino personas
homosexuales.
Es verdad que algunos han hecho del sexo una obsesión, pero
sería injusto creer que todo ello es un patrimonio exclusivo de
ellos o que todos necesariamente tienen que actuar así.
No existe una forma única y homogénea, aunque puedan hallarse
elementos comunes. Dentro del mundo homosexual, pueden
darse bastantes diferencias y divisiones, de acuerdo con la
personalidad de cada individuo.
La homosexualidad en la mujer es diferente.
8. GÉNESIS DE LA HOMOSEXUALIDAD:
Hasta épocas muy recientes todos estaban de acuerdo que se
trataba de anomalías. La colocaban siempre en el apartado de las
desviaciones sexuales y patológicas.
Hoy las cosas han cambiado; algunos piensan que se trataría,
simplemente, de una variante en la forma de vivir el sexo, tan
normal, aceptable y válida como la misma heterosexualidad.
La experiencia práctica demuestra que son muchos los elementos
que pueden intervenir en la orientación de la libido humana.
9. Un presupuesto discutido: ¿qué tendencia
tiene la homosexualidad?
Los argumentos y razones de ambas posturas carecen de bases y
son refutables para la otra opinión.
No sólo afecta la vida del individuo sino de toda una comunidad.
(Planteamiento contrario) Sólo sería admisible cuando existiera
una plena garantía y seguridad que constituye un autentico valor.
La heterosexualidad: no sólo es la consecuencia de una cultura
determinada sino que algo más debe existir en la realidad cuando
se ha mantenido de una manera tan constante y generalizada
10. Si la homofilia fuera uno de los ideales de la sexualidad
humana, deberíamos admitir que una sociedad en la que
sólo ella existiera, o en la misma proporción que alcanzan
los heterosexuales, sería lógica y aceptable.
Que se de la homosexualidad en los animales, de ahí no
puede deducirse conclusiones para probar su normalidad,
pues el hecho tiene su explicación en otras causas.
11. LA VALORACIÓN OBJETIVA:
Lo primero que hay que dejar en claro, es que el simple hecho
de tener tendencias homosexuales, de sentir atracción hacia el
propio sexo, no entra en el campo de la moralidad.
Desde el momento en que la homofilia no se basa en una
opción elegida, no hay lugar para la culpa en la existencia de
esa orientación.
No existe fundamento bíblico para su valoración negativa en el
Nuevo Testamento. Afirmar que este objetivo es consecuencia
exclusiva de los prejuicios contra la homosexualidad de los
autores sagrados es una solución demasiado simplista poco
fundamentada.
12. LA VALORACIÓN PERSONAL, NUEVAS PERSPECTIVAS:
¿Cómo deberían juzgarse los actos concretos de una persona
homófila?
Los homosexuales que no quieren perder su fe y desean
encontrar en ella un motivo de ayuda y esperanza no tienen, a
veces, otra alternativa que apartarse de la enseñanza de la Iglesia
o vivir con un sentimiento de culpabilidad, cuando son incapaces
de atenerse a su norma.
¿No cabría la posibilidad de admitir como lícita una relación
homosexual, al menos en determinadas situaciones? ¿Por qué, si
esta persona es así, no puede vivir de acuerdo con su inclinación?
¿Es humano exigir un comportamiento que resulta inalcanzable
para algunos individuos?
13. ORIENTACIONES PASTORALES:
Mientras no seamos capaces de aceptar al homosexual como persona
merecedora de nuestra estima y respeto, todo intento de ofrecer una
ayuda resulta falso y mentiroso.
Que una persona se atreva a descubrirnos su situación interior, es
suficiente para adoptar una actitud de agradecimiento y de plena
aceptación.
La búsqueda de una verdadera y autentica sublimación no hay que
identificarla con una fuerza represora.
La fe autentica constituiría una ayuda profunda en tales
circunstancias.