La calidad se define como un producto o servicio que satisface las expectativas del cliente funcionando como se espera. Un sistema de calidad efectivo incluye procesos, participación del personal, enfoque en el cliente, mejora continua y toma de decisiones basadas en datos para cumplir con estándares nacionales e internacionales y satisfacer las necesidades de los clientes. El control de calidad aplica normas y procedimientos para garantizar la calidad física y química de los productos a través de técnicas establecidas.