4ª SESION la misión santificadora del Espíritu Santo en la vida de la Iglesi...
Proyecto leyendas de san luis potosi
1. PROYECTO DE COMPUTACION DE INFORMATICA
¨LA DAMA ENLUTADA¨
NOMBRE: BERNARDO CANTU TORRES.
GRADO: 1
GRUPO: B
2. Me puede llevar a
los 7 templos, pero
primero lléveme a 7
veladoras.
A donde quiere que la lleve.
Era el mes de noviembre.
Abel, un taxista, se encontraba conduciendo su vehículo a las dos de la mañana
luego de una jornada particularmente pesada. Su último cliente se bajó en las orillas
de la ciudad, cerca de una iglesia conocida como el Templo del Señor del Saulito; que
se encuentra cerca de un panteón con el mismo nombre.
3. Cansado, Abel decidió conducir de vuelta a su hogar y terminar la jornada laboral; pero
tuvo a mal encontrarse con una mujer vestida de negro que le hizo la parada. El taxista
decidió llevarla, mitad preocupado por el bienestar de la dama a esas altas horas de la
madrugada, y mitad decidido a ganar unos centavos más.
A donde quiere
que la lleve
primero.
Primero lléveme
al barrio de san
juan de
Guadalupe.
4. Al abordar, la misteriosa mujer le pidió que la llevara a varios templos, a lo que Abel repuso
que a esa hora no había ninguno abierto; pero la mujer fue insistente y le dijo que no buscaba
entrar en ellos, si no rezar frente a las puertas. Resignado, el hombre la llevó a cada uno de sus
destinos; y al acercarse a la séptima iglesia, la mujer con el rostro cubierto por un velo, le pidió
que por favor la dejara donde había hecho la parada.
5. Para desconcierto de Abel, la dama le dijo que no contaba con
dinero, pero explicó que su hermano pagaría todo al día
siguiente si el taxista lo visitaba y le contaba lo ocurrido.
Como prenda, le entregó una medalla con su nombre:
"Socorro", así como una carta para su hermano.
6. Al taxista no le quedó otra más que aceptar y guardar ambos
objetos en su pantalón. Se dirigió al lugar donde la mujer había
subido a su vehículo, y al orillarse y detenerse para permitirle el
descenso; se sorprendió de que no se escuchó el sonido de la
puerta del taxi abriéndose y cerrando. Al mirar por el retrovisor,
se encontró con que la dama misteriosa ya había desaparecido.
7. Escéptico, Abel pensó que estaba tan cansado (y enojado) que
no escuchó cuando la mujer bajó del taxi, pero tampoco había
rastro alguno de ella en las inmediaciones; y por más rápido que
pudiera correr, no había forma de que desapareciera así como si
nada durante la noche.
8. Abel volvió a casa, pero fue incapaz de dormir... en su mente solo se encontraba la
imagen de la dama. Algo en ella le parecía muy misterioso, por lo que al día
siguiente se dirigió a la dirección dada por la mujer.