2. 2
Introducción
Las formas de inserción de los países periféricos en la economía-mundo presentan dos
dimensiones. Una general que identificamos a través del desarrollo desigual, el intercambio
desigual, el endeudamiento como medio de enriquecimiento, las imposiciones del comercio
llamado libre, y un abanico propio del trato que Hegel prefiguró en su Fenomenología del
espíritu como la dialéctica entre el amo y el esclavo. La otra dimensión, la de carácter
particular, marca las diferencias entre el modo en que cada país se logra insertar, o es
admitido por el sistema-mundo, y consigue ventajas relativas o se mantiene estancado, y
en ocasiones asediado, económica, política, y hasta militarmente. La distinción entre
países desarrollados y subdesarrollados se ha quedado estrecha. "En vías de desarrollo"
fue un término con el cual se intentó mitigar el pesimismo del "subdesarrollo", y hoy se
hace legítimo para aquellos países cuyas economías han vivido explosiones, como Corea
del Sur, China y Brasil. Pero habría que hablar de otros que no han logrado desarrollarse,
o que el sistema-mundo parece condenar a no desarrollarse, o que parecerían
imposibilitados para ello por su precariedad. Por otra parte el concepto de desarrollo
circunscrito a los indicadores de crecimiento, y aun a las transformaciones tecnológicas, ha
caído en crisis. El PNUD introdujo desde 1990 el cálculo del índice de desarrollo humano
(IDH), para no sujetarse a indicadores exclusivamente económicos, como el producto
interno bruto (PIB) per cápita, o la aplicación de la línea de pobreza, con lo cual la mirada
corre el riesgo de reducir el diagnóstico a la pobreza de ingresos, e ignorar políticas de
amparo indispensables. El presente trabajo se propone desde la perspectiva anteriormente
expuesta, analizar las características tanto sociales como económicas de Cuba en su
proceso de búsqueda de una sociedad mejor y más desarrollada.
3. 3
Desarrollo
Evaluación del desarrollo humano en Cuba.
Parece más o menos sorprendente que en medio de tanta escritura mundial sobre el
llamado "caso Cuba" como presunta violadora de derechos humanos, apenas se haya
escrito una palabra sobre el hecho de que la tierra de José Martí apareció reportada en el
Informe de Desarrollo Humano del 2003 en el lugar 52, para retornar así a la condición de
país de alto desarrollo humano que exhibía en 1990, cuando clasificaba como la nación 39
del mundo en cuanto a su capacidad de dotar a sus habitantes de una existencia digna.
El conocido informe, elaborado por el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo
(PNUD), es considerado tradicionalmente como una de las investigaciones más serias y
completas sobre el verdadero estado de las naciones en cuanto a sus avances y
retrocesos por un efectivo ejercicio de los derechos humanos, que a diez de últimas sólo
son tales si se expresan como desarrollo integral de los ciudadanos de un país.
Se puede, desde tal o más cual ideología, criticar las respectivas organizaciones político-
sociales de cualquier nación del mundo. Pero la pregunta que siempre ha de responderse
es si, desde sus valores propios, son esos países capaces de garantizar a sus ciudadanos
aquellos derechos básicos que para comenzar les permiten ser exactamente eso:
ciudadanos.
Responder a esa pregunta en estos momentos invita a pensar en el hecho de que el
mencionado informe, entre otras terribles verdades, apunta que en el transcurso del
pasado decenio más de 50 naciones vieron aumentar sus niveles de pobreza. Asimismo, el
reporte del PNUD afirma que todo cuanto pueda hacerse para mejorar la situación
dependerá de los compromisos "que han de contraer los países ricos para ayudar a los
pobres ,que están emprendiendo de buena fe reformas económicas, políticas y
sociales….un apoyo externo sostenido de nivel muy superior al actual es fundamental para
avanzar en su desarrollo".
Entre las medidas en tal dirección mencionadas por el PNUD no sólo se encuentra el
aumento del flujo de Ayuda Oficial al Desarrollo—bien disminuido, por cierto—sino que
4. 4
además se llama a suprimir las subvenciones a los agricultores de países desarrollados,
rebajar aranceles a los países pobres y en general propender a la creación de iguales
condiciones de ejercicio económico para todos.
Durante el pasado decenio y los inicios del presente, Cuba, además de sufrir como país del
llamado Tercer Mundo lo anteriormente señalado , ha vivido el arreciamiento de una
política de sanciones económicas unilaterales por parte de los Estados Unidos de América,
calificada por Juan Pablo II de éticamente inaceptable, además de perder, tras la caída del
campo socialista y la desaparición de la Unión Soviética, un mercado que si bien no podía
ser calificado de eficiente por lo menos era estable y preferencial.
El impacto de esos procesos en Cuba se observa con claridad si se sigue la pista de su
Índice de Desarrollo Humano (IDH). En 1990, antes del llamado crack socialista, ocupaba
el lugar mundial 39; en 1997, el 86. Pero a partir de ese último año, cuando comenzó a
consolidarse un proceso estable de crecimiento económico donde no se dejó de velar por
la equidad, pese a la existencia de contradicciones sociales marcadas por la presencia de
una dolarización en la economía, la tierra de José Martí mejoró paulatinamente sus
indicadores hasta llegar a recuperar un sitio 52 en el informe del 2003.
Cuba, ante todo, debe ser comparada con sus similares, los cuales son los países de
América Latina. Pues bien, sólo la superan en cuanto a Desarrollo Humano Panamá,
Trinidad-Tobago, Argentina, Uruguay, Costa Rica y Chile, si se parte de aceptar los datos
en su frialdad y sin tomar en consideración, por ejemplo, la crisis por la que atravesó
Argentina a la hora de confeccionarse el informe. Tal aventajamiento, no obstante, debe
verse bajo un análisis más detallado, por cuanto la metodología con que se calcula el IDH
no beneficia a Cuba, incluso después de que un meticuloso estudio del ministerio de
Economía cubano permitió determinar un Producto Interno Bruto por Habitante más
ajustado a la realidad, en un país donde la ciudadanía recibe un importante conjunto de
servicios gratuitos o subsidiados, cuyo valor agregado no se sumaba a los logros
económicos de Cuba. Sin embargo, la clave del éxito cubano no se encuentra en el
crecimiento de su Producto Interno Bruto (PIB) general o por habitante, sino en una
distribución más equitativa de éste. Si se mira a las cifras por su frialdad, el PIB de Cuba
reflejado en el reporte del PNUD hace de ella la nación 87 de 175 estudiadas .Pero
5. 5
acudiendo a otros indicadores tan importantes como el PIB para calcular el IDH, Cuba se
presenta con resultados verdaderamente impactantes, si se toma en cuenta la difícil
coyuntura económica por la que atraviesa. Cálculos más, cálculos menos, el IDH no es
más que el resultado de promediar 3 algoritmos referidos a los siguientes índices de
calidad de vida: esperanza de vida al nacer, tasa de alfabetización de adultos, tasa de
matriculación combinada en educaciones primaria, secundaria y terciaria, y paridad de
poder adquisitivo (PIB por habitante expresado en dólares ). De este modo, si por un lado
Cuba "se cae" a causa de su baja capacidad económica, por el otro sus "otros" excelentes
indicadores la conducen a ese lugar 52 y la colocan entre los primeros del mundo, ya no
sólo entre sus iguales. Por ejemplo, la esperanza de vida al nacer cubana es igual a la de
los Estados Unidos de América y su nivel de escolarización equivale a los de Canadá,
Noruega y Suecia, sólo superada en América Latina por Argentina. Si, por otra parte, se
observan los cambios ocurridos en Cuba entre el Informe de Desarrollo Humano del 2000 y
el del 2003, rápidamente aparece la huella de importantes programas sociales puestos en
marcha durante ese período, tendientes a hacer del estudio una forma de empleo. Por ello,
Cuba se presenta como el país con mayor ritmo de avance de la escolarización en América
Latina .Todo un dato, en momentos en que se coincide en considerar a la formación de
capital humano como el principal recurso para el desarrollo de los países pobres.
No agotará este estudiante el análisis del tema en este ejercicio. Cuba dista de ser una
sociedad perfecta. Pero en la observación de sus imperfecciones ha de primar el
acercamiento desprejuiciado. Y, desde el estudio de su Desarrollo Humano, muchas
verdades incontrastables saldrán a la luz. Primera de ellas, la del valor del crecimiento con
equidad.
Política Comercial e Integración.
Cuba es un país de economía abierta por su alta dependencia del comercio exterior y
anualmente comercia, como promedio, con 170 países. Los objetivos prioritarios de su
política comercial están dirigidos a asegurar mercados para los principales productos de
exportación, así como propiciar el acercamiento geográfico a suministradores de renglones
básicos para la economía nacional. Durante el último lustro el país ha fortalecido sus
vínculos con los esquemas de integración latinoamericana y caribeña. Es miembro pleno
de la Asociación Latinoamericana de Integración (ALADI) desde el 26 de agosto de 1999.
El comercio con los países de la ALADI representa más del 80 % del intercambio comercial
6. 6
de la Isla con América Latina y el Caribe. Respondiendo a estos mismos principios
integracionistas, fue suscrito en el año 2000 con el CARICOM el Acuerdo de Comercio y
Cooperación Económica.
Integra el Grupo ACP (África-Caribe-Pacífico) y CARIFORUM, una instancia de la región
caribeña para las relaciones con la Unión Europea. También ha suscrito acuerdos de
Complementación Económica con Guatemala y con los países integrantes del CARICOM,
representando ellos los primeros acuerdos de este tipo firmados con países no miembros
de la ALADI.
Por su parte, la Unión Europea es el principal socio comercial con cerca del 80 % del
comercio con el viejo continente, de ellos España es el principal socio comercial, así como
Holanda, Francia, Italia y Alemania. Los principales productos de exportación a dicha área
son níquel, tabaco torcido, jugos congelados, mariscos y azúcar. De las importaciones se
destacan los alimentos, maquinarias y equipos, partes y piezas, y productos químicos,
entre otros. El principal mercado del azúcar cubano es Rusia, país que ocupa el cuarto
lugar en el intercambio comercial de la Isla. Con la República Popular China se mantiene
un crecimiento sostenido de los intercambios debidos, en buena medida, a las facilidades
crediticias otorgadas por dicho país.
Comercio exterior
Como es característico de la mayoría de los países en vías de desarrollo, las
exportaciones cubanas aun dependen en gran medida de sus productos tradicionales. En
solo cinco de ellos (azúcar 32 %, níquel 27 %, tabaco 14 %, langosta 6 % y ron 1 %) se
concentra alrededor del 80 % del valor total de las exportaciones del país y los pronósticos,
a mediano plazo, apuntan a que el peso fundamental de las exportaciones continuará
recayendo en este grupo de productos. Sin embargo resulta favorable la incorporación
paulatina de exportaciones no tradicionales con énfasis en las que se observa un mayor
valor agregado, como son los derivados del petróleo, los productos de las industrias
sideromecánica, farmacéutica y biotecnológica, así como los cítricos frescos y
concentrados, entre otros. Por su parte, en las importaciones se concentra el 75 % del
intercambio comercial, siendo las principales partidas los combustibles y lubricantes 22 %,
alimentos 13 %, maquinarias y equipos 17 %, así como los productos químicos 6 %, entre
otros.
7. 7
Régimen de comercio exterior
Las operaciones de exportación e importación son realizadas por empresas y entidades
cubanas, facultadas para ello y previamente inscritas en el Registro Nacional de
Exportadores e Importadores adscrito a la Cámara de Comercio de la República de Cuba.
Estas empresas se especializan en la importación o exportación de determinadas
nomenclaturas de productos, pudiendo, cuando requieran realizar la importación o
exportación de mercancías no previstas en su nomenclatura, solicitar al Ministerio del
Comercio Exterior una autorización eventual para su ejecución.
Hasta la década de los 80 las operaciones de comercio exterior estaban concentradas en
unas 30 empresas estatales. En la actualidad más de 400 entidades cubanas realizan
actividades de comercio exterior, entre ellas, empresas estatales y sociedades mercantiles
de capital 100 % cubano o mixto. Estas entidades pueden estar especializadas en
determinadas ramas de productos, o bien comercializar sus propias producciones o las de
grupos y uniones de pequeñas y medianas industrias de producciones afines. Los hombres
de negocios extranjeros deben asegurarse de firmar los contratos con las empresas
cubanas autorizadas a realizar comercio exterior y que cuenten en su nomenclador con el
producto en cuestión, bien sea para la exportación como para la importación. El régimen
de importación no establece limitaciones como contingentes, cuotas o licencias caso a
caso. Todos los productos que entren al país deben ser declarados en aduana y están
sujetos a inspección. Se deben tener en cuenta las regulaciones vigentes relacionadas con
la preservación del patrimonio nacional y las prohibiciones sobre las drogas y
estupefacientes, así como las sanitarias, de preservación del medio ambiente, protección
de especies amenazadas, los movimientos fronterizos de desechos y otros materiales
peligrosos.
Importaciones de mercancías en consignación.
En Cuba se utilizan diversas modalidades mercantiles, de conformidad con la práctica del
comercio internacional. Entre ellas, las importaciones de mercancías en consignación
resultan de gran utilidad para aquellos productos de importación habitual en el mercado
cubano. Las entidades cubanas en sus operaciones de importación, suscriben contratos de
consignación, en cuyo caso, la entidad extranjera que actúa como proveedor se obliga a
8. 8
suministrar y consignar a la entidad cubana que actúa como consignatario, mercancías que
serán liquidadas una vez que se consuma o comercialice. También las entidades
importadoras cubanas suscriben contratos de comisión para la venta de mercancías en
consignación. En este tipo de relación mercantil, las empresas extranjeras proveen la
mercancía y la entidad cubana, que actúa como agente, se obliga a recibir, depositar y
gestionar la venta de las mercancías en el territorio nacional, actuando a su nombre y por
cuenta de la compañía extranjera, previo el pago de las comisiones pactadas por los
servicios comerciales prestados. Los contratos de agencia también pueden adoptar la
variante de que el comitente o proveedor extranjero deposite la mercancía en un almacén
bajo régimen de depósito de aduanas, en cuyo caso, el agente o comisionista cubano sólo
se encarga de la gestión de venta de las mercancías en el territorio nacional.
Importación de muestras y material publicitario.
La legislación aduanera cubana prevé la importación de mercancías para ferias,
exposiciones y otras manifestaciones afines con el máximo de facilidades para los
expositores, tanto a la importación de las mercancías, como para su reexportación. La
característica más sobresaliente de este régimen es que en ningún caso se exige de los
expositores la constitución de garantía por los derechos de aduanas en suspensión de
pago. Las muestras importadas temporalmente con destino a ferias y exposiciones y las
muestras enviadas a comisionistas o sucursales de compañías extranjeras acreditadas en
el país están exentas del pago de aranceles. Cuba es firmante de varias convenciones
para facilitar la importación temporal de material profesional, muestras para ferias y
exposiciones. También es signataria de la Convención Internacional para la facilitación de
la importación, muestras comerciales y material publicitario.
Análisis del Producto Interno Bruto
En 2007 el PIB cubano creció un 7,3% y dado el nulo crecimiento demográfico, el PIB por
habitante se expandió en la misma proporción. El déficit fiscal global se incrementó
levemente de una cifra equivalente al 3,0% del PIB en 2006 al 3, % en 2007. En cambio,
la inflación fue del 2,8%, la mitad de la observada en el año anterior (5,7%). La cuenta
corriente de la balanza de pagos mostró un superávit equivalente al 0,8% del PIB.
9. 9
El sector agrícola, que se había contraído marcadamente en los dos años anteriores a
causa de la sequía, se convirtió en el sector de mayor crecimiento en 2007 (8%). Los
servicios comunales, sociales y personales, si bien registraron una menor expansión que la
agricultura (4,5%), contribuyeron más al crecimiento total debido a su elevada participación
en el total del producto. En cambio, la construcción (-8,6%) y el comercio (0,5%), que
lideraron el incremento del PIB en 2006, perdieron su anterior dinamismo.
La situación externa se tornó menos favorable que en años anteriores debido al
endurecimiento del embargo estadounidense y al alza de precios de los alimentos. Las
autoridades estiman que el costo directo acumulado del bloqueo económico desde sus
inicios superó los 90.000 millones de dólares. Por su parte, el incremento de los precios
internacionales de los alimentos significó un aumento cercano al 24% del valor de las
importaciones de este tipo de productos.
El año 2007 se caracterizó por un debate nacional de gran alcance mediante el cual se
identificaron los principales problemas de la población y se recogieron sus
recomendaciones. Como respuesta a algunas de ellas, en el primer semestre de 2008 se
adoptaron varias medidas, como el levantamiento de la prohibición de comprar
teléfonos celulares, computadoras, lectores de discos de video digital (DVD) o videos y
otros artículos electrónicos. Además, se les permitió a los ciudadanos alojarse en
hoteles de turismo internacional y alquilar autos.
Hasta la fecha, el acontecimiento más importante de 2008 ha sido la renuncia de Fidel
Castro al cargo de Presidente del Consejo de Estado de Cuba; en su lugar, la Asamblea
Nacional del Poder Popular eligió a Raúl Castro para ejercer el cargo durante los próximos
cinco años. Las primeras medidas adoptadas por el nuevo Presidente se han
orientado a aplicar cambios graduales a fin de perfeccionar el modelo cubano. El objetivo
básico es aumentar la eficiencia económica, estableciendo una vinculación más
estrecha entre ingresos y desempeño.
De acuerdo con las proyecciones del gobierno, se prevé que en 2010 la tasa de
crecimiento del PIB se acercará al 10%. Las exportaciones de bienes y servicios y la
inversión impulsarán la actividad económica. Los resultados de la agricultura seguirán
10. 10
siendo favorables debido a los incentivos a la producción y a la política de sustitución de
importaciones de alimentos, a la cual se le ha dado elevada prioridad en el presente año.
Los excelentes resultados del turismo, que aumentó alrededor del 5% en los primeros
cuatro meses del año (temporada alta) son un buen pronóstico para el resto del año en
este sector. Sin embargo, dado el menor nivel de actividad de la economía mundial
en 2008 y de los dos principales socios comerciales de Cuba—República Bolivariana de
Venezuela y República Popular China—, el crecimiento del PIB podría ser inferior al
previsto.
Las cifras de nuestro PIB per. cápita hasta el 2008 y en lo que queda de este año dicen
que si, se ha visto un incremento de este pero nuestra economía realmente no lo ha visto
en esa misma magnitud ;debemos crear conciencia en nosotros mismos ,y si queremos
mayores salarios nominales que estén lo más cerca posibles a los salarios reales, pues
trabajemos, pero no es trabajar solo para satisfacer una necesidad, es realizar un trabajo
que difiera a nuestra sociedad de las otras formaciones económico-sociales ,es como
dijera Lenin “lograr el trabajo comunista ,en el más riguroso y estricto sentido de la palabra
,es un trabajo gratuito en el bien de la sociedad”.
Migraciones externas e internas
Desde la época colonial hasta 1960 Cuba fue un país receptor de inmigrantes, lo que
condicionó la fuente inicial del poblamiento exógeno y dio lugar a un crecimiento natural
que generó una población endógena cada vez más mestiza, la que -desde mediados del
siglo XIX- llegó a superar de modo constante el flujo exterior de inmigrantes. Sin embargo,
en las últimas cuatro décadas esta tendencia histórica se ha invertido y la Isla ha sido una
sistemática emisora de población (sobre todo cubana) hacia decenas de países del orbe,
con predominio en EE.UU., que ha acogido más del 90% de toda la emigración como parte
de su política desestabilizadora.
Con independencia de las motivaciones o "factores de emisión" (política, económica y/o de
reunificación familiar), la emigración sin retorno representa siempre un proceso de
fragmentación o de división múltiple del etnos-nación, una forma de expulsión de la fuerza
de trabajo calificada que potencialmente debe revertirse a favor del desarrollo del país;
concebido al mismo tiempo como desarrollo a escala humana (personal y familiar) de los
11. 11
que participan. Esto no ocurre cuando la emigración externa tiene un carácter temporal, ya
que el emigrante no sólo aporta sus conocimientos, habilidades y capacidades, sino que
intercambia experiencias, tecnologías, ideas, información y al regreso compara y trata de
revertirlo en el desarrollo propio, que en una perspectiva nacional, también influye con una
mayor trascendencia. Mientras la emigración sin retorno siga constituyendo una opción,
una aspiración, una disyuntiva o forme parte del imaginario, el funcionamiento estable del
modelo seguirá siendo cuestionable.
Los estimados del potencial emigratorio cubano hasta inicios del próximo milenio aun
representa una amenaza para los sectores sociales "vulnerables" e incluso para los de
mayor calificación profesional, cuyos bajos ingresos no se corresponden con el volumen y
calidad del trabajo realizado, debido a las múltiples tareas no retribuidas que comúnmente
efectúan; respecto de los nuevos sectores "emergentes" cuyos altos ingresos relativos
tampoco se corresponden con el tipo de trabajo que realizan.
Paralelamente, las migraciones internas crecieron como resultado inmediato de la crisis y
de otros factores internos que se desarrollaron desde los años 60, como el creciente
proceso de descampesinización de las áreas rurales, la extrapolación de modelos de
"desarrollo" urbano a zonas rurales sin considerar las peculiaridades culturales de la
población, sus tradiciones y costumbres, sus sistemas simbólicos y otros valores vitales
que propiciaron la expulsión hacia las cabeceras provinciales y de éstas hacia la capital del
país.
Durante el período 1989-1994 pasaron a residir de una provincia a otra, sólo de manera
legal, más de 2 millones 200 mil personas; es decir, unas 300 mil anuales, algo más del 3
% de la población en esos años. A lo anterior debemos incluir cientos de miles de
migrantes no registrados, muchos de los cuales se dedicaron a diversas actividades ilícitas
(prostitución, robo, juego, violaciones, asaltos, ocupación forzada de viviendas y otras) que
influyeron posteriormente en las medidas tomadas para devolverlos a sus territorios de
origen.
Las migraciones internas, sobre todo hacia la capital (que recibió el 39 % del total en esos
años) también sirvió de trampolín para acceder a futuras migraciones internacionales. Con
las medidas adoptadas ante lo evidente y grave de la situación, los movimientos
12. 12
migratorios internos también han disminuido, lo que posibilita la estabilización de la fuerza
de trabajo de cada una de las provincias y sus recursos humanos en general.
Desarrollo de Género
El proyecto de desarrollo económico y social de la revolución cubana partió de una
profunda y radical transformación de las estructuras de la sociedad, desde la conversión de
la propiedad privada en propiedad de y al servicio de las mayorías, hasta una concepción
ética que situó a las personas en el centro del desarrollo. En esta concepción del
desarrollo, la mujer ha sido considerada, desde el principio, como esencial participante, y
ha existido siempre la voluntad y la decisión de impulsar políticas económicas y sociales
que la beneficien directamente.
En el proceso de lograr la plena participación de la mujer en el desarrollo se atendió las
necesidades prácticas de las mujeres más vinculadas con sus condiciones de vida y con la
reproducción (empleo, círculos infantiles, seminternados, derechos sexuales y repro-
ductivos), pero, junto a ello, este proceso ha tenido un carácter estratégico, y no se limitó a
los cambios en la condición material de las mujeres en la sociedad, sino que apuntó a
cambios en su posición relacionada con los hombres.
Este complejo proceso ha incluido aspectos estructurales como el acceso y el control de la
propiedad de la tierra por la mujer, el acceso a los recursos y la posibilidad de decidir sobre
ellos (ingresos económicos, vivienda, información, capacitación); pero también, ha
involucrado aspectos de la superestructura social como la legislación, la educación, la
cultura. Precisamente, en estos últimos radica lo más complejo, pues no se refieren sólo a
lo que se pueda hacer desde lo institucional, sino que pasan por lo personal y familiar, e
implican a cada cual de acuerdo con su propia historia y experiencia.
Entre las dimensiones más relevantes de las transformaciones en relación con las mujeres
y las relaciones de género en la sociedad cubana, están: la significativa disminución de las
brechas entre mujeres y hombres en cuanto a educación y participación laboral; la separa-
ción entre sexualidad y reproducción, el derecho a controlar la fecundidad con la
correspondiente disminución del número de hijos por mujer; la amplia participación
femenina en diversas organizaciones sociales; la eliminación de algunas concepciones y
prejuicios que estigmatizaban a la mujer y la discriminaban, entre otras.
13. 13
Por otra parte, elemento clave de todas las transformaciones ha sido y es la existencia de
un amplio movimiento social, participativo, protagonista del desarrollo y que, como tal,
desempeña, también, un rol decisivo en todo el proceso eleccionario, exigiendo y garanti-
zando transparencia electoral y credibilidad.
La Federación de Mujeres Cubanas (FMC), como parte de este movimiento social y,
además, Mecanismo Nacional para el Adelanto de la Mujer en Cuba, ha sido la encargada,
durante todos estos años, de impulsar la atención al tema de la mujer en los planes
conjuntos con ministerios y organizaciones, en los medios de difusión masiva, en la
legislación, en el trabajo comunitario con la población y, en especial, con las mujeres y la
familia.
En el I Congreso de la FMC, en 1962, fueron sentadas las bases de los cambios
fundamentales, tanto de la condición, como de la posición de la mujer en la sociedad.
Desde ese momento, se planteó el disfrute de todos los derechos, la incorporación plena al
trabajo y dos aspectos esenciales: la independencia económica y la posibilidad de control
de determinados recursos, tanto en el hogar, como en la vida pública.
Por su parte, el II Congreso, celebrado en 1974, constituyó un hito en la reflexión acerca de
la participación de la mujer. Hubo un análisis profundo de los obstáculos a los que se
enfrentaba para insertarse en la vida pública, entre los que se señaló: la presión de las
tareas domésticas y familiares, la necesidad de mejorar y ampliar los servicios de apoyo al
hogar y la incomprensión, existente en esos momentos, del papel de la mujer en la
sociedad.
A partir de este II Congreso, se ha realizado una evaluación sistemática de la promoción
de la mujer a cargos de dirección, tanto en el Estado, como en las organizaciones políticas
y de masas. En los congresos siguientes (1985, 1995 y 2000, se analizó detenidamente la
participación de la mujer en las direcciones de gobierno e, incluso, se pudo analizar los
resultados de investigaciones sobre el tema, efectuadas después de cada proceso
eleccionario. El VI y el VII congresos dedicaron una atención especial a la promoción de la
mujer y profundizaron en los avances y obstáculos que aún se enfrenta.
Junto a estos análisis, la FMC ha emprendido acciones, como el trabajo directo con las
mujeres en las comunidades, para que reconozcan sus valores y capacidades y
14. 14
comprendan la necesidad de una mayor representación en cargos de dirección. Otras
acciones han sido el apoyo a las delegadas en el ejercicio de sus funciones y la
divulgación de los logros de mujeres dirigentes en los órganos del Poder Popular en los di-
ferentes niveles. En 1996, se elaboró una estrategia de promoción a responsabilidades de
dirección, aún vigente, enriquecida de acuerdo con las actuales condiciones.
Por otra parte, la FMC ha convocado y organizado varios seminarios para dar seguimiento
a las estrategias y planes de acción de Naciones Unidas sobre la temática de la mujer. En
noviembre de 1988, se efectuó en La Habana el Seminario nacional para evaluar el cumpli-
miento de las estrategias de Nairobi orientadas hacia el futuro para la promoción de la
mujer (EOF), en el cual el tema de la promoción de la mujer a cargos de dirección fue
tratado especialmente.
Más recientemente, en 1996, como resultado de la IV Conferencia mundial sobre la mujer,
en Beijing, se celebró el Seminario nacional “Las cubanas de Beijing al 2000”, en el cual se
analizó logros y dificultades, y se propuso las correspondientes recomendaciones en varias
áreas de interés, una de las cuales fue el acceso de la mujer a cargos de dirección. De
estas recomendaciones, se derivó el “Plan de acción nacional de seguimiento de la
Conferencia de Beijing”, aprobado por el Consejo de Estado de la República de Cuba en
1997. Un conjunto importante de medidas se refiere, especialmente, a este tema.
Para dar seguimiento a estos acuerdos, se estableció realizar, cada dos años, seminarios
de evaluación nacional. Ya se han celebrado dos: el primero, en La Habana, en abril de
1999; y el segundo, en marzo de 2002.
15. 15
Conclusiones
A lo largo de este trabajo investigativo, hemos llegado a las evidentes conclusiones de que:
El desarrollo humano es un proceso por el que una sociedad mejora las condiciones
de vida de sus ciudadanos a través de un incremento de los bienes con los que
puede cubrir sus necesidades básicas y complementarias.
El objetivo fundamental de éste proceso es ampliar las oportunidades del ser
humano, o sea que la esencia de un proceso de desarrollo es beneficiar a la
población, y que la misma ocupe una posición central en toda actividad del proceso.
Nunca las estadísticas son reflejo exacto de la realidad, y hasta se prestan a
manipulación. Los propios informes de Desarrollo Humano aconsejan para su caso
no hacer comparaciones en sentido estricto. No obstante, la terquedad de los
hechos salta a la luz. Si Cuba no fuera objeto de sanciones económicas por parte de
los Estados Unidos, que como de paso critica a China por lo mismo que a la Isla
pero comercia a más y mejor con la nación asiática, ¿dónde estaría Cuba en
materia de Desarrollo Humano? A la luz de ese prisma, es como se percibe con
exactitud la criminalidad de las políticas norteamericanas hacia la Isla, pero también
su ineficacia estratégica. ESTRATÉGICA: porque las cifras y la realidad palpable
demuestran que pese al crimen, Cuba se desarrolla. Se desarrolla. Sí, en medio de
contradicciones, en medio de imperfecciones profundas, pero se desarrolla, para
bien de sus ciudadanos. No se olvide, aquí en nuestro país tenemos un crecimiento
lento, pero con equidad.
16. 16
Anexos
Indicadores seleccionados relacionados con política de salud 2007-
2008 (%)
Población con
acceso a fuentes
de agua
mejorada
Niños de un
año
inmunizados
contra
tuberculosis
Niños de un
año
inmunizados
contra
sarampión
Partos
atendidos por
personal
especializado
Países en
desarrollo
79 83 74 60
De ellos América
Latina y Caribe
91 96 92 87
OECD 99 92 93 95
Europa central y
oriental y CEI
94 95 97 97
Ingresos altos 100 87 93 99
Ingresos medios 84 90 87 88
Ingresos bajos 76 77 65 41
Total mundial 83 83 77 63
Cuba 98 99 98 100
Fuente: PNUD: Informe sobre Desarrollo Humano 2007 – 2008.
Índice de Desarrollo Humano 2007-2008
Índice
desarrollo
humano
Esperanza
de vida al
nacer
Tasa de
alfabetiza
ción de
adultos
Tasa bruta
de matricu-
lación
combinada
PIB per
cápita
(PPA en
USD)
Total mundial 0.743 68.1 78.6 67.8 9,543
Países en desarrollo 0.691 66.1 76.7 64.1 5,282
De ello América Latina
y Caribe
0.803 72.8 90.3 81.2 8,417
OCDE 0.916 78.3 … 88.6 29,197
Europa Central y
Oriental y CEI
0.808 68.6 99.0 83.5 9,527
Ingresos altos 0.936 79.2 … 92.3 33,082
Ingresos medios 0.776 70.9 89.9 73.3 7,416
Ingresos bajos 0.570 60.0 60.2 56.3 2,531
CUBA 0.838 77.7 99.8 87.6 6,000
Fuente: PNUD. IDH 2007-2008.
20. 20
Cuba: Producto Interno Bruto 2008
0%
0%
0%
0%
0%
%
1989 2005
7
30
3
41
13
10
77
19
Azúcar, níquel, tabaco y pesca
Otros bienes
Turismo y serv vinc.
Otros Serv.
21. 21
Estructura de los ocupados por clase de actividad económica, año 2008
Superficie agrícola por habitante, año 2008
22. 22
ESTRUCTURA DEL PIB POR SECTORES
N í q u e l
0,0
20,0
40,0
60,0
80,0
1990 1995 2000 2005
MTc
75
0
500
1000
1500
2000
2500
90 95 20 O1 O2 O3 O4 6
0
500
1000
1500
2000
2500
2236
TURISMO
M iles
visitantes
MM CUC
Ingresos
0
10
20
30
40
50
60
70
80
1989 2000 2006
10 7
5
33
22
18
57
71
77
Primario
Secundario
Terciario
23. 23
Índice de Pobreza Humana (IPH-1)
País Clasificación Valor (%)
Cuba 6 4,7
Índice de Desarrollo relativo al Género (IDG).
País Clasificación Valor
Cuba 49 0,839
Índice de potenciación de género
País Clasificación Valor
Cuba 26 0,661
Tasa de mortalidad infantil
(por cada 1000 nacidos vivos)
Años
1970 2005
34 6
24. 24
Bibliografía
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Ediciones Pontón Caribe S.A.
CEPAL 1997. La economía cubana. Re- formas estructurales y desempeños en los
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CIEM 1997. Investigación sobre el Desarrollo Humano en Cuba 1996. La Habana,
Caguayo S.A.
González, A. 1995. “Modelos económicos socialistas: escenarios para Cuba en los
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ONE 1995. Cuba en cifras 1994. La Habana, ONE.
ONE 1998. Cuba en cifras 1997. La Habana, ONE.
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Pons, H. 1998. “Cuba, Industrialización y desarrollo”. Cuba, Investigación
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Páginas consultadas:
-http://www.cubavsbloqueo.cu -http://www.one.cu/
-http://www.bohemia.cu
-http://www.globalizacion.cubaweb.cu/
-http:/eleconomista.cubaweb.cu
-http://www.ain.cu/
-http://www.trabajadores.cu/
-http://www.granma.cubaweb.cu/
-http://www.granma.cubasi.cu