El documento describe la situación educativa en México a finales de 1863 durante la intervención francesa. La educación no era una prioridad y las escuelas eran pequeñas chozas con pocos materiales y maestros mal pagados. El cura del pueblo se oponía a la educación y quería mantener a la gente en la ignorancia para apoyar al monarca francés. En contraste, el maestro del pueblo estaba comprometido con la enseñanza y el patriotismo a pesar de las dificultades. El documento argumenta que la educación
1. RESEÑA EL MAESTRO DE ESCUELA.
Finales del año de 1863, en ese entonces el presidente de México era Benito Juárez, que
terrible fueron aquellos tiempos para nuestro país se tenia encima al ejercito francés, que
pretendía adueñarse del territorio mexicano e imponer así una monarquía.
Pero no era solo eso, México contaba con otro gran problema pues la educación no era algo
primordial.
La lectura relata como en un pueblo de indígenas, el patriotismo no significaba nada para; la
iglesia católica era la que manejaba aquel lugar, el sacerdote tenia todo el poder, vivía en las
mejores condiciones pues tomaba del pueblo lo que se le ofreciera, y el alcalde no hacia mas
que seguir sus ordenes. El eclesiástico mostraba una actitud desagradable alardeaba sobre lo
difícil que era ser “pastor de almas” no le importaba en lo mas mínimo la gente del pueblo,
los criticaba y en ocasiones hasta humillaba a esos pobres indígenas, que no hacían mas que
escuchar su palabra y trabajar para dar un poco a la iglesia.
Se muestra que en aquellos años la religión no estaba de acuerdo con la educación, las pocas
escuelas eran pequeñas chozas, no había material para los alumnos y maestros, además de
mal pagados no tenían el respeto que merecen.
El cura del pueblo, expresaba que los niños eran nos animales, que no aprenderían y que
bastaba con la enseñanza del catecismo del padre Ripalta.
En realidad, lo que no quería era que estas dejaran a un lado su ignorancia, que despertaran
y se dieran cuenta de lo que en realidad les convenía.
Pues el se había encargado de meterles en la cabeza que el monarca que impondrían los
franceses era un enviado de Dios y que llevaría la paz a su pueblo; lo que haría era regresarle
poder a la iglesia pero que iba a saber esos ignorantes indígenas.
A diferencia del cura, el único maestro de aquel pueblo tenía un patriotismo impecable,
estaba dispuesto a luchar por su patria, y contaba con una verdadera vocación de enseñar, a
pesar de que su profesión no era bien pagada el no la dejaría por nada, estaba encantado con
sus alumnos y sabia que con una buena escuela estos dejarían la ignorancia a un lado.
La Republica triunfo, pero solo algunos apoyaron la educación, el general Arce, el general
Corona, el ciudadano Lira y Ortega, el general Félix Díaz y otros.
Pero aun había quienes tenían esas ideas antiguas de enseñar catecismo en escuelas, había
algunas que eran dirigidas por Hermanas de la Caridad, que ni siquiera estaban capacitadas.
Las cosas no debían de ser así, la escuela debe de ser completamente laica, el profesor debe
tener la habilidad de hablar al mismo tiempo al judío, al católico, al protestante, en si a todos
sus alumnos sin importar su religión.
La religión debe de respetarse, si, pero tiene que mantenerse al margen de la educación
publica, será decisión de cada uno la manera en la que quieran tomarla en cuenta.