2. Grecia. : Cualquier estudio sobre la antigua Grecia, incluida su
gastronomía, debe empezar desde Homero.
Pero la comida y bebida en Homero no solo era una necesidad, el sustento de vida y la
fuerza, también son una fuente de alegría y placer.
Los héroes de Homero siempre disfrutaban de un banquete igualitario ya sea buey,
cerdo, etc. La comida se repartía de manera igualitaria. La dieta ha estimulado bastante
curiosidad en estudios antiguos como modernos faltan muchos ingredientes y técnicas
culinarias.
La visión de homero de una comunidad civilizada es un lugar donde se producen
cereales para hacer pan, hay viñas para hacer vino, huertos con manzana y perales,
grandos, higueras y olivos, y donde las huertas bien plantadas producen por todo un
año.
Esta dieta se basa de los tres dones de los dioses: cereales, vino, aceite.
Una extensa variedad de líquidos, grasas y condimentos que daban un distinto sabor.
Se estima que el vino iba del 3% al 7% de alcohol una variedad de vinos distintos sabor
color y olor.
Vinagre con semilla de mostaza.
3. Roma: Eran pragmáticos la cocina
refinada, simple, elaborada.
Para los romanos, la cena era la comida principal del día; no es el desayuno ni
el almuerzo eran importantes: eran ligeros, rápidos y menudo en solitario. La
cena era la ocasión para el disfrute ocioso de alimentos y compañía. La cena,
ya fuese simple o elaborada, consistía en al menos tres paltos. Gustatio =
aperitivos, primae mensae = plato principal, y finalmente secundae =postre. El
pan era el acompañamiento de los dos primeros platos, servidos a menudo
como soporte sobre el que se apilan carnes o pescados o usado en vez de las
cucharas para mojar en las sopas o en las salsas.
El primer plato, los aperitivos incluían varios bocados pequeños tales como:
huevos, caracoles, ostras y porciones de pescado en vinagre, lechuga, salchicha
y cosas similares.
El principal en una variedad de: carne, pescado y marisco, legumbres y
verduras. El postre, solía ser simple incluía: nueces, manzanas, peras u otro tipo
de frutas. Las cenas más santificadas ofrecían tortas de miel u otros dulces.