En los últimos días ocurrieron hechos muy lamentables para la ciudad debido a la muerte prematura de dos jóvenes en sendos hechos delictivos, de los cuales por fortuna, el presunto delincuente fue incluso ya presentado. Las manifestaciones de la sociedad han sido claras y la respuesta de la autoridad municipal no tanto.
Desde aquí las más sentidas condolencias a las familias y el llamado a todos, sociedad y gobierno, para minimizar los riesgos de todos los que vivimos en esta ciudad.
Estimados lectora lector, cuando en el famoso cuento Alicia en el País de las Maravillas se describe la escena de la bifurcación de caminos y Alicia le pregunta al gato que cuál camino debería seguir, el gato le contesta que a dónde quiere ir, Alicia responde que no sabe, el gato le dice contundente, entonces toma cualquier camino.
De ello hablaré hoy, de la micropsia edilicia como primera respuesta.
Hoy en día se reconoce el llamado “Síndrome de Alicia en el País de las Maravillas” o “Micropsia”, que es un trastorno que afecta la percepción visual, los sujetos perciben los objetos -o las situaciones como los homicidios ocurridos- mucho más pequeños de lo que son en realidad, que al mismo tiempo parecen lejanos.
En este síndrome los pacientes experimentan a decir del Dr. Leonardo Palacios, metamorfopsias - distorsión visual consistente en la alteración de la percepción del tamaño- sensación de despersonalización, e importantes alteraciones de la percepción sensorial.
El Síndrome de Alicia en el País de las Maravillas puede ser producido por migraña, pero también se ha descrito en personas con crisis parciales complejas y por consumo de sustancias psicoactivas y habría que investigar.
La migraña o jaqueca es un padecimiento muy conocido desde hace mucho y lo padecen muchas personas. La traigo a colación, porque muchos escritores y artistas la han padecido y se ha visto reflejada en sus obras. Recurro a Lewis Carroll, autor de Alicia en el País de las Maravillas, obra espectacular traducida a más de 80 idiomas y que es considerada como uno de los más importantes clásicos de la literatura infantil.
El verdadero nombre del autor era Charles Lutwidge Dogson, quien ha sido estudiado ex post por haber padecido migraña. En 1952 el doctor Lippman afirmó que Carroll había utilizado sus propias experiencias migrañosas como fuente de inspiración para sus libros.