Un cirujano en Nueva York realizó con éxito una operación de vesícula biliar a una paciente en Francia a través de un robot quirúrgico, siendo la primera cirugía a distancia entre dos países. La operación duró 54 minutos y la paciente se recuperó bien. La clave fue reducir el retardo en la transmisión de imagen y comandos a menos de una décima de segundo a través de una conexión de fibra óptica de alta velocidad entre los dos países. Este hito allana el camino para compartir conocimientos qu
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Cirujano opera vesícula biliar a 7.000 km con robot
1. Un cirujano opera de vesícula biliar
a una paciente a 7.000 kilómetros
de distancia
Un robot, dirigido desde Nueva York, intervino en Estrasburgo
a una enferma de 68 años
JOAQUÍN PRIETO
Madrid 20 SEP 2001
Un equipo de cirujanos franceses ha operado con éxito a un ser humano en un
hospital situado a 7.000 kilómetros de distancia de donde se encontraba. 'Es la
primera vez que esto se consigue en la historia de la cirugía', aseguró ayer en
París el director de ese equipo, Jacques Marescaux. El 7 de septiembre, este
especialista manejó desde Nueva York los telemandos de un robot que extirpó la
vesícula biliar de una paciente de 68 años, situada en una sala de operaciones de
los Hospitales Universitarios de Estrasburgo (Francia).
La paciente se encuentra 'muy bien', aseguró ayer en París el doctor Marescaux,
al dar cuenta de esta primicia. La operación ha costado más de 200 millones de
pesetas -comprendidos el robot y las comunicaciones de alta velocidad
utilizadas-. Cuarenta y ocho horas después, la paciente salió del hospital.
El cirujano reconoció la sorpresa que había causado a la enferma la noticia de
que él se marchaba a Nueva York para operarle desde allí. 'Se le explicó que todo
se haría en condiciones de seguridad absoluta y que, si había cualquier posible
riesgo, otros colaboradores de mi equipo estarían con ella en la sala de
operaciones y se harían cargo de todo'. La paciente dio su consentimiento. 'Me
siento bien', aseguró la mujer en un vídeo proyectado durante las explicaciones
del cirujano. 'Yo tenía confianza. Hay que avanzar con la cirugía', añadió la
paciente en su intervención grabada.
2. Dos añosde trabajo
Medio centenar de personas ha trabajado más de dos años para poner a
punto esta operación laparoscópica, que duró 54 minutos y fue
practicada bajo anestesia general. Los ensayos previos se realizaron en
cerdos. El cirujano, situado en un edificio de Manhattan -ni siquiera era
un hospital- manipuló los mandos de un sistema robotizado, denominado
Zeus, concebido por la empresa estadounidense Computer Motion.
Este robot disponía de tres brazos articulados, el primero de ellos dotado
de una cámara en miniatura y los otros dos, los instrumentos quirúrgicos
propiamente dichos. Los tres fueron introducidos en el abdomen de la
paciente por medio de finas cánulas.
Una pantalla de control facilitaba al cirujano, en Nueva York, una imagen
de alta definición de la cavidad abdominal de la paciente. Junto a él, una
cámara guiada por órdenes de voz y dos pequeños telemandos, con los
que el médico dirigió los movimientos de los brazos robóticos presentes
en la sala de Estrasburgo.
Lo nuevo no es el uso de robots para una intervención quirúrgica, que ya
se utilizan desde 1997, sino el sistema de comunicaciones que ha
permitido manejarlos a gran distancia con éxito. La clave reside en una
conexión que permitió reducir a 150 milésimas de segundo el desfase
entre el gesto quirúrgico y el retorno de imagen que el médico tenía. El
operador público de telecomunicaciones, France Télécom, se encargó de
salvar la distancia, en una operación bautizada con el nombre de
Lindbergh, el aviador que en 1927 hizo la primera travesía del Atlántico,
sin escalas, entre Nueva York y París.
'Superar el desafío', explicó Jean-Pierre Temine, directivo de France
Télécom, 'exigió combinar cinco conexiones: la comunicación entre
máquinas, es decir, entre el robot y los telemandos; dos comunicaciones
humanas, una de voz entre los médicos y otra de videoconferencia, para
disponer de todo el detalle del ambiente en la sala de operaciones; y una
conexión de alta velocidad, de una calidad extremadamente alta y en
condiciones de total seguridad'.
El enlace, de fibra óptica, funcionó a una velocidad de 10 megabits por
segundo. 'La telecirugía franquea así una etapa decisiva', insistió
Marescaux, el jefe del servicio de cirugía digestiva de los Hospitales
Universitarios de Estrasburgo y preside el Instituto de Investigación de
los Cánceres del Aparato Digestivo. Alto, bronceado, enfundado en un
impecable traje gris oscuro, este médico de 53 años completó el
despliegue informativo con la presentación de una representante de la
revista científica Nature, que anunció que el número del 27 de septiembre
publicará los detalles de esta operación.
3. 'Los robots se utilizaban hasta ahora a pocos metros. El paso decisivo
que hemos dado es que por primera vez se ha hecho a miles de
kilómetros', enfatizó el cirujano. Y es que las mayores dudas no vienen
tanto de la proeza tecnológica, como de su verdadera utilidad práctica.
Los robots siguen siendo la parte más costosa, por más que sea posible
esperar un abaratamiento en caso de una utilización mucho mayor de
estas máquinas.
Para Marescaux, el futuro es enorme porque 'el paso dado demuestra la
posibilidad de compartir el gesto quirúrgico a distancia, lo cual es un
aspecto verdaderamente positivo de la mundialización. También permite
imaginar el mantenimiento de un cordón umbilical entre un joven médico
y un equipo quirúrgico más entrenado. Y, hablando de países en vías de
desarrollo, pueden beneficiarse de los conocimientos de equipos
quirúrgicos renombrados, permitiendo elevar su nivel sanitario'. Y
remachó: 'La telecirugía será un fenómeno banal en una decena de
años'.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 20 de septiembre de
2001