1. Abandono escolar en la Educación Media Superior.
T.A. Ing. Erick Salvador Sahagún Rodríguez
Subsistema CONALEP Plantel Tlaquepaque. CCT. 14DPT0004K
A forma de introducción, es necesario señalar que actualmente conocemos en detalle los “qué” de
la problemática del abandono escolar, es decir, las causas y factores que condicionan esta situación;
ahora se están difundiendo e implementando minuciosamente las estrategias para atenuar o
combatir dicha problemática.
Derivado de esto nos compete trabajar arduamente en la construcción de los “por qué” y “para qué”
abatir esta situación.
Si bien, los factores del abandono y/o deserción escolar se pueden centrar en el joven, en la familia,
en la institución y al entorno; uno de los factores que más se presentan son los clasificados dentro
del campo escolar, (bajo promedio de calificaciones, no asiste regularmente a la escuela, no le
parecen interesantes los estudios, ha sido suspendido, bajo promedio de calificaciones), entre otros.
Para esto es prioritario que esté presente un compromiso expreso y capacitado, que se encargue de
superar las diversas situaciones que procuran en fracaso y la deserción escolar.
Diversos estudios arrojan estadísticas considerables que los jóvenes abandonan la escuela como
resultado de un fracaso en su aprovechamiento académico, es decir, esta deserción viene a
consecuencia de situaciones acumuladas previas. Este bajo rendimiento produce en el joven
sentimientos asociados negativos (angustia, depresión y frustración) que bloquean el desarrollo del
alumno produciendo efectos contrarios a los que persigue la instrucción académica.
De aquí, que se vuelve imprescindible la implementación de estrategias y/o programas que estén
encaminados a la permanencia; algunos de ellos como “YO NO ABANDONO” y “CONSTRUYE T”;
dotan al docente de herramientas adecuadas para desarrollar e inculcar habilidades externas el
contexto académico, que le brindan la posibilidad al joven de obtener un crecimiento personal,
emocional y social dentro de su entorno cotidiano.
Si bien es cierto que los programas antes mencionados se convierten en un valioso instrumento de
trabajo, deberá de estar acompañado de una serie de estrategias donde el docente también sea
participe del abatimiento de esta problemática, algunas de ellas podrían ser:
Desarrollo de actitudes y expectativas que procuren la excelencia en los alumnos.
Inculcar el sentido de pertenencia en el joven, hacerle partícipe de las actividades propias de
su contexto académico, incentivar el amor a la institución.
Evitar los tratos diferenciados, donde el docente da percepción de favoritismos y margina a
los alumnos menos destacados, desarrollar una práctica ética e igualitaria.
2. El profesor deberá de adoptar una postura de enseñante más que de educador; deberá
propiciar los factores que permitan desarrollar por parte del alumno un crecimiento cognitivo
crítico y reflexivo, aunado a la concreción de adquisición de las habilidades denominadas
“socioemocionales”.
Como primordial, considero que el docente deberá de crear, conservar o despertar el interés
de los alumnos por las actividades y el contexto académico.
Con esto podemos lograr que los alumnos observen a sus profesores como un medio de apoyo y
ayuda, que le dota de herramientas que le permiten desarrollar criterios y reflexiones propias es decir
un maestro que enseña a “aprender”. Debemos pues como docente evitar las etiquetas de bajo
rendimiento, calificaciones sistemáticas negativas ya que esto potencia el fracaso en los jóvenes.
Algunas actividades que se pueden desarrollar e evidenciar serian:
Actividades escolares que fomenten el respecto, el trabajo en equipo y el compañerismo entre
los alumnos y el profesorado.
En este apartado podrán implementase fichas de trabajo de CONSTRUYE T, que procuren el
autoconocimiento, (Quien soy, Que valoro, entre otras).
Valorar el trabajo individual de cada alumno no como un producto sino como un proceso a
corto y a medio plazo, teniendo en cuenta el ritmo de aprendizaje de cada alumno, evitando
las “típicas calificaciones” para aludir a la responsabilidad, capacidad y desarrollo de cada
alumno.
En referencia a este punto el programa CONSTRUYE T, nos brinda actividades como: Mis
logros en la vida, Mis metas a corto, mediano y largo plazo.
Establecer mecanismos de motivación del profesorado, bien mediante sistemas de
retribución, de promoción o de valoración de su labor.
Sensibilizar al colectivo docente sobre su función como educadores y no únicamente como
enseñantes de una asignatura concreta partiendo del hecho de que la educación es un
proceso conjunto entre los diferentes agentes.
Una vez planteadas las diversas problemáticas que inciden en el abandono escolar, así como las
estrategias y actividades que pueden implementar los diversos actores del quehacer académico; es
fundamental recalcar que la adecuada aplicación de los programas será vital para obtener resultados
favorables y comenzar a recolectar el fruto del trabajo conjunto cuyo objetivo primordial y que está
señalado en la Reforma Educativa es abatir la deserción para concretizar en una eficiencia terminal
favorable en los distintos niveles educativos y combatir el problema de deserción y/o abandono
desde nuestra labor.