La hematuria puede ser microscópica o macroscópica y tiene varias causas frecuentes en pediatría como la glomerulonefritis postestreptocócica, la nefropatía por IgA y la nefritis lúpica. Para diagnosticar la causa subyacente, es importante realizar exámenes de laboratorio como un análisis de orina completo, recuento eritrocitario de 24 horas y estudios de gabinete que incluyen ecografía renal, gammagrafía renal y en algunos casos biopsia renal.