3. PRÓLOGO:
• El módulo de trabajo está destinado a los diversos
actores que trabajan en el Nivel de Educación
Secundaria.
• La D. G. C y E. de la Pcia. de Buenos Aires junto a
UNICEF Argentina ha tomado como tarea central el
trabajo para la mejora de una educación de
calidad en el marco de una educación secundaria
inclusiva y democrática.
• El tema de las violencias es un tema recurrente en
la sociedad y tiene una amplia difusión en los
medios de comunicación.
4. ARMADO DEL MÓDULO:
• Capítulo 1 “LAS VIOLENCIAS EN LAS ESCUELAS”
• Capítulo 2 “LA MIRADA SOCIAL QUE SE CONSTRUYE
SOBRE EL ALUMNO VIOLENTO”
• Capítulo 3 “ LA ESCUELA COMO POSIBILIDAD”
5. CAPÍTULO 1
• Un territorio de preguntas.
• Violencia en la escuela. Algunos estudios sobre la
temática.
• Violencias de ayer y de hoy.
• Cuestiones para seguir reflexionando.
6. PARA PENSAR EL CAPÍTULO…
• Cuando hablamos de violencia debemos
diferenciarla de conflicto.
• La VIOLENCIA no es intrínseca a la escuela, es un
fenómeno relacional, socialmente construido con
multiplicidad de causas.
• La lectura que hacemos de ella tiene que ver con
estrategias de seguridad y proviene del ámbito
judicial de E.E.U.U. “Ley de tolerancia cero”.
• El CONFLICTO es constitutivo de la dinámica social
y debe tomarse para encuadrar a la institución
escuela como generadora de vínculo.
7. • Tomándolo de esta forma podemos encontrar formas
de resolución de situaciones con abordaje pedagógico.
• Debemos considerar que un porcentaje pequeño de
situaciones convergen en violencia, además contamos
con herramientas que nos dan la posibilidad de
intervenir preventivamente: A.I.C. – Guía de Orientación
para la intervención en situaciones conflictivas y de
vulneración de derechos ( 1/12).
• Por lo tanto consideraremos a la escuela inserta en el
entramado socio-político- comunitario: VIOLENCIA
RELACIONAL.
8. CAPÍTULO 2
• Violencia y escuela en los medios.
• La construcción social de las infancias: niños y
menores.
• Nosotros y los miedos.
• Cuestiones para seguir reflexionando.
9. PARA PENSAR EL CAPÍTULO…
• Es habitual la lectura en medios de comunicación sobre
situaciones denominadas de “violencia escolar”.
• Los hechos se presentan como casos espectaculares y
conforman una especie de prontuario social para el
niño/ adolescente.
• Lo excepcional se percibe como norma y los casos
aislados se vivencian como escenografía habitual de la
escuela.
• Pareciera que la escuela es la “generadora” de la
violencia en los barrios, boliches, en escenarios
deportivos, aparece como responsable de no haber
transformado a esos jóvenes en sujetos
temperamentados y autocoaccionados.
10. • Se olvida que junto con la experiencia escolar, los
alumnos tienen una historia social previa que los fabrica
como sujetos.
• Se le pide a la escuela la pacificación que la sociedad
no logra, lo cual pone en evidencia que es una
institución donde se depositan altas expectativas y
esperanzas colectivas.
• Si tomamos como verdades irrefutables el contenido de
las noticias podríamos concluir que la escuela es un
lugar donde lo usual es la violencia.
• Indagar sobre las cadenas de asociaciones semánticas
que ofrecen buena parte de los discursos mediáticos
pone de manifiesto otras dimensiones que escapan al
etiquetamiento y al reduccionismo.
11. • Aparece un proceso de criminalización que opera
en la titulación de algunas noticias periodísticas,
donde se observa la categoría de MENOR.
• Es interesante observar como esta construcción
social e histórica sobre las infancias connota un
sujeto que necesita control, asistencia, sujetos de
los que hay que protegerse.
• Nosotros estamos hoy posicionados en pensar a
nuestros alumnos como sujetos de derecho.
• Esto se expresa en otro posicionamiento, implica
pensar acciones cotidianas diseñando dispositivos
pedagógicos.
12. • Algunos teóricos sostienen que en medio de un proceso
deterioro de las condiciones de vida de los ciudadanos
que también impregna todas las instituciones, los
medios de comunicación comienzan a tener cada vez
mayor relevancia.
• Aparece la criminología mediática.
• Se hace necesario comprender cabalmente estos
fenómenos por fuera de lo que nos muestran los medios
de comunicación.
• Aparece la necesidad de comprender el significado y
la relevancia de los “nuevos miedos sociales”.
• En nuestras sociedades, los miedos se construyen a partir
de ciertas ideas de lo que es amenazante y peligroso: el
identikit del sospechoso”.
13. • Dentro de esta lógica de estigmatización social
podemos enmarcar el proceso relacionado con la
universalización de políticas punitivas.
• Ante esto es fundamental que podamos escuchar
cuáles son los miedos de nuestros jóvenes: la posibilidad
de ser víctima de muerte joven es un temor social
arraigado como signo generacional de esta época.
• Los miedos que manifiestan adolescentes y jóvenes
parece vincularse a la posibilidad o imposibilidad de
sentirse parte, de estar incluidos, de poder ser
albergados en un todo mayor desde donde construir
amarras subjetivas, de producir sentidos hacia un YO
sostenible.
14. CAPITULO 3
• Aprender a estar junto a otros.
• Lo imposible se torna probable.
• Algunas cuestiones para seguir reflexionando.
15. PARA PENSAR EL CAPÍTULO
• LA ESCUELA ES LA INSTITUCIÓN POR EXCELENCIA
QUE TIENE LA OPORTUNIDAD DE FABRICAR UNA
MIRADA DEMOCRÁTICA Y NO CRIMINALIZANTE DE
LOS NIÑOS Y JÓVENES.
• Los actos de indisciplina, las alternativas de la
desobediencia estudiantil, las transgresiones a las
normas, las arbitrariedades de ciertos maestros y los
conflictos escolares son tan antiguos como la
propia escuela: forman parte de la vida cotidiana y
son constitutivos de los intercambios simbólicos
entre docentes y alumnos en el contexto de cada
época.
16. • Reconocer esto nos permite pensar el conflicto no
como sinónimo de violencia sino justamente como
lo contrario.
• El aumento de las situaciones de violencia en
nuestras sociedades no se producen por la
existencia de conflictos, sino precisamente por los
intentos de anularlos, de evitarlos, de neutralizarlos.
• Tanto en la escuela como la sociedad, circula la
idea de que el conflicto es malo e indeseable, que
es equivalente a la violencia, algo que debe
evitarse a toda costa.
17. • Por el contrario, si aceptamos que los conflictos son
constitutivos en nuestras vidas, será posible la
construcción de proyectos entre personas que dialogan
con intereses comunes y diferentes.
• El desafío es pensar escuelas como lugar donde es
posible trabajar para construir una sociedad más justa e
inclusiva, una oportunidad de abordar el tema de las
violencias a través de la escucha, desarmando las
imágenes criminalizantes y estigmatizantes,
explorándolas en forma crítica para construir otros
futuros posibles donde los conflictos existan, pero se
enfrenten y resuelvan de manera no violenta.
18. • Aún en los contextos sociales donde la violencia es ley, la
escuela puede generar las condiciones para que se constituyan
otras legalidades.
• Podríamos desarticular ciertas miradas sociales sobre nuestros
alumnos, empezar a escuchar y tratar de entender qué les pasa,
qué sienten ellos frente a ciertas categorías que hacemos.
• Muchas de nuestras instituciones trabajan cotidianamente,
individual y colectivamente para hacer conscientes esas
prácticas y generar formas de superación de esa reproducción
escolar: los alumnos aprenden a revalorizarse como sujetos de
derecho.
• Así todos pueden mirarse a sí mismos y estar en mejores
condiciones para transformar aquellas prácticas estigmatizantes
reforzando aquellas favorecedoras de los procesos de
democratización escolar.
19. • Esto supone avanzar en una dirección democratizante
e igualadora, consiste en romper con las visiones
fatalistas deterministas, aquellas que suponen la
enevitalidad de destinos y trayectorias sociales y
educativas.
• Así la institución escuela funciona como constructora de
subjetividad, configurando una autopercepción y
expectativas que se traducen en una experiencia
educativa singular.
• Una experiencia para tratar de rastrear indicios para
conocer las prácticas de nuestros alumnos que tienen
que ver con sus identidades, que nos permitan aprender
de ellos y con ellos.
20. • El objetivo es generar recursos para canalizar
creativamente el conflicto, socializarlo entre los
actores de la comunidad, abrirlo e integrarlo con el
fin de transformarlo.
• Producir espacios de creación y dar visibilidad a las
producciones de los alumnos contribuye a cambiar
la mirada y el discurso que los define como
“peligrosos”, algo que hay que “aislar” dentro de
un sistema penitenciario.