1. Lectura: El arte de conversar
La propia esencia de la actividad de Sócrates es que su objetivo no era enseñar a la gente.
Daba más bien la impresión de que aprendía de las personas con las que hablaba. De modo
que no enseñaba como cualquier maestro de escuela. No, él conversaba.
Está claro que no se habría convertido en un famoso filósofo si sólo hubiera escuchado a los
demás. Y tampoco le habrían condenado a muerte, claro está. Pero, sobre todo, al principio
solía simplemente hacer preguntas, dando a entender que no sabía nada. En el transcurso de
la conversación, solía conseguir que su interlocutor viera los fallos de su propio razonamiento.
Y entonces, podía suceder que el otro se viera acorralado y, al final, tuviera que darse cuenta
de lo que era bueno y lo que era malo, de lo que hacía bien lo que no.
Se dice que la madre de Sócrates era comadrona, y Sócrates comparaba su propia actividad
con la del “arte de parir” la debida comprensión, Porque el verdadero conocimiento tiene que
salir del interior de cada uno. No puede ser impuesto por otros. Sólo el conocimiento que llega
desde dentro es el verdadero conocimiento
La capacidad de parir hijos es una facultad natural. De la misma manera, todas las personas
pueden llegar a entender las verdades filosóficas cuando utilizan su razón. Cuando una
persona “entra en juicio”, recoge algo de ella misma.
Mayéutica:
Desde Sócrates se usa para nombrar el arte con que el maestro, mediante su palabra va
alumbrando en el alma del discípulo, nociones que este tenía en sí, sin saberlo.
Aunque Sócrates nunca sistematizó la mayéutica, se pueden destacar las siguientes fases en
este método:
› Se plantea una cuestión que, en el caso del uso que Sócrates hizo de este método, podía
expresarse con preguntas del siguiente tipo ¿qué es la virtud?, ¿qué es la ciencia?, ¿en qué
consiste la belleza?.
› El interlocutor da una respuesta, inmediatamente discutida o rebatida por el maestro.
› A continuación se sigue una discusión sobre el tema que sume al interlocutor en confusión;
este momento de confusión e incomodidad por no ver claro algo que antes del diálogo se
creía saber perfectamente es condición necesaria para el aprendizaje, y Sócrates lo
identifica con los dolores que siente la parturienta antes de dar a luz.
› Tras este momento de confusión, la intención del método mayéutica es elevarse
progresivamente a definiciones cada vez más generales y precisas de la cuestión que se
investiga (la belleza, la ciencia, la virtud).
› La discusión concluye cuando el alumno, gracias a la ayuda del maestro, consigue alcanzar
el conocimiento preciso, universal y estricto de la realidad que se investiga.
2. La idea básica del método socrático de enseñanza consiste en que el maestro no inculca al
alumno el conocimiento, pues rechaza que su mente sea un cajón vacío en el que se
puedan introducir las distintas verdades. Para Sócrates es el discípulo quien extrae de sí
mismo el conocimiento. Este método es muy distinto al de los sofistas que daban discursos
y a partir de ellos esperaban que los discípulos aprendiesen. Sócrates, mediante el diálogo
y un trato más individualizado con el discípulo, le ayudaba a alcanzar por sí mismo el saber.
La mayéutica sigue utilizándose como método educativo que funciona haciendo preguntas
para que el interlocutor llegue por sí mismo a las conclusiones. Lo razonado se aprende
mejor que lo memorizado y este método de aprendizaje no ha perdido vigencia con el paso
de los siglos.