1. El Cantar deMíoCid
Género al que
pertenece
La épica española suele tratar
temas históricos o legendarios
de carácter bélico, lo cual no
es de extrañar, dada la
situación de la guerra que se
vivía en la época entre los
distintos reinos cristinanos
contra los musulmanes
durante la Reconquista.
Inspiración
El cantar de Mio Cid narra
las hazañas del caballero
castellano Rodrigo Díaz
de Vivar en el siglo XI,
personaje que sirvió al rey
Alfonso y tuvo un papel
muy destacado en la
Reconquista. En la
historia se mezclan
elementos que
sucedieron realmente con
algunos sucesos
inventados. Aunque
destaca casi por la
ausencia total de
elementos fantasiosos, lo
que hace que la obra sea
bastante verosímil.
Autor y fecha
Al final del poema
puede leerse que
lo escribió Per
Abbat en 1207
(pero no se sabe
exactamente).
Estructura y
argumento
Está dividido en tres partes:
- El cantar del destierro: Rodrigo ha sido
acusado injustamente ante el rey por algún
enemigo. Queda deshonrado y tendrá que
abandonar Castilla. Abandona su esposa y sus
hijas y se va con sus hombres a realizar toda
una serie de actividades bélicas para recuperar
la confianza del rey.
- El cantar de las bodas. El Cid obtiene una de
sus más importantes Victorias: conquistar
Valencia. El héroe ofrece el territorio al rey y
éste lo perdona, de modo que el héroe recupera
su honra perdida.
- Cantar de la afrenta de Corpes. El Cid sigue
acumulando victorias. Sus yernos, llenos de
celos y envidia, parten con las hijas del Cid y
las maltratan y abandonan dándolas por
muertas. El Cid pierde de nuevo su honor y pide
justicia al rey. Los hombres del Cid derrotan los
Infantes y el rey anula los matrimonios, casa sus
hijas con otros caballeros y así el Cid recupera
de nuevo su honra.
Métrica
El Cantar consta de
más de tres 3700
versos polimétricos,
distribuidos en tiradas
de extensión variable,
monorrimos en
asonante. Cuando
cambia la rima,
empieza una nueva
tirada.
Tema
La pérdida y
progresiva
recuperación de
la honra.
Rasgos
lingüísticos
- Continuas llamadas a los
oyentes.
- Uso de fórmulas propias
de oralidad.
- Supresión de verbos
introductorios (decir,
contestar, afirmar, preguntar,
etc.).
- Alternancia de tiempos
verbales.
- Uso de exclamaciones
valorativas.
- Alternancia narración -
diálogo.
- Abundan epítetos épicos
(fórmulas que sirven para
caracterizar a un personaje)