Éteres. Química Orgánica. Propiedades y reacciones
Hombre y comunidad
1. TEMA #1: RECONOCE LA NATURALEZA SOCIAL DEL HOMBRE PARA VIVIR EN
COMUNIDAD
RELIGION
ISABELLA PEREZ BENITEZ
8-5
HOMBRE Y COMUNIDAD
Lo social aparece como una característica de la vida humanidad que implica pluralidad, unión y
convivencia.
El hombre se concreta en comunidades y asociaciones, como la familia, la nación, el estado constituye
algunas de esas entidades sociales, del hecho de que el hombre vive y convive en sociedad.
El origen de esto es natural, además el hombre solo necesita recibir de los demás, si no también dar,
comunicar y compartir. La propia condición del ser humano hace de un ser naturalmente social y nacido
para convivencia.
San Benito es el padre de la vida de clausura de los monasterios. Su experiencia primera fue la de vivir
solo en una cueva, lo que se conoce como vida de ermitaño. Es una vocación muy especial que algunos
tienen. Luego comienza a vivir en comunidad con otros monjes. En su regla dice que la vida “cenobítica”
es para los que han crecido en la fe y pueden tener más “armas” espirituales para vivirla, no para
principiantes. Pero aun viviendo solos no se aíslan de la sociedad: su soledad es una vivencia de oración,
es decir, de relación con las Personas Divinas y de comunión e intercesión con el resto de la humanidad.
Ni aun viviendo solo el ermitaño niega la dimensión social de su vida y la necesidad de la vida en
sociedad.
Hombre demuestra que el desarrollo de la persona humana y el crecimiento de la propia sociedad están
mutuamente condicionados. Porque el principio, el sujeto y el fin de todas las instituciones sociales son y
debe ser la persona humana, la cual, por su misma naturaleza, tiene absoluta necesidad de la vida social.
La vida social no es, pues, para el hombre sobrecarga accidental. Por ello, a través del trato con los demás,
de la reciprocidad de servicios, del diálogo con los hermanos, la vida social engrandece al hombre en
todas sus cualidades y le capacita para responder a su vocación.