Ideología, tecnocracia y liberalismo: desenmascarando la falsa objetividad de la técnica
1. SABERES; ideología, tecnocracia, liberalismo Ivana
Varchavsky
La ideología política es un juego ético de principios de un movimiento social que explica como la sociedad
debería funcionar y ofrece un programa político y cultural para un cierto orden social.
Se ocupa mucho de cómo el poder debería asignarse y a cuales fines debería ser usado, la popularidad es en
parte debida a la influencia de empresarios morales, quienes a veces actúan en sus propios intereses.
Cada ideología considera la mejor forma de gobierno (democracia, tecnocracia, teocracia, etc.) y el sistema
económico (capitalismo, socialismo, etc.)
El neoliberalismo es un fenómeno protagonista de los últimos años del siglo XX, contribuye a agravar los
desequilibrios naturales del mercado y convierten al estado y sus políticas en rehenes de intereses
particulares. Se asiste a una privatización del estado que va de la mano con la exclusión social, y una nueva
pobreza se agrega a la estructural. En resumen, hay un reacomodo del poder entre estado y sociedad en
función de un nuevo alineamiento de ganadores y perdedores, alineamiento que el estado contribuye a
consolidar por las vías de las políticas públicas y la reforma de las instituciones razón por la cual podríamos
decir que este carece de fundamentos filosóficos firmes ya que reduce la sociedad a las meras relaciones
mercantiles, y la política a la mera administración y gestión económica de la sociedad y el resultado de dicha
reducción es la tecnocracia que, erróneamente, se percibe a sí misma como autosuficiente y surge del
desgaste de las ideologías.
El neoliberalismo nos servirá para desenmascarar la falsa objetividad de la técnica ya que esta es capaz de
volverse autónoma y romper con las finalidades que tenía en un principio, perdiendo el horizonte y de esta
manera el contenido moral ya que su única premisa es alcanzar el poder.
Los avances de la ciencia y tecnología -automatización, cibernética,
robotización, ingeniería genética y biotecnología, informatización y telecomunicaciones - no siempre han
sido utilizados para que los seres humanos se liberen de la opresión y de la dependencia, sino que en
algunos casos han ayudado a concentrar aún más el poder en unas pocas manos, mientras la gran mayoría
de la humanidad queda relegada a una condición de impotencia. En Viet Nam se rociaron más de 80
millones de litros del Agente Naranja, un arma química desarrollada por la ciencia y la tecnología militar
norteamericana para supuestamente “desfoliar los bosques y permitir el descubrimiento y batimiento de los
Viet Cong”, mato más de un millón de vietnamitas, en su mayoría mujeres y niños, y provocó secuelas
terribles para la población y el medio ambiente. De esta manera el gobierno hizo la vista gorda al principio
de no maleficiciencia por sobre el de beneficiencia y a partir de esto podemos considerar su acto
inmoral ya que transgrede uno de los principios fundamentales de la bioética. Y a partir de esto
desenmascaramos la falsa objetividad de la técnica.
Cuando el gobierno se vuelve tecnócrata olvida que su actividad científica y académica está sustentada
sobre juicios de valor y esto deriva a que este realice actos inmorales.
En el pasado, Heidegger vio en la revolución de Hitler una ambición tecnocrática de los nazis la cual se
comprueba con el “proceso técnico de los gases” para la exterminación masiva.
Actualmente, países como Grecia e Italia con el objetivo de salir de la crisis, hicieron renunciar a sus
principales mandatarios, a Silvio Berlusconi de Italia y a Yorgos Papandreu de Grecia e impusieron a Mario
Monti y Lucas Papademos, quienes son tecnócratas. Para ellos la población es simplemente un número y
buscan que los números sean positivos ya que son indicadores de un crecimiento económico para esto, se
basan en recetas derivadas de actividades empresariales para lograrlo pero desconocen las implicaciones
sociales que puedan tener sus actos, de esta manera dichos actos se convierten en inmorales y como dichos
2. SABERES; ideología, tecnocracia, liberalismo Ivana
Varchavsky
actos derivan de la tecnocracia podemos afirmar que esta es inmoral. Por otro lado, “Según Aristóteles la
democracia era un depravación de la timocracia, pues la tecnocracia es una degeneración de la
democracia.” (En la tecnocracia se olvidan los principios éticos sobre los cuales reposa la democracia y al
olvidar dichos principios éticos).