proyecto de mayo inicial 5 añitos aprender es bueno para tu niño
Avanzar en tiempos de crisis
1. UNIVERSIDAD DISTRITAL FRANCISCO JOSÉ DE CALDAS
FACULTAD DE CIENCIAS Y EDUCACIÓN
LICENCIATURA EN PEDAGOGÍA INFATIL
JUEGO, TECNOLOGÍA Y CONOCIMIENTO INFANTIL
CUARTO SEMESTRE
Presentado por: Diana Marcela Barrera Prada
Adriana Lizeth Conde Ducuara
Jeniffer Marcela Morales Varón
Presentado a: Alexandra Martínez
Eje: transformar el pensamiento negativo al positivo.
¿Cómo lograr avanzar en tiempos de crisis? Intentando sacar lo bueno de los
sucesos negativos.
En una situación de crisis como la que está atravesando la Universidad Distrital, donde
se pueden ver como los intereses particulares priman sobre el bienestar de una
comunidad tan amplia, donde las reformas se plantean desde visiones económicas y
mercantilistas, para las cuales no se tienen en cuenta ni las opiniones ni las propuestas
de aquellos que conformamos el alma Mater, algo bueno tenía que surgir; la
Universidad Distrital logró dar un primer paso para organizarse, para generar
propuestas y para dejar de seguir ciegamente las decisiones de quienes están en los
altos mandos.
Son muchas las reformas que desde el CSU o desde el Consejo Académico se han
implementado en la Universidad, perjudicándola en múltiples aspectos y pasando por
encima de los estudiantes, profesores y trabajadores que son los que en realidad
conforman la comunidad universitaria. En estas acciones se atenta contra la calidad
académica, buscando convertir la educación pública superior en un negocio, que resulte
lucrativo, sin importar y sin tener en cuenta que los profesionales que salen de esta
universidad, entraran a formar parte activa de la sociedad en la que vivimos. Lo único
importante es el valor monetario.
Reformas que han acabado con la calidad de algunos proyectos curriculares, que
disminuyen las condiciones necesarias para el desarrollo de clases como seminarios o
talleres, reformas que arrebatan la posibilidad de nutrir un debate con distintos puntos
de vista; todas estas reformas han suscitado ciertas reacciones en estudiantes,
profesores y trabajadores, protestas, marchas, asambleas, que han buscado de alguna
manera poner en evidencia que todos los estamentos tenemos voz y voto y que este
debe ser reconocido por aquellas personas que manejan y controlan desde su escritorio
todos los ámbitos de la vida universitaria.
A pesar de todas las manifestaciones que buscaron reivindicar la posición de estudiantes
y profesores, solo la que se trató de imponer este año, que fue aprobada en noviembre
2. del año 2013, fue el detonante para promover no solo un paro estudiantil de casi la
totalidad de la universidad, que logró tumbar esta reforma nombrada (Acuerdo 008 y
Acuerdo 009), que promovían una reestructuración total de la Universidad, sin tener en
cuenta aspectos como presupuesto, infraestructura, planta docente y nuevamente sin
tener en cuenta lo que pudieran pensar aquellos que estarían directamente afectados
por la implementación de esta reforma.
Estos acuerdos buscaban acabar con cuatro de las facultades de la universidad, crear
facultades nuevas y 38 programas sin tener en cuenta los aspectos mencionados
anteriormente, desaparece totalmente la Facultad de ciencias y educación y las
licenciaturas quedan disgregadas entre las demás facultades, rompiendo con la
transversalidad del componente pedagógico, elemento central de la formación como
docentes, se crean una cantidad exagerada de cargos administrativos y se ve aún más
reducido el presupuesto disponible para la inversión en la universidad y en las falencias
que esta tiene, se pone en evidencia la falta de planificación, de estudios y de análisis
de lo que en realidad necesita la Universidad Distrital, pues esta si requiere una
reestructuración profunda, pero que sea pensada desde las verdaderas necesidades que
se tienen y potenciando lo que hasta el momento está funcionando.
Dentro del malestar general que generó esta reforma, que afectaría negativamente a
varios de los espacios y a varias de las personas (estudiantes, docentes y trabajadores),
se pueden rescatar dos aspectos positivos que fueron resultado de todo el movimiento
liderado principalmente por los estudiantes: uno de ellos fue lograr la derogación de los
acuerdos 008 y 009, por medio de la presión de todos los estamentos, la gestión llevada
a cabo en los distintos espacios destinados a la protesta, donde se buscó dar a conocer
la problemática real dentro y fuera del campus universitario. La generación de
documentos que develaban la poca viabilidad de implementar esta reforma, que
también mostraban el por qué la Facultad de Ciencias y Educación no debía
desaparecer. Los distintos escenarios que se abrieron para que el CSU comprendiera
que la comunidad universitaria estaba en desacuerdo con la reforma y que una
reestructuración de la universidad debe contar con la participación de todos los
estamentos, entre muchos otros. Estas fueron semanas de trabajo intenso donde se
logró sentar una posición de rechazo y conseguir la derogatoria de estos acuerdos, algo
que se debe agradecer al trabajo constante y conjunto de todas las personas
interesadas en no dejar acabar la Universidad Distrital que hoy conocemos.
Así, un punto a resaltar es la conformación real y concreta de un grupo de
representación de los estudiantes, algo que resulta complicado, por la falta de
compromiso, pero que gracias a esta coyuntura salió a flote de manera fortalecida y con
la convicción de defender la posición de los estudiantes dentro de la universidad.
Adicional a eso, que se refiere a la universidad en general, se generó también dentro de
la Licenciatura en Pedagogía Infantil un movimiento que posicionó a la licenciatura,
siempre vista en un segundo lugar, tal vez por la cantidad de mujeres que hay en ella,
3. por lo general denominada como aquella carrera con la cual se puede hacer lo que se
desee sin encontrar ningún tipo de resistencia. Pedagogía Infantil se mostró como un
cuerpo que se está formando políticamente, que también tiene y hace sentir una
posición, que también trabaja y propone y no simplemente se deja llevar por la
corriente.
El segundo punto a resaltar es la firme convicción desde los estudiantes y profesores de
trabajar conjunta y constantemente en una nueva propuesta que, si reestructure la
Universidad Distrital, pero pensando en la calidad de la educación y en el acceso a esta,
desde las verdaderas necesidades e intereses, no económicos, de quienes conformamos
el alma mater, una propuesta donde todo aquel que quiera y tenga una propuesta
puede ponerla sobre la mesa, ya que la intención es que realmente sea democrática y
participativa y satisfaga las verdaderas falencias que se tienen y los beneficiados
seamos todos, no solo quienes ostentan el poder de manejar la universidad del distrito.
De igual manera, se debe resaltar el malestar generalizado que la ausencia de los
estudiantes y el paro generó en todo el contexto universitario. Muchas personas
tacharon esta medida de presión como perdida de clase, como una forma de
anormalidad académica que no convenía a ninguno de los estamentos (cosa que es
cierta pero que tuvo sus efectos positivos a nivel colectivo). Por lo general, esta medida
siempre ha sido considerada desde lo negativo y arriesgado que conlleva tomarla; pero
no se puede negar que este “aspecto negativo” tuvo una importante y contundente
influencia en la toma de decisiones del CSU en cuanto a la decisión de deroga los
acuerdos. Este paro que se dio en la mayoría de las facultades y permitió que hoy en
día pueda pensarse en una reforma incluyente, participativa por parte de los
estudiantes, maestros, siendo miembros de toda la comunidad universitaria.
Igualmente, siempre se pensó que la reforma nunca se derogaría, que tendríamos que
despedir lastimosamente y sin protestar las facultades más representativas e
importantes de la universidad, que veríamos que nuestra educación se convertiría en un
negocio al que no podríamos tener acceso, de esta manera logrando la creación de
obreros para esta sociedad donde irónicamente debe ser un espacio de formación. Pero
no fue así, con la fuerza y la unión de los miembros de la universidad, las reformas
impuestas por el CSU se vinieron abajo y cedió espacio para que otros miembros de la
universidad entraran a hacer parte de este proceso. Lo cual demuestra, definitivamente,
que todos aquellos aspectos que se consideran negativos pueden transformarse
positivamente e impulsar a continuar y creer en el éxito de las propuestas de cambio.
Desde este punto de vista, podemos resaltar que a pesar de que muchas situaciones se
encontraban en nuestra contra, a pesar del pesimismo, la incredulidad y la falta de fe en
el movimiento y en la lucha por la universidad, se logró conseguir el objetivo deseado.
Ahora encontramos una nueva y mejor oportunidad de salir adelante, para continuar,
para crear e impulsar una reforma que nos permita pensar en una universidad al
4. alcance de nuestros sueños, una UD para todos y todas, incluyente, que forma libre
pensadores, académico, profesionales, hombres y mujeres que se piensan una Colombia
en pro del pueblo, en un futuro diferente y en cambiar sustancialmente las realidades
que nos aquejan y no nos ofrecen algún tipo de beneficio y progreso.