Esta síntesis subraya la cronología y el período al que corresponde cada uno de los hitos de la España contemporánea, que de por sí es bastante complicada. Se inicia con unas consideraciones sobre los siglos anteriores, y finaliza con diversas orientaciones sobre la guerra civil de 1936 y los períodos posteriores. Ofrece una visión global y coherente de la historia de España, que tiene un sentido propio al igual que lo tiene cualquier otra nación o país. Es muy útil como guía del estudiante de 4º de ESO, preuniversitario y universitario. En algunos aspectos tiene en cuenta investigaciones recientes.
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Síntesis de Historia de la España contemporánea: 1808-1936
1. Síntesis de Historia de la España
contemporánea:
1808- 1936
José Fermín Garralda Arizcun
2018
Col. Bermeja nº 21
2. La regente María Cristina realiza el juramento de la Constitución de 1876 al enviudar en 1885.
Autor: José Fermín Garralda Arizcun
Síntesis de Historia de la España contemporánea: 1808-1936
C/ Arrieta nº 2
31002 Pamplona – Navarra - España
Colección: Nueva Bermeja nº 21
http://historiadenavarraacuba.blogspot.com
Año 2018
* Queda prohibida la reproducción total o parcial de este trabajo, texto e imágenes sin
permiso. Está protegido, incluidas las fotografías inéditas.
3. Síntesis de Historia
de la España contemporánea:
1808- 1936
por José Fermín Garralda Arizcun
Pamplona, 29-V-2018
Observación: hay que estudiar las etapas están en letra 14,
no las ampliaciones o explicaciones en letra 11.
ÍNDICE:
1. La monarquía hispánica (lectura): s. XVI y XVII
2. Del absolutismo al ‘despotismo ilustrado’: el afrancesado s. XVIII
3. España en la encrucijada. Comienzos del siglo XIX. La ocasión perdida.
3.1. Fernando VII (1808-1833)
1808-1814: no ejerce el poder porque está preso en Bayona.
Guerra por la Independencia
Constitución de 1812
Tres tendencias políticas: conservadora, renovadora, innovadora
1814-1820: Sexenio absolutista
1820-1823: Trienio Liberal
1823-1833: Década absolutista
Se cercena la restauración de la monarquía hispánica
4.La construcción del Estado liberal (1833-1931): la revolución desde arriba.
4.1. Isabel II: 1833-1868
1) Minoría de edad (1833-1844)
1.1. Regencia de María Cristina de Nápoles y Sicilia (1833-1840)
4. 1.2. Regencia de Baldomero Espartero (1840-1843).
1) Mayoría de edad (1844-1868). Doña Isabel cumple 13 años.
2.1. Década liberal moderada (1844-1854)
2.2. Revolución de 1854 (la Vicalvarada)
2.3. Unión liberal (1856-1863)
2.4. Años finales (1863-1868):
4.2.Sexenio revolucionario (1868-1874): liberal radical.
1) La Revolución
2) Amadeo I de Saboya 2-I-1870 a 11-II-1873
3) Primera República 11-II-1873 a 1874. Carácter liberal radical.
Hacia la dictadura republicana. Régimen de Interinidad
4.3. Restauración alfonsina. Liberal moderada, 1874-1923 y 1930.
1) Alfonso XII, 1874-1885
1) Alfonso XIII, 1885-1930
2.1. Minoría de edad: Regencia de Mª Cristina de Habsburgo y Lorena
1885-1902
2.2.Mayoría de edad: 1902-1931.
Año 1917
Dictadura de Miguel Primo de Rivera (1923-1930)
Directorio militar (1923 a 1925)
Gabinete civil (1925 a 1927)
etapa final (1927 a 1930).
Caída de Alfonso XIII o de la monarquía liberal (enero
1930- abril 1931).
5.IIª República (1931-36) y guerra civil (1936-39)
5.1. El 14-IV-1931 se proclama la IIª República
5.2. Gobierno Provisional
5.3. Bienio socialazañista (1931-1933), de “Izquierdas” o “jacobino”.
5.4. Bienio radical cedista (1933-1935). Partido Radical
5.5. Elecciones del 16 de febrero de 1936. Se crea el Frente Popular. Falsificación
postelectoral de actas y evolución del doble poder.
5.6. Guerra civil 1936-1939
6. 1937-1975. El nuevo Estado. Dictadura de emergencia del general Franco,
prolongada en el tiempo. Desarrollismo económico y social, y reinstauración de la Casa
de Borbón.
Postguerra y evolución de la política 1939-1946
Reconocimiento internacional, configuración del Estado y ley de Sucesión en don
Juan Carlos a título de rey.
De la autarquía anterior a 1959 a la evolución, y el desarrollismo económico y social
Los últimos años de 1973 a 1975: ETA, el almirante Carrero Blanco…
7.La instauración del liberalismo y socialismo en 1978, proceso hacia un anti-1978 y
posible recuperación de España.
5. 1. La monarquía hispánica (lectura)
La historia de España se inicia con Hispania en la época romana, mucho antes que con los
Reyes Católicos que significaron el culminar medieval. Durante seis siglos, Hispania dependió de
Roma. Los visigodos suponen una continuación de Roma en muchos aspectos, y originarán una
monarquía propiamente peninsular. Ésta se configuró plenamente con la abjuración del rey
Recaredo de la herejía arriana y su conversión al catolicismo en el IIIer Concilio de Toledo
(589). A partir de entonces y también por otros aspectos, el acontecer histórico de España ha
estado íntimamente unido a la religión católica. La Edad Media supuso inicialmente la pérdida
de España (711), luego su lenta recuperación y la forja de los cinco reinos hispánicos
(llamados después las Españas), culminando con la conquista de Granada (1492), el
descubrimiento y civilización de América (1492), y el paso de la monarquía feudal de la Edad
Media a la monarquía efectiva de la Edad Moderna con los Reyes Católicos que culminan la
tendencia a la unión de los cinco reinos medievales. Durante varios siglos España fue madre de
múltiples pueblos, luego quedará el brillo la civilización hispánica, es decir, la Hispanidad,
hablándose del universalismo hispano.
S. XVI
Cuando fallecen los Reyes Católicos (Isabel en 1504 y Fernando en 1516), se había
consumado definitivamente la unidad territorial de España conservando la variedad y diversidad
de Reinos. Esto da paso a la época de los Austrias “mayores” (Carlos I y Felipe II).
La civilización hispánica. Tras descubrir América en 1492, España civilizará todo el
continente en el aspecto religioso y humanizador, de organización territorial y social, creando
importantes instituciones como los virreinatos, las audiencias, encomiendas, mitas, reducciones,
obrajes, misiones…, dando origen a seis mil y pico leyes de Indias sacadas de unas 30.000 Reales
Cédulas…, publicando diccionarios sobre las lenguas nativas, difundiendo la imprenta, las
universidades y originando un arte propio (el arte colonial). La Corona será la responsable de
ayudar a la Iglesia con medios materiales, la organización y su protección, además de llevar a
cabo sus labores más propias de gobierno y mejora. (Creo que esto fue olvidado en la celebración
del V centenario del Descubrimiento y civilización de las Américas).
España será la primera potencia mundial aunque fuese sin pretenderlo. Se volcará en
América, y mirará de forma comprometida al resto de Europa, cuya Cristiandad defendió frente
a la disgregación protestante, a la razón de Estado del renacimiento paganizante (Maquiavelo…),
y al ataque turco (Túnez 1535, Lepanto 1571). A su vez, también se defenderá la integridad de las
posesiones del Rey de España en los Países Bajos (futura Holanda), Flandes, Luxemburgo,
Borgoña y Franco-Condado, Italia etc. ambicionadas por protestantes y por Francia.
La Monarquía tradicional, de España o las Españas, era efectiva (tenía medios de
gobierno), preeminencial (el honor del monarca estaba por encima de la nobleza), autoritaria (la
nobleza está subordinada al monarca y le ayuda a gobernar en encargos concretos) y templada
(Cortes, Fueros, cuerpos intermedios y jurisdicciones sociales, y libertades).
6. Dominios gobernados por Felipe II con la histórica unión luso-española
S. XVII
Austrias “menores” (Felipe III, Felipe IV y Carlos II): se mantiene la tradición política
de España aunque con una tendencia al crecimiento administrativo y centralizador debido a las
especiales circunstancias de guerra (Unión de Armas del conde duque de Olivares en 1626). La
crisis de 1640 -revueltas en Nápoles, Sicilia, Cataluña, Lisboa, Andalucía, Aragón…- fue
básicamente de cansancio. En la segunda mitad la crisis económica, material y social será
tremenda, mejorándose desde 1680 y surgiendo un movimiento interesante llamado los
“novadores” (Corona Baratech). La mejora del s. XVIII se anunciaba a finales del s. XVII.
El primer gran conflicto europeo fue la guerra de los Treinta años (1618-1648) que
acabará con la paz de Westfalia, mantenida luego en solitario con Francia (1648-1659) hasta la
paz de los Pirineos. Tras 1648 y 1659 España pasará a ser la segunda potencia europea, aunque
siga siendo la primera en el mundo.
La rendición de la ciudad holandesa de Breda (2-VII-1625) o cuadro de “Las lanzas”
de Diego de Velázquez. Ambrosio de Spínola recibe las llaves de esta importante ciudad de los Países Bajos.
7. 2. Del absolutismo al ‘despotismo ilustrado’:
el afrancesado s. XVIII
Lectura
El absolutismo tiene un origen francés, una vez que fracasaron los intentos de
centralización realizados por el conde duque de Olivares en unas circunstancias límite ante el
esfuerzo que exigía la guerra de los Treinta Años.
Llega a España a través de Felipe V en 1700, que era nieto de Luis XIV.
El absolutismo no es propiamente español sino que choca con la tradición hispánica. La
prueba es que la pérdida de los Fueros de 1707 a 1714 tienen lugar después de una guerra civil. Al
absolutismo le costó mucho cuajar en España. El Reino de Navarra mantendrá su historia foral y
antiabsolutista -una excepción en la Europa del Despotismo Ilustrado-, peligrando a finales del
s. XVIII ante las actuaciones de los ministros de Carlos III y Carlos IV (Godoy).
S. XVIII
Época de los Borbones (Felipe V, Luis I -un año-, de nuevo Felipe V, Fernando VI, Carlos
III y Carlos IV).
La guerra de Sucesión (1700-1714) es la segunda gran guerra europea que acaba con las
paces de Utrecht-Rastadt. Es por la sucesión de la corona de España. Los Reinos de España se
dividen en 1705: Castilla sigue a Felipe V y los de Aragón al archiduque de Austria aunque en
1700 estos habían jurado fidelidad a Felipe. La guerra termina en tablas. Sin embargo, el rey de
España pierde todos sus territorios en Europa. Tras la guerra de Sucesión, los Reinos de la Corona
de Aragón pierden sus Fueros (1707, 1713-14, decretos de Nueva Planta). El decreto de supresión
foral de 1707 es típicamente absolutista no ya sólo por el hecho de suprimir los Fueros por la
rebelión, sino por motivos previos. Sólo mantienen los Fueros públicos el Reino de Navarra, el
Señorío de Vizcaya y las Provincias (con mayúscula) de Guipúzcoa y Álava porque se mantuvieron
fieles a Felipe V una vez aceptada su sucesión.
El modelo es la monarquía absoluta, centralista y unitaria de impronta francesa (el Rey hace
la ley sin las Cortes y no hay Fueros, aunque respeta la existencia de los cuerpos intermedios
sociales y las diferentes jurisdicciones sociales). El absolutismo es una forma de práctica política,
que omitía las leyes fundamentales existentes. Evolucionará hacia el despotismo ilustrado y
ministerial que era la moda de la época (“todo para el pueblo pero sin el pueblo”, unido al
regalismo) con los ministros de Carlos III y Carlos IV.
Desde 1767 (los ministros de Carlos III), sobre todo en 1796 (Godoy) y luego en 1829
(Fernando VII), Navarra verá amenazados su Fueros por el despotismo ilustrado. El liberalismo
(centralista y uniformador) los suprimirá en las Constituciones de 1808 y 1812, tras el
pronunciamiento militar de 1820, imponiéndose en 1841 la ley Paccionada (Navarra pasa de
Reino a Provincia).
8. Con Carlos III tiene lugar el motín de Esquilache (1766), y al año siguiente la expulsión de
los jesuitas de toda la Monarquía. Esta se debió a la oposición filo enciclopedista al estilo del
conde de Aranda, e incluso a los celos de ciertas Órdenes religiosas. Los reyes del despotismo
ilustrado presionaron con éxito al Papa Clemente XIV para su extinción, en España a través del
que será conde de Floridablanca. Sabemos que la Compañía de Jesús influía mucho en la alta
sociedad, tenía colegios, cultivaba las ciencias y las letras, y tenía un voto de especial obediencia
al Papa. El regalismo carolino supuso una intromisión del Estado en cuestiones eclesiásticas.
Por otra parte, Carlos III hizo reformas muy interesantes en su gobierno peninsular y de
América. Por ejemplo, reorganiza el Estado y crea la Junta de Estado (1787). Se reforman casi
todas las áreas del Gobierno: Marina, territorial, Intendencias, se decreta libertad de comercio
con América y la libertad de comercio del aceite, se reforma la organización municipal, se
acometen abundantes obras públicas y de embellecimiento, los colegios mayores, educación,
Bellas Artes, comedias, Ejército (Nuevas Ordenanzas militares etc.), la Inquisición, la disciplina
de las Órdenes religiosas...
Con Carlos IV el despotismo ministerial llega a su auge, y hay una sucesión de ministros
entre los que destaca el impopular Manuel Godoy. Falta representación social, no se reúnen
Cortes estamentales, y no es posible frenar a los ministros todopoderosos. La Hacienda Real
atraviesa una gravísima crisis. España se enfrenta a la Revolución francesa -de la que se conoce
sus efectos- de 1793 a 1795 (Paz de Basilea), para luego pactar con ella en 1795. Del lado de
Napoleón, Carlos IV entró en dos guerras contra Inglaterra y los países que formaban la coalición
contra el Imperio francés. El pueblo español no lo entendió. Su flota combinada será derrotada
por los ingleses en Trafalgar (1805). Godoy firmará el Tratado de Fontainebleau (1807), por el
cual Napoleón podía trasladar tropas hacia Portugal para poner en práctica el bloqueo
continental contra Inglaterra. Napoleón planteó dividir Portugal en dos, el Sur para el ambicioso
(¿) Godoy.
* * *
9. 3. España en la encrucijada. Comienzos del
siglo XIX. La ocasión perdida.
Precedente. La guerra contra la revolucionaria Convención
francesa (1793-1795). El lema de las tropas españolas es el tradicional y
propiamente español: religión católica, rey y patria, según figura en los
estandartes de los voluntarios navarros y catalanes -para ellos la “Guerra
Gran”-. Reinaba Carlos IV.
Hemos dicho que, para poner fin a esta guerra, Manuel Godoy firma la paz de
Basilea con la Francia revolucionaria en 1795. Así, España, de ser enemiga de la
Francia revolucionaria, en adelante se convertirá en su amiga y mantendrá dos
guerras contra Inglaterra de la mano del gran corso. El pueblo español no entenderá
este cambio, y manifestará cada vez con más fuerza su enemistad hacia el advenedizo
Godoy. En Trafalgar la flota española y francesa es derrotada por la inglesa de Nelson
(1805), volatilizándose los proyectos de Napoleón para invadir Gran Bretaña.
En el tratado de Fontainebleau (1806) España deja a Napoleón
atravesar la vieja piel de toro con sus tropas para ir a Portugal, pero las
águilas francesas del mariscal Junot se quedarán en las fortalezas, ciudades
y torres españolas.
Motín de Aranjuez 17-19-III-1808: estuvo dirigido por nobles y
militares “fernandinos”. Fue algo novedoso (el motín de Esquilache de 1766
fue muy diferente) y atípico. También fue una ocasión perdida. Delante del
palacio de Aranjuez se consigue la dimisión de Godoy y la abdicación –
condicionada según el interesado dijo después- de Carlos IV en su hijo
Fernando VII. A los cuatro días, el mariscal francés Murat entra en Madrid
al frente de sus aguerridas tropas.
3.1. Fernando VII (1808-1833)
Es el hijo mayor de Carlos IV. En su reinado se distinguen 4 fases:
1808-1814: no ejerce el poder porque está preso por Napoleón
en Bayona.
10. Sitios y defensa de la ciudad de Zaragoza con Palafox en 1808. Ciudad de héroes.
Lo mismo diríamos de Gerona con el general Álvarez de Castro.
En 1808 Napoleón atrae a la familia real a Bayona mediante engaño.
La guerra por la Independencia se inicia el 2 de mayo de 1808
y dura hasta diciembre de 1813 (tratado de Valençay). Los motivos
de esta larga y popular guerra fueron: religión católica, independencia de la
patria, y rey Fernando.
El 2 de mayo tiene lugar la sublevación popular en Madrid (La carga
de los mamelucos, Goya), sofocada y reprimida (Los fusilamientos del 3 de
mayo, Goya).
El alcalde de Móstoles hace una llamada para ayudar la sublevación de Madrid.
Es el inicio de la resistencia y guerra de los españoles contra Napoleón que mantiene
a su hermano José (I) como intruso.
Abdicaciones de Bayona, 1808: Carlos IV y Fernando VII abdican
en Napoleón por la fuerza -como tal de validez jurídica-, quien traslada la
corona a su hermano José que antes había sido coronado rey en Nápoles.
José (I) Bonaparte no fue jurado Rey por las Cortes españolas, y sólo fue
aceptado por una minoría: los afrancesados del despotismo ministerial (marqués de
Azanza, Urquijo, Cevallos, Cabarrús…).
A finales del mes de mayo, los españoles se sublevan en diversos y
lejanos entre sí puntos de la geografía española.
Se sublevan en Asturias y Valencia 23-V; Zaragoza, Cartagena y Badajoz 24-V;
Sevilla, Córdoba, León, Mallorca 27-V; Cádiz y Granada 29-V, y La Coruña 1-V. En
cada caso y muchos otros se crean Juntas provinciales, y luego la Junta Central. Tras
ello, se crea una Regencia que sustituye a la persona del monarca que se encontraba
preso en Bayona.
11. La constitución de Bayona 1808 fue impuesta a España por
Napoleón. Sigue el modelo de las francesas de 1791, 1795 etc.
Es una Carta otorgada (no la redacta la soberanía nacional) y es claramente
afrancesada; la Constitución de Cádiz de 1812 se inspira en sus mismas fuentes y
tienen mucho en común.
La batalla de Bailén, en la que el general Castaños venció al mariscal Dupont,
hizo que Napoleón, sobrecogido, viniese a España. En Somosierra y mediante
movimientos de tropas, Napoleón desarticuló a los Ejércitos españoles. Los franceses
sitiaron las ciudades de Zaragoza (general Palafox) y Gerona (general Álvarez de
Castro), que resistieron heroicamente a los franceses. En Zaragoza hubo dos Sitios, y
fracasan los mariscales: Lefevre y Verdier, luego Moncey y Mortier, Junot y Lannes.
Gerona sufrió tres sitios, fracasando Verdier, Saint-Cyr y capitulando la ciudad ante
Augereau. A continuación, surge la guerrilla popular, que con apoyo inglés se
transformará en Ejércitos. El guerrillero Espoz y Mina –¡oh héroe navarro!- creará
un ejército de 18.000 hombres con apoyo inglés. Otros guerrilleros son el Cura
Merino y Juan Martín Díaz “el Empecinado”. La guerrilla es un pueblo en Armas. Las
batallas para recuperar España (españoles, ingleses con Wellington y portugueses)
tienen lugar en Talavera, Chiclana, Salamanca, Arapiles, San Marcial, Vitoria y
Sorauren, Bruch…
La guerra en España junto con la campaña de Rusia (1812) fueron un
desastre para los Ejércitos imperiales de Napoleón.
La Constitución de Cádiz de 1812 fue fruto de unas Cortes
irregulares y poco o nada representativas. Fue casi una copia de las
Constituciones francesas de 1791, 1795 etc.
La redactó el mismo jurista que la constitución de Bayona: Ranz Romanillos.
Declararon aspectos diferentes y aún contrarios a los que el español
defendía frente a Napoleón. El texto es extranjerizante y en muchos puntos
contrario a las instituciones, leyes y tradiciones españolas. Muchos
diputados tenían ideas afrancesadas aunque fuesen enemigos de José I,
existiendo entre ellos muchos suplentes pues España estaba ocupada por
Napoleón. Cuando llegaron los diputados “titulares”, de mayoría realista o
tradicional, la Constitución liberal ya estaba redactada y proclamada.
Su carácter político fue liberal radical y sus principios fueron:
Soberanía nacional (Jovellanos la consideraba impropia de una monarquía),
separación absoluta entre el poder legislativo, ejecutivo y judicial (de hecho muchas
veces entrarán en conflicto), igualdad absoluta de todos ante la ley, centralismo y
uniformismo (regional, municipal, grupal), se desconocen los Fueros del Reino de
Navarra, del Señorío de Vizcaya, y las Provincias de Guipúzcoa y Álava, se crean las
Provincias con los Jefes Políticos y la diputaciones provinciales, se otorgan derechos
absolutos (ilimitados en la práctica) al individuo aunque sin una declaración
articulada a diferencia de otras Constituciones, libertad absoluta de imprenta, milicia
nacional voluntaria como alternativa al Ejército, se liquida el orden estamental, se
12. suprime la Inquisición (no era como la de antaño sino que tenía atribuciones
secundarias relativas al examen de libros y doctrinas)…
El rey goza del poder ejecutivo y da cuentas al legislativo, el legislativo es
unicameral, y se proclama el sufragio universal masculino e indirecto del individuo.
Libertad de trabajo, supresión de los gremios en el ámbito organizativo y
laboral, libertad de producción, tráfico, comercio y precios.
Se reconoce la confesionalidad católica del Estado y la unidad católica en el
ejercicio público -manifestaciones externas y de apostolado- de la religión. Esto fue
una concesión a los abundantes clérigos de la Cámara, a la naturaleza de España, al
carácter de los españoles y a las causas religiosas de la guerra conta Napoleón. Política
regalista, y tímida desamortización eclesiástica por la que el Estado se apropiaba de
algunos bienes de la Iglesia para venderlos al mejor postor.
Entre los liberales destacan Argüelles, Alcalá Galiano, Quintana, Muñoz
Torrero, Calatrava, Oliveros, Gallego, Mejía, Golfin… Entre la minoría realista figura
el obispo de Orense (Pedro de Quevedo), Inguanzo, Borruel, Gutiérrez de la Huerta,
Valiente, Capmany destacó en la defensa de los gremios...
Está vigente en 1812-1814, 1820-23, y 1836-37.
Aunque el desarrollo práctico de dicha Constitución tiene continuidad respecto
a la práctica política del despotismo ilustrado, la Constitución fundamenta buena
parte de la política oficial o Estado español de la Edad Contemporánea.
El lema del Liberalismo era el de la revolución francesa: Libertad, Igualdad y
Fraternidad pero, como en dicha Revolución, entendidas según el racionalismo y la
secularización.
Cuadro conmemorativo de las Cortes rupturistas de Cádiz. 1812
En ese momento y hasta 1833, habrá básicamente tres tendencias
políticas en España:
a) Conservadores, absolutistas (monarquía absoluta y
despotismo ilustrado), o realistas “fernandinos”. Estos desaparecen en 1833
sumándose a los innovadores o liberales moderados y -algunos- a los
carlistas.
13. a) Renovadores, tradicionales (monarquía efectiva) o realistas.
Se mantienen antes y tras 1833. Hacia 1827 se llamarán carlistas, y tendrán
un gran despertar en 1833, 1868, 1931-39, y la década de los sesenta. Pierden
la ocasión de reformas.
A este último quehacer es fiel la dinastía borbónica de los descendientes de la
rama de Carlos V, hermano de Fernando VII.
Afirma Jovellanos: “Y aquí notaré que oigo hablar mucho de hacer en las
mismas Cortes una nueva Constitución, y aun de ejecutarla; y en esto sí que, a mi
juicio, habría mucho inconveniente y peligro. ¿Por ventura no tiene España su
Constitución? Tiénela, sin duda; porque ¿qué otra cosa es una Constitución que el
conjunto de Leyes Fundamentales que fijan los derechos del soberano y de los
súbditos, y los medios saludables de preservar unos y otros? ¿Y quién duda que
España tiene estas Leyes y las conoce? ¿Hay algunas que el despotismo haya atacado
y destruído? Restablézcanse. ¿Falta alguna medida saludable para asegurar la
observancia de todas? Establézcase. Nuestra constitución, entonces, se hallará hecha
y merecerá ser envidiada por todos los pueblos de la tierra que amen la justicia, el
orden, el sosiego público y la libertad, que no puede existir sin ellos” (1810, se respeta
la grafía).
b) Innovadores, liberales moderados (conservadores del
liberalismo) o radicales (llamados a sí mismos progresistas). Se dividirán en
moderados (doceañistas) y radicales (veinteañistas).
Se mantienen tras 1833 y ocupan siempre los distintos Gobiernos. Dirigen la
dinastía borbónica de los descendientes de Isabel II más la primera República.
1814-1820: Sexenio absolutista
Fernando VII es liberado en el Tratado de Valençay y llega a España.
En Valencia, es aclamado por todos los españoles como “El Deseado”. En uso
de sus atribuciones no acepta la Constitución de 1812, aunque por eso los liberales
hablarán paradójicamente de un golpe de Estado del Rey, apoyado en el general
navarro Francisco Elío. Se detiene a los principales liberales: Conde de Toreno, el
poeta Quintana, Martínez de la Rosa, Gallego, Villanueva, Argüelles…
El manifiesto de los Persas (1814) es un texto muy importante que
69 diputados realistas, dirigidos por el marqués de Mataflorida, presentan
al Rey en 1814. Es una ocasión perdida. Le proponen una forma de gobierno
tradicional -con reformas a la española- y no absolutista. Pertenece al
realismo renovador (Suárez Verdeguer, Comellas, Diz-Lois…). El rey lo
recibió pero lo olvidó enseguida.
Si el Manifiesto no hace hincapié en los Fueros es porque se suponen para
aquellos que los poseen (Reino de Navarra, Señorío de Vizcaya, Provincias de
Guipúzcoa y Álava) y porque el texto se extiende a todos los españoles.
14. 1820-1823: Trienio Liberal
Mediante un pronunciamiento militar, Rafael Riego proclama la
Constitución de 1812 en Cabezas de San Juan (Cádiz). Fernando VII acepta,
a desgana y por presiones, la Constitución liberal.
En vez de dirigir las tropas hacia América para dominar la sublevación, Riego
las dirige contra el rey como cabeza del Estado. Al final, aunque Riego estaba siendo
copado por las tropas reales en Andalucía, el rey cede ante el pronunciamiento de
Quiroga en Galicia, las presiones del conde de Montijo (H:.) y por su carácter voluble.
Se crea la Milicia Voluntaria urbana para apoyar el nuevo sistema.
Pululan las sociedades patrióticas (agrupaciones de café convertidas en clubs
revolucionarios) y secretas (masonería, comunería y anilleros).
Se asiste a un enfrentamiento entre liberales moderados y exaltados.
Se acentuó el desgobierno y las sociedades secretas salieron a la luz
pública, reuniéndose en los cafés. Anticlericalismo: se suprime a los
Jesuitas, se disuelven las congregaciones religiosas, se suprimen todos los
monasterios de las órdenes monacales, y se rompen relaciones con la Santa
Sede.
Guerra realista 1821-1822 en Navarra, Guipúzcoa, Cataluña (lema:
religión, patria, monarca como suprema potestas, y, en Navarra y lo que
serán las Vascongadas, los Fueros). El llamado Ejército de la Fé llega a
tener 3.000 hombres armados.
Se crea la Regencia de Urgel con el Barón de Eroles, que sigue el Manifiesto
de los Persas, y sus declaraciones son expresamente forales. También aparece la
Regencia de Oyarzun. Las regencias sustituyen a la persona del rey al que
consideraban preso del gobierno liberal.
Al Ejército realista le apoyarán los “Cien mil Hijos de San Luis” (35.000
franceses) enviados por Francia (Luis XVIII) en abril de 1823, según se
acuerda en el Congreso de Verona en la plena Europa de los Congresos
propios de la Restauración.
El liberalismo español quedará sin apoyos en 1823 de modo que los franceses
se pasearon hasta Cádiz. El 1 de octubre Fernando VII retoma el poder absoluto,
descontentando a los del manifiesto de los persas y a muchos realistas.
1823-1833: Década absolutista
En esta etapa está presente el absolutismo con reformas al estilo
despotismo ilustrado. Podrían hacerse reformas de calado político pero no
se realizaron.
Fernando VII sigue olvidando la propuesta realista-renovadora del Manifiesto
de los Persas. Se crea el cuerpo armado de Voluntarios Realistas frente a una posible
revolución liberal (salvo en Navarra por no ser conforme a los Fueros). Para cerrar
agravios se promulgó la amnistía de 1824 y se entregó no pocos puestos oficiales -
15. incluso importantes- a antiguos afrancesados y liberales del trienio. Hay abundantes
reformas, siendo la etapa menos desabrida del reinado de Fernando VII.
Desde 1823 Fernando VII da entrada a antiguos afrancesados y liberales
del Trienio, lo que no contentó a los liberales y descontentó mucho a los
realistas. Los militares realizan multitud de pronunciamientos liberales,
como el de Mina-Torrijos (1830), todos los cuales fracasan. La sociedad no
los quería.
También fracasarán los conatos revolucionarios en la frontera de los Pirineos,
propios de la Revolución europea de 1830.
Tiene lugar una sublevación de los agraviados o “malcontents”
(1827) en Cataluña, que es mal conocida; la dirigen los Realistas o
tradicionalistas contra los ministros liberales. El rey acude a Cataluña. Se
pierde la ocasión de un cambio y reforma política a lo tradicional.
En este tiempo se pierden casi todas las posesiones en América, que
se sublevaron bajo la dirección de los criollos (españoles nacidos en
América) y el apoyo inglés, constituyéndose en Repúblicas independientes.
La presencia de España se reduce a las islas de Cuba y Puerto Rico.
Hay varias de las etapas en la independencia en América (emancipación).
Fue una guerra civil en la misma América, porque hubo americanos que deseaban
seguir en España.
Por ejemplo, la población negra en Colombia se puso al lado de España, lo
mismo que el virreinato del Perú (virrey Abascal) etc. Se destacan cuatro fases: 1808-
1809-1814-1820-1824. Los realistas controlaron la situación de 1808 a 1816 y
después, con San Martín y Bolívar, el triunfo fue de los secesionistas. Recordemos la
“oportuna” traición del pronunciamiento de Riego en Cádiz en 1820.
Tras la muerte de su tercera esposa, el rey casa por cuarta vez con María
Cristina de Borbón (1829). Cuando la reina estaba en los primeros meses de
su embarazo, el rey, enfermo, decretó la Pragmática Sanción 23-III-
1830, que reconocía el derecho a las mujeres a heredar el trono, según el
sistema de las Partidas de Alfonso X el Sabio. Esta disposición regia
permitirá a su futura hija Isabel ser reina, pero saltándose la ley fundamental
de Cortes de 1713, mantenida por Carlos IV en 1789 -al no publicar lo
acordado por las Cortes-, y recogida de nuevo en la Recopilación de leyes de
1802.
El Rey lo hizo porque era absolutista aunque el absolutismo fuese una praxis
opuesta a las Leyes fundamentales de la Monarquía. El rey creyó que podía saltárselas
en lo que respecta a la sucesión del titular de la corona. Según las Cortes de 1713 la
Corona correspondía a su hermano Carlos antes que a su hija Isabel. En efecto, según
la ley semi-sálica las mujeres podían gobernar pero sólo una vez que todos los
varones directos de la familia hubiesen fallecido. El rey actuó contra la ley porque
no reunió Cortes para cambiar la ley semi-sálica de 1713. Isabel nacerá el 30-X-1830.
16. Enfermo, el rey anulará por decreto la Pragmática Sanción el 18-IX-
1832 para no perjudicar los derechos de su hermano Carlos, debido a “la
impopularidad de la Pragmática, así como lo inevitable de una guerra civil” (Suárez
V.) Sin embargo, esta derogación no se llevó oficialmente a la práctica por un
auténtico golpe de Estado isabelino, que provocó la caída del Ministerio e “hizo
desaparecer el documento” (Sucesos de la Granja, 1832). En este momento entra
en juego la infanta Luisa Carlota (hermana de María Cristina) y Fco. de Paula
(hermano del rey) que habían contraído matrimonio: su hijo será Fco. de Asís, que
luego casará con su prima Isabel.
Tras ello, María Cristina asume las funciones de Regente el 6-X-1832. Tomó las
medidas siguientes: 1º) permitir el regreso de muchos liberales emigrados,
formándose un partido liberal-moderado favorable a doña Isabel; 2º) desarticular las
fuerzas partidarias de don Carlos (Voluntarios Realistas, capitanes generales, y
ayuntamientos); 3º) reunir unas supuestas Cortes restringidas para proclamar a
Isabel como “princesa de Asturias” el 20-VI-1833. Meses antes, el 30-XII-1832 el rey
había derogado el decreto derogatorio del 18-IX-1832.
Así, antes de morir Fernando VII (29-IX-1833) queda ultimado el tránsito del
Antiguo al Nuevo Régimen sobre el papel. El 4-X-1833 don Carlos V, que estaba
desterrado en Lisboa, firma el Manifiesto de Abrantes declarándose sucesor de
Fernando VII y gran parte de España estaba con él. Tenía una elevada conciencia del
Derecho; por algo se lee que no había cedido ante Napoleón en las abdicaciones de
Bayona. El 24-X-1833 los liberales y otros isabelinos proclamarán a Isabel como
reina, y la ley del 25-X-1833 excluirá a don Carlos y sus descendientes.
Don Carlos V (y VIII de Navarra) representa la legalidad monárquica
(legitimidad de origen) y el gobierno tradicional a lo cristiano y no absolutista
(legitimidad de ejercicio); mientras que Isabel II (y I de Navarra) representa la
voluntad absoluta del gobernante de hecho, y dará la ocasión al triunfo de la
Revolución liberal. La Corona le correspondía según la ley a don Carlos. El conflicto
fue sucesorio pero, sobre todo, de ideas y valores. Por un lado, seguía vigente aquello
por lo que los españoles lucharon en la guerra por la independencia. Por otro, los
liberales aprovecharon bien la ocasión de la minoría de edad de doña Isabel para
instaurar el Estado liberal.
Es una ocasión perdida.
* * *
17. 4.La construcción del Estado liberal (1833-
1931): la Revolución desde arriba.
4.1. Isabel II: 1833-1868
1. Minoría de edad (1833-1844)
1.1. Regencia de María Cristina de Nápoles y Sicilia (1833-
1840):
Estatuto Real de Cea Bermúdez, 1834. No es una Constitución sino un
compromiso con la revolución liberal al establecer el gobierno
parlamentario.
Sus principios son: soberanía real (no nacional), no hay separación plena de
poderes, el rey tiene el poder ejecutivo, el legislativo es bicameral (como en Inglaterra
y Francia), no hay declaración de derechos, carácter conservador, sufragio censitario,
vigencia 1834-36. Su naturaleza es como la Carta otorgada de Luis XVIII en Francia.
Guerra carlista (en general realistas renovadores) 1833-1839
en el Norte y 1840 en Levante.
A Carlos V le apoyan los realistas renovadores (ajenos al absolutismo y
despotismo ilustrado) y algunos de los antiguos fernandinos (otra cosa es que en
España todos ellos aceptasen a Fernando VII como el legítimo rey hasta el día de su
muerte).
A Isabel II le apoyan los liberales (innovadores) en bloque y algunos
absolutistas fernandinos (conservadores, ej. como el conde de Guenduláin en
Navarra, porque para ellos la voluntad del Rey era la ley).
Don Carlos y gran parte del pueblo español que le apoyaba, defendía:
Dios, Religión, Patria, Rey con la suprema potestas, Cortes, Fueros (vid.
Andrés-Gallego, Bullón de Mendoza, Wilhelmsen, Asín…). En resumen, era
el modelo de monarquía efectiva de los s. XVI y XVII, con las debidas
actualizaciones. Sigue el ya citado Manifiesto de los Persas de 1814. Los
18. liberales confundían interesadamente un gobierno de orden en el que el rey
tuviese la última palabra con el absolutismo.
Bellísimo cuadro conmemorativo de la primera guerra carlista. Autor: Ferrer Dalmau.
Es un error común identificar a los carlistas con las guerras, porque aunque para ellos
eran defensivas, en su historia configuraron una sociedad con sus familias, asociacionismo, círculos sociales, celebraciones
religiosas y socio-políticas, sindicatos laborales, periódicos diarios y revistas ilustradas, diputados, grandes oradores…
La guerra de los Siete Años fue larga. El pueblo español en general era carlista
(los prueban los datos cualitativos, el que las tropas de don Carlos entrasen en
numerosas ciudades en sus marchas por España etc.). La administración dirigida por
Don Carlos dominaba efectivamente Navarra, Vascongadas, Cataluña, Valencia, la
zona del Maestrazgo…. salvo las grandes ciudades. Durante bastante tiempo
triunfaron las Armas de Don Carlos, dirigidas por Zumalacárregui en Navarra y
Vascongadas (el “tío Tomás” para sus voluntarios), Zaratiegui, y en Levante por
Ramón Cabrera (el “tigre del Maestrazgo”). Los isabelinos tenían en su poder las
fortalezas de las ciudades, el Ejército, el dinero del Estado, la Deuda pública, el
funcionariado, y el reconocimiento internacional de países como Portugal, Francia e
Inglaterra que les ayudaron con armas y abundantes tropas… Zumalacárregui derrotó
a las legiones portuguesa, francesa e inglesa. La guerra fue muy dura y se arbitró un
Convenio para humanizarla. Zumalacárregui falleció de una herida en el sitio de
Bilbao. A continuación hubo varias expediciones carlistas que recorrieron la
península (Gómez, Guergué, la Real…). Se pasó de la preponderancia militar carlista
a estar en tablas. Después de muchos triunfos carlistas, Espartero vence en el puente
de Luchana (Vizcaya).
El abrazo de Vergara entre Espartero (liberal) y Rafael Maroto (declarado
traidor por el rey), en donde no hubo ningún batallón navarro ni alavés, pone fin a la
Guerra del Norte en 1839. La guerra se mantiene un año más en Valencia y Cataluña,
resistiendo Cabrera a todo el Ejército liberal que se nutría de reemplazos obligatorios.
19. Cuadro de Zumalacárregui, por Gustavo Maeztu.
Detalle (Ayuntamiento de Pamplona)
Sucesos de La Granja: unos sargentos imponen a la Regente Mª
Cristina la Constitución de 1812. De ahí se publicará la constitución
liberal progresista de 1837:
Es la segunda Constitución. Recoge la soberanía nacional, la colaboración entre
los tres poderes, se reconoce al rey el poder ejecutivo, el legislativo es bicameral, hay
declaración de derechos, sufragio censitario, carácter progresista y está vigente de
1937 a 1845.
Desamortización eclesiástica de Mendizábal, 1837. Por ella el
Estado liberal en bancarrota arrebató los bienes en manos muertas a la
Iglesia -“insigne latrocinio” según Menéndez Pelayo- creando sobre todo
una nueva clase social adicta a las nuevas instituciones. Bienes en manos
muertas significa que no se tenían para comprarse ni para venderse, por lo
que en ese sentido eran improductivos.
Con la desamortización no se resolvió el déficit de la Hacienda, ni se realizó
reforma agraria alguna. Las propiedades se malvendieron, no se obtuvo ni la cuarta
parte del importe previsto, y las compraron los desaprensivos de la burguesía
adinerada y la aristocracia. Los campesinos que se servían de los bienes de la Iglesia
pagando poco precio por el alquiler salieron muy perjudicados.
Persecución religiosa en Madrid y otras ciudades.
Habiendo aparecido una epidemia de cólera, los agitadores sectarios acusaron
a los religiosos de haber envenenado las aguas. Este fue el pretexto para la matanza
de frailes e incendios de conventos en Madrid en 1834 y 1835.
Mendizábal suprimió las congregaciones religiosas, y ordenó la venta de
sus bienes. Toreno abolió la Compañía de Jesús (recordemos al conde de
Aranda en 1767)
20. 1.2. Regencia de Baldomero Espartero (1840-1843). Es una
época de gobierno liberal radical o “progresista”. Espartero expulsa a Mª
Cristina de la Regencia, porque él era liberal progresista y ella liberal
moderada.
Espartero gobernó dictatorialmente hasta que una coalición de partidos, con el
triunfo de Narváez en Torrejón de Ardoz, le obligó a dejar el poder y a salir de España.
2.Mayoría de edad (1844-1868). Doña Isabel cumple 13 años.
2.1. Década liberal moderada (1844-1854). Gobierna el general
Ramón Narváez. Se hacen numerosas y a veces interesantes reformas en la
administración. Se publica la Constitución moderada de 1845:
Es la tercera Constitución. Conlleva el silencio sobre la confesionalidad religiosa
del poder civil, afirma una soberanía compartida entre el trono y la nación, no hay
separación de poderes, el ejecutivo lo tiene el rey, el legislativo es bicameral, no hay
declaración de derechos, carácter conservador, sufragio censitario, y vigencia de
1845-54 y 1856-68. El sufragio censitario es masculino, de manera que sólo votan y
son elegidos quienes pagan una contribución directa al Estado en la cantidad que en
ambos casos se estipula.
Debido al control del poder por Narváez, en España fracasa la Revolución
europea de 1848.
Segunda guerra carlista de Carlos VI entre 1846-1849, sobre todo
en Cataluña y Valencia. La promovió Cabrera. Sus principios son los mismos
que en la primera.
Concordato con la Santa Sede 1851, soluciona el problema de la
desamortización perdonando la compra de bienes de la Iglesia y sin exigir su
devolución.
2.2. Revolución de 1854 (la Vicalvarada). Con ella se inicia el
Bienio progresista o liberal radical (1854-1856).
Regresa al gobierno el general Espartero. Se redacta un proyecto de
Constitución progresista que no se lleva a término: Soberanía nacional, separación
de poderes, el rey tiene el ejecutivo, Cortes bicamerales, hay declaración de derechos,
y sufragio censitario.
Pascual Madoz hace una nueva desamortización en 1855, civil (ayuntamientos)
y lo que quedaba de la eclesiástica. Esto y las medidas anticlericales supusieron la
ruptura del Concordato de 1851 y las relaciones con Roma. Como tras 1837, los nuevos
propietarios suben las rentas a los agricultores y estos se quedan sin el
aprovechamiento de los comunales. Espartero dimite debido a los motines en
Barcelona, Andalucía, y la Cuenca el Duero.
21. 2.3. Unión liberal (1856-1863). Gobierna el general O’Donnell. En
este sector están los más progresistas de los moderados y los más moderados
de los progresistas. Sería un partido “centrista” -pero liberal-, mientras que
Narváez era más conservador de la revolución liberal.
España hace con éxito su política exterior:
Guerra de la Conchinchina (Vietnam en apoyo a Napoleón III)
Guerra contra Perú y Chile en 1866: España no había reconocido la
independencia del Perú y sus relaciones eran anómalas debido al estatuto jurídico de
los españoles. El almirante Méndez Núñez bombardea Valparaíso y El Callao.
Guerra de África (Marruecos), con las victorias de Prim en Castillejos, y
O’Donnell en Wad-Ras y Tetuán. La paz de Wad-Ras decepcionó a la opinión
española.
Expedición a México con franceses e ingleses porque el revolucionario Benito
Juárez se negaba a pagar las deudas que México tenía con estos tres países europeos.
Prim se retiró a La Habana -menos mal, diríamos- y dejó sólo a Napoleón III, que
mantuvo una innecesaria e infructuosa guerra en México.
2.4. Años finales (1863-1868): son de una gran inestabilidad.
Se turnan los generales: Narváez. Espartero, O’Donnell, y se suman otros como
González Bravo, Olózaga etc. Intentos de pronunciamientos liberal-radicales.
El motín radical o progresista de sargentos en el Cuartel de San Gil
(1866) fue sofocado duramente por Narváez.
Los llamados neocatólicos isabelinos se pasan a las filas carlistas.
Algunos prohombres tras ser isabelinos aceptaron a Carlos VII fueron:
González Bravo, Cándido Nocedal, su hijo Ramón, Aparisi Guijarro, el pamplonés
Mena e Irurzun, Nombela, el navarro (de Viana) Fco. Navarro Villoslada y un largo
etc.
22. El ferrocarril supuso un hito en la lenta modernización económica de España.
Los conflictos internos y las revoluciones ideológicas y sociales
serán un freno para el desarrollo económico.
***
4.2. Sexenio revolucionario (1868-1874): liberal
radical.
1) La Revolución:
En el Pacto de Ostende (Bélgica), los enemigos de los liberales moderados
realizan una alianza: unionistas, radicales (auto titulados progresistas) y demócratas.
Tiene lugar la Revolución Gloriosa o septembrina, 1868. Se
subleva el general Juan Prim Prats, liberal radical o progresista.
Prim actúa con los generales Serrano (unionista), Topete y Dulce. El lema es
“abajo los Borbones”, y “soberanía nacional”. La sublevación de la Armada de Topete
es en Cádiz. A Isabel II no le apoyan los suyos y, desde San Sebastián en donde
veraneaba, se exilia a París. El marqués de Novaliches fue derrotado en el puente de
Alcolea por Serrano.
Gobierno provisional: lo preside Serrano (duque de la Torre),
con Prim (marqués de Castillejos), y otros.
Tales son Topete, Zorrilla, Sagasta, Figuerola…
Constitución liberal radical de 1869. Es la 4ª. Se declara la soberanía
nacional, la separación de poderes, el rey ejerce el ejecutivo, Cortes
bicamerales, declaración de derechos absolutos, sufragio universal
masculino, Cortes bicamerales (el Senado sería elegido por provincias) y
vigencia de 1869 a 1873. Se afirma que la religión católica es de la nación y
no del Estado, y se pierde totalmente la unidad católica jurídica por la
23. libertad de cultos (como si el Estado fuese indiferente en materia de
religión). Ello originará una gran protesta en España. Más adelante habrá
una política anticlerical.
Se proclama la monarquía parlamentaria.
Los radicales, casi en totalidad monárquicos, buscaban un Rey.
Durante un año se rechazan hasta 13 candidaturas. Espartero no acepta ser rey.
Se falla la propuesta a Don Carlos VII de Borbón (hijo de Juan III, y nieto de Carlos
V y VIII de Navarra), pues según él ya era el rey, y no quiere gobernar con la bandera
de la Revolución. Se propone a Leopoldo Hohenzollern Simaringen (“olé olé si me
eligen” cantó con gracia desenvuelta la copla española) y, como era prusiano,
Napoleón III se opuso a esta candidatura. Se encuentra al duque de Aosta, don
Amadeo de Saboya (el hijo de Víctor Manuel II de Italia, el rey excomulgado por
usurpar los Estados pontificios). De 311 votos emitidos, don Amadeo obtuvo tan sólo
191 votos. Un monarca es de todos los españoles.
Los liberales radicales pusieron a triste “subasta” la
Corona de España. Don Carlos VII, que llegará a
España algo después en 1872, dijo que esto era imposible.
Doña Isabel diría lo mismo en su destierro desde París.
2) Amadeo I de Saboya 2-I-1870 a 11-II-1873:
Don Amadeo es elegido el 16-XI, llega a Cartagena el 30-XII-1870 y a Madrid
el 2-I-1871.
Tenía cualidades personales, pero no logró la adhesión y ayuda que
esperaba de los partidos políticos que le apoyaban. Nada más llegar el 30-
XII, Prim, su valedor más cualificado, es asesinado por un anarquista en la
calle Serrano de Madrid. Ni la mayoría de las fuerzas políticas ni tampoco la
mayoría del pueblo, le prestaron apoyo. Hay gobiernos ineficaces y
desavenencias entre todos los políticos del Régimen.
24. Por las trampas electorales, y viendo que nada podría conseguir por la
vía señalada por el Gobierno liberal, Carlos VII declara la guerra, que dura
de 1872 a 1876.
Don Amadeo se marcha de España, cansado de todos, en febrero de
1873.
Hay tres guerras simultaneas: las tres “C”: carlista, Cuba y cantonal.
Asesinato del general Juan Prim en la calle Serrano de Madrid
Guerra carlista: 1872-1876. Al apoyo de muchos a Carlos VII de
Borbón Austria-Este, se suma el de los neocatólicos isabelinos que
abandonan a Isabel ya por ideas, ya por temor a la Revolución radical, y se
hacen carlistas. El lema es: Dios, Patria, Fueros y Rey, con Cortes,
representación social, rey que reina porque gobierna… Como siempre se
hace hincapié en la Religión (se quiere recuperar la unidad católica jurídica
y legal, y evitar la persecución religiosa o bien que se utilice la política para
propagar el descreimiento) y los Fueros, y se critica a Amadeo I como “el
extranjero”.
Don Carlos VII será el monarca de mayor capacidad de la rama carlista, será
joven, tendrá arrojo, dotes de gobierno, y será rey efectivo en parte de España durante
unos años y después rey de derecho en el destierro -así le gustaba decir-. Gracias a la
dinastía, fidelísima a los muchos que le apoyaban, el tradicionalismo social y político
(“conservar renovando y renovar conservando”) pervivió, estará presente en los
momentos más difíciles de la política española, y será el sector político más antiguo y
decidido de España.
Se crea en el Norte lo que se ha llamado (quizás impropiamente) un “Estado”
carlista (Montero Díaz) con su administración pública, instituciones, tribunales de
25. Justicia y Códigos de Derecho, Ejército, impuestos, telégrafos, moneda, sellos,
universidad etc. Además del apoyo de muchos en toda España (quizás Extremadura
fuese la región menos carlista), al joven don Carlos le apoyan las mismas zonas que
en la primera guerra: Navarra, Vascongadas, Cantabria, Norte de Castilla, Cataluña,
Valencia, Teruel (Maestrazgo). Seguramente son las zonas de mejor configuración y
defensa debido al relieve accidentado. Generales carlistas: Rada, Ollo, Radica,
Mendiry, Dorregaray, Elío, Aizpurúa, Lizarraga, Pérula, Ramón Argonz (será
nombrado marqués de la Fidelidad por don Carlos). Numerosas victorias carlistas:
Lácar, Montejurra I y II, Abárzuza, Eraúl… Los carlistas ocupan ciudades como
Estella, Tolosa, Urgel, Solsona etc. Pamplona queda sitiada. En aquella época era muy
difícil tomar ciudades por asalto. Victorias liberales: Somorrostro…
El pronunciamiento de Martínez Campos contra la República anunciaba una
época de orden, cohesionó al Estado liberal, y éste se volcó con todo su poder para
poner fin a la guerra carlista. El Gobierno liberal tenía todos los recursos del Estado
-finanzas, hacienda, administración, diplomacia..-, el apoyo de Francia y Reino
Unido, y un ejército de reemplazo.
Guerra de Cuba: se inicia con el Grito de Yara. Así como los liberales
radicales se sublevan contra Isabel II, los grupos independentistas cubanos
se quieren separar de España, motivados por su ideología y los intereses
yankees. Duración: 1868-1878/79, diez años más las “guerra chiquita”.
Desde los EE.UU. se apoya a las guerrillas insurrectas. Martínez Campos
logra que termine mediante el Convenio de Zanjón (1878), prometiendo a
Cuba una autonomía que llegará pero que muy tarde.
Guerra cantonal: 1870-71.
Es algo posterior a Amadeo I. Los cantones son zonas en que se dividía España
formando pequeños Estados, fruto del ensayo de federalismo en una etapa de la Iª
República y de las ideas de Pi y Margall (federalismo racionalista y no federación
histórica). Lo ridículo y como prueba de la desorientación y decadencia de los
españoles, cantones como el de Cartagena declara la guerra a Madrid.
3) Primera República 11-II-1873 a 1874. Carácter liberal radical.
El 11-II-1873, Amadeo de Saboya abandona el trono liberal harto de las luchas
entre los partidos políticos -élites minoritarias- que le apoyaban. Se marcha de
España. Huérfanos de rey en Madrid, se proclama la República.
Se trata de una república sin republicanos.
Se sufre una gran inestabilidad política y enfrentamientos entre los
pocos republicanos que había en España, pues unos eran centralistas y otros
federalistas.
Los presidentes del Gobierno de la República (entre todos ellos juntos
duran once meses) son los siguientes: Estanislao Figueras (4 meses), Fco. Pi
y Margall (federal), Nicolás Salmerón (unitario, dimite por no querer firmar
sentencias de muerte dictadas por los tribunales militares ante la
26. insurrección cantonal) y Emilio Castelar (unitario y conservador, dimite el
2-I-1974).
El quinto presidente elegido fue Eduardo Palanca, pero el golpe de
Estado republicano del general Pavía a comienzos de 1874, al ocupar
militarmente el Congreso, le impide tomar posesión del cargo. Pavía
disuelve el Parlamento. Surgen los cantonalismos.
Sigue la guerra de Cuba y sobre todo el conflicto carlista, que es el más
importante y significativo de esta etapa. En efecto, este último era el auténticamente
español, reclamaba el derecho y ofrecía la solución -así lo creían- a los problemas de
la nación. Por su parte, entre los gubernamentales no se entendían, quizás por su
radicalismo y republicanismo, avivándose la lucha entre los partidos.
En 1873 se había redactado el proyecto de una Constitución
republicana federal, que no se lleva a término.
Esta federación divide a Estaña en estados que se federan en una unidad
superior. Nada tiene que ver con la llamada federación histórica; aquella es
racionalista y voluntarista, ésta es irreversible, forma una nación y une a todos en la
religión, el monarca y la política exterior e interior.
Principios: soberanía nacional, un presidente electivo sustituiría al rey
hereditario, separación de poderes, el ejecutivo lo tiene el consejo de ministros,
Cortes (Parlamento) bicamerales, con declaración de derechos, carácter progresista,
y sufragio universal.
Hacia la dictadura republicana. Régimen de Interinidad
Durante unos meses (de enero al 28-XII-1874), el general Serrano
disolvió las Cortes, nombró un Régimen de Interinidad, forma un
Gobierno provisional, y reduj0 la guerra cantonal (López Domínguez ocupa
el cantón de Cartagena) y el caos federalista. Serrano buscaba una
dictadura republicana, al estilo de Francia durante esa época (Mac
Mahon, después de Napoleón III (la IIIª República francesa le eligió
presidente para 6 años).
***
4.3. Restauración alfonsina. Liberal moderada,
1874-1930.
1) Alfonso XII, 1874-1885
Llega a España por el pronunciamiento militar del general
Martínez Campos en Sagunto (Valencia), el 28-XII- 1874.
27. Martínez Campos y Cánovas del Castillo traen a España al hijo de doña
Isabel, que expresa sus intenciones en el Manifiesto de Sandhurst, 1-XII-
74), de ser católico como sus mayores pero liberal como su siglo. Llega a
Madrid el 11-I-1875.
A esta época se le llama Restauración alfonsina o liberal moderada.
Pretende insertar elementos tradicionales en la Revolución liberal para
moderarla y mantenerla en España. Se potencia el Estado, la lucha de
partidos políticos, el centralismo y el uniformismo.
Una cualidad de interés es que, a diferencia de lo ocurrido desde 1833,
el Ejército quedará en los cuarteles y será ajeno a los partidos políticos
aunque sustente el régimen.
Ámbito militar:
1º Continúa y pone fin a la guerra Carlista en 1876.
Los dos primos, Carlos VII y Alfonso XII, se enfrentaron en los llanos de
Montejurra (Navarra) con la derrota del segundo que estuvo a punto de caer
prisionero de don Carlos. La guerra carlista termina en 1876 con el triunfo armado
alfonsino debido a la superioridad numérica y material que gozaba el Estado y a las
levas de soldados (las quintas). En aquella época era complicadísimo conquistar una
ciudad desde el exterior. Por ejemplo, Pamplona se sitió desde El Perdón, Miravalles,
San Cristóbal, y el Carrascal.
2ºContinúa la guerra de Cuba que finaliza con el Convenio de Zanjón
(1878) al prometer una autonomía a la isla, aunque ésta llegará muy tarde.
3º Se pone fin a la guerra cantonal. De ahí que se llamó a don Alfonso
“el pacificador”.
Ámbito político:
Artífice del sistema de la Restauración: Antonio Cánovas del Castillo.
La revolución sigue un proceso in crescendo.
La Constitución de 1876 es liberal moderada:
Principios de esta quinta Constitución: soberanía de las Cortes con el rey,
Estado unitario, colaboración y equilibrio de poderes, el rey tiene el poder ejecutivo,
legislativo bicameral (Congreso y Senado), realiza una declaración de derechos
individuales, carácter conservador, sufragio censitario (universal desde 1890).
Vigente en 1876-1923, 1930-31.
Su art. 11 de tolerancia de cultos y proselitismo externo no católico –que
mantiene la pérdida de la unidad católica de 1869- chocó con la situación social en
España, con el episcopado español y con Pío IX que condenó dicho art. 11.
Recordemos que socialmente, en España, la casi totalidad de la población era católica
y estaba una situación de tesis católica, que hacía impropia, innecesaria y
contraproducente la tolerancia de cultos y proselitismo de una situación de hipótesis.
28. Cánovas suprime los Fueros de Vizcaya, Guipúzcoa y Álava en 1876.
Como contraste, don Carlos VII había jurado los Fueros durante la guerra.
Hay dos partidos que se apoyan mutuamente: partidos liberal
conservador y liberal radical (fusionista). Además se establece el turno
pacífico del poder.
Cánovas quiere incluir en el sistema a todos los españoles. Atrae al marqués de
Pidal por la “derecha” y a los republicanos posibilistas por la “izquierda”.
Los carlistas no siguieron a Pidal sino que consideraron su planteamiento
como una trampa política. Además Pidal aceptará el art. 11 al que antes se había
opuesto. Don Carlos mantiene desde el palacio de Loredán de Venecia sus Derechos
al trono y, además, se identificaba con la restauración de la tradición española.
Destacan sus jefes delegados: Cándido y Ramon Nocedal (éste último hará la escisión
“integrista”), Navarro Villoslada, el marqués de Cerralbo.
Poco después aparecerán el PSOE, el anarquismo, y los nacionalismos más o
menos separatistas en Vizcaya y Cataluña.
Los líderes de los dos únicos partidos son: el del partido liberal conservador es
Antonio Cánovas del Castillo, y el del partido liberal radical es Práxedes Mateo
Sagasta (H.:).
Alfonso XII fallece de tuberculosis el 25-XI-1885 siendo muy joven.
Su primera esposa fue Mª de las Mercedes de Orleans, que muere muy joven.
Su segunda esposa fue María Cristina de Habsburgo y Lorena, procedente de Austria.
Como austríaca era muy simpatizante del Carlismo pero siendo Regente se mostró
anticarlista. Deja dos hijas y a la reina embarazada. El 17-V-1886 nacía su hijo Alfonso
XIII.
Los dos partidos, conservador y radical -fusionista-, acuerda en El
Pardo el turnismo de partidos.
El caciquismo de la época distorsionaba la vida
social y política.
A ello se le sumaban las trampas electorales y
el turnismo de partidos, acordado entre los dos
partidos liberales de la Restauración alfonsina,
dirigido por el Gran Elector, que era el ministro de
Gobernación.
2)Alfonso XIII, 1885-1930
29. 2.1. Minoría de edad: Regencia de Mª Cristina de Habsburgo
y Lorena. 1885-1902
En política los dos partidos se turnan en el poder.
Es el gobierno de las oligarquías que controlaban ambos partidos. La
oligarquía actúa en política de forma caciquil y controla las elecciones
(caciquismo electoral). Para ello se falsean las elecciones. Hay trampas
electorales:
1º) encasillado o amaño por el ministro de Gobernación Emilio Robledo, de
modo que los oligarcas de un partido actúan y los del otro se retraen,
2º) Compra de votos,
3º) pucherazo o trampa en el colegio electoral: control de urnas, intervención
de las autoridades locales, actas en blanco, recontar votos no emitidos y olvidar otros
sí depositados.
Como el partido conservador mantenía lo que hacía el radical, éste
último se fue quedando sin programa, para lo cual reavivó el anticlericalismo
(Canalejas).
En el ámbito socio-laboral:
1º) Se inicia el obrerismo socialista en 1879. Se localiza en Madrid,
Bilbao, Asturias.
El socialismo lo trae Paul Lafargue (cuñado de Marx). Se crea el PSOE en 1879
(Pablo Iglesias) y la UGT en 1888, que son marxistas (lema: “proletarios de la tierra,
uníos”).
Este socialismo no es utópico ni proletario sino marxista (materialismo
dialéctico y materialismo histórico con dictadura del proletariado, se minusvalora al
campesinado y todo lo mueve un partido monolítico y profesional).
2º) El anarquismo lo trae Fanelli, discípulo de Bakunin. Se extiende por
Cataluña, Valencia, Andalucía (fachada mediterránea).
El anarquismo es similar al marxismo pero rechazando todo Estado en
cualquier momento de la evolución histórica, su organización es individualista, se
valora al campesinado y sus métodos son terroristas. A la CNT se le añadirá mediante
escisión la FAI (Ángel Pestaña).
Primero los anarquistas atentaron contra Alfonso XII, Martínez Campos y
Cánovas (fue asesinado). La “Mano Negra” se hizo tristemente célebre en el campo
andaluz. Luego aparece la CNT (1911, Confederación Nacional del Trabajo).
3º) Se desarrollan los sindicatos católicos obreros y agrarios.
Los estimula el marqués de Comillas, y sobre todo el P. Vicent, el P. Palau etc.
Los sindicatos confesionales católicos llegarán a contar con 600.000 familias
adheridas en 1923.
30. Destacan la Acción Social Popular, la Federación de Sindicatos Católicos y la
Solidaridad de Trabajadores Vascos (STV). El primer sindicato de clase -sólo
de obreros- será carlista en Cataluña.
Regionalismo y nacionalismo frente a frente:
a)Desarrollo del Regionalismo. Lo mantienen diferentes sectores. Sin
embargo, son los carlistas o tradicionalistas los que lo hacen con más
decisión, quienes defienden la existencia de las Regiones históricas con sus
propias instituciones sociales y políticas, los que reconocen sus derechos
propios -los Fueros-, yendo más allá del regionalismo administrativo pues
también lo quieren político. En el País Vasco el Regionalismo es carlista,
mientras que en Cataluña también se encuentran en él elementos no
carlistas.
b) Se inician los nacionalismos periféricos vasco y catalán.
El nacionalismo catalán (1899) lo inicia Prat de la Riba. Es más
moderado que el del PNV.
No son nacionalistas ni el movimiento catalanista de la Renaixença, ni las Bases
de Manresa que piden autonomía como proyecto del ala conservadora y católica, ni
la Lliga Regionalista de Francesc Cambó, ni Solidaritat Catalana. La Mancomunidad
de Cataluña (1914) es una autonomía administrativa y no política. Sí lo es el
toterrismo (el tot o res: todo o nada).
Así pues, el nacionalismo (disgregador) y el Regionalismo (con mayúscula)
cultural y político, son totalmente distintos.
El nacionalismo vasco imita al catalán, y será abiertamente
secesionista. Lo funda Sabino Arana Goiri -habla del bizkaitarrismo para
Vizcaya- en 1894. Cuando Arana muere en 1903, los afiliados al PNV no
sobrepasaban el millar.
Será el liberal vizcaíno De la Sota quien salve al PNV de su final.
Sabino Arana era separatista y será su amigo Engracio de Aranzadi quien
formule el nacionalismo (al estilo Italia y Alemania, con una clara influencia
romántica e idealista, transformadora de la realidad, que afirma la soberanía
nacional, y que confunde los Fueros con la independencia y la patria -padres,
patrimonio- con la generación de los iguales). No pertenecen al nacionalismo el
movimiento cultural de los euskaros en Navarra, que pertenecían a todos los sectores
políticos incluido el carlista. Nacionalismo y Carlismo no tienen relación de
dependencia. Sabino Arana era de familia carlista, pero él rompe con el carlismo al
hacerse integrista, y luego transformará su integrismo en nacionalismo y
secesionismo viviendo en Barcelona.
Guerras:
Hay una breve guerra de Melilla (1893) contra las tribus (cábilas) que
la atacan.
31. Los yankees iniciaron la guerra de Filipinas (1896), que fue sofocada
por España. Se renovó en 1898 cuando los yankees apoyaron una nueva
insurrección, venciendo aquellos al almirante Montojo en Cavite.
Fue dura la guerra civil en Cuba (Grito de Baire 1895-1898) entre los
cubanos partidarios de seguir con España y los independentistas entre los
que había muchos de color. España lógicamente estaba con los primeros, y
los yankees con estos últimos. Las ambiciones yankees sobre las posesiones
españolas hizo que transformasen la explosión de su acorazado Maine en
motivo de guerra, aunque no se demostró que fuese hundido por los
españoles. La guerra hispano-yankee terminaba con la paz de París 1898.
A la crisis económica de Cuba en 1893 se sumó que España no reconoció la
autonomía de la isla, la agitación de los separatistas, y el apoyo yankee a estos. La
Guerra tuvo tres fases: Martínez Campos fracasó, luego el general Weyler fue
ganando la guerra al dividir la isla en trochas, y al final el general Blanco -puesto por
el nuevo gobierno liberal radical- fracasó. Es casualidad que Cánovas fuese asesinado
por un anarquista en 1897.
Los yankees entran en la Guerra de Cuba precisamente cuando los españoles
(Weyler) la iban ganando a los insurrectos cubanos. El pretexto yankee fue que la
guerra iba siendo larga, a lo que se unía el poder de la prensa amarilla. El almirante
Cervera fue un héroe. Fue enviado con la flota española, aunque advirtió al gobierno
que España no estaba preparada para aun combate naval. La flota fue hundida en
Santiago de Cuba (“Más vale honra sin barcos que barcos con deshonra”). Los
yankees fueron valientemente detenidos por los españoles cuyo heróico Ejército
estaba dispuesto a defender la isla palmo a palmo. El Gobierno exigió la rendición del
Ejército. Y fin. En la paz de París de 1898, los yankees arrebatan a España: Cuba (era
España desde 1492), Puerto Rico, Filipinas y la isla de Guap. Todo ello se convirtió en
un protectorado de los EE.UU.
Al año siguiente, Alemania comprará a España las islas Carolinas, Marianas y
Palaos.
Tales hechos y la situación resultante se llamó el “Desastre”. Así comenzó una
época crítica en la conciencia nacional española. Se inició la Generación del 98. No
en vano, Maeztu escribirá su ensayo En Defensa de la Hispanidad.
Mientras toda Europa se “desparramaba” por Asia y África, España perdía sus
últimos territorios americanos de su admirable historia.
32. Guerra hispano-yankee de 1898.
La declaración de guerra de los
EE.UU. a España
fue contraria al Derecho
internacional.
Pero fue un hecho.
Así ha ocurrido muchas veces en
la historia de España y universal.
Los yankees entraron en guerra
manipulando el tema de la explosión
del Maine, cuando el general Weyler
iba ganando el conflicto a los
separatistas cubanos.
La guerra en Cuba fue una guerra
civil, donde parte de los cubanos
estaban con España
y otra parte –incluida buena parte
de la población de color- eran
secesionistas estimulados por los
yankees.
2.2. Mayoría de edad: 17-V-1902 al 14-IV-1931
2.2.1. La situación
En política: Continúa el turnismo de partidos, aunque se agudiza su
crisis para 1898.
Hay un recambio de líderes del partido moderado: a Cánovas le sucede
Silvela, Maura, Dato. Al partido radical pertenecerá José Canalejas (con la
anticlerical Ley del candado, 1910).
El partido Liberal se había quedado sin programa concreto (todo lo suyo iba
siendo aceptado por los conservadores) por lo que adoptará circunstancialmente la
reducción del número de religiosos en España.
El regeneracionismo fue un movimiento político cultural de
composición compleja que se proponía: terminar con el caciquismo, asistir
a las verdaderas necesidades de la sociedad, estimular las fuentes de riqueza,
sanear la Hacienda pública, difundir la educación (Joaquín Costa, Ganivet,
el carlista Vázquez de Mella…). Distinguía la “España real” y la “España
oficial” y advertía un abismo entre ambas.
El ámbito del obrerismo revolucionario. Se crea el sindicato
anarquista (lema: ni Dios, ni Estado, ni Patrón) CNT (Confederación
Nacional del Trabajo) en 1910-11. De él saldrá después la FAI (Federación
Anarquista Ibérica), que era todavía más radical.
33. Son asesinados por anarquistas: el liberal conservador Cánovas (1897 -
balneario de Santa Águeda, Guipúzcoa- por Angiolillo, sucediéndole en el Gobierno
Francisco Silvela), el liberal radical José Canalejas (12-XI-1912 -puerta del Sol por
Manuel Pardiñas), el liberal conservador Eduardo Dato (8-III-1921). Alfonso XIII
sufrió varios atentados (el día de su boda…). También fue asesinado el cardenal
Soldevilla.
Los gobiernos moderados desarrollarán interesantes leyes en materia
laboral y obrera.
La Semana Trágica de Barcelona de 1909 fue una reacción
anarquista y de diversos elementos (obrerismo revolucionario,
nacionalismo) ante el embarque de tropas para ir a la guerra de África. Hubo
abundantes muertos.
El anarquista Fco. Ferrer Guardia fue considerado el cabecilla y fue fusilado;
era masón y su trágico fin levantó una ola de indignación en otros países. Alfonso XIII
retiró su confianza a Antonio Maura.
2.2.2. 1917. Este año tuvo graves consecuencias para España pues
pudo ser el fin de la monarquía liberal. Se salvó por la incapacidad de unir
los intereses militares, catalanistas nacionalistas, republicanos y socialistas.
1. Sobre el Ejército: aparecen las Juntas Militares de Defensa (1916)
con un carácter corporativo, esto es, una especie de sindicalismo militar formado al
margen del Gobierno. Suponen una amenaza a la disciplina militar.
1. En 1917 se sufrió una huelga general y oleada de terrorismo que
expresaban la crisis existente en otros países de Europa (Rusia, Alemania...).
2. En 1919 la huelga de La Canadiense fue tremenda.
3. En 1917 tiene lugar la Asamblea de Parlamentarios en Barcelona que
solicitaron unas Cortes constituyentes para cambiar la Constitución de 1876 e
imponer la autonomía política. La preside Francesc Cambó.
Guerras. España fue neutral durante la 1ª guerra mundial, y se
benefició por sus ventas de pertrechos.
Mantuvo una dura y larga guerra en Marruecos.
¿Por qué? Porque la Conferencia de Algeciras con Francia (1906) dio a España
el protectorado del Norte de Marruecos, que fue rechazado por los indígenas del Rif.
El anterior desastre del Barranco del Lobo (1909) y el nuevo desastre de Annual
(1921) supusieron dos grandes derrotas de España frente al caudillo rifeño Abd-el-
Krim.
El parlamentarismo iba siendo considerado estéril. Hay gobiernos
de concentración (varios partidos).
2.2.3. Dictadura de Miguel Primo de Rivera (13-IX-1923-1930)
Primo de Rivera era el capitán general de Cataluña.
34. Se propuso solucionar “el derrotismo humillante de Marruecos, la
marea de responsabilidades y la anarquía”. Se propuso la formación del
“Directorio inspector militar, con carácter provisional”. Sigue las ideas de
Joaquín Costa de crear “un paréntesis de curación”, transitorio y de
urgencia.
La dictadura surgió para solucionar los numerosos problemas. Para ello
suspende la Constitución de 1876. Sus motivos:
1. el empuje revolucionario de 1917,
1. el anarquismo (continuos atentados y muchos mortales),
2. el pistolerismo ya de los agresores anarquistas ya de los
industriales que se defendían en Barcelona,
3. las tendencias separatistas,
4. las derrotas en África,
5. la total decadencia de los partidos políticos y la política.
La dictadura fue en su origen apoyada por el Ejército y por el pueblo
español en general. Mantuvo a Alfonso XIII quien la aceptó desde el primer
momento. Algún importante socialista fue miembro del Consejo de Estado.
Los socialistas decían que con el desorden y caos social y político no se podía
hacer una revolución proletaria.
Alfonso XIII y Primo de Rivera, 1930
es-wikipedia.org
Se identifican tres fases: Directorio militar (13-IX-1923 a 1925)
Gabinete civil (1925 a 1927), etapa final (1927 al 28-I-1930). En ésta
35. última el dictador quiso dar continuidad al régimen superando el iniciado
en 1876.
1. Directorio militar (1923 a 1925):
Se crea el somatén, a modo de la milicia civil catalana y la Santa
Hermandad de Castilla con Isabel I.
Se crea un solo partido, la Unión Patriótica (1924), para reunir a
“hombres de todas las ideas” empeñados en la reconstrucción de España.
Se obtuvo un gran triunfo con la derrota de los rifeños de Marruecos
gracias al desembarco de Alhucemas realizado con apoyo francés (1925).
Ahí cuajaron jóvenes valores militares, de un Ejército aguerrido y eficiente,
como José Varela, José Sanjurjo Sacanell (nació en Pamplona), Emilio Mola Vidal,
Muñoz Grandes, José Millán Astray y Francisco Franco (en 1937 será Jefe de Estado).
2. Gabinete civil (1925-1927):
Se hizo una política inspirada en el regeneracionismo.
Primo de Rivera se rodeó con grandes colaboradores que emprendieron
notables reformas socioeconómicas, educativas etc.
Citemos algunos: José Calvo Sotelo, Aunós (Trabajo), Guadalhorce.
Se hicieron grandes mejoras materiales: CAMPSA, Iberia, telefónica,
líneas ferroviarias, embalses, canales y regadíos, Confederaciones
Hidrográficas, reformas de hacienda,
Se organiza el trabajo:
Código del Trabajo, Organización Corporativa del Trabajo (1926),
Corporaciones o asociaciones de carácter estrictamente laboral....
Se planteó hacer una nueva Constitución (1929), pues la de 1876 se
había suspendido y se creyó que no era posible volver a ella con éxito.
3. Etapa final (1927-1930).
Hubo un creciente descontento en élites políticas y militares, polarizado
en 1927, lo que se expresó en:
• La ofensiva liberal-dinástica
• La ofensiva republicana
• La “Sanjuanada” que fue una conspiración político-militar
• El conflicto con el Cuerpo de Artillería que termina con su
disolución. Este Cuerpo no aceptaba los ascensos del escalafón
por los méritos que Primo de Rivera quería imponerles.
• La aventura del nacionalista Maciá en Prats de Moxó que
pretendía invadir Cataluña.
36. • En 1927 se funda la FAI (Federación Anarquista Ibérica) separada
de la CNT, y que era más radical que ésta.
• El socialismo rompe su colaboración con el régimen.
El crack de la Bolsa de Nueva York en 1929 conllevó la crisis a Europa
y a España. Se empezó a sufrir la consiguiente Gran Depresión económica
occidental. España perdió la llegada de capitales y la peseta perdió su valor,
aumentando el paro laboral.
Alfonso XIII utilizó todos sus recursos para desmarcarse de Primo de
Rivera.
El 28-I-1929 el general Primo de Rivera dimitió, marchó a París, y fallecía el 15
de marzo, entristecido por el abandono del que había sido objeto por parte de los
capitanes generales y altos jefes militares (respondieron con una evasiva cuando en
enero de 1930 les preguntó cuál era su actitud ante el Régimen) y don Alfonso.
Protectorado español en Marruecos, cuyo conflicto finalizó con el desembarco de Alhucemas (1925)
2.2.4. Caída de la monarquía liberal en Alfonso XIII (enero
1930- abril 1931).
Don Alfonso designa al general Dámaso Berenguer para retomar la
Constitución de 1876. A pesar de ser llamada “Dictablanda” los problemas
económicos y sociales crecieron.
Hubo alfonsinos que se hicieron republicanos: Niceto Alcalá Zamora, Miguel
Maura y Gamazo.
Aparece la Asociación Republicana Militar, y la Agrupación al Servicio de la
República (Ortega y Gasset, Marañón, Pérez de Ayala).
37. En el Pacto de San Sebastián (17-VIII-1930) se unieron los líderes
republicanos, socialistas y nacionalistas. Su finalidad era crear un Comité
Ejecutivo Republicano presidido por Alcalá-Zamora y otorgar la autonomía
política a Cataluña. El Comité planeó una sublevación para el día 15-XII.
Se boicotearon las elecciones generales para reunir Cortes
Constituyentes.
Hubo varios pronunciamientos militares pro-republicanos fallidos:
el de Cuatro Vientos (Madrid) y el más importante de Jaca (Huesca). Al
fracasar el de Jaca, los capitanes Galán y García Hernández fueron fusilados
tras un consejo de Guerra, siendo considerados después como mártires de la
República.
Existía entonces un elevado paro laboral, fruto de la gran crisis
económica.
Un nuevo gobierno presidido por el almirante Aznar convocó unas
elecciones municipales celebradas el 12-IV-1931. No se plantearon como
Monarquía o República sino tan sólo como candidaturas municipales. Hubo
más concejales monárquicos e independientes (40.324) que republicanos
antimonárquicos (40.168), aunque en las principales ciudades hubo más
republicanos. En Cataluña y Vascongadas ganaban los nacionalistas que
eran integristas y no revolucionarios.
Esto hizo pensar a don Alfonso XIII que “ya no tengo el amor de mi
pueblo”. Saltándose la legalidad, el 14 de abril don Alfonso abandonó
interinamente España con posibilidad de volver, dejándola señora de sus
destinos; pero ya no volvió. López Estrada habla de un golpe de Estado por
parte de don Alfonso.
Por el contrario, la llamada dinastía carlista (a don Jaime le sucedió
Alfonso Carlos I como rey de España -así decía-) reconocía desde el destierro
sus derechos legítimos, su forma de gobierno a la española, y sus obligaciones
intransferibles.
***
38. 5.De la IIª República (1931-36/39) a la guerra
civil (1934, 1936-39)
5.1. El 14-IV-1931 se proclama la IIª República. Muchos
españoles la recibieron con ilusión, porque suponía un cambio acusado. No
obstante, fue degenerando en desórdenes, pronunciamientos civiles y hacia
el marxismo.
Como circunstancias, se sufría una crisis monetaria y económica y no
sólo política y social. La persecución religiosa estará como trasfondo desde
sus inicios.
5.2. Gobierno Provisional. Está copado por elementos de la
izquierda proletaria y burguesa (y H.:). Desde el inicio:
a) No se convocan Cortes constituyentes.
a) Los nacionalistas catalanes se manifestaron abiertamente
separatistas (Maciá y La Esquerra)
b) Hubo un desbordamiento anticlerical en Madrid y las principales
ciudades, muchas veces azuzado por sectores anticlericales, sobre
todo del 10 al 12 de mayo. Ardieron una serie de casas religiosas en
Madrid y provincias (sobre todo Andalucía).
c) Hubo un impulso anarcosindicalista, hostil a los socialistas.
d) Se expulsa al primado de España el cardenal Segura por el recelo de
éste hacia el nuevo Régimen.
39. Gobierno Provisional, fruto del pacto de San Sebastián
Se reúnen las Cortes Constituyentes aunque las elecciones de junio no
se presentaron como tales. Se elabora la Constitución de 1931. Las
derechas, dispersas, sacaron pocos escaños, aunque luego ganarán por
mucho en noviembre de 1933.
La Constitución decía que el Estado no tenía religión (caso único en la
historia de España desde el año 589) y además se pusieron las bases para una
posterior actuación anticlerical. Se decía que España una República de
trabajadores de todas las clases. Cortes unicamerales. Admitía las autonomías
pero no era un Estado federal sino integral. Se instauraba el sufragio universal
femenino -lo que favoreció a las derechas pues el voto de la mujer era más
“conservador” que el de los varones- a pesar de la oposición de la izquierda.
Admite la socialización de la propiedad. Admite la nacionalización de los
servicios públicos fundamentales.
5.3. Bienio socialazañista (1931-1933), de “Izquierdas” o
“jacobino”.
Presidente de la República: Alcalá Zamora (de la derecha republicana y
acomodada)
Presidente del Gobierno: Manuel Azaña (de la izquierda acomodada)
Hay importantes miembros de la masonería en el PSOE, Izquierda
Republicana, partido Radical Socialista etc.
En esta etapa la izquierda proletaria (PSOE: Largo Caballero, Prieto,
Besteiro, Fdo. de los Ríos) tiene una gran presencia, con apoyo de los
40. anarquistas que por principios no estaban en Gobierno alguno (CNT y FAI)
ni con la izquierda burguesa. El Partico Comunista será pequeño, organizado
y eficaz: inicialmente tiende a meterse en otros partidos como en el PSOE
(S. Carrillo).
Azaña hizo votar en el Parlamento la Ley de Defensa de la República,
que suprimía las garantías individuales para controlar toda oposición al
régimen republicano.
Se pretendió realizar muchos cambios-ruptura de lo existente, en
materias como educación, religiosa, agraria, militar.
Actividad anticlerical. En lo religioso se sufre una agitación
anticlerical. Se impuso el ateísmo en la Constitución, la libertad de cultos
acatólicos, la secularización de la enseñanza (Escuela obligatoria, gratuita y
laicista, con supresión de los crucifijos de las escuelas), la expulsión del
cardenal Segura, la supresión del subsidio estatal al clero percibido a título
de indemnización por la desamortización, la expulsión de los Jesuitas
(1932), se prohíbe la enseñanza a las órdenes religiosas, los atentados e
incendios en iglesias y conventos quedan impune. Enseñanza única, laica
(sin Dios) y estatal. Azaña dijo que “España ha dejado de ser católica”.
En lo político se concede el Estatuto Catalán (23-IX-1932, Maciá y
Luis Companys). El Gobierno veía con mucho recelo el carácter moderado y
católico del nacionalismo vasco, de manera que el Estatuto Vasco se
concederá durante la guerra una vez que el PNV de Vizcaya y Guipúzcoa vaya
con la República.
Se hace una reforma agraria consistente en expropiar y repartir
tierras a los jornales, pero olvidando que el problema era cómo trabajarlas
mejor, su modernización y productividad.
El gobierno de Azaña reprime con dureza la agitación anarcosindicalista
(Castilblanco y Casas Viejas en Cádiz…).
La reforma del Ejército siguió la consigna de “triturar al Ejército”:
reducción del número de oficiales (“ley del retiro”) etc.
Como reacción, en 1932 el general Sanjurjo se subleva en Madrid y
Sevilla, pero fracasa: es condenado a muerte, indultado y encarcelado.
Aparece la CEDA (Confederación Española de Derechas Autónomas)
como partido de derechas muy mayoritario que aglutinaba a gran parte de la
derecha sociológica. Era monárquico pero sin propugnar la monarquía, ya por
41. táctica ya por la poca disposición de don Alfonso de Borbón; así, se aceptaba
de hecho la República, consolidándola. Su jefe era José María Gil Robles.
Otros partidos políticos eran: los agrarios (pactas con la CEDA), la
Comunión Tradicionalista Carlista (CTC, los carlistas de siempre con Fal
Conde como delegado regio de Alfonso Carlos I, mantenían su Ideario de 1833
de Dios, Patria, Fueros, Rey porque lo consideraban fundamental para
España, propio y hasta vivido por buena parte de la sociedad; experimentados
en política tendían a no pactar con otros grupos), y Renovación Española (los
únicos alfonsinos, con José Calvo Sotelo, Ramiro de Maeztu, Goicoechea).
Luego aparecen la Falange Española (José Antonio Primo de Rivera, hijo del
don Miguel que fue dictador), y las JONS (Hedilla, Albiñana) con un estilo
muy diferente a los anteriores, tomando aspectos del fascismo italiano.
5.4. Bienio radical cedista (1933-1935). Partido Radical y CEDA.
“Centro-derecha”.
Presidente de la República: Alcalá Zamora (de derechas).
Presidente del Gobierno: son varios y pertenecen al del Partido Radical
(en su día fueron de izquierda burguesa y anticlericales) pero no lo es Gil
Robles, a pesar de ser el líder de la CEDA que había ganado las elecciones.
Todo ello era muy chocante, y al parecer se debía a los temores o celos del
presidente de República Alcalá Zamora. Importantes masones como
Lerroux etc. del Partido Radical están en el Gobierno y pactaron con la
CEDA.
Se desarticulan las actuaciones del bienio anterior.
No se concede el Estatuto Vasco a los nacionalistas.
Cuando Gil Robles quiso que incluyesen tres ministros de la CEDA (el
partido mayoritario y ganador de las elecciones) el PSOE, la CNT anarquista,
el PC y los nacionalistas de Cataluña, hicieron la Revolución de Octubre
de 1934 en Asturias y Cataluña. Se trataba de un levantamiento
contrario a las leyes y anticonstitucional, que –se ha dicho- quitará cualquier
razón a la izquierda para condenar el alzamiento de 1936.
42. Pasquín de la Revolución socialista de Asturias y guerra civil. 1934
La Revolución no triunfó en Madrid ni en el país vasco, pero sí en
Cataluña y Asturias. En Cataluña se proclamaba el Estado Catalán (que
fracasó) y en Asturias la República Socialista, donde se alzaron quizá más de
50.000 mineros armados y azuzados por la CNT, UGT y los comunistas. El
Gobierno envió al Ejército (la Legión) para sofocar ambas sublevaciones.
En Asturias hubo una guerra civil y una persecución religiosa. Al final el
Gobierno envió al Ejército (López Ochoa) y a la Legión Extranjera y las
tropas de Regulares (el general Franco) y controlará la situación. La
izquierda jaleó y explotó después hábil y políticamente el tema de los presos.
Gil Robles fue ministro de Guerra -nunca fue presidente de Gobierno-,
reestructuró el Ejército y nombró al general Franco Jefe del Estado Mayor
Central.
El posterior escándalo de estraperlo (unas máquinas de juego en el
casino de San Sebastián) manchó de lleno hasta el descrédito al partido
Radical (H:.), aliado con la CEDA, lo que terminó por poner fin a la etapa.
5.5. Elecciones del 16 de febrero de 1936. Se crea el Frente
Popular. Falsificación postelectoral de actas y evolución del doble
poder.
43. Azaña eliminará a Alcalá Zamora como presidente de la República
mediante una argucia legal, para ser él nombrado como tal.
De estas elecciones y hasta ahora, se han dado resultados bien expresivos:
Frente Popular (izquierdas) 34’ 3% de los votos (iban todos los sectores unidos);
Derechas 33’ 2% (habían ido desunidas) y Centro 5’ 4%.
Por esos votos de más, con 4’5 millones para cada bando, el Frente Popular
obtuvo muchos más escaños en el Congreso de los diputados que sus oponentes. Las
izquierdas tuvieron 263 escaños y las derechas sólo 168 en la primera vuelta, a causa
de la Ley electoral. Sumados los escaños –pero sí los votos- de la Derecha con los del
Centro, no daban la mayoría al centroderecha en este segundo período. Además se
anularán no pocas Actas de diputados de derechas, por ejemplo varias
tradicionalistas como explica el “Boletín de Orientación Tradicionalista”.
Recientemente ha caído uno de los mitos de la izquierda (S. Payne). ¿Por
qué? Dos autores, Manuel Álvarez Tardío y Roberto Villa, han demostrado
que hubo fraudes y violencia destinados a asegurar la victoria de las
candidaturas izquierdistas de febrero de 1936. La izquierda no ganó las
elecciones sino los candidatos de derecha, que obtuvieron 700.000
papeletas más. Hubo una falsificación postelectoral, manipulándose el
recuento de hasta 50 de los 240 escaños del parlamento. (Fraude y violencia
en las elecciones del Frente Popular, España, Ed. Espasa, 2017) .
Por otra parte, existía un doble poder: el Gobierno y la calle, como en la Rusia
de las Revoluciones de 1917. En España se iniciará el camino a la Revolución social
mediante asesinatos, desórdenes y huelgas, y, además, con la pasividad del Gobierno.
Las Derechas padecieron un verdadero terrorismo en los meses anteriores a la
sublevación. Es un mito decir que había democracia. Se asistió al desarrollo de una
Revolución dentro de la República. Por ello, si desde 1931 la República se vinculaba
al anticlericalismo, ahora también se irá identificando con la revolución social-
comunista y el nacionalismo separatista. Así es como se llegó al borde de la guerra.
Tras el 16 de febrero de 1936 se instalará de facto un Gobierno del
Frente Popular bajo la dirección de Azaña, que sustituyó en la Presidencia
de la República a Alcalá Zamora. Casares Quiroga fue el jefe de Gobierno.
Los generales de mayor prestigio fueron alejados: Franco a Canarias, Goded a
Baleares, Mola a Pamplona y Sanjurjo estaba en el exilio. José Antonio primo de
Rivera (fundador de la Falange) estaba recluido en la Cárcel Modelo de Madrid y
luego llevado a Alicante.
Desde febrero, con las izquierdas revolucionarias en el poder y la calle,
se camina desgraciada y trágicamente hacia la guerra civil, que estalla el 18
de julio de 1936 y dura hasta el 1 de abril de 1939. Todos se estaban
preparando para el estallido.
5.6. Guerra civil 1936-1939
Sólo realizaremos algunas consideraciones.
44. Más que hablar de República hay que perfilar que se trata de una
República revolucionaria o de una Revolución que secuestra la forma
republicana de Gobierno. El PSOE buscaba hacer una Revolución como en
la URSS. Stalin mandaba allá.
La chispa del alzamiento fue el asesinato de José Calvo Sotelo el día 13
de julio, diputado de derechas (ahora de Renovación Española y que fue
ministro con Primo de Rivera) que decía en las Cortes todo lo que estaba
pasando, el camino hacia la revolución y la inactividad del Gobierno
republicano.
Fue asesinado por unos guardias de asalto del Estado; que estos fuesen agentes
de la autoridad es de lo más significativo. Antes otros habían asesinado al izquierdista
teniente Castillo, entre los graves desórdenes y los muchos asesinatos cometidos y
que desde febrero jalonaban el camino hacia la revolución.
Azaña no era capaz de frenar el proceso de descomposición de la
República, siendo impotente para controlar a las minorías entregadas al
terror y la violencia en la población, cuyo bajo nivel de vida le predisponía a
toda clase de extremos.
Alguien ha escrito que “el sino de Azaña le hizo continuar como presidente nominal de una
república igualmente nominal y con apenas nada en común con la del 14 de abril” (Pío Moa).
La República recogía diversos fracasos: en la legislación, como experiencia democrática,
al intentar reformas no realizadas en materia social, educativa y en economía.
Todos se preparaban. Las milicias socialistas desfilarán desarmadas por las calles de las
grandes ciudades, también los anarquistas, los requetés carlistas se estarán preparando con
maniobras en el campo, las milicias falangistas se encuadrarán, y sólo las JAP (juventud de la
CEDA) quedarán inactivas. Luego las JAP se disolverán –en gran medida- como un azucarillo
para ingresar en el requeté o bien en la Falange. Los nacionalistas vascos se dividirán desde el
comienzo de la guerra, pues los de Navarra y Álava (aunque había pocos) se sumaron a los
nacionales con Arturo Campión a la cabeza.
Un sector de mandos militares conspiró para restablecer una República de orden, donde no
hubiese impunidad callejera, ni injusticia social, y para evitar el camino a la revolución. Algunos
militares eran de sentimientos monárquicos (Valera, Fanjul, Franco, Sanjurjo…). Desde el
comienzo de la guerra, la resistencia armada se consideró por muchos y el clero español como
una Cruzada, debido al anticlericalismo de la Constitución de 1931 y su legislación posterior, a la
persecución religiosa sufrida durante años, luego a la de 1934 y durante la guerra, y al propósito
declarado de muchos líderes de destruir todo signo católico y a la misma Iglesia en España.
Vendrá una dura guerra, y la persecución religiosa en la zona dominada por la república-
revolucionaria (entre 7.000 y 8.000 eclesiásticos asesinados más una multitud de católicos por
el hecho de serlo). El telón de fondo era la revolución bolchevique, la revolución en Rusia y lo
después ocurrido en aquel gran país. Quizás esto ayude a comprender holocaustos como el de
Paracuellos del Jarama.
El pronunciamiento militar fracasó y siguió como guerra civil porque grandes sectores
sociales se sumaron. Las milicias populares nacionales fueron las requetés o carlistas (sus
mandos, que salieron al campo del honor por orden del rey Alfonso Carlos I, pactaron condiciones
con el Ejército -Mola y Sanjurjo-, aunque al morir ambos en accidente de aviación, Franco no las
asumió) o las banderas falangistas. Dentro del bando republicano, hubo, además del Ejército,
importantes milicias populares anarquistas y socialistas.
45. Frente a la fidelidad de buena parte de los altos mandos militares hacia la República
revolucionaria (Miaja, Rojo…) –no así de los oficiales-, el general Franco se sublevó en Canarias,
Mola (que había pactado al fin con los carlistas unas condiciones y era el director de la
conspiración) en Pamplona, Sanjurjo en Lisboa aunque murió al despegar su avioneta para
regresar a España, Cabanellas se subleva en Zaragoza, Queipo de Llano en Sevilla, y otros en
diferentes lugares de España (Baleares, Cádiz, Oviedo, Galicia, Castilla…). Entre los militares
sublevados había bastantes de tendencia republicana (Mola, Cabanellas, Queipo de Llano…) de
manera que los carlistas exigieron la bandera roja y gualda, suprimir la legislación anticatólica,
suprimir los partidos políticos para lograr otro tipo de representación. El Gobierno dejó hacer a
los sublevados para pararlos al final. Los sublevados creían que todo iba a resolverse en poco
tiempo, pero se equivocaron. Si el pronunciamiento militar fracasó, fue buena parte de la
sociedad la que hizo triunfar un alzamiento nacional y, al fin, una guerra planteada como choque
de civilizaciones. Las regiones más ricas e industriales, las más pobladas, casi toda la Marina y la
Aviación, así como el Tesoro Público estaban con el Gobierno.
Más que hablar de República hay que tratar de República revolucionaria o de una
Revolución que secuestra la forma republicana de Gobierno. Era evidente un calculado proceso
hacia la revolución socialista similar a la URSS.
Durante la guerra, los revolucionarios lucharán entre sí, haciéndose la guerra unos a otros,
pues el Partido Comunista eliminó a los trotskistas del POUM, a los anarquistas y, al final, los
pro-comunistas y partidarios de Stalin mandarán en Madrid. Por último, el golpe de Estado del
coronel Casado contra la revolución republicana en Madrid fracasó. Estos conflictos políticos
internos fueron una de las causas de que perdiesen la guerra.
Por su parte, en el bando alzado o sublevado habrá unidad de mando militar y político,
dedicándose más a ganar la guerra que a hacer política. No obstante, el Decreto de Unificación
impuesto por Franco en abril de 1937, perjudicó muchísimo a los carlistas (tradicionalistas que
se consideraban herederos de los de 1833 y la España de siempre) y con ellos a sus voluntarios
requetés -aunque siguieron en el Frente de batalla-, pues conllevaba la supresión del Carlismo o
tradicionalismo político como fuerza política independiente.
La guerra fue larga y muy dura, y si Franco no la acabó antes fue para evitar un mayor coste
humano. Hubo presencia de tropas y aporte material de países europeos, en cantidad similar a
cada bando. También hubo muy tristes sucesos de represión en muy diversas partes.
En 1937 se iniciará el gobierno del general Franco -con el título de generalísimo-, la creación
del partido único FET de las JONS, y una dictadura mantenida hasta 1975. La guerra terminó el
1-IV-1939. Con él se hizo la reconstrucción social y concretamente el despegue material de España
a partir de 1960, llegando al puesto 8º ó 10º entre los países industrializados del mundo. Son
hechos; otra cosa es el juicio extra histórico. No decimos más, pues como todo esto es otro tema,
tan sólo queda planteado.
Durante la guerra se podría estudiar:
El pronunciamiento militar prolongado en alzamiento nacional. La división de España en
dos bandos y la diversidad en su seno: los nacionales y los republicanos revolucionarios. El frente
y la retaguardia con las represiones. El sentido de Cruzada. La persecución religiosa. La
Revolución dentro de la República que dio al traste . Apoyos extranjeros.
La campaña y resistencia de Madrid: resistencia heroica del alcázar de Toledo, batallas del
Jarama, Guadalajara y Brunete.
La guerra del Norte: Guipúzcoa, Vizcaya y el cinturón de hierro de Bilbao, Santander,
heroica resistencia de Oviedo, Asturias.
La batalla del Ebro sobre Teruel. Llegada al Mediterráneo.
Ocupación de Barcelona y Gerona.
La toma de Madrid. Golpe de Estado del coronel Casado contra Negrín.
Movimientos finales sobre Valencia y Alicante.
Consecuencias
46. 6. 1937-1975. El nuevo Estado. Dictadura de emergencia
del general Franco, prolongada en el tiempo. Estabilidad e
industrialización de España. Reinstauración de la Casa de
Borbón.
Postguerra y evolución de la política 1939-1946
Reconocimiento internacional, configuración del Estado y ley de Sucesión en don Juan
Carlos a título de rey.
De la autarquía anterior a 1959 a la evolución e industrialización, el desarrollismo
económico y social
Los últimos años de 1973 a 1975: ETA, el almirante Carrero Blanco…
7.Instauración del liberalismo y socialismo en 1978,
proceso hacia un anti-1978 y posible recuperación de
España.
El proceso de transición-ruptura política: Ley de 1976, Constitución 1978, y otras leyes.
Desvertebración social y crecimiento de la partitocracia.
La crisis económica de 1973, los Pactos de la Moncloa, las sucesivas crisis económicas, y la
entrada de España en la CEE/UE y la OTAN
Un proceso político: UCD (Suárez, Calvo Sotelo) -PSOE (F. González) -PP (J.M. Aznar) -
PSOE (Rodríguez Zapatero) -PP (M. Rajoy) – PSOE (Sánchez): vaivenes y crisis.
El terrorismo. La crisis económica. La entrada en la CEE 1986 y la OTAN.
(Una inquietud subjetiva: ¿1978 hasta hoy, semejante a 1876 hasta 1931? ¿Dónde estuvo y
está España?).
José Fermín Garralda Arizcun
Pamplona, 29-V-2018
Laus Deo