El documento discute la teoría de la inteligencia humana propuesta por Zubiri. Según Zubiri, la esencia del entendimiento es inteligir, o aprehender la realidad. La intelección implica tanto la percepción como la reflexión sobre aspectos no explícitos. Zubiri también sostiene que el juicio no es lo principal en el pensamiento humano y critica las teorías que enfatizan demasiado la lógica y conceptos sobre la aprehensión de la realidad.
La aprehensión de la realidad en la inteligencia humana según Zubiri
1. EL CAMPO DE REALIDAD EN LA INTELECCIÓN HUMANA
La capacidad de reflexión es una de las funciones del inteligir porque la
fuerza del entendimiento o de la inteligencia completa de hecho, aspectos
no presentes de modo explícito en la percepción, algo reconocido por
Zubiri.
Bien es cierto que el inteligir es definido por Zubiri como la presencia de lo
real en la mente. Lo que plantea la conveniencia de dar mayor significación
a la captación o aprehensión de la realidad, ya que la esencia del entender
está en inteligir.
Indudablemente el entender está fundamentado en los datos perceptivos de
la realidad, y en la propia materialidad empírica del mundo, de lo objetivo
y, por tanto, no debe operar en el puro vacío de la logomaquia.
La creciente comprensión de la realidad es una forma de inteligir mejor, lo
que a su vez retroalimenta la capacidad de entender, potencia de intelección
que forma parte de la inteligencia. Como indica Pintor Ramos la tesis
crucial de todo el pensamiento de Zubiri es que la función de la inteligencia
es aprehender las cosas como reales.
Frente a las complejas elaboraciones especulativas de la Escolástica
tradicional, con su jerga gnoseológica de base aristotélica, platónica, etc,
debe afirmarse, en un sentido similar al utilizado por el materialismo
filosófico de Bueno, que el concepto de conocimiento se fundamenta en la
interacción compleja de organismos con su mundo.
Considero que aunque parezcan superadas por otras teorías más modernas
y coherentes, el neotomismo y otras corrientes filosóficas y teológicas
similares aportan también conocimientos relevantes para una más completa
comprensión de lo que es la inteligencia y la realidad humana.
En los actos de intelección es destacable la función primordial de la
atención. Los diferentes grados y matices de la actividad intencional son
delimitables filosóficamente de forma aproximativa como lo realiza Zubiri
dependiendo del modo e intensidad de la aprehensión de lo empírico.
Y es que el sujeto mismo es realidad personal e intelectiva, y forma parte
del campo de realidad usando la terminología zubiriana. Ciertamente las
ciencias humanas y sociales insisten en la importancia de los vínculos
sociales en el desarrollo de la realidad humana.
El enriquecimiento del contenido proporcionado por la aprehensión campal
de la realidad, o lo que es lo mismo de unas cosas en relación comparativa
o significativa con otras es plasmado en la integración unitaria de lo
judicativo y lo aprehensivo en la comprensión de las cosas por la
intelección.
De esta forma se elimina el idealismo de una comprensión más vinculada o
relacionada con un realismo gnoseológico que integra dentro de sí los
descubrimientos alcanzados por la ciencia.
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2. Para Zubiri lógos no es lo mismo que juicio, ya que el colegir, suponer,
derivar, etc, o lo que en un sentido habitual se denomina razonamiento, no
en el sentido de que una razón se apoye en otra, sino en ser fundamento de
posibles afirmaciones sobre aspectos de la realidad, en relación con el
inteligir de cada ser pensante.
En su libro Inteligencia y Lógos Zubiri critica el logicismo formalista que
da más significación de la debida a la función del juicio en el pensamiento
humano dificultando la auténtica captación de la realidad.
Si se considera la inteligencia como una facultad exclusivamente formal y
conceptiva se afirma una indeseable logificación de la intelección, ya que
la aprehensión perceptiva forma parte también del proceso cognitivo de un
modo originario y fundamentante. El lógos en la filosofía zubiriana tiene
como función principal la aprehensión de lo que una cosa es en realidad
comparativamente respecto a otras cosas. De todas formas, el lógos es un
modo ulterior de intelección que hace posible el conocimiento de lo que las
cosas son en realidad.
Cada cosa real funda el campo, pero el campo reobra sobre las cosas reales
que lo han determinado, si se piensa en la capacidad abstractiva y sentiente
de simultáneamente del inteligir humano.
Frente al intelectualismo característico de la filosofía racionalista e idealista
que destaca sobe todo la función de la inteligencia concipiente surge el
denominable inteleccionismo zubiriano que trata la intelección como
aprehensión sentiente de lo real. Esto no impide el desarrollo efectivo del
raciocinio, el análisis y los razonamientos y argumentaciones, ya que están
circunscritos a lo perceptible o aprehensible.
En el caso de lo divino y lo espiritual, las elaboraciones especulativas
dependen, a mi juicio, de construcciones interpretativas, como por ejemplo
la identificación de Dios con el poder de la realidad en la metafísica
zubiriana, etc.
La mayor valoración de la impresión de realidad considero que es lo más
apropiado en el inteligir que está más vinculado a lo empírico y
fenoménico, y con una menor estructuración lógica previa respecto al
propio acto de conocimiento como sucede por ejemplo en el idealismo
transcendental kantiano. La impresión de realidad es unitaria, y no debe ser
divisible en varias sucesividades que destruyan la unicidad ontológica de
de la impresión tal como pretendía Hume.
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