Este documento trata sobre la importancia de una nutrición saludable para el bienestar. Resalta que una dieta equilibrada que incluya carbohidratos, proteínas, grasas, vitaminas y minerales en cantidades adecuadas es clave para la salud. También enfatiza reducir el consumo de grasas saturadas e incrementar el de fibra a través de frutas, verduras y cereales integrales para prevenir enfermedades y mantener un buen funcionamiento digestivo.
2. PREVENCIÓN: POR UNA ALIMENTACIÓN
SANA
La clave de una buena alimentación se encuentra en una dieta sana y
equilibrada
que
proporcione
una
cantidad
correcta
de
carbohidratos, grasas y proteínas, así como las vitaminas y minerales
recomendados. Una dieta ideal aporta una cantidad suficiente de
calorías para cubrir las necesidades energéticas, aunque no en
exceso, ya que ello provocaría un aumento de peso. Simultáneamente
aporta la cantidad correcta de fibra y agua para que el aparato digestivo
siga funcionando eficazmente.
3. DISMINUCIÓN DEL CONSUMO DE GRASAS
Al reducir el consumo de grasas también se reduce el riesgo de sufrir
una enfermedad cardíaca. Siempre que te sea posible intenta consumir
grasas insaturadas en lugar de las saturadas. Estas últimas se
encuentran en la carne roja, la leche, el queso, el aceite de coco y de
palma, la mantequilla y también en los alimentos
procesados, incrementando el nivel del colesterol en sangre, el cual, a
su vez, aumenta la acumulación de grasa en las arterias. En
cambio, las grasas insaturadas que se encuentran en el pescado
graso, el pollo, las nueces y en muchos tipos de aceite vegetal no
aumentan el nivel del colesterol, sino que, incluso, ejercen un efecto
protector sobre el corazón y el sistema circulatorio.
4. UNA COMIDA EQUILIBRADA
Al comer una gran variedad de alimentos de cada uno de los grupos
más importantes se cubren todas las necesidades nutricionales. Se
debe comer diariamente una diferente gama de alimentos
pertenecientes a las cinco grandes categorías: pan, cereales y otros
productos a base de grano; fruta; verduras;
carne, pollo, pescado, huevos y otras fuentes de proteínas
vegetales, tales como las alubias, los guisantes, las nueces y las
semillas; y productos lácteos.
5. INCREMENTO DEL CONSUMO DE FIBRA
Una comida sana no implica, precisamente, una reducción en la
cantidad de comida. Los alimentos con un elevado contenido de
fibra, tal como el pan o el arroz integral, la fruta fresca y las
verduras, llenarán sin que se consuman demasiadas calorías
superfluas. Asimismo, esos alimentos son una fuente adecuada de
vitaminas y minerales, ayudan a prevenir el estreñimiento y son útiles
en la regulación de la absorción de la glucosa y de los ácidos grasos, en
el sistema digestivo.
6. ¿CÓMO CUBRIR LAS NECESIDADES DE FIBRA?
Para estar seguro de que realmente se ingiere una cantidad mínima de
25 grs. de fibra diaria indicamos una serie de consejos para mejorar la
alimentación:
Comer mucha fruta y verdura fresca.
En lugar de tomar un zumo comer la fruta entera.
Las verduras no deben cocerse o hervirse demasiado.
No retirar la piel a la fruta y a las verduras, como la de las manzanas y
la de las patatas al horno. Pero no olvidar lavarlas antes,
Decantarse siempre por los cereales integrales, así como por el pan y el
arroz integral.
Recordar que las hojas exteriores de la lechuga, así como los nervios y
los tallos del apio, contienen más fibra que el resto.