El documento resume la historia de la tabla periódica desde sus orígenes en 1864 hasta su forma actual. John Newlands fue el primero en observar una periodicidad en las propiedades de los elementos ordenados por masa atómica, aunque su "ley de las octavas" no fue aceptada. Más tarde, Mendeleev logró predecir propiedades de elementos aún no descubiertos mediante una clasificación más amplia basada en la periodicidad de las propiedades. Finalmente, Moseley ordenó los elementos por número atómico en 1913, estableciendo la base de
2. El origen de la tabla periódica data aproximadamente de 1864, cuando el químico inglés
John Newlands observó que cuando los elementos conocidos se ordenaban de acuerdo con sus masas
atómicas, cada octavo elemento tenía propiedades similares.
Newlands se refirió a esta relación como la ley de las octavas. Sin embargo, esta ley no se cumple para
elementos que se encuentran más allá del calcio, y por eso la comunidad científica de la época no
aceptó su trabajo.
En 1869 el químico ruso Dimitri Mendeleev propuso una tabulación más amplia de los
elementos basada en la recurrencia periódica y regular de las propiedades. Este segundo intento de
sistema periódico hizo posible la predicción de las propiedades de varios elementos que aún no
habían sido descubiertos. Por ejemplo, Mendeleev propuso la existencia de un elemento desconocido
que llamó eka aluminio, cuya ubicación debiera ser inmediatamente bajo el aluminio. Cuando el galio
fue descubierto cuatro años más tarde, se encontró que las propiedades predichas para el eka–
aluminio coincidían notablemente con las observadas en el galio.
En 1913 Moseley ordenó los elementos de la tabla periódica usando como criterio de
clasificación el número atómico (Z). Enunció la “ley periódica”: "Si los elementos se colocan según
aumenta su número atómico, se observa una variación periódica de sus propiedades físicas y
químicas".
Por lo tanto, la tabla periódica actual obedece a un ordenamiento de los elementos de acuerdo a una
serie de características y propiedades que se repiten a lo largo de ella. La primera forma de clasificar a
los elementos fue según su número atómico (Z) o bien según su tamaño, por ello el primer elemento
que conforma la tabla periódica es el hidrógeno.
La tabla periódica está ordenada en siete filas horizontales, llamadas “periodos” que indican el
último nivel enérgico que tiene un elemento. Las 18 columnas (verticales) son llamadas grupos, e
indican el número de electrones en la última capa
3. De acuerdo con el tipo de subnivel que ha sido llenado, los elementos se pueden dividir en categorías: los elementos
representativos, los gases nobles, los elementos de transición (o metales de transición), los lantánidos y los actínidos.
Los elementos representativos son los elementos de los grupos 1A hasta 7A, todos los cuales tienen incompletos los
subniveles s ó p del máximo número cuántico principal.
Con excepción del He, los gases nobles que conforman el grupo 8A tienen el mismo subnivel p completo.
Los metales de transición son los elementos 1B y del 3B hasta el 8B, los cuales tienen capas d incompletas, o
fácilmente forman cationes con subniveles d incompletos. Los elementos del grupo 2B son Zn, Cd, y Hg, que no son
representativos ni metales de transición.
A los lantánidos y actínidos se les llama también elementos de transición interna del bloque f porque tienen
subniveles f incompletos.
Si analizamos las configuraciones del grupo 1A vemos que son similares: todos tienen el último electrón en un
orbital s. El grupo 2A tiene configuración ns2 para los dos electrones más externos. La similitud de las configuraciones
electrónicas externas es lo que hace parecidos a los elementos de un grupo en su comportamiento químico.
Esta observación es válida para el resto de los elementos representativos. Si analizamos la configuración del grupo
7A, o elementos halógenos, todos ellos poseen configuración ns2np5, haciendo que tengan propiedades muy similares como
grupo.
Se clasifica en cuatro bloques:
• Bloque “s”: A la izquierda de la tabla, formado por los grupos 1 y 2.
• Bloque “p”: A la derecha de la tabla, formado por los grupos 13 al 18.
• Bloque “d”: En el centro de la tabla, formado por los grupos 3 al 12.
• Bloque “f”: En la parte inferior de la tabla.
El hidrógeno (H) de difícil ubicación en la tabla y el helio (He), claramente en el grupo 18 de los gases nobles, tienen
configuración “s1” y “s2” respectivamente.
4. El numero de elementos de cada grupo es variable. Hay 8grupos largos: 1, 2, 12, 13,
14, 15, 16,17,18 que recogen los llamados elementos representativos y 10 grupos cortos:3, 4, 5,
6, 7, 8, 9, 10, 11, 12. que recogen los llamados elementos de transición. Algunos de los
nombres reciben nombres específicos. Los mas utilizados son: alcalino, halógeno y gases
nobles. Los elementos de un mismo grupo tienen características químicas parecidas por
que poseen el mismo numero de electrones de valencia. En un mismo grupo los elementos
son mas parecidos cuanto mas cerca estén entre si.
5. A principios del siglo XIX, John Dalton (1766–1844) desarrolló unaconcepción nueva del
atomismo, a la que llegó gracias a susestudios meteorológicos y de los gases de la atmósfera.
Suprincipal aportación consistió en la formulación de un "atomismoquímico" que permitía
integrar la nueva definición de elementorealizada por Antoine Lavoisier (1743–1794) y las
leyes ponderalesde la química (proporciones definidas, proporcionesmúltiples, proporciones
recíprocas).Dalton empleó los conocimientos sobre proporciones en las quereaccionaban
las sustancias de su época y realizó algunassuposiciones sobre el modo como se combinaban
los átomos
6. La primera clasificación de elementos conocida, fue propuesta por Antoine Lavoisier, quien propuso que
los elementos se clasificaran en metales, no metales y metaloides o metales de transición. Aunque muy
práctico y todavía funcional en la tabla periódica moderna, fue rechazada debido a que había muchas
diferencias tanto en las propiedades físicas como en las químicas.